Niñera por toda la eternidad

Autor: Meli-ch
Género: Humor
Fecha Creación: 03/10/2009
Fecha Actualización: 30/10/2011
Finalizado: SI
Votos: 64
Comentarios: 169
Visitas: 133160
Capítulos: 12

 

Bella es una niña de cinco años que escapa de su casa al ser maltratada, ¿que pasara cuando encuentre la casa de los Cullen? ¿Podra sobrevivir en una casa llena de vampiros? o mejor dicho ¿Podran siete vampiros sobrevivir con una niña pequeña?

 

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Capítulo 11: Capitulo 11

Capitulo 11

EDWARD POV

El tiempo con Bella en la casa se pasaba rápidamente, era increíble que ya hubiera pasado un mes. Las cosas eran totalmente diferentes, los días eran animados y tenía por lo que preocuparme.

Desde que me había convertido en vampiro, estaba prácticamente solo. No es que no contara a Carlisle y los demás de la familia, pero ellos tenían una persona importante a su lado, o vampiro. Ellos estaban completos, nunca los envidie, se me daba bien esto de estar solo. Pero desde que llego Bella, se me hacia muy difícil estar separado de ella.

Era yo el que la llevaba al jardín de infantes, era yo el que la pasaba a buscar, el que le preparaba sus comidas, el que la llevaba a algún parque a jugar, el que la hacia dormir y me quedaba a su lado, velando sus sueños. De echo a mis hermanos les estaban comenzando a molestar por que no les dejaba hacer aquello a ellos.

Llevaba mas de media hora fuera del jardín de infantes, habíamos salido temprano del instituto gracias a que había una reunión de profesores y como no tenía nada mejor que hacer, me decidí a esperar a que Bella saliera. Pero no estaba solo.

-¿Por qué rechazaste ir con Rosalie al centro comercial y venir aquí conmigo?- pregunte a mi hermana que estaba en el asiento del copiloto. Realmente era extraño que se haya negado a ir.

-Por que quiero estar con Bella, tu la tienes la mayor parte del tiempo- dijo cruzándose de brazos.

-¿Eso es todo?

-Bueno….no- se reacomodo en el asiento para mirarme-. El sábado es el cumpleaños de Bella.

-Si ¿y?- la mire y tenía un brillo de excitación en los ojos.

-¿Cómo que “y”?- me miro molesta- ¡Tenemos que festejárselo!- grito entusiasma aplaudiendo frenéticamente.

-No creo que a Bella le guste- ella siempre hacia escándalos cuando le comprábamos algo, de hecho ya había hablado de ese tema la noche anterior antes de dormir.

-¿Cómo no le va a gustar una fiesta de cumpleaños?- movió sus brazos hacia arriba con expresión molesta.

-Escuchaste la conversación que tuve con ella anoche.

-Si. Pero eso no significa que no le guste- volvió a cruzarse de brazos y mirar al frente.

-Alice…-la llame con tono de advertencia- ¿Ya has planeado su fiesta?- se movió incomoda en el asiento, ahora entendía por que me estaba bloqueando su mente.

-¡Solo será una pequeña fiesta!- salio del auto cuando el timbre sonó y los niños comenzaron a salir.

-Bella se enojara- dije bajándome del auto y caminando hacia la entrada. Ahí venía ella, caminando con miedo, siempre lo hacia, tenía miedo de caer al suelo. Levanto la vista, me miro unos segundo y una enorme sonrisa se formo en su pequeña cara, corrió hacia a mí y la tome en brazos.

-Hola, pequeña- le dije acunándola en mis brazos.

-Hola, hermano mayor- dijo con una sonrisa burlona en la cara.

-¿Cómo te ha ido?- la baje al suelo, mientras le habría la puerta del auto.

-Tranquilo, normal, lo mismo de siempre...- se encogió de hombros y se subió al asiento del copiloto.

-¡Adiós, Bella!- grito un niño de cabello rubio y ojos azules- ¡Nos veremos para tu cumpleaños!- dicho esto el niño salio corriendo mientras se despedía de Bella.

-¡Espero ansiosa tu cumple!- grito otra niña de cabello castaño acompañada de la madre.

-¡¿Qué?!- grito Bella saltando del asiento.

En ese momento vimos a Alice acuclillada dándoles invitaciones a otros niños.

-Bella te invita a su cumpleaños número 6, espera a que asistas

-¡Alice!- le grito Bella llamando su atención- ¡¿Qué estas haciendo?!

-¿Acaso no quieres una fiesta de cumpleaños?- pregunto Alice haciéndose la inocente.

-¡Ya había dicho que no!-grito Bella molesta.

-¡Oh, vamos, Bella!- ahora Alice se estaba molestando, por que no quería que le echara abajo el plan de una fiesta-¿Qué clase de niño no quiere que le festejen su cumpleaños?

-¡A mí!

-Pero piénsalo, habrán globos, payasos, piñatas y tus amigos te traerán muchos, muchos regalos- dijo Alice enumerando con sus dedos las ideas que tenía para el cumpleaños.

-¡No me importa no…!- Bella no pudo continuar ya que Alice le tapo la boca y subió rápidamente al coche.

-¡Edward, entra rápido!- me dijo en su mente, suspire pesadamente cerré la puerta del copiloto, camine con pesadez hacia mi lado del auto.

-¡Alice, no quiero!- seguía regañando Bella en el regazo de Alice, sabía que esto le molestaría y mi hermana, seguramente, se la vio venir.

-¿Pero que tiene de malo, Bella?- seguía intentando persuadirla y ponía sus mejores caras de perro mojado.

-No se habla más, ya había dicho que no y es ¡No!- se escabullo del regazo de Alice y se sentó en el asiento de atrás, cruzó los brazos por su pecho y miro envenenadamente la ventana.

-Te dije que no era una buena idea- le susurre bajo para que Bella no escuchara.

-Lo se. Por eso te encargaras tu de hacerla ceder- me miro con una sonrisa en la cara.

-No tengo ganas de ponerme a discutir con Bella por algo que no quiere.

-Ella lo quiere y lo se, al final tiene que aceptar, tu tienes mas poder en ella que cualquiera de nosotros.

-No prometo nada. En cuanto ella me tire con algo por la cabeza desistiré- dije llegando a la casa.

Bella no espero a que le abriera la puerta, y camino enojada hacia su habitación.

-Hola, Bella-le saludo Esme con su tono maternal, pero Bella gruño un “hola” y subió las escaleras- ¿Qué es lo que le pasa?

-Pregúntale a Alice- me senté en el sillón al lado de Esme, no iría ahora a hablar con Bella, estaba demasiado molesta, tanto que se pudo escuchar un portazo.

-¿Qué le hiciste, Alice?

-Yo no le he hecho nada- se sentó en el otro sillón y se cruzo de brazos.

-Esta muy enojada, se puede sentir desde el bosque-se burlo Jasper-. Es chiquita, pero sus emociones son fuertes.

-Solo le dije que haríamos su fiesta de cumpleaños.

-Ella había dicho que no quería- dijo Jasper acomodándose al lado de Alice, mientras le pasaba un brazos por los hombros.

-Pero…es que ella no entiende.

-¿Qué es lo que no entiende?- pregunte ahora interesado.

-Tuve una visión- dijo Alice ahora seria y triste a la vez-. La mamá de Bella volverá para su cumpleaños.

BELLA POV

Me sentí mal al entrar a la casa y no saludar como se debía, pero estaba realmente molesta con Alice. Ya habíamos hablado de ese tema con ella antes y le había especificado que NO quería ninguna fiesta para mi cumpleaños.

Ya demasiado tenia con que cuidaran de mí, no quería que gastaran más dinero en mi y menos en una fiesta.

Deje mi mochila en la silla del escritorio y me senté en la alfombra con mi muñeco preferido, venía haciendo lo mismo desde hacia varios días.

Ya había pasado bastante tiempo del que estaba separada de mi mamá, y me preguntaba cuando volvería y si sería pronto. ¿Y si venía mañana? ¿Qué iba a hacer? ¿Volvería a ver a los Cullen? ¿Volvería a ver a Edward?

En ese momento la puerta se abrió, me gire para ver quien era, y todas mis penas desaparecieron cuando vi a Edward entrando a mi habitación. No entendía por que, pero cada vez que le veía mi corazón se llenaba de alegría y no quería otra cosa mas que estar con él. Hubiera sido maravilloso que el fuera mi hermano, así me cuidaría por siempre.

-No fue nada educado lo que hiciste- me dijo con una sonrisa divertida, pero sus ojos no reflejaban la diversión, ya había visto antes esa expresión ¿pero cuando?

-Es que estoy molesta- volví la atención a mi muñeco.

-Bella, eres la primera niña que esta entre nosotros- me alzo y me llevo hacia la cama-. Eres….como una sobrina, la favorita. Por eso te damos con todos los gustos.

-Algún día tendrán hijos. Tú también- eso me entristeció- y yo estaré mas, te olvidaras de mí….

En ese momento los brazos de Edward me rodearon y me apretaron con fuerza en su pecho, en ese momento me di cuenta de que estaba llorando, el solo echo de saber que algún día nos íbamos a separar hacia que mi pecho se encogiera.

-Bella…-me llamo con voz triste-. De algo estoy completamente seguro- seco las lágrimas de mis ojos y acuno mi cara con sus enormes y frías manos-. Nunca, escúchame bien, nunca me olvidare de ti.

Las lágrimas salieron con mayor intensidad, él suspiro con una sonrisa triste y me volvió a abrazar, acunándome y cantándome la canción que siempre tarareaba cuando me iba a dormir.

Por alguna extraña razón sus palabras no me tranquilizaron del todo.

Trece de Septiembre.

Definitivamente era increíble como pasaba el tiempo, también era increíble como Edward me había convencido para que festejaran mi cumpleaños, que de casualidad era justo un sábado.

Ya era de día y ya estaba despierta, pero no tenía ganas de levantarme, sabía que hoy iba a ser un día agotador, por lo tanto decidí seguir acostada un rato más.

Pero no fue mucho ya que la puerta de mi habitación se abrió estruendosamente, últimamente ya no me asustaba, estaba acostumbrada.

-¡Feliz cumpleaños, Bella!- grito Alice.

-Alice…-estaba por decirle algo, pero sentí sus finos brazos rodeándome.

-¡Oh, ya eres una niña grande!- fingió secarse una lagrima, lo cual me causo gracia.

-Si, claro- dije con una risa.

-¡Toma!- me extendió un paquete envuelto en un papel brilloso rosado, con un gran moño rojo-¡Vamos, ábrelo!- me ordeno una vez que lo tenía en mis manos.

Con un suspiro empecé a desenvolver el lindo paquete, era un papel muy bonito como para romperlo. De vez en cuando miraba de reojo a Alice, quien tenía la expresión de querer quitarme el paquete y arrancar el papel ella.

Una vez que saque el papel, quede al frente de una caja blanca, saque la tapa y me encontré con un hermoso vestido azul. La parte de abajo del vestido estaba compuesto por capas de diferentes tonalidades del azul, no iba a negarlo, el vestido me encantaba.

-Alice, es hermoso- dijo aun maravillada.

-Lo se- dijo encogiéndose de brazos-. Sabía que te gustaría.

-¡Oh, oh, oh!- exclamo Emmett desde la puerta-¡Ahora el mío!- peleo unos segundo con algo que no cabía por la puerta, hasta finalmente lo saco.

Era un enorme oso, mucho más grande que yo, con un enorme moño verde en la cabeza. Sus manos se unían agarrando un gran corazón que decía…

-¿Qué dice?- pregunte al no entender, pues no sabía leer, aun.

-Dice: “¡Feliz cumpleaños, Bella!”- me acercó el oso a la cama, las manos, mejor dicho, los brazos no me daban para agarrar el enorme oso, era hermoso.

-Gracias, tío Emmett. ¡Me encanta!- dije abrazándolo, este me alzo y me dio un beso en la mejilla.

Los siguiente en darme mi regalo fueron Esme y Carlisle, ambos me había comprado un boleto a Walt Disney, el sueño de todo niño, ahora se me había cumplido a mí, no me quería imaginar el dinero que habían gastado.

Luego siguieron Jasper y Rosalie que me regalaron un mini auto, el mismo que tiene Rosalie, a batería. Prácticamente babee cuando lo vi, con su pintura roja brillante, todo los regalos eran hermosos.

-Será mejor que dejemos a Bella para que se aliste- dijo Alice, levantándose de la cama. Todos asintieron y me dejaron sola.

Me quede unos minutos admirando mis regalos, ¿Cómo era posible que gastaran tanto dinero en mí?...Unos suaves golpecitos en la puerta me distrajeron.

-Pase.

-Lo siento, se que tienes que vestirte, pero…aun no te he dado mi regalo- dijo Edward entrando en la habitación.

-Dime que no has gastado dinero en…

-Sabía que me dirías eso, así que te diré que no. No gaste absolutamente nada- se sentó en la cama y yo gateé hasta él, me sentó en su regazo y me extendió una carta.

-¿Para mí?-pregunte tontamente mientras la agarraba-. Pero no se leer.

-Eso lo se- dijo besando mi cabeza-. La leerás cuando seas mayor.

-Y… ¿Cuánto es mayor?

-Déjame pensar…-se llevo una mano al mentón y se lo rasco-. Cuando tengas 17 años.

-¡Pero eso es mucho tiempo!- exclame al darme cuanta lo mucho para lo que faltaba.

-Guárdala en algún lugar y cuando pase el tiempo, ábrela- dijo sentándome de nuevo en la cama y caminando hacia la puerta-. Prepárate por que hoy va a ser un día muy largo.

Lo vi salir de mi cuarto y sus palabras me quedaron volando por la cabeza, era cierto, iba a serlo.

Unas horas más tarde

-¡Alice, eso duele!- lloriquee cuando sentí otro tirón en mi cabeza.

-Lo se, Bella. Me lo vienes diciendo desde que te estoy peinando- dijo exasperada. Llevaba luchando con mi cabello desde hacia un buen rato, hoy era una maraña total y Alice me lo estaba arrancando de a poco.

-¿Por qué no lo dejas como esta?- le sugerí esperanzada a que me hiciera caso.

-Bella…. ¡Tienes la mitad de la cabeza peinada!- dijo riéndose-. No te lo voy a dejar así.

-¿Sabes? A mi no me molestaría con que lo dejaras así- ella se rió y continuo peinándome.

-¡Listo!- dijo emocionada al terminar con mi pelo-. Mírate lo linda que has quedado.

Me acerco un espejo y me vi realmente bonita, el vestido me quedaba pintado, las sandalitos era blancas con brillitos que titilaban con cada movimiento que hacía.

-Esto también es regalo mío- me dijo detrás de mi, la vi colocarme una coronita plateada que se encajaba en mi cabeza como una bincha. También tenía brillitos y hacía juego con mis sandalias-. Hoy eres la princesa de la casa y no solo literalmente- depósito un beso en mi mejilla.

-Muchas gracias, Alice- dije con lagrimas en los ojos- No se como pagarte.

-No seas tonta, Bella- dijo limpiando mis lagrimas-. Ya nos has pagado con quedarte con nosotros todo este tiempo- volvió a besarme y me abrazo fuertemente, le respondí el abrazo. Era extraño, todos el día de hoy hablaban como si se estuvieran despidiendo-. Será mejor que bajemos, ya están por llegar tus amigos.

-Si- asentí enérgicamente y baje junto a ella las escaleras.

Estas estaban decoradas por guirnaldas, que estaban entrelazadas entre los barrotes, la sala estaba repleta de globos de todos los tamaños y colores, había una mesa con bocadillos para los invitados, en otra mesa estaba una gran torta rosa, que tenía un enorme numero seis en el medio.

El timbre sonó y pronto la casa se comenzó a llenar de niños, todos los que iban conmigo al jardín de infantes y del orfanato. Todos llegaban y me entregaban los regalos, que los iba colocando Alice en otra mesa.

La fiesta se desarrollo tranquila y divertida, Emmett jugaba con nosotros y eso la hacía más entretenida. Alice tenía varios juegos preparados para nosotros, hasta había una enorme piñata.

Sin dudas, este era el mejor cumpleaños que había tenido, pero…algo me faltaba.

-¡Bella!- me llamo Alice desde la puerta del patio-¡Es hora de cortar la torta!

Como si hubieran dicho que el patio se prendía fuego, todos entraron a la casa empujando a Alice, casi tirándola al suelo. Me reí por lo bajo y los seguí.

Todos ya estaban preparados, esperándome ansiosos a que soplara la vela. Edward me alzo y Alice prendió la vela. Comenzaron a cantarme el “feliz cumpleaños” una vez finalizado me dispuse a soplar.

-Recuerda que debes pedir tus tres deseos- me susurro Edward.

Cerré mis ojos y pedí mi deseo mas grande.

-Deseo que mi mama vuelva- pensé.

El timbre sonó y sentí a Edward tensarse. Alice corrió hacia la puerta, la abrió y dejo ver a una mujer que yo conocía muy bien.

Capítulo 10: Capitulo 10 Capítulo 12: Capitulo 12

 
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