Hola niiñas, despues de mucho tiempo x aki, pero aki les dejo este capituloo...
chan chan chan... pronto se acerca el gran dia, que creen que pasara!!
VOTOS Y COMENTARIOS SUPER IMPORTANTES!!!
mil graciias por su apoyo, los kiero muchisimo, este capiitulo dedicado a mi amigo pakiito eres mi bfff!!! you know baby!!
Pases x mi pagina de fanfiction x ahi fotitos speciales!
mil besos: LiiBiiThaA!
El salón continuaba lleno de personas que conversaban animadamente, mientras yo intentaba tranquilizarme después de lo sucedido, amaba a Edward, lo amaba con locura y aunque quisiera negarlo, dolía demasiado reprimir este sentimiento tan grande, era como vivir sin respirar.
En el fondo del salón logre encontrar a Jacob, platicaba con Alice, jasper y victoria, cuando me vieron acercarme acortaron la distancia.
Esta todo bien amor? – me abraso.
Si, no fue grave, solo tuve que limpiarla y vendarla – conteste.
Oh, donde esta charles – pregunto victoria.
Eh, ahora viene – dije lo más tranquila que pude.
Gracias bella, eres la mejor sin dudas – sonrió – no quería dar ningún tipo de espectáculo – dijo preocupada.
Casi me quedo sin habla, como podía preocuparse por lo que pensara la gente, cuando Edward, estaba herido, si yo fuera ella, si pudiera correr hasta él y abrasarlo, no dejaría de consolarlo y demostrarle mi amor…
Miren ahí viene – comento Alice.
Edward se acercaba a nosotros con pasos lentos, se veía tan hermoso, como un ángel derrotado, sus facciones eran serias y parecía sufrir, me costó todo mi autocontrol no mirar sus ojos profundos.
Oh, chars, amor, como estas – victoria camino hacia el y lo beso levemente, aleje la mirada.
Bastante bien, gracias a bella – mi nombre salió como un susurro de sus labios, me estremecí.
Esa es mi chica – dijo Jacob y me beso.
Le respondí forzadamente, no quería estar aquí, era un enorme error aparentar todo esto, fingir que no eran otros labio los que anhelaba.
Oh, son un dulce, me alegra tanto bella que Jacob y tu vayan a casarse y estén tan enamorados – comento victoria.
Soy muy afortunado – respondió Jacob.
Lo eres, muy afortunado – alce la vista, y me encontré con esos ojos verdes, ardiendo.
Ya dejen de avergonzar a bella – pidió Alice – y permítanme llevar a mi amiga al tocador – me guiño un ojo.
Te espero aquí corazón – Jacob beso mi mano y asentí levemente, procurando no cruzarme con la mirada de Edward.
Alice tomo mi mano y me condujo entre la gente, una vez dentro me encaro con el ceño fruncido.
Habla – ordeno.
Alice… me dijo que me amaba, que tuvo motivos poderosos para irse, fue tan difícil – enterré mi rostro entre mis manos.
Tranquila bella, respira – y así lo hice.
No se qué hacer Alice, es un infierno todo esto, casi me muero cuando se lastimo – admití.
Si, veo que no le hizo gracia ver a Jacob besándote – enarco una ceja.
Te diste cuenta- dije sorprendida.
Solo un ciego no lo notaria, no puede alejar su vista de ti, y mira a Jacob como si quisiera matarlo – asentí.
No sabes todo lo que me dijo, Alice – solloce.
Que explicación te dio, porque se fue asi – negué.
No lo permití Alice, no lo escuche, no quiero más mentiras – dije amargamente.
Bella, creo que fue un error, no hubiese sido mejor aclarar las cosas de una buena vez? – pregunto.
Tal vez, pero soy tan débil cuando esta cerca de mí, solo quería alejarme, sino… no hubiese podido resistir a sus besos, a sus caricias – mi corazón palpitaba como loco solo de recordar la proximidad de su cuerpo.
Bella, no crees que es tiempo de luchar? – la mire sorprendida.
Luchar contra que Alice? – suspiro.
Es que… si amas tanto a Edward, lucha por el, esto te esta trastornando, no eres ni la mitad de la mujer fuerte y decidida que conozco – tomo mi mano entre la suya.
Alice, el va a casarse – le recordé.
Mira, el dice que te ama, se nota en su mirada los celos que le provocas, y no conoces sus razones para haberse ido, tal vez…
Alice… estoy comprometida con Jacob – dije histérica.
Mmm, bueno ese es n pequeño inconveniente – reí sin gracia.
Uno muy grande, he dado mi palabra y no podría lastimar a Jacob de esa manera.
Pero si podrías condenarte a vivir sin amor – gruño – tienes alma de martí.
Creo que debemos de volver – me pude se pie.
Está bien, solo recuerda que te ves deslumbrante y tienes que irradiar felicidad – arreglo un poco mi cabello.
Lo intentare – respondí.
El ambiente parecía más tranquilo, varias parejas bailaban un ritmo lento, bajo a tenue luz de las velas.
Tenía que concentrarme en parecer feliz, o por lo menos lucir tranquila.
Camine hacia Jacob que estaba sentado en uno de los sillones mirando su reloj.
Hola – lo salude cuando me senté a su lado.
Muñeca, que bueno que regresaste – dijo animado.
Lamento haberme ausentado, y dejarte aquí solo – me disculpe.
Ya estás aquí, es lo importante – sonrió – ahora mi linda prometida, quisieras ir a bailar? – pregunto.
Jake yo… no bailo – dije apenada.
Claro que si, y lo haces muy bien – me tomo de la mano y me guio entre las parejas.
Si te piso no te queje - bromee.
Tengo pies fuertes – me tomo por la cintura y comenzó a movernos lentamente al ritmo de la suave melodía.
Porque no podía amar a Jacob, el era especial, divertido, guapo, era mi mejor amigo en el mundo, porque no podía verlo con ojos de mujer, solo como amiga.
Bella, soy tan feliz – susurro en mi oído.
Yo también – mentí.
Continuamos bailando el resto de la melodía, recargue mi cabeza en su hombro y cerré los ojos, deseando que el tiempo pasara volando.
Su teléfono sonó y me separe levemente.
Disculpa – lo tomo y contesto.
Su ceño se frunció notablemente al escuchar lo que le decían, colgó después de gruñir.
Pasa algo? – dije preocupada.
Sí, tengo que ir a la oficina ahora mismo, mi jefe perdió los documentos que le di y tengo que volver a redactarlos – dijo molesto.
Por mi no te preocupes jake, puedo irme con Alice – negó.
Lamento mucho esto bella, tenía tantas ganas de estar aquí contigo…
No hay problema, ya será en otra ocasión – insistí.
De acuerdo, te amo preciosa, te llamo mañana? – asentí.
Me tomo por la cintura y me beso intensamente, su lengua dibujo una línea sobre mi labio inferior
y tuve que concederle permiso, jugó con la mía mientras acariciaba el escote de mi espalda, sus manos eran grandes y suaves, sentía sensaciones extrañas, era imposible no surtirlo, pero no era ni la decima parte de las descargas que me recorrían cuando otros labios me besaban y otras manos me tocaba.
Me encantas bella, eres tan hermosa, cuando seas mi esposa, podre hacer esto siempre – beso la punta de mi nariz.
Te veré pronto – intente sonreír.
Adiós amor – beso mi mano y salió por el pasillo, dejándome plantada en el suelo.
Busque a Alice por todas partes pero no estaba, camine hacia uno de los sillones y me senté, mientras bebía un Martini observando la reunión.
Es verdad lo que ven mis ojos – una voz grave dijo frente mi.
Levante la vista y me encontré con una amplia sonrisa, el hombre alto me miro con expresión divertida, vestía un elegante traje gris y una camisa azul, sus zapatos negros brillaban bajo la luz,
Era moreno y atractivo, intente descifrar por que ese rostro se me hacia tan conocido, hasta que me ilumine.
Francisco? – pregunte sorprendida.
Hola mi querida bella – sonrió.
Que sorpresa, tiene años que no te veía – me puse de pie y lo abrace.
Lo se, cada vez que te veo estas más hermosa, linda señorita – sonreí.
Francisco Alonso era un empresario muy importante dentro del mundo de la decoración, era un hombre amable y guapo, con una sonrisa deslumbrante, había trabajado para el unos meses en que renne me envió a su oficina, habíamos entablado una gran amistad, cuando regrese a trabajar con renne, en se mudo a sus oficinas en parís y no había vuelto a tener noticias de él.
Te invito una copa – ofreció.
Claro - acepte.
Nos sentamos y el llamo a un mesero, este nos entrego dos copas de champagne.
Que hace una belleza como tu aquí sola – frunció el ceño.
Oh, Alice esta por ahí – conteste.
y… - tomo mi mano – el afortunado? – miro mi anillo.
Estaba aquí conmigo, pero tuvo que irse, lo han llamado del trabajo – negó.
Ningún trabajo justifica, dejar a una mujer tan hermosa sola, cualquiera puede intentar conquistarte – bromeo.
No exageres – sonrió.
Yo por ejemplo, si no fueras mi amiga y supiera que estas comprometida… - me guiño un ojo.
Veo que sigues siendo el mismo Casanova – lo reprendí.
Aun no encuentro una mujer que valga la pena - dijo desanimado – las modelos me están aburriendo – golpee su hombro.
Eso te pasa por ser tan frívolo – lo acuse.
Tienes razón, pero… ya basa de hablar de eso, cuéntame como has estado, además de lo obvio – me miro descaradamente.
Bueno sigo trabajando con renne, ahora soy socia – dije complacida.
Oh, es excelente, aunque sabes que siempre tendrás un puesto en mi empresa – me recordó – no existe una diseñadora tan alentosa como tu – me alago.
Fue muy gratificante trabajar contigo – comente.
Lo se – sonrió – me regalas un baile – se puso de pie y me tendió la mano.
Suspire, teniendo en cuenta lo insistente que era – de acuerdo – tome su mano.
Un ritmo más lento sonaba en el fondo, muchas parejas estaban en la pista, busque a una en especial, pero desvié la mirada al verlos, como deseaba estar entre sus brazos.
Se aproxima un cambio de pareja – susurro alanzo.
Cuando pude percatarme de lo que sucedía, gire sobre mis pies y casi caigo pero unos fuertes brazos me sostuvieron, alce la vista y me encontré con ese precioso rostro, reflejaba hostilidad y enojo, no pude pensar en nada más que sus brazos rodeándome y apretándome contra su cuerpo.
Ahora estas con francisco, de donde lo conoces? – gruño, mientras girábamos sobre la pista.
Es un amigo – conteste seria.
Y tu prometido? – bufo.
Ha tenido que irse – desvié la mirada.
Como se atreve a dejarte aquí sola – gruño – no se da cuenta que eres como una presa demasiado apetecible, para los depredadores – reí sin gracia.
Te incluyes entre los depredadores – asintió.
Estoy a punto de sacarte de aquí – sus ojos adquirieron un brillo extraño tu prometida esta frente a nosotros – le reproche.
Nada me importa en este momento – acerco su rostro al mío.
No te atrevas – lo amenace.
Eres mía – dijo amargamente – no soporto que otro hombre se te acerque – me miro profundamente.
Alguien puede oírte – dije asustada, sus palabras llegaban hasta el fondo de mi alma.
Soy capaz de gritar frente a todos cuanto te amo – dijo decidido.
Tu no…
Quieres probarlo – algo en su mirada me dijo que había perdido el control, que era capaz de cualquier cosa.
Que… que quieres – tartamudee.
Ven a mi casa después de la cena, tienes que escucharme – negué.
Yo no puedo ir a tu casa, estás loco – dije más que confundida.
Es eso oh… todo mundo se enterara de lo nuestro – gruñí.
Como te atreves a chantajearme – intente soltarme de su agarre.
No me dejas otra opción, estoy desesperado, no soporto mas todo esto, estuve a punto de liarme a golpes con francisco cuando se acerco a ti, cuando te toco – cerro los ojos conteniendo el coraje.
Tienes que entender que entre tu yo no habrá nada nunca – intente hacerlo razonar.
No podría entenderlo ni obligándome a hacerlo – su voz fue más un susurro.
Edward, esta fiesta es en honor de tu compromiso, como puedes pensar en que nos vayamos – sonrió.
Tengo una idea, te la diré en un rato – bufe.
Eres un monstruo, te odio – dije amargamente.
Sabes que eso no es cierto – me miro divertido – te veré en un rato – susurro en mi oído.
Cuando pude reaccionar estaba de nuevo entre los brazos de francisco, mi corazón latía frenético e irregular.
Hola otra vez – sonrió – pasa algo? – pregunto.
No, es solo que estoy un poco cansada – mire hacia otro lado y Edward bailaba con victoria, como debía de ser.
Vamos a sentarnos – me tomo de la mano y fuimos hasta el sillón.
Francisco? – Escuche la estridente voz de Alice – que sorpresa – se saludaron con un fuerte abraso.
Alice cullen, hermosa como siempre – dijo.
Gracias, mira el es jasper mi novio – le presento y estos se saludaron.
Donde esta Jacob bella? – pregunto.
Tuvo que irse, lo han llamado de la oficina – frunció el ceño.
Te ha dejado sola? – asentí.
Le asegure que tú podrías llevarme a casa – comente.
Claro, tenemos que ir primero a casa de jasper y después…
Yo podría llevarte – intervino francisco.
Eh, si eso seria estupendo – comente, no quería desaviar a Alice y a jasper – así no tendrían que molestarse en llevarme.
Bella, como puedes pensar que es una molestia – me regaño – tengo que levarte sana y salva a casa – casi me rio al notar su tono serio y responsable.
Eso no sería ningún problema, yo llevare a bella, sana y salva – repitió.
Si Alice, no te preocupes – insistí.
De acuerdo – se rindió.
Vayamos a despedirnos entonces – el área estaba despejada, seguramente la mayoría de los invitados ya se habían retirado, mire en enorme reloj en la pared y marcaba casi las dos de la madrugada.
Nos acercamos a la mesa principal donde Edward y victoria estaban sentado, por primera vez en todo este tiempo me sentí feliz de verlo con ella, porque seguramente así no podría cumplir con su chantaje de reunirnos mas tarde.
Bella, francisco, que sorpresa verlos juntos comento victoria – el tomo mi mano y la beso.
Bella es una gran amiga, y muy hermosa – agache la mirada.
No tenía idea – sonrió – pero no me digan que ya se van – fruncí el ceño.
Sí, tengo una junta mañana a primera hora, llevare a bella a su casa – me atreví a mirar a
Edward, que fruncía el ceño.
Y Jacob - pregunto victoria.
Tuvo que irse a la oficina, tenia asuntos que resolver – explique.
Oh, bueno les agradecemos mucho su asistencia – beso mi mejilla después la de francisco.
Espero verte pronto amigo, y tu bella, bueno esos días serán estresantes – asentí.
Todo esta casi listo – mire a Edward y este sonrió, no entendí porque.
Hasta pronto – dimos la vuelta y salimos de la mansión Roberts.
Un elegante BMW rojo esperaba en la puerta, me ayudo a entrar y después lo hizo el.
Sigues viviendo en el mismo lugar? – pregunto.
Sí, que sorpresa que lo recuerdes – comente.
Debemos salir a tomar algo, me gustaría conocer al afortunado – bromeo.
Si, seria genial, pero falta poco para la boda de victoria y estamos demasiado ocupadas – frunció el ceño.
Victoria siempre con todo a lo grande, se logro comprometer con Edward Charles Cullen, heredero de una enorme fortuna y miembro de una de las familias con mayor abolengo en
Europa – mi pecho se estremeció.
Porque tenía que ser asi, porque Edward no podía ser un hombre normal, con un trabajo y una casa ganada a base de esfuerzo, porque tenía que ser tan inmensamente rico y lejano, como podía él no darse cuenta que lo nuestro era imposible y seguía torturándome de esa manera.
Sí, eso he escuchado – comente.
Yo he creado vínculos de amistad con Emmett Cullen, es lamentable lo que les ha sucedido – lo mire confundida.
A que te refieres – pregunte.
Es algo muy privado, pero no veo porqué no podría contártelo – dijo pensativo – por eso me extraño tanto que hicieran una fiesta tan pronto – mi corazón palpito lleno de zozobra.
Que fue lo que sucedió – pregunte.
Bueno… hace unas semanas el padre de Edward tuvo un terrible accidente, al parecer un camión se atravesó en su camino – no pude reprimir un gritito de espanto.
Dios, como esta? – pregunte.
Al parecer está mejorando poco a poco, estuvo alrededor de una semana en coma, fue un golpe muy duro para toda la familia, Edward y emmett tuvieron que encargarse de todos los negocios que tienen en Londres, además del dolor de su madre, victoria me ha contado que entro en crisis, estaba muy mal.
Me quede en completo silencio, me sentía tan mal, tan triste, todas estas semanas me había torturado, pensando en miles de razones por las que Edward se había ido así como si nada, estuve horas intentando convencerme que solo había jugado conmigo, que jamás terminaría su compromiso con victoria porque no me quería, y ahora todo tenía un porque…
Seria por eso?, su familia estaba enfrentando momentos demasiado difíciles, era casi estúpido pensar que el podría darles un golpe mas anunciando su ruptura con victoria, el no habría podido hacerlo, ni tampoco comunicarse conmigo.
Pasa algo bella? – francisco me saco de mi ensoñación.
Yo… - el sonido de mi móvil me pego un susto de espanto.
Saque mi móvil y mire el número, mi corazón palpito como un loco.
Hola – conteste nerviosa.
Bella… vengo detrás de ti, dile que se detenga – levante la vista por el retrovisor y enfoque las luces de un auto detrás de nosotros – dile que es tu prometido, dile lo que quieras, pero tienes que venir conmigo – suspire.
Espera – le pedí.
Mire a francisco – podrías detenerte? – le pedí.
Pasa algo? – pregunto confundido.
Yo… mi prometido viene detrás y él me llevara a casa – mentí.
Oh, por fin podre conocer al afortunado – intente sonreír pero no pude.
Estaciono el auto y Edward detrás de nosotros, como le haría para poder salir de todo esto.
Te acompaño – me dijo, cuando estaba a punto de bajar su móvil sonó – oh, disculpa – dijo apenado.
No te preocupes – me acerque e y bese su mejilla – tengo que irme – abrí la puerta y baje – nos vemos después – me despedí con la mano.
Rogué al cielo que no me siguiera y por suerte no lo hizo
Que pasaría ahora, sabia la verdad, las razón por la que Edward se había ido, estaría a solas con él y no sabía si podría controlarme, sentía tantas emociones encontradas, solo ahora comprendía que había cometido un enorme error al comprometerme con Jacob.
Abrí la puerta del auto negro y entre, no lo mire, me sentía extraña, pero su olor estaba impregnado por todas partes, solo lo inhale profundamente perdiéndome en el.
Acelero y mire por la ventana, sabía que teníamos que hablar, el me contaría la verdad y no habría nada que hacer, pero lo pospondría mientras pudiera.
Perdí la noción del tiempo hasta que se detuvo, no espere a que me abriera la puerta, conocía perfectamente el camino, mis piernas temblaban, así que camine como pude, me pare frente a la enorme puerta.
Abrió la puerta y me encaro, su rostro estaba pálido y cansado, solo en ese momento, sabiendo la verdad me podía dar cuenta.
Entramos y me quede de pie en el recibidor, jugando con mis manos.
Bella… - me gire y lo mire fijamente – yo… no quería obligarte a venir aquí – agacho la mirada – pero… no se qué hacer… - suspiro.
No pude mas, su dolor derribo todas mi barreras, me acerque a él y lo abrace con todas mi fuerzas, necesitaba sentirlo, demostrarle que lo amaba y estaba aquí para el.
Bella… -hundió su rostro en mi hombro y me rodeo con sus brazos – no me sueltes – suplico.
No pienso hacerlo – respondí.
Se alejo un poco y me miro fijamente – escúchame por favor – sus ojos estaban entrecerrados.
Acaricie su mejilla – sé lo que le ocurrió a tu padre – sus ojos se abrieron desmesuradamente.
Como… como lo sabes – pregunto confundido.
Eso no importa, fue por eso? – pregunte – no pudiste romper tu compromiso con victoria? – asintió y mi corazón palpito como loco.
Estaba decidido, necesitaba ser libre para estar contigo – acaricio mis labios con la punta de sus dedos – pero todo fue demasiado rápido – sus ojos se llenaron de lagrimas – mi padre bella, estuvo a punto de morir, fue un infierno, tuve que encargarme de todo, mi madre estaba destrozada – una lagrima cayo por su mejilla – y sobre todo, estar lejos de ti, sintiéndome tan miserable por no poder cumplir mi promesa, extrañándote – me apretó contra su cuerpo.
Acerque mis labios a su mejilla y limpie su lagrima – yo… no tenia idea, pensé lo peor, creí que habías jugado conmigo – su rostro se lleno de coraje.
Jamás mi amor, tome mil veces el teléfono, quería llamarte, explicarte, pero no tuve valor, no quería decirte que no había terminado mi compromiso – mis ojos se llenaron de lagrimas.
Edward, no sigas, ahora puedo entenderlo todo, pero ya es muy tarde – agache la mirada.
No, no es tarde, menos ahora que estas aquí entre mis brazos – pego su frente a la mía.
Pero… tu boda es en unos días y yo… estoy comprometida – gruño.
Lose, es mi culpa por haber sido un imbécil – tome su rostro entre mis manos.
Deja de culparte, es que no lo vez… tal vez tu y yo no debemos estar juntos – negó.
Roso sus labios con los míos, haciéndome estremecerme, sentía mi cuerpo temblar – te amo bella, nunca vuelvas a decir eso, se que tu también me amas – moví mis labios sobre los suyos.
Te amo, pero tengo miedo – admití.
Me miro con ternura y bajo sus manos por el escote de mi vestido, eran suaves y el roce dejaba una descarga eléctrica sobre mi piel.
No voy a hacerte daño – susurro y me beso enserio.
Enrede mis manos en su cabello, mientras me pagaba contra su cuerpo, sentía una enorme necesidad de sus labios, los movió acompasadamente contra los míos, su sabor era delicioso y adictivo, sentí su lengua acariciar la mía y perdí toda la cordura que me quedaba cuando se agacho y me tomo en sus brazos, mientras me besaba sentí como nos movíamos, pero solo podía concentrarme en sus labios haciendo maravillas sobre los míos.
Se separo levemente de mi y se acostó sobre el sillón, tomo mis manos y me atrajo encima de su cuerpo, no pude evitar jadear con la sensación de sentir mi cuerpo presionarse contra el suyo, lo mire fijamente y casi me quedo sin aliento, se veía demasiado hermoso con la respiración agitada y los ojos obscuros de placer.
Acerque mis labios a su cuello y lo bese levemente, subiendo por su barbilla – bella, te deseo tanto – susurro.
Sus manos bajaron por mi espalda, posándose en mis caderas y sentí un fuego interno invadirme.
Yo también te deseo – susurre.
Enredo sus dedos en mi cabello y me atrajo a sus labios fieramente, moviéndolos frenéticamente mientras sus manos se perdían en la tela de mi vestido, poco a poco mis jadeos se fueron convirtiendo en gemidos de placer.
Metí mis manos bajo su saco y acaricie su pecho encima de la tela, podía sentir cada centímetro de su marcado pecho, sus labios bajaron sobre mi cuello mordiéndolo levemente y enterré mis dedos en sus espalda, fue bajando levemente hasta mis hombros.
Edward – jadee, cuando sus manos acariciaron mis piernas por debajo del vestido, cada caricia me volvía loca.
Tu piel es tan suave, eres tan hermosa – susurro en mi oído.
Como pude le quite el saco y fui desabotonando uno a uno los botones de su camisa, moría de ganas por tocar su piel, saborearla con mis labios.
El sonido de un teléfono me obligo a detenerme – no voy a contestar – dijo mientras buscaba mis labios.
Tal vez sea importante – dije como pude.
Nada es más importante que tu – atrapo mi labio inferior y comenzó a besarlo.
El sonido del teléfono no cesaba después de varios tonos.
Edward… contesta, ya has visto la hora – intente detenerlo.
Gruño – está bien – se incorporo acomodándose la camisa y fe hasta el teléfono – hola – contesto serio.
Después de varios minutos se sentó a mi lado con la mirada perdida – que pasa Edward – tome sus manos entre las mías.
Le han hecho unos estudios a mi padre – contesto – era mi madre quien hablo.
Co..Como esta – dije temerosa.
Me miro y su rostro se ilumino con una enorme sonrisa – está bien, al parecer todo salió bien – sonreí al verlo feliz y lo abrace.
Oh, Edward, no sabes lo mucho que me alegra – susurre.
Yo también estoy feliz, ahora mi padre se recuperara – acaricie su mejilla.
El es fuerte, como tu – me miro fijamente.
Gracias por estar aquí amor – acaricio mi mejilla.
Siempre estaré para ti – bese levemente sus labios.
Un bostezo se escapo de sus labios – lo siento yo..
Este muy cansado – complete.
Te deseo – dijo con la voz ronca.
Ahora estas exhausto – acaricie su cabello.
Quédate conmigo – su ojos eran suplicantes.
No pensaba ir a ningún lado – sonrió ampliamente.
Se acostó en el enorme sillón y me recosté sobre su pecho, escuchando los acompasados latidos de su corazón, sus manos acariciaban mi cabello y mi espalda.
Duerme mi amor, estoy aquí – susurre, mientras besaba levemente sus labios.
Te amo bella – suspiro y cerró los ojos mientras me apretaba mas contra su cuerpo.
Te amo – cerré los ojos y respire su olor masculino, perdiéndome en el.
Poco a poco me fui quedando dormida bajo sus caricias, feliz, plena olvidándome de todo lo que pudiera pasar, solo segura de que existía un presente, mejor que cualquier futuro, porque estaba entre los brazos de Edward.
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