EDWARD

Hoy era el mejor día de mi vida, hoy por fin me casaba con la mujer de mis sueños, la mujer más importante de todas, a la que amaba sobre todas las cosas, ya estaba listo para ir a la iglesia, jasper uno de mis amigos seria el padrino de bodas y la madrina seria Ángela la amiga de bella, ya estaba todo preparado espero que ella no se arrepienta porque no sé qué aria sin mi mujer

BELLA

Estaba tan nerviosa, no sabía si podía hacer esto sin él, quería que mi padre me llevara al altar, aunque sabía que estaría conmigo acompañándome en espíritu no estaría conmigo este día

-         Bella tienes que calmarte las personas te están esperando abajo – dijo Ángela mirándome

-         Es que no se si pueda hacerlo- dije mirándola

-         Bella Edward te esta esperado

-         Es que no se si puedo- dije llorando

-         Bella claro que puedes, tu padre estaría mas que feliz de verte convertida en su esposa- dijo Ángela acariciándome la cara

-         Lo sé, pero quiero que el este conmigo – dije llorando

-         Yo se   bella, pero él te dijo que siempre estaría contigo

Ángela tenia razón, yo podía hacerlo, además amaba a Edward y quería casarme con él así que termine de arreglarme y Salí a buscar al hombre de mis sueños, cuando baje ya todos estaban esperándome y Edward ya estaba esperándome en el altar, sonreí mirándolo y él me sonrió me tocaba caminar solo al altar, pero sé que él estaba conmigo y me llevaría al altar, suspire y camine hacia mi futuro solo espero que estemos juntos por mucho, mucho tiempo y que nadie me lo quitara

-         Porque tardaste tanto pensé que te habías arrepentido – dijo mirándome

-         Lo siento – dije mirándolo – lo que pasa es que tuve una pequeña crisis – dije aun con lágrimas en los ojos y él lo entendió

-         Entiendo mi vida-. Dijo mirándome

el sacerdote carraspeo y nosotros solo nos disculpamos, la ceremonia inicio y yo solo sonreía y esperaba que llegara el momento en el tuviera que decir que aceptaba, Edward solo me tomaba de la mano, y llego el momento en el que Edward me entregaba el anillo,

-         Isabela swan toma este anillo como señal y símbolo de mi amor hacia ti, con esta alianza te prometo que siempre estaré contigo en las buenas y las malas y que todo el mundo sabrá que eres mi mujer y que mientras estemos vivos siempre estaré contigo y para ti

Sus palabras me tenían tan sensible que solo pude sonreír

-         Edward- dije llorando y el sonrió – aunque no estaba lista o segura de casarme contigo tu hiciste todo lo que estuvo en tus manos para convencerme y demostrarme que de verdad me amabas sobre todas las cosas del mundo y que no importaba lo que las demás personas dijeran o hicieran nada y nadie nos podría separar, porque siempre estaremos juntos y siempre nos vamos amar

El sacerdote sonrió al escuchar nuestras palabras lo único que le quedaba por decir eran las tan ansiadas palabras

-         Edward cullen acepta como esposa a Isabela swan para amarla, respetarla, serle fiel en la salud, y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza todos los días de su vida hasta que la muerte los separe

-         Acepto – dijo Edward sin dudarlo mirándome a los ojos

-         Isabela swan acepta como esposo a Edward cullen para amarla, respetarla serle fiel en la salud, en la enfermada, en la riqueza y en la pobreza todos los días de su vida hasta que la muerte los separe

-         Acepto- dije sonriéndole Edward me sonrió y el sacerdote nos sonrió

-         Bueno ahora solo me queda – dijo mirándonos – hay alguien que sepa alguna razón por la cual esta boda no debe llevarse a cabo que hable ahora o calle para siempre- dijo el sacerdote, aunque sabía que nadie se atrevería a dañar mi boda me sentí nerviosa pero cuando nadie dijo nada solo suspire y el sacerdote sonrió – ahora si solo me queda decir – dijo sonriéndonos- los declaró marido y mujer, Edward puedes besar a la novia

Edward me tomo de las mejillas besándome con tanta delicadeza y amor que me sentía en el cielo, beso mis ojos y termino en mis labios besándome apasionadamente, cuando todos aplaudieron nos separamos y sonreímos, por fin éramos felices y nadie podía quitarnos esto

Todos nuestros amigos y las personas que nos querían estaban aquí acompañándonos, sonreí suspirando y caminando entre toda la gente, abrazos, besos, felicidades y muchas palabras de aliento y amor llegaron a nosotros de verdad me sentía querida y amada, aunque no estaban las personas que tanto añoraba ver, las dos personas de mi vida habían muerto meses atrás dejándome casi sola, porque ahora empezaría una nueva vida al lado del hombre que más amaba en este mundo

-         Sabes pensé que te habías arrepentido de casarte conmigo- dijo Edward una vez que ya estábamos bailando el primer baile de novios –

-         No podría – dije mirándolo- solo que pensé en papa y en lo mucho que me hubiera gustado sentirlo o verlo conmigo y aunque sé que está aquí no lo siento – dije dolida

-         Amor sé que es duro para ti, pero estamos juntos y nadie nos puede quitar esa felicidad

-         Lo siento no quiero arruinar nuestro día- dije mirándolo

-         No pasa nada mi vida es entendible que estés así- dijo mirándome – las personas lo entienden solo que sabes porque tuvimos que hacerlo tan rápido – dijo acariciándome la cara

-         Lo sé y no me importa ya me moría de ganas de ser tu esposa

Edward me beso sonriéndome, me sentía mas tranquila sabiendo que el estaría conmigo toda la vida y que nada y nadie nos podía quitar esta felicidad ahora ni nunca.