Ola Niiñas Akii con este Capiitulo nuevo!
Graciias por sus comentarios son muy lindas!!
Siigan votando, para alcanzar mejores lugares, ustedes todo lo pueden!
Pronto x aki con otro capitulo.
visiten mi pagina en fanfiction, he subiido un one shot, ojala pudieran leerlo!
xoxo: LiiBiiThaA!
Me tumbe sobre mi cama rebosante de felicidad, no podía creer lo que había pasado la hacía apenas unos minutos, los besos, las caricias, las palabras de amor, era todo tan perfecto, como podía un hombre tan perfecto amarme con la misma intensidad con la que yo lo amaba, seguramente estaba soñando, pero todo parecía demasiado real.
Por primera vez no tenía miedo, el amor que sentía alejaba la cobardía de mi mente, lo único en lo que podía pensar era en Edward, las promesas que compartíamos y que pronto estaríamos juntos, pronto podríamos amarnos libremente, no importaba nada, ni lo que dijera la gente o si tenía que renunciar a mi trabajo y dejarlo todo, estaba dispuesta a hacerlo por el.
Victoria regresaba hoy de su viaje y Edward hablaría con ella, rompería su compromiso y eso me hacía sentirme bastante mal, ella era una buena persona lo había notado en el poco tiempo que tenia de conocerla, pero por primera vez en mi vida, quería dejar a todos de un lado y ser feliz.
Tocaron la puerta y les indique que pasaran, mi padre entro con su siempre amable sonrisa, me puse de pie y lo abrase.
Bells, siento que hace meses no te veo – dijo mientras me abrasaba.
No exageres papa, ya sabes que absorbente puede ser Alice – bromee.
Si, la conozco bien – dijo asustado.
Como has estado – pregunte.
Bastante bien, adivina que sucedió – sonrió ampliamente.
Qué? – pregunte.
Alguien compro mi pintura bells, no es eso genial – dijo emocionado.
Sonreí tontamente, yo sabía perfectamente quien tenía la pintura – eso es genial papa – dije.
Lo se, además pagaron una fuerte suma por ella – agrego.
Una fuerte suma?, cuanto – dije perpleja.
3000 dólares cariño, no es genial? – casi me ahogo.
Pero… he, si genial papa – Edward cullen tendría que escucharme.
Pareces casada cariño, porque no descansas un poco – asentí.
Creo que eso hare – sonreí.
Descansa cariño – beso mi frente y salió.
No podía creer la enorme suma que Edward había pagado por un cuadro con mi imagen, el era un hombre capaz de realzar el ego de una mujer y conmigo lo había logrado.
Cerré los ojos recordando sus besos, sus caricias y su hermosa voz susurrando en mi oído palabras de amor, estaba segura del amor de Edward.
Desperté temprano con los parpados demasiado pesados, Alice podía ser agotadora eso era verdad, hoy teníamos una reunión con renne para ver cuánto habíamos avanzado con los preparativos de la boda, no quería ni imaginar que pasaría cuando la boda se cancelara, eso de verdad me aterraba.
Me puse un traje sastre café y me maquille, al salir me despedí de mi padre y le avise que volvería tarde.
Edward había prometido hablar con victoria ayer, lo habría hecho?, como lo habría tomado ella?, esta angustia se volvía mas grande a cada segundo, pensé en marcarle pero me detuve un sinfín de veces, esperaría a que el me hablara y me contara lo que había pasado.
Llegue a la compañía, el auto de renne estaba afuera, ósea que ella Alice ya estaban ahí, tendría que prepararme para el bombardeo de preguntas por parte de mi querida Alice.
Ellas estaban en la oficina, renne me sonrió ampliamente y Alice me miro con el ceño fruncido.
Hola buenos días – salude.
Isabella Swan me podrías explicar porque saliste de casa como una ladrona, sin despedirte – cruzo los brazos.
Alice lo siento se presento algo – intente disculparme.
De acuerdo ya hablaremos más tarde – dijo seria.
Alice, deja de molestar a bella – la regaño renne.
Pero mama…
Hablemos sobre la boba – dijo renne cambiando el tema.
De acuerdo – Alice hizo un puchero.
Tenemos bastantes cosas resueltas sobre la boda, el pastel, el salón, el vestido, las flores, en fin estamos en tiempo exacto – dijo orgullosa – pero ahora tenemos un pequeño inconveniente – dijo preocupada.
De que se trata mama – pregunto Alice.
Los novios y la familia Roberts han viajado esta mañana a Londres, al parecer quieren pasar tiempo con ambas familias antes de la boda – deje de respirar – tienen planeado regresar dentro de un mes, eso significa, una semana antes de la boda, y me he comprometido con ellos a que todo estará perfecto para entonces – no podía creer lo que escuchaba, mi corazón se detuvo…
Como era posible que se hubiesen ido de viaje, cuando Edward me había prometido terminar su compromiso con ella, porque me había hecho esto, estaba a punto de llorar, de gritar.
Alice me miro y no sé que vio en mi mirada pero su rostro se lleno de ternura y confusión.
Se… - aclare mi garganta – se han ido esta mañana? – pregunte incrédula.
Si bella, ya sabes los enamorados hacen cosas sin pensar, por eso ahora necesito que redoblen esfuerzos niñas, ahora tenemos más trabajo que nunca – dijo segura.
Agache la mirada avergonzada, como había podido creer en las promesas de Edward, como había estado dispuesta a dejar todo por el, que tonta era al pensar que podía dejar a una mujer
tan deslumbrante como victoria por alguien tan simple como yo.
Si mama, bella y yo haremos que todo salga bien, verdad bella? – me miro anhelante.
Si, renne no te preocupes – intente sonreír.
De acuerdo preciosas, ahora debo irme, saldré con tu padre, nos vemos – se despidió de ambas.
Cuando se fe, enterré mis manos en mi rostro, incapaz de seguir siendo fuerte, como había podido ser tan estúpida, mi corazón dolía al recordar sus palabras.
Bella, que sucede – Alice acorto la distancia y me abraso.
No pude mas y comencé a sollozar sobre su hombro, necesitaba desahogar todo esto que tenia dentro.
Oh, Alice, he sido tan estúpida – dije amargamente.
No, no eres ninguna estúpida, dime por favor que sucedió – acaricio mi cabello.
Yo… no puedo duele demasiado – dije incapaz de recordar.
Tiene que ver con Edward?, su repentino viaje?, lo que paso en mi fiesta? – pregunto.
La mire fijamente con los ojos llenos de lágrimas – como sabes tú…
Bella, te conozco, además tu repentina desaparición, cuando Edward cullen también lo hizo – enarco una ceja.
Tienes razón – admití.
Cuéntame nena que paso – pregunto preocupada.
Respire profundamente - de acuerdo – acepte.
Le conté todo lo que había ocurrido en la fiesta, como se había acercado a mi sin revelarme su verdadera identidad, como el día anterior me había llevado a su casa y me había prometido terminar su compromiso con victoria Roberts, como había sido estúpida y le había creído
Alice empuño sus maños – bella, no entiendo cómo pudo prometerte todo eso y ahora irse de la
nada – dijo amargamente.
Yo entiendo menos Alice – seque mis lagrimas – estoy muy confundida – sacudí la cabeza.
Y si paso algo?, tal vez tuvo que irse – negué.
No se Alice, y si así fue porque no me dijo nada, yo lo había entendido – dije tristemente.
Tranquila bella, será mejor esperar a ver qué sucedió – palmeo levemente i espalda.
Alice y si se arrepintió, si se dio cuenta que estaba dejando más por menos – dije aterrada.
Nunca vuelvas a decir eso, no hay una mujer más valiosa que tú, has luchado por todo lo que tienes y te has esforzado, una niña rica y mimada, no te llega ni a los pies – discutió.
No se Alice, tal vez solo quería acostarse conmigo como no lo logro…
Si así fuera, no dudes que lo matare con mis propias manos – gruño.
Gracias Alice, tenía que desahogarme con alguien – admito.
Para eso estamos las amigas – me abraso fuertemente.
Alice tengo miedo – susurre.
Tranquila, todo debe tener una explicación – dijo segura – por lo pronto tenemos que continuar con los preparativos de la boda – asentí de mala gana.
Lo sé…
Espere toda la semana a recibir alguna noticia de Edward, algo que me explicara por qué se había ido así, sin despedirse siquiera, pero no recibí nada, me sentía tiste y deprimida, me costaba demasiado ir al trabajo todos los días a ver los preparativos de su boda, era como restregarme en la cara que me había mentido y que sus promesas nada valían.
Pero después recordaba sus ojos, su besos, nadie podría mentir de esa manera, todo había sido tan real, tan autentico que una parte de mi se negaba rotundamente a creer que él me había engañado.
Es día me arme de valor, después de no poder dormir toda la noche dándole vueltas a lo mismo, espere que fuese una hora prudente y me atreví a llamarle, fuese lo que fuese que pasara, necesitaba saber la verdad, no saber qué pasaba en realidad me estaba matando.
Su teléfono sonó y creí que no contestaría, pero después de varios tonos por fin contestaron.
Bueno – era la voz de una mujer.
Eh, buenos días, podría hablar con el señor Edward Cullen? – pregunte nerviosa.
Quien habla.- pregunto.
Soy Isabella Swan – respondí.
Bella?, soy yo victoria – me quede helada.
Hola victoria, como estas - dije forzadamente.
Bastante bien, como van todos los preparativos, he querido hablar contigo, que bueno que llamas – dijo animadamente.
Todo está perfectamente – conteste.
Querías hablar con Edward? – Pregunto – es algo sobre el pastel o las flores? – trague en seco.
Eh, si de eso se trata – mentí.
Lo siento bella, aun está dormido y no quiero despertarlo, anoche casi no dormimos – sentí un horrible dolor en el pecho.
Si, disculpe, no quise molestar – dije como pude.
Tranquila bella, le diré que se comunique contigo – respondió.
Gracias, hasta pronto – intente ser amable
Adiós bella, nos vemos en unos días – dijo y colgó
Me deje caer sobre la cama, todo era cierto, me había engañado, se había burlado de mi como un maestro de la mentira y yo de estúpida le creí, las lagrimas empezaron a caer por mis mejillas sin poder contenerlas, me odiaba por no seguir mis instintos, por no saber que esto terminaría mal, que saldría herida y destrozada como lo estaba, porque me había hecho eso?, sabia la respuesta, el buscaba acotarse conmigo y en vista de que no lo conseguiría se había resignado.
Limpie mis lagrimas llena de odio, el estaba durmiendo plácidamente entre los brazos de su prometida, a la que amaba, mientras yo estaba aquí como un trapo, no era justo, aunque la vida siempre se empeñaba en ser injusta conmigo.
Me jure a mi misma olvidar a Edward cullen aunque se me fuera la vida en ello, podría ser tonta, crédula o insignificante, pero no era estúpida y menos masoquista.
Los días pasaron lentamente, con el paso de ellos pude hacerme más a la idea de que todo había sido mentira y terminaría por enfrentarme a él, no sabía que haría en ese momento, seguramente le gritaría en la cara todo lo que había sentido estas últimas semana, lo cruel que había sido y lo despiadadas que habían sido sus mentiras, que no lo amaba y que lo odiaría toda mi vida, aunque no fuese verdad.
Llegue a casa después de estar todo el día en la compañía, últimamente me esforzaba al doble en “la gran boda”, quería que todo fuese perfecto, al nivel de los novio y los invitados, demostrarle a él, que no me dolía, que no sufría por sus mentiras.
Papa y Jacob me esperaban en la sala, este último había estado conmigo casi todos los días y se lo agradecía mucho, su amistad me ayudaba a no estar deprimida, me ayudaba a fingir que estaba bien frente a Charlie, me ayudaba a distraerme un poco.
Bella, te estamos esperando, saldremos a cenar – dijo papa animado.
Claro – intente sonreír.
Estas bien bells? – pregunto Jacob.
Claro que si – palmee su hombro.
Llegamos a un restaurant bastante elegante, yo por suerte aun llevaba puesto mi traje sastre negro, al parecer teníamos reservación, así que entramos rápidamente.
A que se debe tanto lujo? - pregunte.
Es una sorpresa – dijo Jacob sonriente – pero lo sabrás después de la cena – fruncí el ceño.
Saben que odio las sorpresas – ambos rieron.
Si cariño, pero esto es especial, no te quejes tanto – me regaño papa.
De acuerdo – accedí.
Cenamos y platicamos cordialmente, Jacob poseía ese carisma que no te permitía estar triste frente a el, siempre con sus bromas y juegos, era muy afortunada de tenerlo.
Retiraron los platos y Jacob se veía bastante nervioso, y mi padre lo observaba de la misma manera.
Bella – me llamo y lo mire fijamente.
Bella, tú has sido mi mejor amiga en toda la vida, eres parte de mi familia y te quiero más que a nadie – dijo sinceramente – desde que te convertiste en una mujer he estado enamorado de ti como un tonto, haría cualquier cosa por ti y por tu padre, a su lado es el único lugar donde me veo – sonrió.
Gracias jake tú también eres muy importante para nosotros – dije confundida.
Bella, se que tú me quieres como un amigo, pero estoy seguro de que puedo enamorarte cada día y hacerte feliz – declaro, me quede estática escuchándolo – por eso… - se puso de pie y camino hasta mi lugar, donde se arrodillo frente a mi tendiéndome una pequeña caja.
La tome inconscientemente y la destape, dentro había un bonito anillo de plata con un pequeño diamante en el centro.
Jake yo no…
Isabella Marie Swan, aceptarías ser mi esposa? – pregunto.
Mire alrededor y todas personas del restaurante tenían la vista puesta en nosotros, mire de nuevo a jake, era mi mejor amigo de toda la vida y siempre lo querría como tal, gire la vista hacia mi padre y sonreía complacido, el era feliz y lo sabía, tendría caso no concederle esa dicha?, lo único que me impedía darle una oportunidad a Jacob era el estúpido amor que seguía sintiendo por Edward Cullen, una mor sin sentido que solamente serviría para seguirme dañando, así que, qué sentido tendría negarme, lastimaría a todos y no ganaría absolutamente nada.
Saque el anillo y lo coloque en mi dedo – si jake acepto – dije segura.
Me tomo en brazos y me beso intensamente, intente responderle de la mejor manera posible, desde este momento me olvidaría de mi estúpido corazón, que lo único que había hecho era guiarme erróneamente, ahora usaría mi mente y pensaría muy bien cada paso que diera.
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