Entre el odio y el amor (+18)

Autor: AniCullen17
Género: Drama
Fecha Creación: 15/07/2011
Fecha Actualización: 23/08/2013
Finalizado: SI
Votos: 70
Comentarios: 395
Visitas: 313061
Capítulos: 43

 

 

El odio, el rencor y la culpa que  ambos sentían los atormentaba día a día,  ¿Cómo hacer para que aquello funcionara, si solo sabían dañarse?, el orgullo jamás dejo de interponerse en su felicidad, una sangrante herida guardaba cada uno en su corazón… impidiéndoles ser felices… impidiéndoles entregarse por completo.

 

 

 


 

Hola Chicas, este es mi Segundo Fic, salio de mi cabeza loca solo espero que les guste y que me dejen sus Votitos y Comentarios, Esta clasificada para mayores de 18 años, queda bajo su responsabilidad leerla, bueno Un beso Adios chicas ♥ .

 

Mis Fics:

Tu, Mi mitad mi Adiccion (+18) "Terminado"

Rechazame (+18) "En proceso"

The Sound of Silence (+18) "en proceso"

-

 

 

!ESTA COMPLETAMENTE PROHIBIDO PUBLICAR ESTE FIC SIN MI PREVIA AUTORIZACION!

ESTE FIC ESTA PROTEGIDO CON DERECHOS DE AUTOR POR SAFECREATIVE NO AL PLAGIO

!SE ORIGINAL!

 

Busquenme en facebook : Ani Cullen

 

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 13: Conociéndote

 

 

Este fanfic está protegido legalmente por Safecreative. No apoyes el plagio.

 

Los personajes le pertenecen a S.M. La historia es mía.

 

Capitulo trece; Conociéndote.

 

 

 

Edward´s POV

 

 

 

Había perdido la cuenta cuantas veces había sacado mi celular para mirar la hora. Mi pie se movía con impaciencia en el suelo y mis manos estaban rígidas sobre mis rodillas; me sentía ahogado e incomodo.

 

—¿Hijo, te encuentras bien? — Mi abuela Elizabeth tomo una de mis manos que estaba en puño sobre de mi rodilla. Pensé la respuesta por unos segundos, me sentía egoísta pero me importaba una mierda.

 

—No. Necesito salir de aquí  —dije cabreado.

 

Me sentía mal sentado aquí mientras un sacerdote hablaba puras incoherencias sobre la personalidad de Elizabeth ¿Qué mierda sabia él de mi hermana? pues nada, y yo aquí como un idiota sentado intentando parecer interesado en el tema, cuando lo único que quería era correr al cementerio para estar junto a ella.

 

—Haz lo que sea necesario cielo — Me dijo mi abuela Eli.

 

Me levante de su lado regalándole una sonrisa; mis padres me miraron estupefactos y el sacerdote se quedo en silencio, me importaba una mierda. Camine hacia la salida y fui consciente de todas las miradas estabas posadas en mí, pero realmente no me interesaba.

 

Salí de la Iglesia y tome mi moto, me puse el casco y rápidamente acelere hacia el cementerio.  

 

Al llegar pude notar que el lugar era casi desértico, supuse que las personas no solían visitar a sus seres queridos un sábado por la mañana.

 

Deje mi moto estacionada afuera, y guarde el casco bajo el sillín. Caminé por los jardines del cementerio, el césped abundaba, también las flores de todo tipo…, el lugar podría ser mágico, salvo por las escalofriantes lapidas de mármol que te recordaban el por qué te encontrabas en este lugar.

 

Mientras caminaba como siempre una hermosa cabellera castaña vino a mi mente como por arte de magia; asi habían sido estas cuatros semanas en las cuales solo pensé en ella. No podía evitar recordar nuestra última charla. Cuando ella me beso era otra Bella, una completamente diferente y que me gustaba  mucho.

 

Cuando estuve relativamente cerca de la tumba de mi hermana, vi el perfil de una mujer sentada en el césped leyendo algún tipo de papel. Fruncí el seño no podía identificar quien era. Me acerque un poco más y me paralice. ¿Qué mierda hacia Isabella Swan aquí? Millones de preguntas se formularon en mi cabeza.

 

—Elizabeth— La escuche susurrar.

 

 

 

—Isabella ¿Qué haces aquí?— Pregunte confundido.

 

Ella volteo y pude notar la tensión en su rostro, no esperaba verme aquí. La miré por unos instantes y me arrepentí de ello ¿Cómo era posible que estuviese más hermosa? Esta mujer quería jugar con mis debilidades y lo estaba consiguiendo  ¿Cuántas noches no soñé tenerla en mis brazos? ¿Cuántas noches estuve a punto de llamar a Alice para saber cómo estaba? Me parecía un espejismo tenerla ahora justo donde Elizabeth descansaba, ¿acaso ellas se conocían? Mierda, me sentía muy confundido y ella solo me miraba sin saber que decir.

 

—¿Qué haces aquí Bella? responde — Repetí mi pregunta. Ella bajo la mirada y miro como sus manos jugaban con impaciencia. Yo estaba perdiendo la paciencia.

 

—Lo que sucede es…, es que, yo— Estaba nerviosa. Me acerque a ella y la tome fuertemente de sus brazos, sin medir la fuerza que ejercía.

 

—¡Mírame!, ¿Conocías a mi hermana?

 

—Si— Apenas escuche su voz. ¿Qué mierda escondía Isabella Swan? ¿Por qué no me lo había dicho? ¿Qué pretendía? ¿De dónde la conocía?

 

—¿Desde cuándo?

 

—Edward me estas lastimando —murmuro con lágrimas en los ojos.

 

—Dime bella —Ignoré su comentario.

 

—Desde hace muchos años.

 

¿Qué? ¿Qué mierda significaba eso? Isabella Swan me había mentido todo este tiempo. La miré como si ella no fuese la Bella que yo conocía, ella no podía haberme mentido asi, ella…, ella solo era algo loca e impulsiva, pero no era una mentirosa ¿o sí?

 

—Imposible.

 

Me negué a creerlo

 

—Edward, Elizabeth era mi mejor amiga— Declaró.

 

—No, no, es imposible —Tome mi cabello entre mis manos, tirándolo con desesperación — ¡¿Por qué no me lo dijiste antes?! — Me acerque a ella, casi podía sentir su respiración sobre mi rostro.

 

—Yo… eso ya no importa.

 

Ahí nuevamente la Bella fría e insensible que no sentía absolutamente nada.

 

—Me preguntaste que hacia aquí ¿no?, pues ya te respondí —Ella miro la lapida.

 

—Lo siento Eli, te quiero y vendré más seguido a visitarte— Pude ver como una sonrisa adorno sus labios, y sin mirarme comenzó a caminar hacia la entrada. Esta mujer era malditamente insoportable ¿Por qué siempre hacia eso? ¿Por qué siempre huía?

 

—Hermana, te amo — Murmure antes de correr hacia donde Bella. Llegue rápidamente a su lado; ella siguió con su mirada hacia el frente ignorándome por completo, pude notar vagamente como lágrimas se deslizaban por su mejilla. De pronto todo lo que sentía, todas las explicaciones que yo estaba pidiendo se esfumaron, me sentí mal conmigo por haberla hecho llorar..., Quise abrazarla y besarla, decirle que todo estaría bien.

 

—¿Bella que pasa? — Pregunte.

 

—Edward, no es el momento, ni el lugar para hablar de esto — Dijo mientras se detenía y me miraba fijamente a los ojos.

 

—¿Vámonos? — Frunció el seño, y rápidamente soltó una carcajada irónica.

 

—¿A dónde? — Estaba siendo sarcástica pero no me importaba,

 

—Ven- dije tomándola del brazo, ella hizo una mueca y me sentí el peor ser humano que pisaba la tierra.

 

—Lo siento, yo…, no quise hacerte daño.

 

—Déjalo— dijo bajando la mirada— no eres el primero – La escuche susurrar, la mire por unos segundos ¿Qué había querido decir con eso? Ella me siguió ignorando y no quise preguntarle por más.

 

—¿Vas a venir o no? — Quise saber.

 

—Ve a dejarme al internado.

 

Ya habíamos llegado al estacionamiento de afuera, ella me miro por unos segundos y yo solo pude sonreírle. Me sentía algo bipolar por mis cambios de humor, pero no me interesaba. Me gire y comencé a caminar hacia mi moto.

 

—¿Me dejaras aquí sola? — pregunto siguiendo mis pasos.

 

—Vamos a mi vehículo — Aclaré, ella entrecerró sus ojos y me siguió sin decir ni una sola palabra, claro, hasta que se dio cuenta de que tipo de vehículo hablaba yo.

 

—¡¿Estás loco?! ¡¿Quieres que nos matemos?!

 

—Vamos Isa, es solo una moto —puse mis ojos en blanco—. Ven.

 

Saque mi casco y se lo ofrecí, ella me miro como si no tuviese cerebro lo que me provoco una sonrisa.

 

—Esto es completamente ridículo Cullen. No necesito casco—dijo ella mirando el casco con terror.

 

—Vamos te veras sexy — dije sonriendo

 

—Oh si claro. Idiota— Se giro con intensión de marcharse, sonreí, camine y me puse justo al frente de ella. Bella subió su mirada y se mordió el labio.

 

—Hoy no te escaparás de mí.

 

Dije antes de tomarla entre mis brazos llevándola hacia mi moto.

 

—¡Bájame idiota! — Gritaba tratando de zafarse de mi agarre; la sujete más cerca de mi cuerpo.

 

—No— dije mientras la subía a la moto; tomé mi casco y se lo puse con delicadeza, ella me miraba estupefacta y sentí la necesidad de acariciar su mejilla, pero me contuve.

 

Se senté delante de ella.

 

—Vamos sujétate de aquí— dije tomando sus manos para que sujetara mi estomago, ella envolvió sus pequeños brazos en mi cuerpo para no caerse, pude sentir su respiración en mi cuello; mi piel se erizo y reprimí un gemido.

 

—Sigo pensando que eres un idiota Cullen — dijo cerca de mi oído ¿Qué pretendía hacer? mi pequeño amigo estaba a punto de despertar con aquellas palabras, no sabía que mierda me pasaba ¿desde cuándo era tan precoz? La última vez que estuve con Tanya tuve que hacer maniobras para que mi gran amigo despertara…, definitivamente Bella no era igual a las demás

 

—Bueno Swan, mejor afírmate bien — dije arrancando la moto saliendo por las calles de los Ángeles.

 

Su respiración cada vez la sentía más y más cerca de mi cuello, como si estuviera a punto de besarme, la sola idea me provocaba escalofríos. Me sujetaba fuertemente con sus pequeños brazos, pero a mí no me importaba en lo absoluto.

 

Habían sido cuatro semanas sin ella, sin oír su voz, sin poder ver su rostro, y que aunque, me siguiera tratando como un idiota no me importaba en lo absoluto si ella me abrazaba justo como lo hacía ahora, estaba perdido…, Isabella Swan me tenia completamente loco.

 

—¿Edward donde vamos? Llévame al internado— Murmuro cerca de mi oído. La ignore y seguí mi camino, pasábamos por entremedio de los automóviles, las personas nos miraban y yo solo quería salir de esta maldita civilización, asi que más o menos en veinte minutos, doble hacia la derecha, perdiéndonos dentro de un bosque solitario, llevaría a Bella hacia donde Eli y yo solíamos escaparnos para pasar un rato entre hermanos; subimos por un sendero y nos perdíamos entre los árboles. Podía sentir a Bella aferrada fuertemente hacia mí, su rostro se escondía en mi espalda, se sentía tan bien.

 

—Llegamos — dije al estacionar la moto, pero Bella no se movió—. ¿Bella? — Pregunte preocupado—. Llegamos.  

 

—Ah, perdón — se disculpo, gire mi rostro y me sentí algo mal. Ella estaba pálida, más pálida de lo normal, sus mejillas habían perdido su adorable sonrojo natural —. ¿Dónde estamos? — Pregunto bajando rápidamente de la moto.

 

—Bueno…, sígueme— Pedí.

 

Me baje de la moto y ella me entrego el casco, lo guarde y me gire para verla, se veía algo incomoda, asi que sin pensarlo tome su mano entre la mía y comenzamos a caminar.

 

—¿Edward?

 

—Descuida no te voy a violar — Le guiñe un ojo y ella solo puso sus ojos en blanco.

 

Caminamos alrededor de quince minutos, cuando por fin llegamos al prado donde Elizabeth y yo solíamos escapar de la realidad.  

 

—Es Hermoso Edward — apenas lo dijo en un susurro.

 

—Sentémonos ahí— sugerí.

 

Caminamos unos metros, hacia el único árbol que se encontraba en medio del prado, daba bastante sombra. Ella soltó mi mano y me sentí mal, Bella no decía absolutamente nada.

 

Nos sentamos y ella me miro, podía notar la confusión en sus facciones.

 

 —Eres la segunda persona con la cual he compartido este prado—dije sonriendo—. lo encontré con Elizabeth hace muchos años atrás– Ella seguía en silencio, cosa que me estaba desesperando.

 

—¿Bella, puedo hacerte una pregunta? — ella asintió, sonreí—. ¿Desde cuándo mi hermana y tú eran amigas?

 

Necesitaba comenzar a despejar todas las dudas que tenía en mi cabeza, Bella estaba en silencio y bajo su mirada, mordió su labio inferior.

 

—Desde pequeñas— susurro.

 

—¿Por qué nunca supe de ti? — No le estaba reclamando pero era confusa la situación, si eran tan amigas debí haberla visto una vez ¿o no?

 

—Pues, porque éramos compañeras de escuela, luego cuando..,— se quedo en silencio —, le dio su etapa de rebeldía...,

 

 Recordaba claramente esa etapa de la vida de mi hermana, incluso repitió el año escolar, mis padres se avergonzaron mucho de ella asi que la mandaron a un internado de mujeres.

 

—Quedamos como compañeras de salón, poco a poco nos hicimos inseparables.

 

— ¿Por qué me lo ocultaste? ¿Por eso el odio hacia mí? ¿Por qué que hice yo?

 

—Te lo oculte, pues porque…, – ella frunció el seño—. Edward esto no viene al caso.

 

Se levanto del suelo, y ahí íbamos otra vez con la Bella fría e insoportable. Me levante del suelo, la tome del brazo y la gire quedamos frente a frente podía sentir su respiración contra la mía.

 

—Necesito saberlo…, ella era mi vida —susurre cerca de su rostro, ella cerro sus ojos y me fui acercando un poco más…, era exquisita, necesitaba sentirla, abrazarla, besarla.

 

—¡Mentira! ¡Tú no le creíste Edward! ¡Y eso la mato! —Me grito. Una lágrima recorrió su mejilla ahora roja de furia, no entendía absolutamente nada de lo que decía.

 

—¡Yo no la mate Bella

 

—¡Por tu culpa ella sintió ese abandono! Ella solía hablarme de lo mucho que amaba a su hermano, y cuando te necesito no estabas para ella, luego se suicido— estupefacto me aleje de ella, miré hacia las montañas que estaban sobre nosotros y las lágrimas corrían por mis mejillas, siempre me había sentido culpable, pero escuchar la verdad de otra persona ajena a todo se sentía mil veces peor.

 

—Mira.

 

Busco algo en su bolso, pero la ignore…, me tendió un papel arrugado, ella estaba llorando, ambos lo estábamos.

 

Tome el papel entre mis manos y lo abrí, ahí estaba una carta de Elizabeth, leí sus últimas palabras que no estaban dirigidas hacia mí, me sentí como una mierda de persona cuando escribió que yo le había hecho daño al no creer en ella y creer en Paulina.

 

Mis lágrimas comenzaron a mojar el papel, y se lo estregue a Bella…, comencé a caminar hacia la moto nuevamente cuando Bella se acerco hacia mi tratando de detenerme.

 

—¿Por qué huyes? ¡¿La conciencia no te deja en paz?!

 

—Tú no sabes nada Bella— Las lágrimas seguían traicionándome, me sentía fatal, me sentía culpable, pero yo jamás quise, jamás quise que ella se quitara la vida, ella…, ella era mi única familia, la única que me escuchaba, ¡Ella era mi hermana! yo jamás habría querido eso.

 

—Edward…, — Escuche como me llamaba y envolvía sus brazos en mi cuello, no sé en qué momento había terminado en el suelo, derrumbado por aquella afirmación que tanto me dolía y me perseguía día a día.

 

—¿La amabas?.

 

—Con mi vida Bella, ella era mi todo. No hay día que no despierte pensando en ella— Confesé.

 

Bella acariciaba mi cabello con dulzura y me permití sentir su cariño, se sentía bien…, perfecto.

 

—Bella yo…, yo jamás quise, estaba tan ciego ¡Tan ciego!

 

Shh Tranquilo Edward. Perdóname, yo…, yo te creía diferente. Lo siento.

 

Su pequeña manito sujeto mi mentón, obligándome a mirarla a los ojos. Estaba llorando, ambos sufríamos por la pérdida de una mujer maravillosa. Mi rostro inconscientemente se fue acercando a ella, hasta el punto de sentir su respiración acariciando mi rostro. Mire sus labios y sus ojos; repetí la acción un par de veces, ella estaba mirando mis ojos y poco a poco me acerque a sus labios.

 

 

 

—Edward — Apenas susurro, alejándose unos centímetros de mi —. Esto no está bien.

 

—¿Por qué crees eso? — pregunte alzando mi mano para despejar un molesto cabello marrón que comenzaba a jugar en su rostro. Ella bajo su mirada, quizás se sentía avergonzada.

 

—Edward yo…, no quiero ser una más de tu larga lista— Confeso.

 

Me sentía peor que antes. Mierda, siempre hacia sido precoz y cuando realmente había encontrado alguien con quien yo quería estar ella no quería estar conmigo por mi pasado, yo no podía hacer nada para borrar lo estúpido que había sido por meter mi miembro donde no me correspondía, pero si podía cambiar el presente y el futuro ¿no?

 

—No lo serás, no lo eres — aclare. Ella miro mis ojos fijamente por unos segundos, acaricie su rostro con la yema de mis dedos—. ¿Cuándo entenderás que tú no eres una más? Que yo te quiero.

 

Pude notar una pequeña curva en sus labios, ella quería sonreír.

 

—Necesito pensar muchas cosas. Yo en parte te consideraba el culpable de la decisión de Elizabeth, jamás pensé que sufrieras asi por su pérdida. Dame tiempo, solo eso.

 

Pidió con voz dulce, no pude contenerme y le sonreí.

 

—Te esperare.

 

Prometí. Isabella me miro a los ojos y me regalo una sonrisa…, una sonrisa de la cual yo jamás había sido testigo, una sonrisa sincera y dulce. ¿Quién era realmente Isabella Swan? ¿Loca e impulsiva? O ¿dulce y tierna? Quería descubrirlo, realmente lo quería. Le demostraría con hechos que yo quería cuidarla, quería estar con ella. Anhelaba el día en el que ella quisiese estar conmigo tanto como yo deseaba estar con ella.

 

________________________________________________

ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO, ESPERO SUS COMENTARIOOOOOS ! LAS QUIERO Y SUBIRE EN UNOS MINUTOS EL PROX CAP *-*

Capítulo 12: La Carta Capítulo 14: Conociéndote II parte

 


 


 
14431814 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10749 usuarios