Capitulo 7

EDWARD POV

Me había quedado con Bella mientras dormía, por primera vez, desde que estaba en la casa, estaba durmiendo placidamente, sin llantos, ni quejidos. Estaba tan tranquila que hasta una sonrisa se le formaba en sus pequeños labios.

Lo que había vivido en las ultimas horas me habían dejado pensativo, ahora que los tíos de Bella no estaban, ella debía quedarse con su madre o en algún otro lugar, lo que significaba que tenía que marcharse ya que no podía quedarse con nosotros y eso hacia que mi corazón se reprimiera de dolo.

En toda mi vida había sentido nada por nadie, por un humano y mucho menos por una niña, pero Bella se había metido en mi corazón dejando pequeñas marcas en él con su nombre. Era increíble como quería a esta niña.

Unos golpecitos en la puerta me sacaron de mis pensamientos.

-Pasa, Alice- dije mirando la puerta

-Hola- saludo mi hermana al entrar en la habitación- ¿Cómo esta?

-Bastante bien- volví mi mirada al sereno rostro de Bella.

-Que bueno…- se sentó en el suelo y miro a Bella con ojos triste.

-¿Qué pasa?- pregunte al ver que cada vez se ponía más triste. Aunque me estuviera ocultando sus pensamientos, sabía a donde iban estos.

-No quiero que Bella se valla- el sonido de su voz detonaba la tristeza.

-Bella no es un perrito que encontramos, Alice- dije inexpresivamente-. No podemos quedarnos con ella.

-¿Quién sabe?- comenzó-. Quizás nos acepte.

-Alice…-rasque mi frente-. Lo más natural que haga es que salga corriendo, gritando o llorando. Puede que todas juntas.

-Pensé que la querías.

-Y mucho- me arrepentí inmediatamente de revelarle eso-. Pero no podemos arriesgarla a esto, a mi…Ya te había dicho que su sangre es un poco atrayente para mi, imagínate que cuando crezca, será aun peor y…- en ese momento vino una imagen mía con Bella en mis brazos, fría, pálida e inerte, su cuello estaba manchado con sangre mientras que yo lo lamia con ojos rojos…Sacudí la cabeza con fuerza para alejar esa horrible imagen-. Temo no poder controlarme…

-Eso no pasara- dijo Alice apoyando una mano en mi hombro.

-Nunca se sabe- dije quitándome su mano-. El futuro cambia y eso lo sabes bien.

-Esme y Rosalie ya llegaron- nos comunico Jasper. Nunca había sido tan oportuna su interrupción, justo en el momento en que Alice me contestaría a los gritos.

-Luego hablaremos- salio disparada de la habitación.

Me levante y le di un beso en la frente a Bella. Luego seguí a Alice a la sala, allí todos nos estaban esperando. Tomamos asiento en nuestros lugares y esperamos pacientes a lo que Esme y Rosalie tuvieran para contarnos.

-¿Qué encontraron?- pregunto Emmett, ansioso.

-A la madre de Bella- dijo Rosalie.

-Esta viviendo en Phoenix- continúo Esme- localizamos su teléfono y la llamamos.

-¿Y bien?- las ansias de Emmett lo estaban sacando de quicio.

-Esta totalmente arrepentida de haber dejado a Bella en mano de sus cuñados- siguió Rosalie, ya que Esme se había quedado callada-. Hasta se largo a llorar cuando le contamos por lo que la niña había pasado.

-¿Cuándo la vendrá a buscar?- pregunto Jasper.

-Estaba por tomar un vuelo para llegar esta misma noche, pero se negó inmediatamente.

-¿Por qué?- pregunto, interesado, Carlisle.

-Dijo que aun no estaba preparada y no estaba económicamente equilibrada- cerro la manos en un puño mirando el suelo, en ese momento me di cuenta de lo cerca que estaba de separarme de Bella.

-Por eso no había ido a visitarla en todo este tiempo- dijo repentinamente Esme. También dijo que no tenia fuerzas para llamarla, por que cada vez que lo hacia Bella lloraba y le pedía que volviera.

-El dinero no es problema- dijo Alice.

-También le dijimos eso, pero se negó a escucharnos, dijo que demasiados problemas había causado, no quería que le prestáramos dinero, es más nos quería dar el dinero que nosotros habíamos gastado en Bella.

-Vaya mujer…-susurro Carlisle.

-Le comentamos de que mañana llevaríamos a Bella a un juez, para que vea que aran con ella- dijo Rosalie-. Dijo que le parecía una idea perfecta, ella misma hablaría al juzgado para que le permitieran que la niña se quedara en un orfanato. Le ofrecimos que nosotros cuidaríamos de ella…

-¿Y que les dijo?- pregunto Emmett exasperado por el silencio de Rosalie.

-Que no. Nosotros ya habíamos echo demasiado, no quiere seguir siendo un estorbo y mucho menos Bella.

-No lo es- dijo Alice con los dientes apretados.

-Se lo dijimos, pero se siguió negando.

Mi muerto corazón se partió al escuchar que Bella se marcharía, aunque ya lo sabía me estaba rehusando a escucharlo. Además, aunque Bella se quedase con nosotros su madre algún día volvería por ella, sea como sea, Bella se iría y yo no podía ni debía impedir eso.

-Entonces esta decidido- dijo Carlisle rompiendo el silencio que se había generado-. Mañana llevaremos a Bella a un orfanato hasta que su madre vuelva por ella.

Todos asentimos en silencio, aunque todos estaban pensando el la triste despedida, pensaban igual que yo, no debíamos meternos es el camino de una niña.

Cada uno se levanto y su fue a su habitación, con la diferencia de que Esme y Carlisle se fueron al estudio de este ultimo para limpiar la travesura de la niña. Rosalie se puso a regañar a su esposo por ser un descuidado al cuidar de una pequeña humana. Mientras que Alice y Jasper se ocupaban, en silencio, de guardas la ropa que le habían comprado a Bella.

Camine por el pasillo y me fui a la habitación en donde Bella dormía, entre en silencio y la vi que aun dormía placidamente. Me recosté a su lado y le quite unos mechones de pelo que tenia en su carita.

-Te voy a extrañar- susurre al tiempo que le daba un beso en la frente.

Definitivamente la extrañaría.

BELLA POV

Cuando desperté, encontré a Edward durmiendo a mi lado, tenía una expresión de dolor. De seguro esta teniendo una pesadilla, pensé. Apoye una de mis manos en su fría mejilla, él abrió inmediatamente los ojos y me sonrió, pero no vi que la felicidad llegara a sus ojos.

-Buenos días- me saludo.

-Buenos días.

-¿Cómo dormiste?

-Bien, bastante bien- era verdad, hacía mucho que no dormía tranquila, no había tenido oscuras pesadillas, solo había tenido bonitos sueños con millones de colores.

-Me alegro- dijo con tono triste.

-No lo parece.

-¿Cómo?- levanto la cabeza de la almohada y me miro sorprendido.

-Que no pareces para nada feliz- le aclare, pero abrió aun mas los ojos- ¿Tuviste alguna pesadilla?- pregunte, él dejo caer la cabeza y negó lentamente- ¿Entonces?- insistí.

-Tengo que contarte algo- dijo al momento que se llevaba un brazo a la cabeza, escondiendo sus ojos.

El tono que había usado para decirme aquello me asusto, me senté en la cama para escucharle mejor. Él abría y cerraba la boca sin decir absolutamente nada, a cada segundo que pasaba mis nervios y ansiedad aumentaban.

-¿Edward?- le llame luego de un rato.

-Hablamos con tu mama- dijo repentinamente, sin anestesia-. Dijo que estaba arrepentida….

-¿Cuándo vendrá por mi?- pregunte interrumpiéndolo, sabía lo sensible que era mi madre y como debió de llorar cuando se entero de lo que me había pasado, pero lo único que me importaba era cuando la volvería a ver a estar con ella.

-Aun no esta segura. Esta trabajando y… los horarios no le dan para cuidarte.

-Ya veo…

-Dijo que te dejáramos en un orfanato hasta que ella volviera por ti- lo dijo en un murmullo casi inaudible, tuve que concentrarme para poder escucharle.

Sus palabras me dolieron, sabía que no podía quedarme con ellos, así que acepte lo que habían impuesto. Demasiados problemas había causado a una familia que no era la mía, era hora de marcharme.

-¡Buenos días, Bella!- entro fritando Alice, que por primera vez no me había asustado.

-Buenos días- note que mi voz no salía con la fuerza que quería y eso me enojo.

-Estaré abajo- dijo Edward poniéndose de pie y saliendo de la habitación a la carrera, pero pude ver sus ojos.

-No te preocupes- dijo Alice-. Esta mal por que te iras- mire a Alice que tenía una mirada llena de tristeza, igual que la de Edward- Todos lo estamos- dijo al momento que me daba un fuerte abrazo, al que correspondí inmediatamente.

Deje que me vistiera a su antojo, en un intento de que su mirada cambiara. Cuando se lo dije salio corriendo de la habitación y volvió a los segundos con un vestido azul con vuelos más oscuros, me puso unas medias blancas con puntilla y unos zapatitos del mismo color que el vestido, peino mi alborotado cabello y coloco una bincha blanca con un moño azul.

Me alzo y bajamos las escaleras juntas, por última vez. Abajo nos esperaban todos, mi corazón se encogió al ver que Edward no estaba allí. Esme corrió antes de que Alice bajara los últimos escalos y me tomo en brazos para llenar mi cara de besos.

-Te vamos a extrañar muchísimo- dijo dándome un fuerte abrazo.

-Yo también- dije abrazándola con todas mis fuerzas, mientras intentaba reprimir las lágrimas que amenazaban con salir y no detenerse- gracias por todo.

Todos me dieron un abrazo y un beso, creo que jamás me podré olvidar de sus hermosos rostros desfigurados por la tristeza.

Alice me alzo nuevamente y me llevo afuera, donde nos esperaba un hermoso auto plateado, adentro nos estaba esperando Edward, mi corazón se agito al saber que por lo menos lo vería una ultima vez.

Una vez que entramos al auto, Edward arranco con un suave ronroneo y condujo hasta la carretera, me gire para ver la enorme y hermosa casa de los Cullen.

Una vez que llegamos a las calles de asfalto Edward tomo mi mano y la mantuvo apretada durante todo el viaje. A la velocidad a la que manejaba pronto llegamos a una enorme mansión que esta surcada por unas gigantes y gruesas rejas.

Edward hablo por el portero eléctrico haciendo que el portón se abriera. La casa esta al fondo de un enorme jardín que también era patio, estaba lleno de juego, areneros y flores, había uno que otro niño jugando.

Aparcamos en la entrada de la casa que tenía un aspecto tétrico, Alice salio conmigo en brazos, mientras que Edward sacaba una valija del maletero. Golpeo la gran puerta y a los segundos una anciana salio.

-Bienvenidos-dijo con voz ronca y una sonrisa que remarco todas sus arrugas-. Pasen- nos hizo un gesto con la mano para que entráramos.

La casa no era tan tétrica como lo era por fuera, pero se notaba que era vieja y que no había ido un diseñador de interiores nunca, ya que todo tenía aspecto viejo, los muebles, alfombras, cuadros, lámparas e incluso la gran escalera que estaba en el medio.

-Tu debes ser Bella- dijo la anciana llamando mi atención, asentí- Ya veras que te divertirás mucho- palmeo mi cabeza-¡Ángela!- llamo, a los pocos segundo bajo una muchacha delgada, de cabello oscuro y gafas.

Al vernos se puso completamente colorada y bajo la mirada al suelo, varias veces trastabillo en las escaleras que daba la sensación de que en cualquier momento pasaría al suelo.

-No sabía que trabajabas aquí- dijo Edward, le mire y tenia una sonrisa.

-Bueno…-dijo la chica- es la casa de mi abuela y la ayudo- estaba nerviosa, ya que jugaba con su pulóver, entendí de que le gustaba Edward.

-Querida, lleva a Bella a conocer la casa y a sus compañeros- le ordeno amablemente la anciana. Ángela asintió y me extendió la mano.

Alice me coloco en el suelo y agarre la mano de la chica. Esta me condujo por una enorme puerta de madera, cuando la abrió vi a un montón de niños jugando y viendo la televisión.

Antes de que se serraran las puertas me gire para ver por ultima vez a Edward y Alice, ellos me estaban mirando, en ese momento no pude aguantarlo más, las lagrimas comenzaron a salir, el dolor era demasiado y ya no podía aguantarlo.

-Adiós- salude con mi mano.

Me di cuenta de que no quería separarme de ellos.