Ola niiñas de nuevo x aki con un capiitulo mas! disculpen la ausencia he estado ocupada, pero aki tienen este capitulo especial, no me odien aun ya me conocen, amo el drama jeje
NIÑAS... ya tengo una nueva historia aqui en sala cullen, se llama amor comprado, espero todo su apoyo en este proyecto, y me puedan conceder sus votos y comentarios
Les dejo el enlace: Amor comprado!
VOTOS Y COMENTARIOS, precisos para vivir!! ( no se crean jaja)
Los adoro, miles de Besos!
By: LiiBiiThaA!!
Bella estás segura de lo que vas a hacer – pregunto Alice.
Si, no puedo estar ahí Alice – respondí segura.
La semana pasada había intentado mantener unan sonrisa en mi rostro, pero sabía que este sentimiento estaba acabando poco a poco conmigo.
No sería tan fuerte como para presentarme en esa boda, como una espectadora más de la unión de victoria con mi príncipe, la simple idea me desgarraba el alma, porque sabía que eso sucedería aunque yo no pudiera presenciarlo.
Conforme estos días fueron pasando, los pendientes de la boda se hacían más importantes, había trabajado como loca toda la semana, aun en contra de mi corazón.
Un sentimiento de odio y a la vez felicidad me embargaba cada vez que veía a victoria emocionada con cada detalle de la boda o a la señora cullen de un lado para otro organizando cosas, ella me miraba fijamente y el agradecimiento brillaba en sus ojos, había visto al señor Carlisle, se veía muy recuperado de su accidente, siempre se acercaba a conversar conmigo, era un gran hombre.
Todo lo que había hecho era lo correcto, todos eran felices, excepto yo claro estaba.
Edward, no había tenido oportunidad de mirarlo ni una sola vez, sabía que estaba huyendo de mi, y en parte se lo agradecía, habían sido muchas las ocasiones en que había detenido mi auto afuera de su mansión y había dado la vuelta arrepentida.
No tenía derecho a arruinarle la vida de nuevo, tome mi decisión y lo lastime profundamente, seguramente el ya lo había superado de algún modo o se había hecho a la idea de que tenía que casarse con victoria.
Yo por mi parte jamás me resignaría a perderlo, el era mi todo, ocupaba mis sueños y mi realidad, ni un segundo podía arrancarlo de mi mente, lo amaba mas cada día lo que acrecentaba este dolor.
Mira bella, entiendo que es algo sumamente difícil, pero imagínate todas las personas que querrán conocer a la artista detrás de esa boda – dijo Alice.
Alice, no me importa eso, me desmoronare si lo miro con ella – dije como pude.
De acuerdo, pero por favor cobra tu comisión – dijo suplicante.
Eso le corresponde solamente a la persona que este lidiando con todo el días de la boda, ósea tu – me negué.
Con un demonio Isabella, tú has sacrificado muchísimo por esto, has trabajado incansablemente, nadie merece más ese dinero que tu – grito – además con eso podrás adquirir la casa por la que has estado ahorrando todo este tiempo – dijo sonriendo.
Alice yo…
Más vale que lo aceptes o lo meteré e un sobre debajo de tu puerta – dijo segura.
Está bien, no discutiré mas eso – acepte.
Bella, estas realmente segura de lo que haces, si hablaras con edwa…
Alice, no hay marcha atrás – dije segura.
Está bien – frunció el ceño – pero no te puedes tardar tanto, prométeme que tu luna de miel será pronto – sus ojitos brillaron.
No te preocupes solo será una semana en forks, el padre de Jacob nos prestara su casa en la montaña – le conté.
Eso suena muy romántico – dijo dulcemente.
Supongo que lo es – dije insegura.
Bella… como estarás, digo con Jacob en la intimidad, después de lo que paso con Edward – cerré los ojos ante el dolor.
Lo de Edward fue lo más hermoso y maravilloso del mundo – suspire – pero solo fue un sueño Alice, algo que ocurrió en mi mente, es hora de volver a la realidad – intente sonreír.
Bella, fue real, demasiado real, Edward te ama, he visto el sufrimiento en sus ojos – la mire fijamente
Tu… lo has visto últimamente – pregunte.
Si jasper y yo lo encontramos en un restaurante, se ve apagado y… me pregunto por ti – deje de respirar.
El… pregunto por mí – dije con ansias.
Si, cuando jasper fue por mi bolso al auto – suspiro.
Que… pregunto – insistí.
Ya sabes, como estabas, un poco sobre tu matrimonio con Jacob, estaba prácticamente desesperado por saber cuándo te casarías – limpie la lagrima que estaba a punto de rodar por mi mejilla.
Eso, no debería impórtale – dije seria.
Pero le importa bella mucho, podrás alejarlo todo lo que quieras, pero él seguirá amándote – dijo exaltada.
Respire profundamente – debo irme Alice, de verdad espero verte mañana temprano – ella asintió.
Allí estaré, no te preocupes – me abraso fuertemente.
Te quiero bella – susurro.
Yo más – respondí.
Salí de la oficina con una extraña opresión en el pecho, trataba de ignorar ese pensamiento, pero Alice lo había mencionado y me hacía sentir demasiado mal, el pensar que Edward estaba sufriendo me destrozaba mas que cualquier cosa.
Mañana no estaría en su boda, no podría soportar perderlo de esa manera, mejor seguir soñando con lo que pudo ser.
Mi boda tenia fecha y hora, se realizaría mañana a las 12 del día, seria simplemente una ceremonia por el civil y después iríamos a comer, no se trataba de ningún tipo de venganza o locura casarme el mismo día que él, pero debía tener más de un incentivo que me recordara que él y yo ya no podíamos estar juntos y tal vez un anillo en mi dedo fuese lo que necesitaba.
Mientras conducía a casa tome mi móvil y le marque a Jacob, este contesto al instante.
Bueno… - se escuchaba un estridente sonido de música.
Jake? – pregunte.
Hola amor – respondió.
Casi no te escucho – le dije.
Si, lo siento, mis amigos insistieron en que viniéramos a tomar unas copas ya sabes, para despedir la soltería – explico.
Oh, de acuerdo, diviértete – le desee.
Tú no harás nada con Alice? – pregunto.
No, voy a casa, estoy muy cansada – le conté.
Si quieres puedo ir para haya – ofreció.
No Jake, diviértete, solo cenare y me iré a la cama – dije.
De acuerdo, mañana es el gran día amor, no puedo esperar – dijo con entusiasmo.
Lo sé, nos vemos Jake – me despedí.
Adiós amor – dijo y colgó.
Seguramente Jacob estaba en un club de strippers o algo así y lo peor del caso es que no me importaba, solamente estaba imaginando a mi Edward en un lugar como ese rodeado de mujeres y me llenaba de odio.
Al llegar a casa arrastre los pies con gran pesadez, no podía creer que me ausentaría de aquí una semana y después de eso tendría que ir a vivir con Jacob a su departamento como marido y mujer.
Deje mi bolso sobre la mesa y vi una nota encima de esta.
Cariño no llegare a dormir, estamos trabajando en un mural, dormiré en el instituto y llegare mañana unas horas antes de tu boda.
Te quiere, papa.
Genial, pasaría esta noche sola y aburrida, en parte estaba bien, así nadie tendría que ver la tristeza que sentía, podría regocijarme sola en mi dolor.
Calenté un poco de pasta y lo demás lo deje en el horno, comí mirando un poco de televisión, mientras bebía una copa de vino, pero después la apague, las noticias decían lo mismo de siempre, robos, accidentes y crisis.
El timbre sonó y fui a abrir la puerta, me quede de una pieza cuando pude ver de quien se trataba.
Es que mi estúpido corazón dejaría de intentar salirse de mi pecho cada vez que lo veía.
Levanto levemente la mirada y sus preciosos ojos verdes se posaron en los míos, estaba tan hermoso y sexy con esos jeans y camisa negra que tuve que contener el aliento.
Edward, que haces aquí – fue lo único que pude preguntar.
Bella… yo – dio un paso pero casi se cae.
Camine hasta él y lo sostuve, la cercanía de su cuerpo provoco una onda de calor a través del mío.
Estas bien, que sucede – dije preocupada.
Me miro fijamente algo extraño sucedía.
Bella, mi bella – pude sentir su aliento alcohólico.
Edward, estas borracho – dije confundida mientras me separaba de él.
Nooo… bueno un poquito – dijo como pudo.
En que has venido – pregunte.
Yo… mi auto está afuera – explico.
Has conducido en ese estado – dije al borde del colapso.
Sí, yo, quería verte - susurro.
No puedo creer que seas tan imprudente, sabes cuantos accidentes ocurren por manejar en estado de ebriedad – dije alterada.
Bella, lo siento – agacho la mirada – yo… debo irme – dio la vuelta con dificultad.
Sentí un horrible vacio al verlo marcharse, casi me ahogo al pensar que se pondría de nuevo al volante en ese estado, me acerque a él y lo jale del brazo conduciéndolo dentro de la casa.
No voy a dejar que te vayas en ese estado – lo ayude a sentarse en el sillón.
Te preocupas por mí – pregunto.
Claro que si – dije segura.
Se acomodo en el sillón recostando la cabeza contra el respaldo – siento mucho esto, no quiero molestarte, si tu padre me encuentra aquí…
No molestas de ningún modo y… mi padre no está en casa, no llegara a dormir – no sabía porque se lo decía.
Me miro con dulzura – bella yo…
Iré a buscar un poco de café, espérame aquí – Salí casi corriendo de allí.
Encendí la cafetera mientras preparaba una taza de café, me sentía nerviosa por tenerlo aquí en casa, yo lo imaginaba festejando en algún bar, pero en lugar de eso estaba ebrio sentado en mi sala.
Cuando regrese a la sala estaba un poco recostado sobre el sillón, tenía los ojos cerrados, parecía estar durmiendo, deje la taza sobre la mesita de centro y lo mire fijamente, era increíble pensar que este hermoso ser había sido mío aunque fuera por un corto tiempo, acerque mi mano a su mejilla y la acaricie levemente, podía sentir la áspera barba que estaba saliendo y lo desee como nunca.
Abrió los ojos de pronto y me separe rápidamente sentándome en el sillón de enfrente.
Eh, allí está tu café – señale la tasa sobre la mesita.
El se incorporo mirándome fijamente y comenzó a beber de la taza.
No sé cuantos minutos pasaron envueltos en un silencio por demás incomodo, dejo la taza vacía sobre la mesa y se incorporo caminando hacia mí, estaba sorprendida por su acercamiento, se arrodillo quedando a mi altura y me miro con ojos torturados.
Bella…
Creí que esta noche saldrías por allí a divertirte con emmett – dije antes de que el hablara.
Yo estaba en un bar y el quiso llevarme a un club, pero no quise – dijo con seguridad.
Pudiste haberte divertido mucho digo… yo pensé que…
Prefiero estar aquí contigo – dijo con seguridad y agache la mirada.
Será mejor no hablar de eso – dije a la defensiva.
Porque – levanto mi mentón – te he extrañado muchísimo – su voz sonó como un susurro que entro en mi alma.
Esto no está bien – intente incorporarme pero me detuvo.
Bella, regálame esta noche, te lo suplico – sus ojos eran ardientes.
Edward… yo…
Solo esta noche, te necesito muchísimo mi amor, no sabes cuánto – dijo con voz torturada.
Yo también te he extrañado – dije sin poder contener mas este dolor.
Me rodeo con sus brazos y pego su frente a la mía – esas son excelentes noticias – susurro.
Esto no deja de estar mal – dije preocupada.
Olvida todo esta noche, regálanos eso – me suplico.
Lo mire fijamente y entendí que no existía nada que yo le pudiera negar en ese momento, lo amaba y le daría todo lo que quisiera.
Es porque esta ebrio que dices todo esto? – pregunte temerosa.
No lo estoy, veo todo claramente, puedo ver que hoy te ves más hermosa que nunca – acaricio mi mejilla.
Me acerque más a él rodeando su cuello con mis brazos, sus labios buscaron los míos con impaciencia y le devolví el beso con el corazón latiendo desbocado y mi lengua ansiosa por encontrar la suya, su boca tenía un delicioso sabor a café y alcohol combinado con su dulce saliva.
Me pego mas contra el separando mis piernas y colocándose en medio, baje mis manos por su espalda y pude deleitarme nuevamente con todos sus músculos.
Sus manos se deslizaron lentamente por mis piernas haciéndome estremecerme, extrañaba el roce de su piel y el sabor de sus labios, ahora sabia que con locura.
Te deseo tanto mi amor, eh estado anhelándote todo el tiempo desde que nos separamos, dime que deseas esto por favor – sus ojos eran fuego.
Te deseo más que a nada y quiero que te quedes aquí conmigo – le pedí.
Sonrió de la manera más hermosa que pudo y me beso suavemente – sabes a vino – susurro.
Sonreí – tu a alcohol – bromee.
Lo siento, creo que me dio valor para venir a verte – dijo apenado.
No me importa, siempre y cuando estés consiente – le pedí.
Nunca lo había estado tanto, estoy viendo tu preciosa nariz, tus mejillas rosadas y tus ojos chocolate que me están tentando demasiado – sonreí.
Siento mucho habernos hecho esto – recordé el dolor en su mirada.
Ahora nada de eso importa – respondió – solo tú y yo.
Te amo Edward – dije con el alma.
Te amo mi bella – me atrajo hacia él y me beso con pasión.
Mientras nuestros labios se fundían es un beso casi frenético y lleno de amor nuestras manos tocaban y acariciaban lo que estuviese a su alcance.
Sus manos subieron por mis rodillas y se metieron suavemente debajo de mi falda acariciando mis muslos, solté un leve jadeo al sentirlo, una corriente eléctrica subió desde mi columna vertebral hasta mi cerebro que poco a poco podía coordinar menos.
Baje mis manos por su camisa y desabroche uno a uno los botones de esta hasta que cedieron y la saque con impaciencia de su cuerpo, necesitaba verlo y sentir su cuerpo.
Acaricie lentamente su pecho fornido y subí con mis uñas por sus brazos, eran tan fuertes que me envolvían de deseo.
Nos miramos fijamente con la respiración agitada y sonreímos, era un momento por demás perfecto.
Sin dejar de mirarme desabrocho mi saco y lo saco de mi cuerpo debajo de este había una pequeña blusa blanca que se transparentaba, bajo sus labios por mi cuello y mordió el tirante despejando mi hombro para después morderlo suavemente.
Esta blusa no deja mucho a la imaginación – su voz sonó ronca.
Por eso uso el saco – dije como pude.
Me alegra mucho – tomo la orilla de esta y la saco de mi cuerpo dejando al descubierto mi sostén rosa.
Sus ojos brillaron mientras besaba suavemente en medio de estos, haciéndome temblar de placer, sus manos acariciaron mi espalda y bajaron lentamente el cierre de mi falda, Edward se incorporo dándome una vista impresionante de su enorme erección, mire sus ojos y sonrió orgulloso mientras me ponía de pie y me besaba nuevamente con pasión.
Sentí la tela de mi falda resbalar lentamente por mis piernas hasta dejarme en ropa interior, desabroche los jeans de Edward mientras mordía su suave piel, tenía un sabor increíble; su pantalón siguió a mi falda y los dos quedamos semidesnudos.
Aun me cuesta creer lo preciosa que eres - susurro.
Acaricie sus labios – nunca había deseado tanto a un hombre – admití.
Ni yo a una mujer – dijo con seguridad.
Y… victoria – dije llena de inseguridad.
Sus ojos se volvieron fríos – nunca volví a tocarla desde que te conocí, solo te deseo a ti y te amo – la convicción de su voz casi me obligaba a creerle.
Mis dedos recorrieron sus pezones – es tan difícil creer que me ames – dije.
Tengo toda la vida para demostrártelo – dijo y me beso con fiereza.
Sintiendo sus labios con tanta emoción sobre los míos, podía creerle cualquier cosa que me dijera.
Me tomo por la cintura y comenzamos a frotar nuestras caderas, era una sensación placentera y desorbitarte.
Aquí no mi amor, donde está tu habitación – dijo con voz ronca.
Primea puerta a la derecha – dije como pude.
Me tomo entre sus brazos y me llevo por el pasillo, abrí la puerta como pude y entramos a mi habitación, él le hecho una hojeada rápida.
Había deseado muchísimo conocer este lugar – comento.
Y yo que estuvieras aquí – dije antes de besarlo con impaciencia.
Sentía un calor infernal bajar por mi vientre y recorrer lentamente me cuerpo, aunque tal vez eran las manos de Edward que me tocaban, con urgencia desabroche mi sostén lanzándolo a un lado de la cama, el me dejo suavemente sobre ella mientras me miraba y bajaba lentamente mis bragas dejándome desnuda.
Sin apartar la mirada, bajo la ultima prenda que me privaba de su perfección, quedando desnudo y hermoso.
Subió a la cama y acerco sus labios a mis pechos probándolos suavemente, arquee la espalda incapaz de contener todo el placer que estaba sintiendo, y así fue besando cada recoveco de mi piel, hasta que mi respiración de hizo incontrolable.
Saco un condón de su pantalón y se lo coloco rápidamente antes de colocarse entre mis piernas.
Bella, se que te pedí esta noche, pero las quiero todas, te necesito en mi vida – dijo con la voz entrecortada.
Yo también, te amo Edward – dije desesperada, frotándome contra él.
Te amo – respondió.
Se hundió lentamente en mí y me abrace fuertemente a su cintura, mientras comenzaba a embestir suavemente.
Su rose era maravilloso y deseaba no apartarme nunca de él, pedirle que se quedara dentro de mi toda la vida, llenando ese espacio que solamente le pertenecía.
Bese sus labios con amor mientras él me otorgaba un mundo lleno de placer y sensaciones inimaginables.
Edward, ahh – gemí.
Eres tan cálida y suave – gruño.
Sus embates aumentaron de ritmo y sentí mi cuerpo estremecerse notablemente, me concentre únicamente en que era él con quien estaba compartiendo este maravilloso momento y jamás volvería a ser así.
Cuando mi cuerpo comenzó a temblar de manera incontrolable me deje arrastrar por el maravilloso orgasmo que me estaba provocando, todo se lleno de color y pude sentir que siempre nos perteneceríamos.
Edward cayó rendido sobre mi pecho con la respiración descontrolada, nos quedamos unos minutos allí abrasados con nuestros cuerpos aun unidos.
Mañana nos iremos, no me importa llevarte a la fuerza – dijo con seguridad.
No hablemos de eso – le pedí.
Se giro y me acomodo sobre su pecho, acaricio lentamente mi cabello – me encanta tu habitación – susurro.
Es muy sencilla, nada en comparación con la tuya – le dije.
Hemos hecho el amor en ambas, así que no podría decidirme – reí.
Bese suavemente su pecho – eres el mejor amante que pueda haber – dije con seguridad.
Y tú la mujer más hermosa y sensual que pueda haber – dijo con la mirada cálida.
Un bostezo salió de mis labios – lo siento – le dije.
Sonrió – descansa mi amor, has estado muy ocupada planeando esa estúpida boda – me acaricio lentamente.
Te amo mi príncipe – susurre bajito.
Te amo mas mi princesa – respondió dulcemente.
Nos cubrió con mis sabanas e intente conciliar el sueño, lo cual no fue muy difícil porque estaba inmersa en esta burbuja de amor, sabía que este hermoso sueño terminaría en cuanto despertara, pero disfrutaría de él hasta que fuese posible.
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