Hola niñas de nuevo por aki, graciias por el apoyo, espero y les guste este capitulo, pronto nuevas sorprsas, que cren que pase??
Votos y comentarios alimentan mi inspiracion,
xoxo: LiiBiiThaA!
Por fin un día libre, después de tantas emociones que poco a poco estaban acabando conmigo, me levante lentamente, mi cabeza estaba a punto de estallar y mis ojos ardían después de derramar tantas lagrimas, afortunadamente había podido dormir profundamente, mi mente estaba exhausta y no era para menos, aunque me repetía que no debía desgastarme pensando en él y lo que había pasado anoche, era imposible, habíamos estado tan cerca, tantas veces había deseado estar entre sus brazos, sentir sus suaves y deliciosos labios sobre los míos si ningún reproche, segura de que él me quería… tal vez no tanto como yo lo amaba a el, pero sentía algo hacia mi.
El era tan perfecto, un caballero capaz de detenerse después de la sesión de besos que habíamos compartido, un hombre apasionado y tierno al mismo tiempo, debía de haberlo imaginado, como había sido tan tonta, nunca podría sentirme así con nadie más que no fuese el.
Me levante y observe a Alice seguramente seguiría durmiendo el resto del dia, ella se había dado cuenta de todo lo ocurrido, no tenía ganas de hablar de lo sucedido, mi mente estaba agotada completamente.
Tome algo de ropa del buro, unos jeans y una blusa roja, ente al baño de Alice sin hacer ruido, mi cuerpo se relajo completamente al contacto del agua tibia, suspire pesadamente, necesitaba olvidar y tenía que hacerlo rápido, antes de que mi vida colapsara completamente.
Me vestí y me arregle rápidamente, quería caminar un rato, despejar mi mente, escribí una nota a
Alice explicándole que necesitaba salir, que hablaría con ella más tarde, la casa estaba igual de silenciosa seguramente todos estaban dormidos, Salí en mi auto sin un destino fijo, las calles ofrecían un sinfín de destinos, tome mi móvil y marqué el numero de casa, no había hablado con mi padre y seguramente estaba preocupado, después de varios tonos contesto.
Bella? – pregunto.
Hola papa, como estas – pregunte.
Bien cariño, y tú? – dude.
Bien papa, la fiesta estuvo increíble – comente.
No bebiste mucho o sí? – sonreí.
No papa, sabes que no lo hago – lo tranquilice.
Si cariño, lo sé – acepto – cuando vienes? – pregunto.
Hoy en la noche, eh.. Alice quiere que la ayude con sus regalos, ya la conoces – mentí.
De acuerdo bella, diviértete – dijo.
Te quiero papa, nos vemos – me despedí.
Suspire frustrada, tal vez debería ir a casa, pero mi padre se daría cuenta de lo que me pasaba, odiaba ser tan trasparente algunas veces, todos podían ver a través de mis ojos.
Alce la mirada en el retrovisor y mire confundida un auto que venía detrás de mí, se acerco mas y pude ver perfectamente que auto era, Dios, es que no me dejaría tranquila nunca?, me perseguiría hasta volverme loca?, no le bastaba con todo el dolor que yo sentía ahora mismo?, acelere inconscientemente, no necesitaba hablar con nadie y con el mucho menos, anoche había sido demasiado débil, me había dejado llevar por este sentimiento que cada vez era más fuerte que yo, si lo tuviese enfrente en este momento, sería lo suficientemente fuerte para no saltar en sus brazos?.
Mi móvil comenzó a sonar y sabía perfectamente de quien se trataba, lo deje sonar, esperando que se hartara de llamar, pero no lo hizo, una parte de mi se moría por escuchar su dulce y suave voz, tome el teléfono en mi mano y conteste.
Bueno? – dije seria.
Bella, por favor detente, necesito hablar contigo – su voz era suplicante.
Por favor, no mas, déjame tranquila - rogué
Necesito que me escuches, solamente eso – pidió.
Suspire – si me detengo y te escucho, prometes dejar de seguirme? – pregunte.
Te lo juro – trague en seco.
De acuerdo – colgué.
Respire profundamente, pensando en lo que estaba a punto de hacer, como podría mirar a
Edward a los ojos después de lo que habíamos hecho anoche, después de confesarnos los dos, después de esos besos y caricias que aun sentía sobre mi cuerpo.
Detuve mi auto en un parque que estaba adelante, mire como el estacionaba su auto detrás del mío y baje quedándome recargada de mi auto, la puerta del lujoso jaguar negro se abrió, dejando salir una deidad de él, Edward era hermoso vestido con esos trajes elegantes, pero esto era otra cosa, portaba unos jeans obscuros que marcaban sus piernas de una manera casi vulgar, alce mi vista sobre esa playera blanca que transparentaba todos los firmes y bien torneados músculos de su pecho y su abdomen cuadriculado, y Dios esos brazos musculosos y perfectos, me complacía saber que me habían rodeado la noche anterior y había sentido su calor traspasarme.
Camino hacia mí y su mirada se enfoco en la mía, sus ojos verdes me escrutaban de tal manera que casi no podía sostenerle la mirada.
Hola – susurre.
Hola – contesto.
Que es lo que tienes que decirme – pregunte.
Se acerco rápidamente a mí y me tomo entre sus brazos, miro mi boca que estaba entreabierta por la sorpresa y sin más ataco mis labios en un profundo beso, jadee de la sorpresa y poder sentir de nuevo esta hermosa sensación, su cuerpo pegado al mío y sus labios probando los míos sin miedo alguno, disfrute su calor, su saliva, perdiéndome en el contacto de su lengua ,mientras entraba en mi boca acariciando la mía, me separe de él en busca del preciado aliento que me había robado.
Esto – murmuro – necesitaba decirte que no pude dormir anoche pensando en ti – beso – solo podía recordar tu cuerpo y tus besos – beso – tu voz diciéndome que me querías – beso – anhelando tenerte junto a mi – beso.
Edward, detente – dije como pude.
No puedo, no quiero – susurro contra mi mejilla.
Esto no es correcto – dije.
Quien puede definir lo correcto – me miro fijamente – para mí lo correcto es sentir, amar, desear sin miedos, dejarse llevar por los sentimientos – suspire.
No todos los sentimientos son buenos – contradije.
El amor si lo es – contradijo,
Edward, no podemos dejarnos llevar así como si nada pasara – le recordé – tu estas…
Comprometido – dijo amargamente – lo sé,
Entonces porque me haces esto – dije angustiada.
Porque no puedo más con esto – pego su frente a la mía – te quiero demasiado, no puedo alejarme de ti – temblé entre sus brazos.
Edward…
No lo niegues, tu también lo deseas, puedo verlo atreves de tus ojos, me necesitas tanto como yo a ti – agache la mirada.
Estamos en un lugar público – le recordé.
Sonrió - ven conmigo, quiero mostrarte un lugar – pidió.
Yo no..
Por favor bella, por favor – sus ojos eran hipnotizantes.
De acuerdo – accedí – pero traigo mi auto – dije contrariada.
Podemos ir en el, yo mandare a Peter por el mío – dijo ilusionado.
Esta bien – acepte.
Beso suavemente mis labios y cerro su auto con alarma, me acompaño al lado del copiloto y le tendí las llaves, no sabía a dónde nos dirigíamos.
El subió y comenzó a conducir, estaba nerviosa y aterrada, a donde me llevaría edward?, y dios por que conducía como un loco.
Pretendes matarnos? – pregunte.
Disculpa, siempre manejo a mas de 100, en Inglaterra practico formula 1 – se encogió de hombros.
Entiendo – dije convencida.
Minutos después de un silencio bastante incomodo, Edward entro en una propiedad a las afueras de la ciudad, un hermoso jardín cubría la entrada, de una espectacular casa, aunque la palabra mansión la describiría mejor, era enorme y lujosa por donde se observara, miles de flores adornaban el jardín, frente a un camino de piedras que conducía a la casa, Edward, se estaciono frente a la entrada salió del auto y me abrió la puerta tendiéndome la mano, la tome un poco cohibida este lugar me hacía sentir de una manera extraña y cómoda a la vez era muy hermosa.
Te gusta? – pregunto, su rostro era expectante.
Si, es espectacular, muy hermoso – dije sinceramente.
Me alegra mucho – rodeo mi cintura con su brazo y comenzamos a caminar hacia la entrada, me sentía reconfortada en sus brazos, como si en verdad perteneciera a ese lugar, como si no fuera una impostora, este no era mi lugar.
Que es aquí? – pregunte al fin.
Bueno… ahora vivo aquí, la acabo de comprar – se encogió de hombros, como si no fuese nada,
abrió la puerta y yo me detuve ahí,
Que pasa bella? – pregunto angustiado
Esto… no está bien, Edward, tengo miedo de lo que suceda ahí dentro – admití mientras agachaba la mirada.
Se acerco a mí y sus labios rosaron mi oreja – pasara lo que tú quieras bella, yo soy un títere, te pertenezco, puedes hacer de mi lo que quieras – susurro sensualmente.
No Edward… - susurre.
No pasara nada si tú no quieres – dijo tiernamente, mientras me indicaba que pasara.
Suspire y entre, la casa era más impresionante aun por dentro, cuadros de exquisito gusto y adornos de cristal finamente acomodados, era el sueño de casa para una persona como yo.
Woh – susurre.
Sus brazos rodearon mi cintura y pego su pecho a mi espalda haciéndome estremecerme – me encanta tenerte aquí, realzas la belleza de este lugar – susurro en mi oído.
Mentiroso – le acuse.
Jamás, eres hermosa, perfecta – beso mi cuello haciéndome poner la piel de gallina, me aleje de él apabullada.
Sonrió con malicia – quieres que te muestre la casa? – pregunto.
Si! – conteste emocionada.
Vamos entonces – me tendió la mano y la tome sin pensarlo.
Me condujo hacia el fondo y me mostro la lujosa y moderna cocina, después la sala y el comedor, en los cuales podría caber una casa de tamaño modesta, casi me asustaba pensar cuánto dinero poseía la familia de Edward, el era perfecto y un hombre maravilloso y rico, demasiado rico, que podría atraerle de alguien como yo, simple e insignificante, el podía tener a cualquier mujer… como victoria Roberts su prometida, ella era perfecta para él en todos los sentidos, por eso iban a casarse, entonces no entendía que hacia Edward persiguiéndome y trayéndome aquí, sin importarle que alguien nos descubriera.
Sucede algo? – pregunto mientras caminábamos escaleras arriba.
Edward yo…
Mi habitación – abrió la puerta y me indico que pasara.
Dude, pero entre, su habitación… tenía su olor impregnado y todo era como el, elegante y sofisticado, muebles con finos acabados, un sinfín de aparatos de alta tecnología y una enorme cama blanca con finas sabanas de seda, me estremecí al observarla, como demonios me había permitido llegar hasta aquí con el, gire la vista hacia el otro lado y me quede con la boca abierta completamente, me olvide por un momento de cómo respirar.
En la pared principal de su habitación está colgado el cuadro que mi padre había pintado, era por demás recordar que la imagen de ese cuadro era la mía, lo mire desconcertada, que hacia ese cuadro ahí? Colgado en su habitación, cualquier persona que viniera podría verlo, temblé de miedo solo de imaginarlo.
Lo compre el día de la muestra de arte – respondió sin que le preguntara.
Edward, porque…
Es hermoso, soy un amante del arte, no podía dejar ir una obra tan hermosa así como si nada – dijo seguro – así como no puedo dejar ir a unas mujer como tu – se acerco a mí.
No Edward, alguien puede verlo, y si victoria lo ve y si alguien viene, emmett o tus padres – dije aterrada.
No me importa bella, ojala pudiesen verlo, así comprenderían la adoración que siento por ti – susurro.
No, tu estas comprometido, Edward nos puedes dañar a ambos – casi grite – que pasaría conmigo si alguien se enterara de esto – señale el cuadro.
Tu amiga Alice lo sabe – dijo seguro.
Ella es mi mejor amiga, jamás haría algo para lastimarme – explique.
Lo se, pero si alguien más lo supiera yo estaría aquí para ti, te protegería de todo mundo – negué rotundamente.
Cuando? – lo desafié – después de tu boda? – Dije irónica –cuando estés viviendo tu matrimonio feliz?, en esos momentos estarás para mi – la rabia inundo su rostro.
No!, estaré para ti siempre que lo desees, porque… - respiro pesadamente – no habrá boda bella – mi corazón pareció detenerse y mi mente también, no daba credibilidad a lo que escuchaba.
Edward…
Nada de lo que digas servirá de nada – tomo mis manos entre las suyas –bella ya he tomado una decisión.
Por favor, piensa en victoria, piensa en tu familia – rogué – Edward, ellos esperan mucho de ti, no puedes defraudarlos de esa manera.
Y que ahí de mi bella – dijo amargamente – donde queda lo que yo siento, lo que yo quiero – apretó mis manos.
A veces hay que sacrificarse – agache la mirada.
No quiero, no me voy a sacrificar, no voy a sacrificar nuestra felicidad – tomo mi rostro entre sus manos.
No existe un nosotros – le aclare, luchando cintra las lagrimas, porque yo deseaba con toda mi alma que existiera.
Existe para ti y para mí, es lo único que importa – susurro.
De acuerdo, acaba con todo, has que todos nos odien Edward y después qué? – pregunte – tu
familia me odiara, todo mundo me rechazara, crees que es una buena forma de vivir?, lejos de ellos porque nunca aceptan lo nuestro, porque soy muy poca cosa para ti – negó.
Tu eres demasiado para mí, pero si ellos no te aceptan, es porque no desean mi felicidad – suspiro – tu eres mi felicidad, te necesito.
No es tan fácil – dije angustiada.
Tengo suficiente dinero para que vivamos llenos de lujos – aclaro – mis negocios nada tienes que ver con mi familia, y puedo llevarte lejos, donde nadie nos conozca, donde podamos amarnos
libremente – dijo esperanzado.
No puedo… no puedo abandonar a mi padre – dije entre lagrimas.
El puede venir con nosotros – reí irónicamente.
El no aceptara lo nuestro más que tu familia, se avergonzara de mi y eso lo mataría – asegure.
Bella, deja a un lado tus negativas, mi decisión está tomada, romperé mi compromiso con victoria y cuando sea libre luchare por tu amor – sonrió.
Alce mi mano y acaricie sus labios – mi amor es tuyo, no tienes que luchar por el – beso mis dedos.
Mi bella, te quiero tanto – susurro – ya no concibo esta vida sin ti – sonreí.
Edward… bésame de una vez – le pedí.
Me tentó rosando sus labios lentamente contra los míos, gruñí desesperada por sentir sus besos y estampe mis labios contra los suyos en un beso suave y desesperado dejando mi corazón en cada roce, sintiendo el sabor de su saliva combinarse con la mía, sus manos apretarme contra mi cuerpo y rodearme suavemente la cintura, respirando erráticamente mientras su lengua entraba en mi boca rosando la mía con esa maestría que poseía, imágenes de Edward y yo juntos, amándonos libremente, pudiendo besar sus labios las veces que quisiera, esperándolo aquí todos las noches y dormir atrapada entre sus brazos.
Bella – suspiro – te deseo tanto – se pego mas a mí y pude notar a que se refería, un rojo inmenso inundo mis mejillas, el estaba… excitado?.
Perdón yo no…
shuu, tienes que saber lo que provocas en mi amor – me beso levemente – mi cuerpo, te necesita tanto – bajo dejando besos por la línea de mi quijada.
Edward, te amo y te deseo, pero tu aun no eres libre – conteste.
Lose y me odio por no poder hacerte mía en este momento – sus ojos eran obscuros – pero pronto mi niña, pronto seré libre para amarte – sonrió.
Tu… como crees que ella lo tome? – frunció el ceño.
Ella me quiere lose, pero no me ama – dijo seguro – será difícil por las criticas y lo que la gente diga, pero no por perderme – lo mire fijamente.
Te ibas a casar con ella, sabiendo que no te amaba? – pregunte.
Lo nuestro era una relación perfecta – bufo – clases sociales iguales, nos atraíamos mutuamente, encajábamos bastante bien casi en todos los aspectos.
Pero…
Pero no hay amor bella, nuca me había enamorado y creía que con todo lo que compartíamos era suficiente – acaricio mi mejillas – pero te conocía a ti cielo, y no podía alejarme de ti, porque ejercías en mi una atracción que jamás imagine sentir, al principio creí que era simple gusto, me hipnotizaba lo hermosa que eres, pero era mucho más bella, te amo, es de lo único que estoy seguro en este momento – lo mire embobada, acababa de decirme que me amaba, era la primera vez que lo hacía, sentía que mis pies no tocaban el piso y mi corazón latía a un ritmo desbocado.
Lo bese con todo el amor que sentía por él, probando de sus labios, disfrutando las caricias que me daban sus fuertes manos, escuchando complacida los gemidos que salían de sus labios.
Hoy mismo hablare con victoria – murmuro contra mis labios – ya no puedo estar lejos de ti – acaricie su cabello.
Estas seguro? – pregunte.
Completamente – dijo y volvió a besarme con impaciencia.
Era feliz como no sabía podía serlo, Edward me amaba y por primera vez no me importaba dejarlo todo con tal de estar a su lado, lucharíamos juntos para amarnos libremente.
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