Hola a Todos niños y niñas, les agradesco mucho el apoyo brindado desde el comienzo!

tarde pero seguro, aqui les dejo el siiguiiente capitulo, aun no me odien, les prometo que todo sucede por algo y siempre he creido que el amor debe triunfar!

eclipse fue maravillosa espero que todos hayan tenido la oportunidad de verla!

un aciero para los team bellward, team robsten, team edward o bella!

lo lamento mucho team jacob jajaj! (en realidad no lo lamento).

VOTOS Y COMENTARIOS IMPORTANTISIMOS, SIGAMOS ASCENDIENDO MAS ESCALONES NIÑAS!

miles de beso y abrasos para todas!

He plasmado un monton de ideas en letras y estan todas en mi pagina de fanfiction!

5 historias cortas que me encantaria pudieran leer: fanfiction

Frente a nosotros estaba una persona muy importante para Edward, que podría delatarnos y terminar con toda nuestra historia.

Edward se puso en medio, evitando que esa mirada fulminante llegara hasta mí.

Que haces aquí emmett – pregunto molesto.

Qué?, ya no puedo venir a visitarte – respondió este sarcástico – no puedo creerlo, de ninguno de los dos, si no los hubiese visto besándose – acuso.

No es de tu incumbencia emmett – dijo Edward furioso.

De que hablas, estas comprometido Edward, y bella… jamás pensé esto de ti – me acribillo con la mirada.

No te permito que juzgues a bella y mucho menos que le hables así – le grito Edward.

Sentí un repentino estremecimiento, era como si todo hubiese terminado.

Edward giro y me abraso – tranquila mi amor, ven vamos – comenzó a acercarnos a la orilla, yo mantenía mi vista en a arena estaba totalmente humillada.

Tomo un toalla y me envolvió en esta sin soltarme – ahora mismo arreglare esto – susurro en mi oído.

Estoy esperando una respuesta Edward – le reclamo emmett.

Bella y yo nos amamos eso es lo que sucede – Edward me hizo entrar en la casa, podía sentir los pasos de emmett detrás de nosotros.

Pero… y victoria – dijo sorprendido.

Edward me acomodo en el sillón – emmett, no amo a victoria, creía hacerlo hasta que conocí a mi bella, ella es la mujer de mi vida y ya no puedo seguir ocultándolo – dijo firmemente.

Edward... – suplique.

No bella, ya es tiempo de hablar con la verdad – me miro intensamente.

Edward, entiendo que tu y bella… bueno que estén enamorados, pero por que hacer las cosas de esta manera? – pregunto confundido.

Jamás quise que las cosas fueran así hermano, estaba a punto de decir la verdad, gritarle al mundo lo mucho que nos amamos, pero… - agacho la mirada.

Que ocurrió Edward – pregunto emmett.

El accidente de papa – dijo con tristeza – fue imposible, algo así hubiese destruido a la familia, nos fuimos de aquí sin previo aviso, me sentís tan mal con bella que ni siquiera la llame y eso empeoro todo, ella se comprometió con Jacob – sus ojos eran tristes.

Emmett me miro fijamente pero no era odio lo que reflejaba – lamento escuchar todo esto, perdónenme por juzgarlos a la ligera, jamás imagine lo que sucedía – dijo apenado.

No te preocupes hermano, gracias por entender -  Edward me rodeo con sus brazos y me apretó contra su pecho, pero yo me libere de su agarre.

Disculpen, yo… - Salí corriendo escaleras arriba.

Bella – escuche que me llamaba Edward pero no me detuve.

Llegue hasta su habitación y rompí en lagrimas, había sido terrible sentirse sucia, que te juzgaban por el simple hecho de amar, y solo había sido con emmett, no quería imaginar a las otras personas.

Mi amor – no había notado cuando Edward había llegado a mi lado.

Y… emmett – pregunte.

Se ha marchado, te sientes mal? – me abraso fuertemente.

Ha sido horrible – solloce contra su hombro.

Tranquila, ha pasado lo peor – susurro.

No!, lo peor será cuando se enteren tus padres, mi padre, Jacob y victoria – dije alterada.

Espero que sea pronto, que podamos ser libres – me miro fijamente.

Quieres que nos odien? – pregunte.

No me importa mi amor, no puedo estar lejos de ti – fundió sus labios con en un beso lleno de necesidad, lo apreté contra mi cuerpo necesitaba sentirlo mío, por que cuando lo tenía entre mis brazos sabia que cualquier sacrificio valía la pena, que por este amor estaba dispuesta a luchar.

Te amo bella, ahora que eres mía nada podría alejarte de mi – susurro contra mis labios.

Y también te amo, pero estoy asustada – confesé.

No tienes nada que temer, estoy aquí – sus ojos eran dulces.

Lo sé mi vida – acaricie su mejilla.

Ahora estoy decidido mi amor, hablare con victoria y con mi familia – lo mire preocupada.

No quiero que sufras Edward – negó levemente.

Soy feliz, como nunca antes y todo gracias a ti – beso mi frente.

Me vestí y le pedí a Edward que me ayudara a conseguir un taxi, el insistió en llevarme a casa, pero no accedí, alegando que necesitaba hablar con mi padre.

Estaba aterrorizada, me sentía tan mal y a la vez deseaba con toda mi alma que todo terminara y poder estar a solas con Edward.

Era una traidora, me había entregado a Edward por amor aunque estuviese mal, pero nada había tenido sentido en aquel momento, solo él y yo amándonos intensamente como lo habíamos hecho, había sido tan maravilloso y dulce que lo amaba mas a cada segundo.

Al llegar a casa subí rápidamente, sabía que me esperaba otro sermón por parte de mi padre.

Me esperaba en el comedor – Isabella por el amor de dios, se que eres una adulta pero avísame por lo menos que no vendrás a dormir – me relamo.

Lo siento papa – me disculpe mientras lo besaba en la mejilla.

Un lo siento no lo soluciona, mejor dime que me avisara de ahora en adelante – exigió.

Lo prometo – respondí.

El día transcurrió más lento de lo que debía ser no podía dejar de pensar en que si Edward habría o no hablado con su familia, me mantenía con los pelos de punta.

Caída la noche recibí una llamada que jamás hubiese esperado.

Bueno? – respondí.

Buenas noches señorita Swan – dijo una voz femenina – le espero abajo – dijo y colgó.

Su voz me sonó conocida y no supe de que se trataba, pero baje tal y como me lo indicaron.

Una limusina negra estaba estacionada afuera y un hombre sostenía la puerta, me acerque nerviosa hasta allí y él me indico que entrara.

La señora le espera – dijo amablemente.

No sé cómo me atreví pero entre, al hacerlo casi me congelo, al ver de quien se trataba.

Buenas noches señorita Swan – saludo con toda esa educación que las distinguía.

Buenas noches señora cullen – respondí impresionada.

Sé que debe parecerle muy extraña mi visita – dijo seria.

En realidad me sorprende - respondí.

He venido a hablarle sobre mi hijo Edward – sentí un estremecimiento.

A... que se refiere – conteste.

Conmigo no trates de fingir bella, lo sé todo – deje de respirar.

Yo no…

Sé que Edward y tu están juntos – dijo aun con tranquilidad.

El se lo ha dicho? – pregunte.

No, lo he escuchado hablando con emmett, diciéndole que hablaría con victoria, porque estaba enamorado de ti – me miro fijamente.

Entonces no hay mucho que yo pueda decir – respondí.

Suspiro – tú lo amas también? – pregunto.

Más que a nada – respondí.

Bella, se que lo que te pediré es muy difícil, pero mi familia depende completamente de ti – sus ojos se volvieron cristalinos.

No entiendo – dije confundida.

Bella… mi familia ha atravesado por un momento terrible, mi esposo sufrió un terrible accidente y aun está muy delicado – tomo mi mano – si recibe una impresión tan fuerte como la ruptura de Edward con victoria, temo que se pondría muy mal – negué levemente.

No quiero que sufran, no es mi intención – respondí.

Lo sé, tu eres una buena persona y es por eso que me atrevo a pedirte que te alejes de mi hijo – sentí que mi corazón dejaba de latir.

Yo… No puedo – mis ojos se volvieron cristalinos.

Bella, te lo suplico, ahora Edward no piensa con claridad porque está enamorado de ti, pero si algo le sucediera a su padre… jamás se lo perdonaría, lo conozco – sus ojos estaban cubiertos de lagrimas.

Sabía que ella tenía razón, estaba defendiendo a su familia de sufrir mas y sabia que debía ser valiente y concederle lo que me pedía, pero no podía imaginar mi vida sin mí príncipe, lo amaba más que a nada en este mundo y moriría de tristeza lejos de él.

Esta en tus manos bella, te lo pediré de rodillas si es necesario…

No, no por favor – suplique - Respire profundamente – lo hare – dije con el corazón destrozado.

Bella, te lo agradezco muchísimo, gracias por salvar a mi familia – me abraso fuertemente.

Deje correr las lagrimas por mis mejillas, por que hacer lo correcto significaba tanto dolor para mí?.

Debo irme – dije como pude.

Lamento causarte tanto dolor, si pudiera evitarlo yo…

No se preocupe, es lo correcto – intente sonreír.

Bella…

Tengo que volver – seque mis lagrimas – tengo una gran boda que organizar – dije con dolor.

Gracias – fue lo único que escuche antes de salir.

Intente respirar tranquilamente pero era imposible, sentía que había perdido la oportunidad de ser feliz.

Me tumbe sobre la cama con el corazón oprimido, sabía que esto era definitivo, un último dolor inmenso.

Me celular sonó y al mirar la pantalla casi me ahogo en llanto, intente aclarar mi garganta y conteste.

Bueno – esperaba no sonar tan mal.

Mi amor?, pasa algo – su voz invadió mis sentidos.

No, estoy muy bien – dije tranquila.

Cielo, mañana mismo hablare con mi familia, pero te necesito a mi lado en ese momento – explico.

Quieres… que yo esté ahí? – pregunte.

Sí, mi amor, no puedo hacerlo sin ti, sé que es difícil pero estaremos juntos y eso nos dará fuerzas – mi corazón se contrajo.

Ahí estaré, no te preocupes – mentí.

Gracias mi amor, en mi casa a las 10, no te preocupes por tu trabajo en la boda, ya no es necesario – se escuchaba tranquilo.

Está bien – intente decir.

No me falles por favor, no puedo hacerlo sin ti, te amo linda – mis lagrimas caían sin cesar.

Confía en mí – quería colgar de una vez.

Dulces sueños mi princesa – dijo antes de colgar.

Apreté en teléfono contra mi pecho, tenia la ocasión perfecta para llevar a cabo mi plan, no llegaría a ninguna cita, dejaría allí solo a mi amor, solo esperaba que no hablara con ellos de cualquier manera, porque de nada serviría este dolor.

No sé ni cómo me quede dormida, pero al despertar me sentía demasiado mal, me arregle como siempre y Salí de casa sin despedirme, no tenia ánimos para ver a nadie, solo quería que el tiempo transcurriera rápidamente.

Al llegar a la oficina entre directamente a mi oficina, y comencé a trabajar en los últimos detalles de la boda, después de todo si se realizaría.

Mi teléfono comenzó a sonar y revise el número, era Edward, había pasado una hora desde que debía haberme presentado en su casa, pero no lo hice.

No quería imaginar la expresión de su rostro, no quería ver sus hermosos ojos tristes nunca más, no quería causarle más daño, solo quería verlo feliz.

Llego la hora del almuerzo y estaba a punto de salir de la oficina cuando alguien me intercepto.

Hola preciosa – dijo Jacob mientras me abrasaba.

Hola jake como estas? – pregunte amablemente.

Ahora mejor, aun lamento haberte dejado sola en la fiesta – beso mi mejilla.

Me sentía el ser más deplorable de la tierra por mentirle, me sentía tan complacida de que se hubiese ido de la fiesta, si eso no hubiese sucedido no habría pasado la noche con mi Edward y no habríamos hecho el amor de la manera más sublime.

No te preocupes por eso – intente parecer tranquila.

De acuerdo, solo si aceptas una invitación a comer – sonrió ampliamente.

Claro, podemos ir al restaurante de la esquina – opine.

Vamos amor – me tomo de la mano y salimos juntos.

Era por demás decir que era el roce de otra piel el que deseaba, pero ahora que por fin había tomado una decisión que no arruinara la vida de mi Edward, tenía que fingir muy bien.

Al salir del edificio Jacob me miro con emoción y me beso intensamente, no pude no reaccionar sus labios eran ansiosos y apasionados, me apreso contra su pecho y sus manos rodearon mi cintura, le devolví el beso lo mejor que pude, recibiendo su ávida lengua en mi boca, que mas daba hacerlo feliz si yo jamás lo seria.

Woh, mi niña me encantan tus labios – susurro contra mi boca.

Jake – dije apenada.

No debes apenarte, cuando seas mi esposa haremos más cosas juntos, cosas muy placenteras – susurro en mi oído.

Asentí levemente, como le haría para entregarme a el cuándo lo había hecho con mi príncipe.

Comimos tranquilamente, y saque un tema a relucir.

Jake, quiero que nos casemos en tres días – era el día de la boda de Edward.

Bella no es ese el día de la boda de…

Sí, pero no importa, casi todo está organizado y no quiero esperar – mentí.

Cielo, no nos dará tiempo de hacer una fiesta – dijo contrariado.

No la necesitamos, arreglare lo del juzgado y podemos ir a comer con papa – intente convencerlo.

Estas segura de que eso es lo que quieres? – pregunto.

Completamente – estaba mandando al caño todos mis sueños.

Haremos lo que tú quieras mi amor – acepto.

Salimos del restaurante y me acompaño hasta la entrada del edificio, me beso nuevamente de manera apasionada.

Te veré después futura señora Black – sonrió.

Adiós Jake – me despedí.

Camine hasta la puerta y sentí un fuerte jalón del brazo, gire encarando a la persona que me había sostenido y me paralice.

Edward – susurre.

Su semblante era serio y sus ojos reflejaban odio – por eso no llegaste a nuestra cita, para estarte besuqueando con ese imbécil – dijo enojado.

Edward… yo – me sentía incapaz de decir nada.

Ven – me jalo del brazo y me hizo entrar a su auto, el hizo lo mismo después.

Creo que merezco una explicación – me miraba fijamente.

Creo que todo está muy claro – dije lo más segura que pude.

No… no entiendo, porque no llegaste a nuestra cita? – dijo contrariado.

Respire profundamente – no tenia caso Edward, esto termino – por favor no te desmorones aun – suplique internamente.

Bella, de que hablas – respondió.

Es hora de hacer lo correcto Edward, tu… tienes que casarte y yo también, no vale la pena luchar por algo que es imposible – mis ojos ardían.

Sus ojos se volvieron tristes – no bella, dime que estas bromeando, ayer…

No jugaría con algo así, quiero que me dejes tranquila, quiero que te concentres en tu boda – exigí.

Me tomo entre sus brazos apretándome contra su cuerpo – dime que ocurrió, ayer hicimos el amor, bella, fui maravilloso, todo era perfecto – sus olor me distraía demasiado, tenía que terminar con esto.

Nada es perfecto si lastima a otra personas – dije decidida.

Con un demonio, deja de pensar en los demás, estamos tu y yo aquí, nos amamos – una lagrima rodo por su mejilla y sentí como me rompía en pedazos.

Porque me dejaste hacerte el amor si pensabas terminar con esto, porque me hiciste amarte como un loco – el dolor se reflejaba en sus palabras.

No puedo Edward, perdóname – agache la mirada.

Lucha mi amor, lucha con migo – me suplico.

No tengo fuerzas, suéltame por favor – suplique.

No, no me hagas esto mi amor, te lo ruego – negué.

No quiero Edward, prefiero la tranquilidad que Jacob me ofrece– sabia que eso lo lastimaría así que lo use.

Prefieres… eso a nuestro amor – susurro.

Si – dije firmemente.

Sus brazos me liberaron y limpio su mejilla – baja de mi auto – dijo con voz seca.

Lo mire fijamente por última vez, lo amaba con locura pero no podía continuar con esto, era por su bien.

Perdona…

Cobarde, baja de una vez – dijo fríamente.

Abrí la puerta y baje corriendo, no supe ni como llegue a mi oficina, me sentía vacía, sin fuerzas para seguir adelante.

Me encerré en mi oficina y deje correr las lagrimas sin cesar, no pude notar en qué momento

Alice había llegado y me abrasaba con fuerzas.

Tranquila bella, respira – intento tranquilizarme.

Paso mucho tiempo para que pudiera calmarme y contarle todo lo que había sucedido.

Cometiste un error enorme – dijo con seguridad.

No podía hacer otra cosa – me justifique.

No voy a juzgarte, pero ahora tendrás que vivir con tu decisión – la seguridad de eso dolió mas que cualquier cosa.

Y ya dolía infinitamente sentir su desprecio.