Bodas Por Encargo (+18)

Autor: LiiBiia
Género: + 18
Fecha Creación: 14/01/2010
Fecha Actualización: 05/12/2011
Finalizado: NO
Votos: 79
Comentarios: 277
Visitas: 115187
Capítulos: 28

Todas las mujeres sueñan con el día de su boda, todas menos Isabella Swan; después de tantas bodas un sentimiento de vacío se ha plantado en su corazón, aunque nunca se abia casado, para ella dejo de ser un sueño, se convirtió solo en un trabajo, ¿Quien es ella?... La organizadora de bodas más prestigiada de la ciudad.

 

Inspirada en cake y The Wedding Expert, pero con una trama original y diferente.

 

 

Ola, Kiero Presentarle a Todos mi nuevo Fic, ustedes han sido mas que maravillosas, han apoyado mi primer fic, como solo ustedes pueden, ustedes hicieron de "Mi angel guardian" una gran historia que aun continua... Espero tmbien su apoyo con este Fic, Pongo Todo mi Corazon en mis proyectos.

VOTOS Y COMENTARIOS... siempre son mi fundamento, su apoyo.

Los aDoro De verdad... xoxo : LiiBiiThaA!

 

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Capítulo 27: Perdidos!

Niiñass... se que seguramente quieren colgarme

y mandarme con los vulturis jeje!

y lo admito, estuve flojeando y no escribia :/

lose, lose, las abandone un poco... y tambien las extrañe :)

pero ya estamos aki de vuelta,

he entrado a la escuela y tal vez me sea mas dificil actualizar

seguiido.

pero nunca las abandonare :)

saben que los kiiero muchisimo!

espero les guste.

mil besos!





BELLA.!!




Mi niña hermosa – susurraba una melodiosa voz en mi oído.


Gruñí bajito y me acurruque en los brazos de mi Edward, estaba tibio y suave, y me encantaba sentir su cuerpo junto al mío.


Bebita, tengo que irme a la oficina – murmuro mientras besaba mi cuello.


Suspire mientras me giraba lentamente y abría los ojos con gran pesadez, apenas el sol entraba por la ventana, pero era suficiente para darle a cabello broncíneo de Edward un tono casi rubio que lo hacía lucir muy hermoso, el sonrió con dulzura mientras acariciaba mi cabello.


Buenos días mi amor – me acerque con lentitud y bese sus suaves labios.


Mmm, buenos días – respondió mientras me abrasaba contra su pecho – esta es la primera vez en la vida que me cuesta mucho trabajo salir de esta cama – dijo haciendo un lindo puchero mientras besaba mi hombro.


Sonreí – entonces tendré que irme a dormir a otra habitación – dije bromeando.


Puso cara de espanto – no, por supuesto que no, tendremos que buscar una solución… podemos levantarnos antes de ir a trabajar y estar un rato abrasados, dándonos besos y así ya no nos extrañaremos mucho a lo largo del día – dijo en tono pensativo.


Sonreí ilusionada, hablaba de un plan de vida, algo que haríamos cada mañana al despertar juntos.


Por mi encantada – lo bese suavemente.


Nos quedamos unos minutos acariciándonos y susurrándonos palabras de amor.


Edward se puso de pie y me beso en la frente – voy a ducharme, sigue durmiendo cielo – me dijo.


Asentí levemente y me recosté en la almohada mientras lo veía entrar al baño.


Las sabanas de seda que cubrían mi cuerpo y me reconfortaron de tal manera que no tarde mucho tiempo en quedarme dormida de nuevo, con el sonido del agua de la ducha.


Entre mis sueños sentí un tierno beso sobre los labios, desperté un par de horas después, recordaba que Edward me había prometido una visita guiada a la ciudad y eso me emocionaba muchísimo, siempre había soñado con viajar a Londres y recorrer las calles con una cámara en la mano y un libro de sitios para visitar en la otra, pero ahora tendría al mejor guía de turistas, mi Edward.


Tome una larga ducha, sonriendo al ver que en un estante debajo de las cosas de Edward, habían puesto shampoo, cremas y otras cosas que pudiera necesitar.


Al salir me vestí con unos jeans obscuros y una blusa blanca, como sabia que caminaríamos mucho me puse unas sandalias cómodas y un maquillaje ligero, peinando mi cabello en una coleta.


Baje por el elevador y pensé que podría ir a la cocina y prepararme algo de desayunar, pero al llegar al comedor para preguntar dónde estaba la cocina, me encontré con un banquete preparado allí mismo, la abuela cullen estaba en la cabeza de la mesa y un grupo de 5 empleados le servían, café, jugo y fruta.


Buenos días – salude con amabilidad.


Levanto la vista hacia mí y sonrió dulcemente – buenos días bella, ven siéntate a desayunar conmigo – me pidió señalando la silla junto a ella.


De acuerdo – acepte mientras me sentaba.


Que deseas desayunar – pregunto.


Emm, solo jugo y fruta – pedí.


Oh, ya veo quien contagio a Edward con esa mala costumbre americana de no desayunar bien – frunció el ceño – cuando mi Edward era pequeño tenía que decirle que dejara de comer y al llegar a la adolescencia lo mismo, y ahora se ha ido a trabajar solo con haber bebido un café y comido una manzana – negó resignada.


Bueno, en los Ángeles la vida es muy ajetreada y casi nunca nos da tiempo de desayunar – justifique.


Imagino – acepto – pero ahora desayuna bien, porque he oído que mi nieto te llevara a un largo recorrido por Londres – dijo animada.


Sí, estoy muy emocionada, siempre fue uno de mis sueños conocer Londres, y que mejor que


Edward me lo muestre – sonreí.


Me miro pensativa por un momento – bella, has pensado en lo que sucederá en un futuro entre tú y Edward – pregunto.


La mire fijamente, pensando en que querría decir, claro que muchas veces había soñado con un futuro junto a Edward, era algo que casi veía como una realidad, porque no podía imaginarme sin Edward nunca más.


Claro que lo he hecho – respondí confundida.


Sonrió – me refiero… bella, has pensado en cuando tu y Edward se casen? – pregunto.


Mi corazón, pálpito como loco, era un sueño casarme con Edward, pero sabía que hacía apenas unos días estaba en el altar esperando a victoria, y bueno yo con Jacob, una boda… la idea me parecía muy lejana.


Bueno, eso me haría muy feliz, pero creo que es muy pronto para pensar en ello, hace muy poco ambos estábamos a punto de casarnos y ahora estamos juntos, estamos comenzando una relación – explique.


Tonterías bella – gruño – ustedes se aman y eso es lo que importa, sé que mi nieto no dudaría ni un segundo en pedirte que te cases con él, pero seguramente piensa que para ti es muy pronto – explico – hija, lo que yo quería decir, es que, casarse con un cullen, no es una tarea fácil, el apellido cullen es muy importante dentro de la sociedad inglesa, es una familia muy antigua y de gran respeto… una mujer al asumir un papel dentro de esta familia, debe adaptarse a ciertos cambios – comento.


Cambios? – pregunte.


Si, para empezar, sabes que Edward tiene muchos negocios y cosas que hacer aquí en Londres, así que tu tendrías que venir a vivir aquí con el – dijo seria.


Venir a vivir a Londres- dije sorprendida.


Por supuesto, tendrías que asumir el papel de esposa, asistir a eventos de sociedad, acompañar siempre a Edward, criar a sus hijos –dijo sonriendo.


Me quede pensando en todo lo que me había dicho y sabía que era lo más lógico, pero una parte de mi se resistía a pensar que no volvería a trabajar, a luchar por lo que quería, siempre había sido independiente y no estaba acostumbrada a recibir las cosas sin ganármelas.


Bella, te quedaste pensativa – me saco de mis cavilaciones.


Yo… solo pensaba en lo que me ha dicho – respondí.


Hija, es algo que tendrás que pensar tarde o temprano… cuando Edward y tu se casen…


Seremos inmensamente felices – dijo una fuerte y dulce voz a mis espaldas.


Gire rápidamente para ver a Edward, no recordaba haberlo visto salir tan guapo y elegante, pero a veces lo olvidaba, el era tan hermoso y masculino, capaz de dejar sin aliento a cualquier mujer…y yo encabezaba esa lista.


Me sonrió de manera tierna y camino hasta donde estaba, sus labios rosaron los míos con delicadeza a lo cual respondí gustosa, después se separo levemente acariciando mi mejilla.


Hola mi amor – susurro.


Hola cielo – respondí con una sonrisa.


Saludo a su abuela con un dulce abraso y después se sentó a mi lado.


Abuela, no quiero que presiones a bella – dijo dulcemente.


Edward, no la estaba presionando, solo le exponía lo que ocurrirá en un futuro no muy lejano – dijo esta despreocupada.


Abuela, no hay nada que desee mas en el mundo que convertir a bella en mi esposa, pero esperaremos todo lo que sea necesario, ambos necesitamos un poco de tiempo para adaptarnos a nuestra nueva vida como pareja – apretó mi mano en señal de apoyo y yo sonreí maravillada por el hombre tan comprensivo y perfecto que tenia a mi lado, que era mi compañero y mi amor.


De acuerdo no mencionare mas el tema – dijo la abuela cullen con tranquilidad – además creo que ya se les está haciendo un poco tarde – nos guiño un ojo.


Tienes razón – concordó Edward – ¿estás lista señorita? – pregunto.


Si – sonreí emocionada.


Bueno – se puso de pie quitándose el elegante saco y dejándolo sobre la silla, quedando solo con su elegante camisa azul – voy a llevarme a esta preciosa señorita – dijo divertido.


Tome su mano y nos despedimos de la abuela, al salir, me sorprendí al ver que no había un elegante auto esperándonos, si no un bonito volvo deportivo, Edward me abrió la puerta con gesto caballeroso y después el subió del lado del conductor.


Y es te auto – pregunte.


Bueno… no quería que fuéramos con chofer, así que iremos en mi auto, lo uso para salir por ahí – explico mientras comenzaba a conducir, atravesando los límites de la elegante mansión.


¿Con chicas? – pregunte levantando la ceja.


Sonrió pícaramente – algunas veces… - respondió.


Mmm – refunfuñe en mi asiento.


Soltó una fuerte carcajada – estas celosa… pero si no nos conocíamos usted y yo señorita – bromeo.


Lo sé – suspire – que tal si yo te cuento de los largos paseos que Jacob y yo dábamos en su auto… - lo rete.


Gruño y no pude evitar reír al ver sus dedos blancos, por la presión que ejercían sobre el volante – no es gracioso bella – dijo con la voz seria.


Me acerque a su lugar besando su barbilla y subiendo hasta encontrar sus dulces y suaves labios – si lo fue – sonreí.


Me devolvió la sonrisa y tomo mi mano con delicadeza, observe atentamente como se adentraba en las caóticas calles de Londres, el flujo vehicular era mayo al de los Ángeles y adoraba como miles de personas iban y venían por las grandes avenidas, los viejos y modernos edificios bañados de historia.


Edward aparco el auto en una zona muy conglomerada que se abría paso a una enorme avenida, el bajo y me abrió la puerta.


¿Dónde estamos? – pregunte mirando el movimiento de las personas.


Estamos en soho – contesto alegre – es una de las zonas más concurridas de Londres, daremos un paseo, visitaremos tiendas, teatros, cafés o lo que desees mi amor – dijo abrasándome.


Es tan bello todo por aquí – comente – y mas contigo – concluí.


Lo sé, la ciudad nunca me había parecido tan hermosa y excitante – dijo apretándome contra su cuerpo.


Después de un momento nos separamos y comenzamos con la larga caminata, era tan bello todo, las personas, nunca imagine ver tantas diversas culturas reunidas en un solo lugar, como todos sonreían y compartían un té o una taza de café, mascotas, niños jugando y corriendo por ahí, no podía dejar de mirar a todas partes, quería grabar cada recuerdo en mi mente para siempre.


Después de un par de horas Edward y yo paramos en un lindo café en una enorme terraza.


Te esas divirtiendo cielo – pregunto expectante.


Sonreí – si, es todo tan lindo, gracias por traerme, lo mejor de todo es la compañía – tome su mano con ternura.


Me encanta que estés aquí, que compartamos todo esto, ahora que somos pareja – dijo animado.


Es tan bueno que por fin estemos juntos, sin mentiras, solo siendo tú y yo, amándonos – dije con amor.


Así debió de ser siempre, pero debemos olvidar los malos momentos, vivir este presente – beso mi mano.


Después de tomar el más delicioso café de toda mi vida, continuamos por las avenidas, entramos en una llena de lujosas tiendas y solo con mirar los aparadores se veía demasiado caro y elegante.


Qué tal si entras y compramos todo lo que desees – susurro Edward en mi oído cuando nos detuvimos afuera de una tienda de lencería.


Me sonroje al instante y lo mire – yo… no tienes por qué gastar dinero en mí, me estoy divirtiendo mucho sin comprar nada, además…


No ves que es un regalo muy egoísta – me miro con un brillo especial en la mirada – entremos por favor – dijo casi suplicante.


A pesar de todas mis trabas entramos, era tan bello y a la vez extravagante todo lo que vendían allí, había prendas a las que ni siquiera se les podía llamar ropa, eran apenas unos trocitos de tela.


Buenas tardes, puedo ayudarlos – pregunto una mujer muy guapa de unos 40 años vestida elegantemente.


Ayude a la señorita con todo lo que desee, yo estaré por aquí observando – lepidio a la dependienta.


Lo vi alejarse entre los aparadores y sonreí a la mujer – soy un poco conservadora – dije sonrojada – podría mostrarme algo un poco… no tan descubierto – le pedí.


Ella sonrió – por supuesto, sígame por aquí – me pidió.


Después de todo la idea de Edward no fue tan mala, había ropa interior realmente hermosa, me emociones tanto que llevaba escogidos más de 10 conjuntos de diferente colores y diseños, sabía que las intensiones de Edward eran que yo luciera todo esto para él, solo esperaba que realmente le gustara.


Llegamos a la caja e intente relajarme, sabía que para él, el dinero no era ningún problema, pero tampoco quería abusar de su generosidad, estaba sentado en un elegante sillón seguramente esperándome, sonrió al verme y rápidamente pago una exorbitante suma que casi me hace atragantarme, pero a él no lo inmuto en lo mas mínimo, nos entregaron todas las bolsas y en especial una que yo sin dudas no había comprado.


Que hay en esa bolsa – pregunte cuando regresamos al auto y Edward guardaba las bolsas en la cajuela.


Sonrió – un pequeño regalo que yo te escogí – dijo divertido.


Mas regalos?, pero si gastaste muchísimo dinero allí – me queje.


Eso no tiene importancia, además te dije que eran regalos muy egoísta – sonrió – te quiero ver con todo eso puesto – dijo sensualmente.


Me sonroje – son muchas prendas- comente.


Tenemos mucho tiempo – dijo con seguridad mientras me besaba suavemente.


Seguramente pasaba de medio día cuando Edward se adentro en un hermoso parque, era enorme y había muchísimas personas allí, me ayudo a bajar y sonrió.


Este es Hyde Park, tengo una pequeña sorpresa para ti un poco adelante – me conto.


Es una hermoso lugar – comente.


Si, cuando era un niño me encantaba venir aquí, aunque no podía hacerlo con mucha frecuencia – note un atisbo de tristeza en su vos y apreté su mano entre la mía.


¿Porque mi amor? – pregunte, no imaginaba aun pequeño que no fuera feliz corriendo entre los verdes y suaves arbustos o dejándose caer en el pasto.


Bueno, mi familia siempre ha sido muy reconocida, y era peligroso que nos dejáramos ver mucho en lugares públicos, algunas veces me dejaban venir pero tenía que ser con un cuerpo de seguridad completo y eso arruinaba la diversión-hizo un lindo puchero.


¿Pero tú infancia fue muy feliz? - pregunte.


Sonrió – si mi amor… siempre tuve lo que desee y sobre todo mucho amor por parte de mis padres, pero tal vez me falto un poco caerme entre el lodo, jugar con mas niños o tener un perro lleno de pulgas – ambos reímos.


Gire y me encontré con hermoso picnic preparado debajo de un enorme árbol que regalaba una asombrosa sombra – sorpresa – dijo con alegría.


Qué lindo mi cielo, desde cuando planeaste esto –dije sentándome sobre la manta y teniéndole mi mano para que hiciera lo mismo.


Desde hoy muy temprano – contesto – quería que estuviéramos aquí, tranquilos sin tanto ruido, platicando de todo y nada – comenzó a abrir la cesta y saco una botella de vino, la cual sirvió un poco en dos copas.


Gracias – dije cuando me tendió la copa.


Por nosotros, por el presente y el futuro – dijo levantando su copa y mirándome fijamente.


Por nosotros – repetí y la choque contra la suya.


Nos miramos mientras bebíamos un trago de vino, deje la copa en la manta y me acerque más a él recostando mi cabeza en su hombro, sentí su brazo rodearme con delicadeza.


Un hermoso niño rubio paso corriendo, perseguía a un hermoso cachorro café, escuche el suspiro que soltó Edward y lo mire un poco intrigada.


Recuerdo que cuando tenía 12 años me escape de mi casa porque mis padres no me permitían tener un cachorro – dijo divertido.


Sonreí – eras de armas tomar – bromee.


Sí, mi abuela dice siempre que soy todo un cullen, supongo que lo dice por el carácter- comento.


También porque eres bueno, y tienes un gran corazón como todos ellos – dije con sinceridad.


No tan noble y bello como el tuyo – acaricio mi mejilla.


Eso no es cierto – dije un poco sonrojada.


Claro que si, eres hermosa, pero lo más bello de ti es esto – puso su mano sobre mi pecho – sería tan infeliz si no te tuviese a mi lado – dijo melancólico.


Eso nunca pasara – asegure.


Comimos algunos bocadillo de la cesta y pasamos el resto de la tarde recostados en el pasto, no recordaba un momento en el que hubiésemos estado juntos y todo fuera tan tranquilo y relajado, después cuando comenzó a obscurecer decidimos regresar a la mansión cullen, estaba feliz y tranquila, sentía que habíamos reafirmado juntos la idea de que por fin éramos una pareja de verdad, que nunca más tendríamos que escondernos, ni dudar sobre esto.


Llegamos a la mansión y me sentía muy cansada, con ganas de tomar un corto baño y acostarme con Edward en su cómoda cama, habíamos pasado todo el día caminando de aquí para allá.


Edward cargo todas las bolsas de compras dentro de la casa, fui por un vaso de agua en lo que él las dejaba sobre un mueble del recibidor, cuando regresaba de la cocina escuche dos voces que conversaban.


Edward, estas tan guapo como siempre – decía una voz femenina que jamás había escuchado.


Gracias, y tu tan guapa como siempre… pero que estás haciendo aquí – pregunto Edward con amabilidad.


Te lo diré… pero primero abrásame – dijo aquella dulce voz.


Camine rápidamente hacia el recibidor y sentí que se me helaba la sangre al ver allí a Edward con una deslumbrante rubia entre sus brazos, la idea de verlo con otra mujer me revolvía hasta lo mas profundo, ella enredaba el perfecto manicure francés en su cabello y el rodeando su estrecha cintura.


Aclare la voz como pude y ellos se separaron, Edward me sonrió dulcemente y la mujer enarco una ceja, era preciosa, parecía un ángel con sus facciones perfectas y un cuerpo precioso.


Mi amor… - Edward se acerco a mí y me rodeo con su brazo.


Quien es ella Edward-dijo ella un poco recelosa, actitud que me molesto profundamente.


Isabella Swan, mi novia – dijo él con orgullo.


Ella abrió los ojos de asombro y después recompuso sus facciones – un placer conocerte, veo que victoria tuvo una digna rival- dijo mirándome de arriba abajo.


No hay ninguna rivalidad, yo solo amo a bella y victoria y yo nos dimos cuenta del error que cometíamos – le explico él.


Ya veo… a pero que descortés, disculpa, soy Tanya Monike Demnian – se presento con elegancia.


Un placer – dije intentando ser lo más amable posible.


Tanya es mi prima – explico Edward.


Bueno…no realmente –corrigió ella – nos conocemos desde niños, y hemos estado cerca toda la vida, pero no nos unen lazos de sangre – explico.


Sonreí como pude y entendí en ese momento que la aclaración que había hecho sobre su parentesco no era una coincidencia… ella estaba interesada en Edward.

Capítulo 26: Abuela Cullen Capítulo 28: Dudas!

 
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