Viviendo Felices, Comiendo Perdices (+18)- Continuación de Acuerdo Perfecto

Autor: Cintia_pattinson
Género: Romance
Fecha Creación: 20/11/2009
Fecha Actualización: 10/12/2011
Finalizado: SI
Votos: 63
Comentarios: 80
Visitas: 317611
Capítulos: 20

Secuela de Acuerdo Perfecto. Edward y Bella se enamoraron de una forma poco convencional ahora tendrán que lidiar con los preparativos de una boda, unos adolescentes precoces, un secreto que saldrá a la luz sobre su relación y los cuidados de un embarazo.

Propiedad de Jazzy W.

 

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Capítulo 10: Miedos y Curas

Edward observaba a Bella dormir, hace mas de una hora que estaba despierto, poco después de las 2 de la madrugada la había cargado hasta su habitación, evitando que fuera a resentir el dormir en el sofá pues se había quedado dormida entre sus brazos después de hacer el amor, debía admitir que para el no había sido suficiente, pero no lo era, nunca…sonrió al considerarse un loco ninfomano, no, no lo era, bueno al menos no tanto, era un hombre perdidamente enamorado, que deseaba a su mujer, que la quería proteger y cuidar, que la adoraba, la que le daría un bebe, un hijo…su hijo, su estomago se contrajo, estaba aterrado, debía admitirlo, no sabia que hacer, el jamás se había preocupado por nadie que no fuera el…antes de que una misteriosa chica tocara su puerta y cambiara su vida por completo…su cuerpo se estremecía solo de pensar que pronto seria responsable de una personita pero jamás cambiaria nada, ningún momento con su adorada chica…

-Te amo Swan-, murmuró bajito antes de acomodar su cabeza junto a la de ella, cerrando lo ojos un poco dejando que el calor de su cuerpo lo arrullara.

Y sin pensarlo se quedo dormido no supo cuanto tiempo…solo sabia cual era la razón por la cual había despertado de nuevo…estaba solo.

-¿Bella?-, llamó pero no hubo respuesta…miró la habitación, la puerta del baño, nada, no hubo ningún movimiento.

-Bella-, insistió mientras se levantaba, salió de la habitación mientras oía el trastabillo de varios trastes y después un estruendo seguido de perturbador silencio, Edward corrió por las estrechas escaleras hasta llegar al umbral de la puerta de la cocina, Bella maldecía en varios idiomas diferentes, estaba recargada sobre el desayunador, casi de rodillas, Edward fue hasta ella y la atrajo a su pecho.

-¿Esta bien?-, preguntó preocupado.

-Si…fue solo que el mundo dio muchas vueltas-, murmuró ella molesta con los ojos cerrados.

-¿Qué diablos hacías?-, cuestionó el aun sosteniéndola entre sus brazos, había sentido su sangre bajar, un frío recorrerle el cuerpo, un atisbo de lo que seria si a ella le pasaba algo.

-Quería hacer una crepas Cullen…y no me hables así-, replicó ella mientras el la miraba.

-Me asustaste-, susurró el, ella le tocó el rostro y sonrió

-Tonto-, murmuró antes de darle un beso suave, Edward bajo su cabeza y sus ojos la miraron, de pronto comenzó a reír ya mas tranquilo

-Y antes del mareo… ¿luchaste con la harina?-, preguntó el en tono burlón, Bella se miró mientras recordaba que cuando el repentino mareo la atacó sostenía la bolsa de harina, toda su playera de dormir estaba llena, sus piernas, buscó la bolsa que estaba tirada, casi vacía en el suelo, se sacudió enojada, ahora resultaba que el embarazo la haría mas patosa… ¡Genial!

Levantó la mirada para ver a su prometido sonriente, ya sin atisbo del sentimiento en sus ojos que había en ellos hace un momento, se sacudió de nuevo y luego fue hasta el y le lleno el cabello de harina.

-Eso no es jugar limpio-, murmuró el sonriente, ella rodeó los ojos y le llenó la cara, Edward la atrajo hacia si y la besó mientras ella llevaba sus manos a su cabello, Bella se perdió en sus caricias, en su boca y en la forma en que el la hacia tan feliz…solo con detalles insignificantes, Edward caminó un poco mas hasta sentarla sobre el desayunador, mientras sus ojos se encontraba con las respiraciones jadeantes, Bella lo abrazó mas y el besó su cuello suavemente.

-¿Qué tal si te quitamos toda esa harina del cuerpo?-, murmuró el divertido.

-Lo siento Cullen esta vez yo me ensucie solita-, contestó Bella divertida, el se separó haciendo un mohín, ella sonrió mientras la ayudaba a bajar.

-Sabes que si nos damos prisa perderemos la cita-, consoló ella mientras el levantaba los brazos.

-Esta bien…ve, yo recojo “tu talento culinario”-, respondió el mientras ella le sacaba la lengua.

-Bella si te sientes mal…-, comenzó Edward mientras ella lo miraba.

-Estoy bien…-, comenzó pero Edward se giro algo exasperado, ella caminó hasta quedar de frente a su espalda, lo abrazó por detrás y besó su cuello.

-Te grito si necesito algo-, murmuró antes de salir de la cocina.

Cuando Bella bajo en un vestido color azul nada formal junto a una chaqueta de mezclilla con el cabello recogido y los lentes que tanto la caracterizaban, Edward solo pudo sonreír, le tendió un Omelet mientras ella observaba la cocina ya sin rastros de harina.

-¿Cómo te sientes?-, preguntó el sabiendo que era un juego de azar que comida le caería y que no, Bella sonrió y probó un poco.

-Lo resistiere-, Edward asintió y le dio un beso en la mejilla, desayunaron mirando las noticias, Edward subió a ducharse y pronto estuvieron de camino al hospital

Caminaron hasta el consultorio privado de Carlisle y entraron mientras el padre de Edward se levantaba para recibirlos sonriente.

-Hola chicos-, saludó abrazando a Bella

-Hola papá-, contestó Edward, Bella le sonrió mientras salían del consultorio.

-Primero haremos unos exámenes de sangre, los resultados los tendré a mas tardar el lunes, es solo para comprobar que todo este en orden, y te realizaremos tu primer ultrasonido-, contó el Dr. Cullen mientras ambos asentían.

Caminaron unos cuantos pasos mas hasta que Bella se detuvo, ambos hombres la miraron, Carlisle confuso y Edward divertido, lo que fuere que estaría pensando sabría que seria único, Bella se mordía el labio inquieta.

-¿Exámenes de sangre de esos de aguja?-, preguntó mientras Carlisle asentía.

-No me vas a decir que tienes miedo a las agujas Swan-, inquirió Edward divertido.

-Duelen…- contestó ella cual niña pequeña

-Tranquila Bella solo será un pequeño pinchazo, ni lo sentirás-, sonrió Carlisle mientras ella rodeaba los ojos.

-Si claro, y yo creo en Santa Claus-, murmuró ella mientras comenzaba a caminar seguida por un Carlisle sonriente y un Edward divertido

Carlisle los dejo en la sala de Análisis, Edward se sentó en una de las sillas, a su lado había un pequeño carrito con unos cuantos utensilios empaquetados y esterilizados, una camilla y otra silla, Bella daba vueltas frente a el sin mirarlo.

-No puede ser tan malo Swan… ¿y la chica fuerte?-, preguntó Edward divertido

-Me dan miedo…no entiendo que ganas de traspasar tres capas de piel con una agujita puntiaguda, no es lógico-, Edward no dijo nada solo la miró.

-Buenas días-, saludó una enfermera, Bella la miró solo un momento antes de sentir sus piernas flaquear, claro que no era muy maduro, pero las gujas la aterraban siempre la habían hecho y mas aun cuando recordaba que sus papas nunca estuvieron cuando le ponían sus vacunas, si ella lloraba Reene la dejaba sola…

La enfermera se paró junto a Edward y le señalo el brazo –Descúbrase el brazo por favor-, señaló mientras el reía.

-Swan-, llamó el y ella suspiró.

La enfermera entendió cuando ella se fue a sentar y se quito la chaqueta.

-Lo siento-, se disculpó mientras Edward sonreía

Bella miró como a enfermera preparaba una jeringa, la aguja era enorme…bueno no tanto pero aun así iba a doler, se mordió el labio y Edward se levantó quedando detrás de su silla.

-Tranquila amor-, susurró a su oído, la enfermera sonrió y se dispuso a hacer su trabajo.

-Piensa en algo lindo-, susurró Edward mientras Bella gruñía.

-Jansen Ackles no me ayudara en estos momentos-, murmuró mientras Edward rodeaba los ojos.

-Muy graciosa Swan-, contestó, Bella cerro los ojos, “No va a doler…mi suegrito dijo que era solo un pinchazo”

-Tranquila-, murmuró besando su cuello, su piel se erizó, Edward besó su oreja y lamió suavemente.

Bella sintió un pequeño pinchazo y después de nuevo la lengua de Edward contra su piel.

-Ya esta-, susurró la enfermera con gesto tierno al verlos, Bella miró el tubo de sangre y se encogió

-Eso es asqueroso-, replicó mientras Edward rodeaba los ojos.

-No suele ser tan quejumbrosa…-, le dijo el a la enfermera con tono de disculpa teatral, mientras Bella le daba un codazo.

-Y tu no sueles ser tan burlón…a no espera si sueles serlo-, salieron rumbo al pasillo y se encontraron a Carlisle, los condujo a un pequeño cuarto, había una camilla y un monitor además de algunos otros aparatos.

-En esa puerta puedes cambiarte, las batas están adentro-, sugirió Carlisle mientas Bella asentía, entró y se quito su ropa, salió y se recostó en la camilla.

-Estas muy callada-, murmuró Edward a su lado.

-Mira cualquiera diría que estarías feliz-, contestó Bella mientras el rodeaba los ojos.

-Yupi-, susurró mientras ella sonreía

-Estoy nerviosa-, aceptó mientras el besaba su frente.

-Lo se-, le dio un beso en los labios mientras Carlisle se acercaba.

-Podré la gel sobre tu vientre y podremos ver las primeras imágenes de su bebe-, Bella sonrió mientras el frío del gel la hacia estremecer, tomó la mano de Edward y este la sostuvo, Carlisle colocó el aparato cerca de su vientre y el monitor comenzó a mostrar relámpagos de imágenes, en realidad parecían figuras sin forma definida, pero un sonido comenzó a repicar por toda la habitación, era suave, bajito y constante, Bella sintió las lagrimas salir de sus ojos, Carlisle dejo de mover el censor, limpió su vientre y los miró.

-Ese es un corazón, pero supongo que ya lo saben…aun es pequeño en unas semanas podremos saber si es una bella niña o un fuerte muchacho-, contestó sonriente, se levanto quitándose los guantes, le dio una palmada a Edward y salió.

Edward no podía hablar, tenia grabado el sonido del pequeño corazón de su hijo, algo tan irreal y tan maravilloso, miró a Bella que se limpiaba las lagrimas de la mejilla, sonrió y le quito los lentes.

Bella lo miró y lo abrazó, mientras el la levantaba un poco y la rodeaba con sus brazos.

-Te amo-, murmuró ella mientras el sonreía.

-Jamás me voy a cansar de escucharlo-, contestó mientras la besaba.

-Me va a encantar un hijo con tus ojos, y tu cabello-, contestó ella mientras el fruncía el ceño.

-Claro que no, yo quiero una mini tu para inscribirla a clases de Ballet-, sonrío y ella rodeó los ojos.

-Claro Cullen solo quieres comprobar que parecía un panda en leotardo cuando era niña-, contestó ella riendo y el la abrazó mas fuerte.

-No, quiero un niña igual a la mujer que amo-, contestó a su oído, Bella lo besó lentamente mientras el la sostenía con sus manos vagando por la delgada bata.

-Tenemos que parar Swan-, sonrió mientras ella le sacaba la lengua.

-Claro ya, ya…tampoco quiero que tu papa regresé y seamos una leyenda local, pregúntale a Emmet-, Edward sonrió mientras ella se iba a cambiar, al salir de la habitación se encontraron con Esme quien los abrazó mientras Bella se escondía entre sus cabellos, Esme era la parte maternal que a ella siempre le había faltado. Alice también abrazó a Edward dando brincos mientras Jasper sonreía

Volvieron al consultorio mientras Carlisle le recetaba Acido Fólico y algunas vitaminas.

-No esperábamos verlos aquí-, comenzó Edward mientras Esme sonreía

-De verdad creíste que nos perderíamos de el primer vistazo a mi sobrino favorito-, contestó Alice al tiempo que Bella negaba.

-No cuenta como favorito si es el único hasta ahora-, replicó ella

-Si Bells...es mi favorito y ya fin de la discusión-, contestó ella y Bella rodeó los ojos.

-Claro enana-, sonrió Bella y Edward la abrazó por detrás besando su cuello, Carlisle les entregó la receta y Esme se despidió junto con Alice y Jasper pues iban a hacer algunas compras.

-Los esperamos mañana para comer entonces-, inquirió Esme mientras Bella asentía junto con Edward, se despidieron de Carlisle y se dirigieron a la farmacia del hospital para las medicinas, Edward se formó en la fila mientras Bella se sentaba en unas sillas de espera

-La chica del pastel-, saludó James mientras Bella lo miraba, le costó unos segundos reconocerlo, sonrió y asintió. El chico del supermercado, la esencia de vainilla, sonrió al recordar esos días y el acuerdo con Edward

-La misma, chico rudo-, saludó ella mientras se sorprendía al verlo ataviado en un traje de enfermero.

-No me digas…enfermero de día, asesino de noche y repostero los fines de semana-, bromeó Bella mientras el reía, James sonrío, tal como la recordaba divertida, lista y hermosa, Bella era una de esas personas que no se olvidan.

-Me da gusto volver a verte Bella-, saludó el mientras ella sonreía.

-A mi igual, aunque aun estoy en shock…jamás hubiera imaginado que trabajaras en el hospital-, aceptó mientras James asentía.

-Lo se, nadie lo cree…ayuda a mi vida secreta-, murmuro acercándose un poco mientras Bella reía.

-Hola-, saludó Edward tratando de mantener un voz neutral…James también lo reconoció…a el

-Edward ¿cierto?-, saludó estrechando su mano, Edward asintió y saludó.

-¿Trabajas en el hospital?-, preguntó Edward mientras James asentía

-¿Viene a consulta?-, preguntó James curioso.

-Chequeo-, corrigió Bella

-Constante de aquí a que parezca pelotita-, continuó mientras Edward negaba sonriendo.

-Entiendo…felicidades-, murmuró James mirándola, aun cuando le molestaba y aun cuando sabia que el jamás tuvo una oportunidad, estaba feliz por ella, por Edward bueno no era un santo.

-Se supone que estoy trabajando…nos vemos por ahí chicos-, se despidió, le dio un beso a Bella en la mejilla y se fue.

-No lo imaginaba como enfermero-, dijo Bella mientras Edward asentía ya de camino a la salida.

-Si, se ve mas como asesino serial-, trato de bromear pero estaba tenso, enojado, con el y con James, con muchas cosas…estaba enojado de tener miedo, miedo de perder lo único que lo hacia vivir de verdad.

Después de llegar a su casa, Bella preparó algo de pasta para la comida, y comieron mientras estaba agradecida que ese día la nauseas no la atormentaran a cada minuto, Edward estaba algo retraído, serio, distante, aun cuando la trataba con cariño y hablaba con ella, sabia que algo pasaba, no entendía que era, lo único que le seguía dando vueltas en la cabeza es que tal vez podría estar celoso, lo cual a Bella le resultaba absurdo.

Por la tarde Bella se sentía algo cansada así que se pusieron a ver televisión mientras se quedaba dormida, recostaba con el pecho de su novio, Edward acariciaba su cabello, tratando de convencerse a si mismo que sus miedos eran parecidos a Bella y la lucha contra las agujas, totalmente ilógicos, Bella lo amaba , lo sabia, pero eso no impedía que otros hombres no la miraran, era imposible no hacerlo, su sola personalidad era atrayente, ¿Y cuando ella se diera cuenta que podía tener a cualquier persona…seguiría siendo el ganador?

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Bella se levantó mientras quitaba la manta que cubría su cuerpo, noto que se había quedado dormida en el sofá, la televisión estaba apagada y el pequeño saloncito solo estaba iluminado por la luz tenue de la lámpara, le hizo recordar la noche anterior, se giro buscando a Edward pero no lo encontró, el ruido de la tenue lluvia cayendo le erizo la piel…aun llover la ponía nerviosa…y triste, subió las escaleras y entró a su habitación, Edward estaba parado mirando por la ventana hacia la calle, gota agota chocaba contra el cristal mientras ella entraba.

-¿Qué horas es?-, preguntó mientras miraba el atardecer por la ventana

-Pasan de las 7-, contestó Edward sin girarse.

Un trueno se escuchó mientras Bella cerraba los ojos, Edward se giró y la miró, caminó hasta ella y la abrazó.

-¿Aun te asusta la lluvia?-, preguntó el en voz baja.

-No…no cuando estas conmigo-, murmuró antes de esconder al cara en su pecho.

-Estaré contigo tanto como tu quieras-, contestó Edward mientras Bella se separaba solo un poco aun entre sus brazos

¿Qué tienes?-, preguntó ella en un hilo de voz

-Nada-, contestó el desviando la mirada

-Prometimos que hablaríamos antes de cualquier cosa-, replicó Bella nerviosa

-Tengo miedo-, acepto Edward al fin

-¿De la lluvia?-, pregunto Bella tratando de sonreír sabiendo que es no era el motivo por el que su novio parecía querer huir.

-No…Swan eso y las agujas es solo tuyo-, contestó sonriendo de medio lado, pero no llego a sus ojos.

-Tengo miedo de salir algún día de tu vida, que te enamores de otra persona, que te des cuenta que podrías tener a cualquier hombre y no a mi...-, susurró mientras Bella lo miraba confusa.

-Te das cuenta que debes estar enfermo para decir tanta tontería-, contestó Bella mientras el se reía

-No son tonterías…tu preguntas, yo respondo-, murmuró el.

-Bien…que te hace pensar eso, no te ha quedado claro que con el único hombre que quiero estar es contigo, que te amo, que te deseo hasta casi querer rasgarte la ropa… hoy escuchamos a nuestro bebe latir Edward-, Bella comenzó a llorar sin poder evitarlo… ¡Estupidas hormonas!

-No me refiero a eso…se que me amas, tanto como yo a ti pero eso no quiere decir que no pueda temer perderte-, Edward se acercó poco a poco hasta rodearla con su brazos Bella lo abrazó y lloró en su hombro.

-Y eliges alejarte…-, replicó Bella, lo miró a los ojos tomando su rostro entre las manos.

-¿Y yo no tengo miedo…temo perderte…tus padres no tiene miedo, Alice, Emmet?, cada persona que conoces teme, que seria de nosotros si nos limitamos de lo único que el miedo no nos puede quitar: sentir, respirar, vivir-, reclamó Bella con voz ronca, Edward la miró con un dolor en el pecho.

-¿Estoy siendo idiota?-, preguntó Edward, sus ojos eran cristalinos y Bella lo miró sonriendo.

-Estoy aquí Edward y tu lo estas, lo demás no importa-, murmuró Bella antes de besar sus labios suavemente, Edward llevó sus manos a sus mejillas y limpió las lagrimas, la acercó y la besó con todos los sentimientos explotando en su cuerpo, Bella llevó sus manos a su cabello jalándolo de a poco mientras el recorría el contorno de su cuerpo y subía un poco el vestido, respiraron boca con boca mientras sus frentes se unían.

-Tranquilo amor…piensa en algo lindo-, citó Bella las mismas palabras que el le había dicho, Edward solo sonrió y la volvió a besar demandante exigente y excitante.

Bella se pegó a su cuerpo mientras el la alzaba colocando sus piernas en torno a su cintura, Edward bajó a su cuello y besó, mientras Bella cerraba los ojos, caminaron hasta la cama y la depositó sobre el suave colchón, Bella lo miró mientras el la volvía a besar recostado contra su cuerpo, acarició una pierna doblándola un poco, se separó para besarla mientras Bella lo miraba y se pasaba la lengua por sus labios.

Edward sonrió y sintió su erección tirante contra el pantalón, nadie, nadie podría describir lo que sentía al estar con ella, lo que era que alguien pudiera entenderte y regalarte todo.

La volvió a besar mientras ella lo empujaba tenuemente, Edward se giró y recargó su espalda contra las almohadas que estaban sobre la cabecera y se quedo medio sentado mientras Bella gateaba hasta el, hasta quedarse a horcadas, besó su cuello y su pecho mientras el acariciaba su cuerpo, ella desabrochó sus vaqueros y quito completamente su camisa, la ayudó a quitarle el pantalón y volvió hasta el mientras Edward la atraía, levantó su vestido acariciando los muslos y Bella gimió en su oído.

-Estas mojada…-, susurró Edward mientras su sexos se rozaban solo separados por la delgada tela de la ropa interior, Bella lo volvió a besar.

-Si…¿algún idea al respecto Cullen?-, jadeo ella mientras Edward deslizaba arriba de su cuerpo el vestido, dejándola solo con su sostén y sus bragas, besó las curvas de sus pechos por sobre la tela y despacio con sus manos vagando toda la extensión de su espalda, desabrochó la prenda superior, Edward la observó mientras veía su pecho subir y bajar rítmicamente, Bella acarició su abdomen y mas abajo aun, rozó su erección mientras Edward la volvía a besar, Bella se levantó solo un poco para quitarse las bragas mientras el hacia lo mismo con su ropa interior, Bella lo miró y rozó su centro palpitante contra su miembro tentándolo mientras Edward siseaba y cerraba los ojos.

Bella se acerco a su oído y besó el lóbulo de su oreja…-Siempre serias tu-, susurró mientras Edward la atraía hacia si uniéndose en ella logrando un jadeo por parte de ambos, Bella lo miró y sonrió y el le sonrió en respuesta, comenzó a moverse lentamente con él dentro, cuando la fricción fue una necesidad vital, comenzó a subir y bajar ayudada por el, Bella llevó sus manos al lado de la cabeza de Edward recargándolas en el cabecero y comenzó a moverse mas y mas inclinándose hacia delante con su pechos muy cerca de la respiración de el…Edward tomó un pezón en su boca y Bella gimió, aumentando los movimientos.

Edward llevó sus manos a sus caderas y la ayudó a deslizarse hundiéndose hasta el fondo en ella, hasta que ambos se rindieron, Bella lo besó antes de esconder la cara en su cuello e inhalar su aroma.

Un trueno retumbo en el silencio reinante mientras Bella miraba a Edward por sobre sus pestañas, por primera vez sonrió…libre de miedo, al menos de la lluvia y el hizo lo mismo aterrado por todo lo que desconocía pero feliz.

Capítulo 9: Del Dicho al Hecho Capítulo 11: La Familia Está Completa

 
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