Ola niiñas tmbiien x akii!, graciias por su apoyo, dejo un kmensajito especiiaL...

BARBY17: eres una niña tan linda que no se ni como agradecerte el apoyo, eres realmente amable y cariñosa, mil gracias.

Alianna: Graciias por comentar y por apoyar mis fics... te prometo intentar subir capis de ados jeje gracias.

Bichito(susana): ya no tengo palabras Lindas para referirme a ti, sabes cuanto te aprecio y lo que significa tu apoyo, eres una gran mujer, hermosa persona, gracias.

Maria alejandra: gracias port us buenos deceos y por apoyar mis fics, eres muy linda!

alice_cullen_brandon: Gracias por tu apoyo y no te defraudare, realmente tengo locas ideas en esta cabecita, espero que les sigan agrandando.

aledeuruguay: Ya se te cumplio lo del reencuentro, jeje gracias por tu apoyo.

Gore: tu eres.... Mi bfffan. Sabes cuanto te kiero y lo mucho que aprecio todo lo que haces por mi.

Carito22: no te compliques nena, poco a poco se iran aclarando las cosas jeje Graciias por leer y por apoyar.

DOMIICULLEN: Graciias por tu apoyo y tus votos sabes que realmente los precio y aki esta el capitulo, espero les agrade y que lo disfrutes, gracias.

Mil besos y abrasos tambien a las lectoras anonimas, espero un dia comenten y pueda retribuirles directamente mis agradecicmientos.

Hola - susurro, con esa suave y melodiosa voz.

Hola - dije mientras lo miraba embobada.

Dios no podía ser cierto estaba frente a ese precioso hombre de nuevo y lo peor lo estaba mirando como una boba.

Veo, que salvarte, se esta volviendo un trabajo de tiempo completo – murmuro – pero sinceramente… no me molesta en lo absoluto.

Demonios que sexy se escuchaba, intente concentrarme y recordar que aun estaba ente sus brazos.

OH, lo siento – de inmediato me incorpore y me libere de su agarre.

Parecía divertido ante la situación – no te preocupes, estas bien? – estaba mas que bien por volverlo a ver.

Si, gracias a ti… de nuevo – podía sentir el sonrojo en mis mejillas.

Tranquila, un accidente le pasa a cualquiera – dijo amablemente.

Si lo se, pero dos días seguidos?, debe ser mala suerte – sonrío ampliamente.

Vamos, eso no es posible, alguien como tu no puede tener mala suerte – enarque una ceja.

Alguien como yo? – pregunte.

Eh, si me refería, bueno lo que quería decir es… - parecía apenado, como si hubiese cometido un crimen – que eres muy linda – soltó de golpe.

Podía sentir mi cara mas roja que un tomate, el creía que era linda, tenia un festín en mi interior.

Gracias – dije tímidamente.

Nos miramos por un segundo, me pude perder en sus ojos, me asustaba lo que el me hacia sentir cuando ni siquiera lo conocía, era como un imán que me atraía hacia el; aparte mi vista demasiado apenada.

Bella – susurro.

Si? – lo mire y parecía dudar, parecía confundido.

Me preguntaba si te gustaría dar una vuelta conmigo, aquí en la plaza – me sentí repentinamente nerviosa, no era tanto como una cita, pero compartir tiempo con el me hacia sentir diferente.

Yo, no creo… - quise negarme.

Solo un pequeño paseo – sus ojos mostraban suplica.

Con una condición – acepte, una enorme sonrisa se plasmo en sus labios.

Lo que quieras – contesto al instante.

Me puedes decir tu nombre – frunció un poco el ceño.

Por esta vez, le haría caso a Alice, necesitaba saber el nombre de mi salvador.

Edward – tendió su mano.

Edward, que hermoso nombre, tan hermoso como el hombre al que usaba.

Bella – tome su mano y sonreí.

Es un placer señorita – acerco sus labios a mi mano y deposito un corto beso

sobre ella; me quede helada al sentir la textura de sus labios contra mi piel, mis piernas temblaron un poco al sentir la fuerte descarga eléctrica que recorrió mi cuerpo.

Retire mi mano al instante – igualmente – conteste.

Edward giro la vista – Peter te puedes ir al hotel, yo iré mas tarde – tan absorta estaba que no me Abia percatado de la presencia de su chofer, que vergüenza.

Si gusta lo espero señor – contesto el hombre.

No te preocupes tomare un taxi, puedes retirarte – el hombre solo asintió y dio la vuelta.

Listo – me miro fijamente – a donde quieres ir? – lo pensé por un minuto.

Que tal si caminamos y lo decidimos mientras tanto – sugerí.

Perfecto – sonrío.

Caminamos unos metros alrededor de la plaza, al parecer ninguno se atrevía a hablar.

Edward – bella – dijimos al mismo tiempo y ambos reímos al percatarnos.

Bella, a que te dedicas – pregunto por fin.

Trabajo en una compañía que organiza bodas – frunció el ceño, pero lo deje pasar.

Haa, y que haces exactamente? – estaba apunto de contestarle cuando recordé una de las verdades mas grandes en mi profesión, el 80% de los hombres, creen que por dedicarnos a la organización de bodas, tenemos intenciones de casarnos rápidamente, por eso la mayoría de ellos se alejan, por miedo al compromiso.

Ehh, soy administradora de la empresa – mentí.

Ósea que no te relacionas en nada con las bodas? – pregunto.

No, solo administro el lugar – una mentira piadosa no dañaba a nadie.

Una administradora entonces – sonrío.

Si, y tu, un doctor? – recordaba que me lo Avia dicho.

Si, bueno estudie medicina, pero a causa de los negocios de mi familia, me es muy difícil ejercerla, solo lo hago periódicamente, ahora mismo me dedico a los negocios – se detuvo frente a una heladería.

Que te parece? – pregunto.

No lo creo – hice cara de asco, si había algo en el mundo que no me gustara era el helado.

No te gusta el helado? – parecía impactado.

Lo odio – admití.

Aunque sea de m&m´s? – lo mire fijamente, como sabia que me gustaban los m&m´s ?.

Como sabes que me gustan? – agacho un poco la mirada y se mordió el labio, perdí el hilo por un momento, se veía demasiado sexy.

He, yo te observe un rato antes de tu pequeño incidente, cuando estabas sentada en la banca – estaba extrañada, y halagada al mismo tiempo.

Con que espiando? – bromee.

No, yo solo, no me previa a acercarme, tal vez ya ni me recordabas – reí levemente, si supiera que me la Abia pasado pensando en el.

Tanto miedo inspiro – negó inmediatamente.

No, al contrario, contigo me siento bien, siento que soy yo mismo – creo que deje de respirar por un momento.

y… entonces no vives aquí en L.A.? - cambie el tema drásticamente, el solo comenzó a reír.

No, no vivo aquí, y viajo tanto que te diré mi residencia fija son los hoteles – sonreí.

Debe ser interesante viajar tanto – frunció el ceño.

No tanto, a veces me gustaría llegar a casa, sentarme en la sala y leer un buen libro – reí tontamente.

Es junto lo que me gustaría hacer ami también, pero cuando tenga mi propia casa – sonrío.

Piensas comprarla pronto – pregunto.

Si, bueno en este mes o el siguiente, después cinco años, por fin podré comprarla y quiero que sea perfecta – era mi mas grande ilusión, me sorprendió habérselo contado, nunca lo hacia con nadie.

Debería serlo situ vivirás ahí – nos detuvimos de nuevo – nuevo plan – señalo con el dedo, nos encontrábamos frente al cine.

Quieres que veamos una película? – pregunte confusa.

Claro, pero si no tienes tiempo, digo tal vez tu novio te espera – novio?, de donde sacaba que yo tenia un novio.

No, no tengo novio – sonrío ampliamente.

Como es eso posible? – alzo su mano y acaricio suavemente mi mejilla, me sorprendió mucho que lo hiciera, sus dedos eran tan suaves y calidos.

Perdón – retiro su mano rápidamente – entonces que quieres ver? – pregunto amablemente.

Mire la cartelera por un momento, no ponía ni la mas minima atención solo pensaba que haría un par de horas, sentada junto a ese hermoso hombre, en la oscuridad, me estremecí solo de imaginarlo.

Puse un poco de atención en la cartelera, habían tres películas románticas, las descarte inmediatamente no era conveniente, dos mas eran de terror, seguramente me asustaría demasiado y buscaría sus brazos, mucho menos conveniente, observe por fin mi puerto seguro, una película de acción, seria la mas viable, sangre, autos, ruidos fuerte, si definitivamente.

Creo que… “extremo total”, estaría bien – sonrío.

Creí que te gustaban los dramas – y así era – pero veremos lo que quieras – caminamos hacia la taquilla y compro lo boletos, por supuesto se negó a que yo pagara el mío.

Estábamos frente a la dulcería – que gustas? – pregunto

Nada, gracias – frunció el ceño.

Vamos, unos m&m´s?- le saque la lengua.

De acuerdo – acepte.

Me sentía un poco rara, yo iba vestida demasiado formal y el ni mencionarlo, ese traje gris se cernía perfectamente a su cuerpo, solo había una palabra para describirlo… hermoso.

Llegamos a la sala en la que solo habían un par de personas, nos sentamos en la ultima fila del cine, demasiado obscura, aun faltaba para que comenzara la película, destape mis m&m´s y comencé a escoger los azules, el me miraba curioso.

Una manía que tengo desde niña – comente – es mi color favorito – sonrío.

Entiendo – tomo sus palomitas y les coloco queso encima, ahora era yo la confundida, se veía un poco feo.

Hablando de manías, esta es la mía – señalo sus palomitas – palomitas con queso – me ofreció.

Gracias pero se ve un poco … - entrecerró lo ojos.

Señorita, te prometo que no has probado nada mejor – enarque una ceja.

Confiare en ti – tome una y me la lleve a la boca, me sorprendió que realmente sabia delicioso.

Lo acepto sabe muy bien – se llevo una palomita a la boca mientras sonreía.

La película comenzó y el ruido se hizo presente en se momento,  aunque sentía que no había nada alrededor, solo lo miraba discretamente cada minuto, muchas veces nuestras miradas se encontraron y ambos sonreíamos, no tenia my claro de que iba la película, pero tenia claro que edward usaba un perfume realmente delicioso.

Mi mano descansaba sobre la silla, el acerco su brazo hasta que rozo levente el mío, la misma corriente eléctrica me recorrió el cuerpo; poco a poco su mano se fue acercando a la mía, rozándola, haciendo pequeños círculos con su dedo pulgar, intente concentrarme en la pantalla, pero me era casi imposible, poso su mano sobre la mía y yo inconcientemente la gire, nuestros dedos se entrelazaron y Asia se quedaron el resto de la película, procure no mirarlo todo ese tiempo, que pasaría cuando mirara sus ojos.

Cuando todo mundo comenzó a salir de la sala, el soltó mi mano y sentí un vacío que no pude explicar, solo me miro y sonrío.

Caminábamos nuevamente por la plaza – bella, te ha gustado la película? – mordí mi labio, solo sabia que la película trataba de un robo, de ahí me Abia distraído su contacto.

Si, fue muy interesante – conteste y a ti? – dudo por un momento.

Es la mejor película que he visto – se detuvo – solo por que la pude compartir contigo – tomo mis manos y me miro fijamente.

Me perdí en sus ojos, tenia miedo de la atracción que este hombre ejercía sobre mi, pero era amable, caballeroso, y absolutamente guapo, el hombre del que cualquier mujer se podría enamorar fácilmente; comenzó a acercarse lentamente ami, no podía creer que el quisiera besarme, me debatía entre miles de reacciones, alejarme y correr, darle una bofetada, pero me dominaba la idea de quedarme quieta y esperar a sentir sus labios sobre los mios, sus ojos dudaban quedando a escasos centímetro de los mios, decidí ser valiente por primera vez en mi vida y comencé a acercarme a el, podía sentir su aroma inundarme completamente, sonrío de esa manera tan devastadora y cerré los ojos.

Isabella – gritaron y me separe de el un poco agitada.

Voltee la vista y era una completa pesadilla.

Ola Isabella como estas? – podía ser una persona mas desagradable?. Seguramente no.

Ola Erick  como esta? – intente ser amable.

Por desgracia no tan bien como tu – me miro de arriba abajo – estos meses te han sentado demasiado bien – me guiño un ojo.

Solo fruncí el ceño, Erick era un tipo que conocí en una fiesta en casa de Alice, era rico y de buena familia, pero un completo imbesil, no se como Abia accedido a salir con el, OH si lo recuerdo, Alice me presiono hasta que accedí, después de dos citas en las que solo hablaba de autos, viajes y negocios, decidí nunca mas salir con el… a si olvidaba algo insignificante, quiso besarme a la fuerza.

Claro – conteste seria.

Escuche una garganta aclararse, edward nos miraba fijamente, parecía un poco molesto.

Ha Erick el es edward  - se tomaron de las manos, edward imprimió un poco mas de fuerza de la necesaria.

Mucho gusto – dijo edward.

Igual – Erick abrió y cerro un poco su mano.

Entonces Isabella, puedo invitarte un café? – pregunto el muy cínico.

Edward me tomo la mano repentinamente y entrelazo nuestros dedos.

Lo siento Erick, estoy ocupada – miro nuestras manos.

Otro día? – que este tonto no se rendía nunca.

Disculpa Erick, pero ella no estará libre ningún día, hasta luego – me jalo levemente de la mano y comenzamos a caminar dejando a Erick con la palabra en la boca.

Que tipo – murmuro edward.

Solté su mano inmediatamente y lo mire enojada – se puede saber por que hiciste eso? – me miro confundido.

Yo solo trataba de quitarte a ese tipo de encima – explico.

Enarque una ceja – yo podía defenderme sola – no me gustaba que me defendieran, yo sabia cuidarme sola – mas bien parecía que querías probarle algo – insinúe.

Probarle algo, como que? – cruzo los brazos.

No lo se, que tu estabas conmigo – frunció los labios.

No quiero discutir – me di por vencida.

Tomo mi mentón entre su mano – yo mucho menos, hoy ha sido perfecto – susurro.

Sonreí levemente – perfecto – susurre.

Caminamos hasta el estacionamiento donde estaba mi auto y el me abrió a puerta.

No quieres que te lleve – pregunte.

No quiero que te desvíes – dijo apenado.

En que hotel estas hospedado? – frunció un poco el ceño.

L´ Ermitage Beverly Hills – contesto, era un hotel cinco estrellas en Beverly Hills, quedaba totalmente lejos de mi casa, pero no me importaba pasar unos minutos mas con el.

No me desvía en lo absoluto – dije amablemente.

Entonces vamos – me ayudo a entrar y luego subió junto a mi.

Miro mi auto por todas partes – se que no es un jaguar… - me interrumpió.

Esta muy bien, me gusto, comprare uno – rió ampliamente.

Creo que puedes hacerlo fácilmente  - bromee.

Me miro un momento dubitativo, mientras comenzaba a conducir.

Quieres preguntarme algo? – se sonrojo de la manera mas linda que alguien lo pudiese hacer.

Si, bueno, no, es decir si – me reí de el – bella, tu salías con el tipo que te saludo? – pregunto por fin.

Bueno, Salí con el un par de ocasiones, pero solo por que mi mejor amiga casi me obliga – recordé al pequeño demonio – pero no me quedaron ganas de volver a salir con el, su platica sobre la sociedad y los negocios, no lograron conquistarme – se puso un poco serio.

Me alegra, parece ser un tonto – me daba mucha risa su manera tan correcta de hablar, aunque claro, el era un hombre de mundo – pero como es que tu amiga, te orillo a salir con el? – enarco una ceja.

No la culpes, ella solo quiere veme feliz, es un cupido en acción – bromee.

Entiendo – concluyo.

El camino fue un poco callado, el parecía preocupado, aunque claro, no me atrevía a preguntarle nada, no sentía la confianza.

Llegamos por fin y me estacione – bueno, llegamos – comente.

Me miro fijamente, sus ojos verdes parecían confundidos, me perdí por un momento en su mirada, acerco su rostro a pocos centímetros del mío y disfrute del aroma de su perfume, estaba mas que perdida.

Se acerco a mi y cuando nuestros labios apenas se rozaban, pareció reaccionar y beso mi mejilla.

Gracias bella, has sido muy amable – dijo.

Estaba como en shock, creí que me iba a besar – si, no es nada – conteste.

Acaricio mi mejilla y sonrío, pero no parecía feliz – a sido un placer conocerte – dijo y salio del auto.

Adiós – susurre, pero ya se Abia ido.

Estaba desconcertada, arranque mi auto y me dirigí a casa, toda la tarde se había comportado de una manera tan linda, que entupidamente creí que le gustaba por lo menos un poco, pero después…. Tonta – me repetí, como creíste que un hombre como ese se iba a interesar en ti, era demasiado bueno para ser real.

Luego se Abia despedido y sabia que no lo volvería a ver, ni siquiera me había pedido un numero ni una dirección, me quedaba claro que no le interesaba volverme a ver.

Llegue a casa después de unos minutos, mire alrededor y recordé cual era mi realidad, y que Abia sido una tonta dejándome llevar por la ilusión, creyendo que ese hombre seria el príncipe azul que vendría en su caballo y me llevaría  a cabalgar con el hasta el amanecer, y talvez si era un príncipe, pero ellos buscan a sus princesas y no a las plebeyas como yo.

Eso te pasa por desviarte de tus objetivos – susurre.

No volvería a dejarme llevar, tenia claras mis convicciones y las llevaría a cabo, mi trabajo debía ser lo único importante en mi vida.

Tome mis llaves y abrí la puerta del departamento – hija eres tu? – pregunto papa, su voz venia del comedor.

Si papa soy yo – conteste, mientras me quitaba el saco.

Estamos en el comedor – estamos?.

Llegue hasta el comedor y ahí estaba mi padre en su silla de ruedas, pero no estaba solo.

Hola nena – susurro jake.

Verdad que se puede a cenar – dijo papa animado,

Por supuesto – conteste.

Jacob era mi realidad?, tendría al caso que aceptarlo y olvidarme del verdadero amor.