Mundos Opuestos (+18)

Autor: KiaCullen
Género: + 18
Fecha Creación: 05/05/2013
Fecha Actualización: 12/03/2014
Finalizado: NO
Votos: 16
Comentarios: 34
Visitas: 10225
Capítulos: 4

 

Un grupo de chicos son seleccionados para participar en un programa de televición, deberan estar en reclusión durante seis meses, competiran en pruebas deportivas para obtar a un premio en dinero; es asi donde comienzan a entablar relaciones de amistad, amor y enemigos, los cuales deberan ir resolviendo conforme aparecen los malos entendidos; ademas de ser capaces de soportar las pruebas y el encierro.

 


Los personajes pertenecen a S. Meyer, solo la historia es de mi creación, esta completamente prohibida su copia sin mi consentimiento.

Chicas este es mi primer fic, espero lo lean y dejen sus votos y comentarios, los cuales son muy importantes para mi, ya que de esta manera puedo saber su opinion y la recepcion de esta historia, la cual van a ayudar a ir mejorando dia a dia.

Tambien decirles que esta historia sufrio un editado por lo que les recomiendo que comiencen nuevamente a leerla, ya que hay cosas cambiadas.

Finalmente agradecer enormemente a mi Beta Eve Runner por su ayuda y apoyo con la historia. Tambien agradecer a Dennise Flores por la hermosa portada.

Gracias por su paciencia, espero sus comentarios, preguntas o sugerencias.

Gracias por su apoyo cariños de Kia Cullen

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Capítulo 3: Nuevo Comienzo

Declaimer: Los personajes le pertenecen a Stephanie Mayer. La historia es propia y de mi imaginación, cualquier parecido con la realidad solo es coincidencia.

Queda prohibida la copia completa o parcial de la historia sin mi consentimiento, (no al plagio)

 

Esta historia contiene escenas de sexo, si eres menor o sencible a ciertas situaciones, ya sabes que hacer.

 

Esta es mi primera historia, espero les guste. Agradezco enormemente a mi Beta Eve y a Denisse Flores por crear la Hermosa portada.

 

Capítulo beteado por Eve Runner, Beta FFAD: www facebook com / groups / betasffaddiction


 

 

Capítulo 2: Nuevo comienzo.

 

POV Bella

La semana pasó muy rápido. Era jueves por la noche, me encontraba en mi habitación, ordenando las pocas pertenencia que debía llevar, lo cual no me tomaría mucho tiempo, solo debía meter tres cambios de ropa, mis artículos de higiene y unos cuantos libros.

Luego de unos cuarenta minutos donde quedó lista la pequeña maleta me recosté en mi cama, repasando mentalmente todo este cambio desde aquel viernes. Recordaba la situación embarazosa de contarle a Charlie y a Renée lo del programa televisivo

 

Había pasado la gran parte del día en el centro de Seattle dando vueltas, en un principio había querido ir directamente a mi casa, pero luego me asaltó un ataque de nervios. Cambié de rumbo, por largos minutos di vuelta tras vuelta en la cuidad sin rumbo fijo, luego de lo que pareció una eternidad estacioné mi vieja chevy en un centro comercial. Eran cerca de las seis de la tarde, no sabía cómo había pasado tan rápido el tiempo, hasta que mi estómago me pidió algo de comer.

En el centro comercial fui directamente donde vendían unas jugosas hamburguesas, luego de pedir me senté en un lugar apartado, casi escondido de las demás personas, me sentía extraña y no quería que nadie viera mi estado de nerviosismo, casi era estado de shock, mientras comía en mi cabeza pasaban diferentes tipos de situaciones posibles de cómo decirles a mis padres además de sus reacciones. Cosa que no tranquilizaba mi estado.

Finalmente cuando ya eran cerca de las nueve, decidí mover mi trasero de aquel lugar y enfrentar mis temores. Luego de tres horas de introspección me di cuenta que no me importaba mucho la reacción de Charlie o Renée, más bien me aterraba la idea de encerrarme con completos desconocidos. Además estaba el tema de las dichosas competencias deportivas, con las que yo me llevaba de maravilla –nótese el sarcasmo– Una vez dentro de mi auto pensé que ya había pasado todo el día siendo negativa, pensando solo en mis miedos, decidí pensar en lo bueno y positivo.

A final de cuentas el resultado de aquella locura sería una jugosa cuenta, lo suficientemente buena para mí y mi familia, solo debía soportar por lo menos tres meses, deseaba con todo mi ser que esos meses pasaran  volando; luego de todo esa locura podría irme a cualquier parte del mundo, donde nadie me conociera y finalmente estudiaría publicidad, razón por la cual acepté esto.

Sí, debía pensar solo en mi propósito principal y en nada más. Además tengo toda una semana para poder estar un poco en forma y dejar de ser tan patosa… Bien, sinceramente dudo que mi descabellada patosidad cambie de una semana a otra, ¿pero es malo soñar?

Metida en mis más profundos miedos, pensamientos y sueños llegué en poco tiempo a casa. Eran cerca de las diez de la noche, el coche de mi padre se encontraba estacionado en frente, así que me armé de valor y estacioné mi carro, bajé lentamente, me encaminé a la puerta de la casa, entré muy despacio. Charlie se encontraba viendo televisión y Renée estaba en la cocina preparando la cena, me dirigí a paso seguro hacia Charlie, lo saludé luego fui hacia Renée.

Ayudé a preparar lo que faltaba. Cuando todo se encontraba listo nos sentamos, como era costumbre, en la mesa donde se hablaba lo necesario, generalmente se comía en silencio. Debía hablar ahora o callar para siempre…

—Charlie, Renée. —Comencé y los miré para observar sus reacciones. Mis padres me observaban curiosos pero sin decir nada, así que continué.

—Debo decirles algo importante sobre… —Charlie me interrumpió.

—¿No estarás embarazada, cierto?

Sentí como el rubor subía por mi rostro. Renée se veía contenta y decía algo sobre comenzar a comprar ropita, Charlie se encontraba esperando mi respuesta, prácticamente endurecido y rígido sobre el asiento.

—¡Dios, Charlie! ¡No! Cómo crees que estoy embarazada, no tengo novio como para poder estar en esas —le grité sin pensarlo, vi cómo comenzó a relajar su postura y Renée se desanimó un poco.

—Entonces, Bells, ¿qué quieres decir?

—Bien, se trata de un nuevo trabajo, comenzaré el viernes que viene.

—Eso es bueno, Bella, ¿en qué trabajarás ahora?  —pregunto Renée.

—EntrareaunprogramadetelevisiónserépartedeunRealityshow —dije todo esto de un solo tirón, rápidamente y casi sin respirar. Charlie me miraba tratando de descifrar lo que había dicho y Renée tenía cara de no comprender nada.

—Bella, cariño, ¿podrías repetir lo que acabas de decir un poco más lento para entenderte?

—Dije que entraré a un programa de televisión, seré parte de un Reality Show —volví a decir lentamente y luego los miré, esperando sus reacciones.

Charlie y Renée se quedaron en silencio,  algunos segundos  después estallaron en carcajadas. ¡No lo podía creer! Pasé toda la maldita tarde poniéndome en diferentes escenarios por sus reacciones y cómo darles la noticia, pero jamás imaginé que estallarían en carcajadas y que prácticamente no me creerían. Molesta por su reacción les recriminé.

—No le encuentro la gracia —repliqué molesta.

—¿Es enserio, Bells? —preguntó más calmado Charlie pero aún sonriente.

—Claro, ¿o me ven riéndome? Ya firmé mi contrato y me iré el viernes en la mañana a la reclusión, que pasaran por televisión en dos semanas más, estaré alrededor de seis meses fuera sin saber de nadie y podré optar por un premio millonario.

Luego de que dijera eso mis padres estaban completamente serios, no hablaban casi estaban en stock

—Hija, ¿sabes de qué se trata ese tipo de programa, cierto? —cuestionó Renée.

—Claro, Renée. Sé a lo que voy, creo estar capacitada para poder estar en eso, o jamás me hubiera involucrado en esta situación, además no planeo estar completamente los seis meses encerrada, con tan solo soportar tres estaré contenta con mis ganancias —respondí más para mí, para poder convencerme de esta locura, que para ellos.

—Bien, Bells, si es lo que tú quieres hacer, cuenta con nuestro apoyo, solo espero que estemos preparados para saltar a la fama —dijo divertido Charlie.

Luego de eso no se tocó más el tema y terminamos la cena callados, cada uno ocupado con sus propios pensamientos, lo cual agradecía.

 

Ahora estaba algo nerviosa, debía relajarme para poder dormir y despertar temprano, mañana sería un nuevo comienzo.

Desperté temprano, no pude dormir mucho, estaba ansiosa. En unas horas mi vida cambiaría, estaba preguntándome si era lo correcto. Miré mi reloj, eran las 06:30 de la mañana, comencé a colocarme la ropa, unos jeans ajustados claros, una polera color azul, encima de ella un polerón blanco, además mis infaltables converse. Me peiné, luego bajé. Renée estaba haciendo el desayuno.

—Buenos días, Bella.

—Buenos días, Renée.

—Ya casi está listo el desayuno, siéntate para pasar estos últimos minutos juntas.

Me senté. Miraba lo que hacía Renée, el olor a unos hotcakes me llegaba, a Renée le quedaban exquisitos. Colocó todas las cosas en la mesa, sirvió el té y se sentó junto a mí.

—Charlie, te desea mucha suerte, dice que estará viéndote  por televisión.

—Gracias, ¿salió muy temprano?

—Sí, lo llamaron de la jefatura, tuvieron un inconveniente pero nada grave.

Luego de eso conversamos de trivialidades. Renée me deseó mucha suerte, me pidió que diera todo lo que tenía, y que pasara lo que pasara estaban muy orgullosos de mí.

Eran las 08:00 cuando sentimos que se estacionaban frente a la casa, tocaron la puerta, Renée se levantó y fue a abrir, me puse nerviosa, sabía que ya había llegado el momento de la verdad.

—Buenos días, señora, vengo a recoger a la señorita Isabella Swan, ¿ella se encuentra lista?

—Buenos días, está lista. De inmediato sale a su encuentro, por favor espere unos segundos.

Renée se acercó a mí, me abrazó fuertemente por algunos segundos, a modo de despedida besó mi frente, deseándome mucha suerte. No nos dijimos nada más, estábamos algo sensibles, sabía que no me iría para siempre, pero de igual manera no nos veríamos por algunos meses. Salí rápidamente con mi maletita, el chofer me ayudó, me guió al auto, al llegar frente a este me sorprendí, era una limusina negra, me abrieron la puerta para subir y sin decir nada partimos rumbo a la reclusión.

El viaje fue tranquilo y en silencio. Llevaba cerca de 40 minutos andando a las afueras de Forks cuando comencé a divisar que entrabamos por un camino, alrededor de este estaba todo cerrado, pasamos por una caseta con 3 guardias que le solicitaron una tarjeta al chofer antes de dejarlo pasar, cuando todo estuvo listo entramos, se estacionó cerca de otras limusinas y vi a Aro Vulturi esperándome, abrió la puerta y me  ayudó a bajar.

—Bienvenida, Isabella. Llegas justo a tiempo, en breves momentos comenzaran las grabaciones, primero te presentaré a mi hermano y animador del programa Marcus Vulturi.

—Bienvenida, Isabella —dijo Marcus Vulturi.

El hombre era alto, de cabello negro y piel pálida, pude reconocerlo como uno de los tres retratos que había en la oficina de Aro, besó amablemente mi mano.

—Gracias —respondí ruborizándome un poco.

—Bien, Isabella. Ya comenzaremos con las grabaciones, es necesario que tomes posición y vayas al centro, donde se presentaran a los participantes, te explicaran el procedimiento a seguir. De aquí en adelante deberás relacionarte directamente con Marcus, y las personas de producción, los que se encargaran de explicarles las pruebas,  los peinados y ropa, además de comunicarme a mi cualquier consulta o necesidades que tengan, yo vendré a verlos una vez a la semana para ver cómo van las cosas. Así que hasta entonces y mucha suerte.

Aro también besó mi mano y se retiró. Me mandaron al centro del lugar, donde tras de mí había una montaña, en la cual en la cima se podía ver que había un tipo de casa que estaba situada al lado derecho, estaba todo bien cuidado, lleno de verde, árboles y flores, se veía tan hermoso;  al lado izquierdo estaba como algo descuidado, pintado de café y rojo se veía que había una reja, tipo puerta que parecía conducir hacia el interior de la montaña, daba la impresión de un túnel, había casi una hectárea de pasto, todo el lado visible estaba rodeado de cámaras, el lado oculto o tras bambalinas donde estaban todas las personas de producción estaban en un tipo de separación, había un muro gigante que dividía nuestro lado con el de ellos.

Me acomodé donde me habían indicado, de pie, a mi lado llegaron a situarse más personas, suponía que eran los demás participantes, estaba muy nerviosa, así que dirigí la mirada a Marcus que de pronto apareció.

—Les damos la bienvenida a todos los aquí presentes y a nuestros televidentes. Hoy daremos comienzo a un concurso jamás antes visto en televisión, nuestros 20 participantes se jugaran el todo por el todo para poder ganar un premio millonario, para ello deberán pasar seis meses, los cuales serán extenuantes con diversas competencias, demostrando su potencial. De esta manera él o la mejor participante se hará acreedor de una suma no menor de 15 millones. Antes que nada presentaremos a nuestros participantes, algunos de ellos conocidos en televisión, otros no, comenzaremos con una belleza de infarto, actual reina de belleza y modelo conocida de pasarelas internacionales, tiene tan solo 25 años… Bienvenida, Rosalie Hale.

Vi a aquella rubia con la que me encontré aquel día, cuando firmé el contrato, daba un paso adelante saliendo un poco de la fila en que nos encontrábamos para saludar a una cámara que la enfocaba de los pies a la cabeza. Luego de esto Marcus siguió con las presentaciones.

—Nuestro segundo participante es un hombre de 26 años, actual campeón de boxeo y lucha libre, bienvenido, Emmett McCarthy. —Al igual que la rubia despampanante dio un paso al frente y con su mejor sonrisa saludó a las cámaras, debo decir que aquel hombre era todo musculoso y grande, me daba un poco de miedo acercarme. Bien, nuevamente exagerando pero al lado de aquel hombre parecía una pequeña muequita. Salí de mis pensamientos cuando nuevamente la voz irritante de Marcus se escuchó.

—Ella es una diseñadora de modas de renombre, con tan solo 24 años ha logrado que sus diseños sean famosos en todo el mundo, bienvenida, Alice Brandon. —Saliendo de la fila dando saltitos una mujer pequeña, que parecía un duendecillo saludó a las cámaras entre grititos y saltos. Luego de que se calmara un poco Marcus prosiguió con la presentación

—Universitario, titulado en historia, también destacado militar, a su corta edad logró obtener el título de capitán, actualmente está retirado, tiene 25 años. Bienvenido, Jasper Whitlock. —Un hombre alto y delgado salió medio asustado hacia adelante para que las cámaras lo enfocaran, haciendo una inclinación de cabeza volvió al lado de la chica que parecía duendecito.

—Ella actualmente se destacó en un programa juvenil de competencias, donde su desempeño fue magnífico, tiene 27 años, bienvenida, Victoria Sutherland —dijo Marcus con lo que pareció un tono de desagrado, ella antes de saludar a las cámaras le dio una mirada fría a Marcus que no pasó desapercibida para nadie, luego dio un paso al frente y puso su mejor sonrisa.

—Él también se destacó en un programa juvenil de competencias, tiene 28 años, bienvenido, James Witherdale. —El nombre de él, salió de los labios de Marcus de forma fría y con desagrado, a diferencia de la mujer, este no prestó  atención a Marcus y mucho menos a las cámaras, solo se quedó dónde estaba realizando un leve asentamiento de cabeza.

—Presentación triple, las tres son modelos de revista, son hermanas, sus edades son 25, 24 y 23 respectivamente, bienvenidas Kate, Irina, Tanya Denali —Las tres chicas salieron delante tomadas de las manos, saludaron a las cámaras felices y radiantes, eran muy parecidas, a mi parecer la que más llamaba la atención era la última nombrada.

—Él es estudiante de educación física, tiene 22 años, bienvenido, Mike Newton. —Al parecer este chico no era conocido, lo que me agradó por algunos segundos, pensé en entablar algún tipo de conversación con él, pero la manera sugestiva en la que me miró quitó todo tipo de pensamiento amigable hacia él.

—Ella es una destacada estudiante de marketing, tiene 22 años, bienvenida, Angela Weber. Ella parecía muy tímida, apenas miró a las cámaras y rápidamente volvió a su lugar designado, al parecer ella tampoco era conocida mediáticamente

—Él es un reconocido DJ de radio y discotecas, tiene 22 años, bienvenido, Eric Yorkie. —Este chico se sabía manejar con las cámaras, demostró una increíble soltura una vez que lo enfocaron, se dio el tiempo hasta para mandar un mensaje a su novia. Marcus tuvo que decirle que volviera a su lugar para seguir con las presentaciones que quedaban. Lo que al chico no le causó ninguna gracia.

—Destacada modelo y actriz, con tan solo 22 años protagonizó una teleserie destacada de nuestro canal. Bienvenida, Jessica Stanley. —Esta chica realizó un saludo un poco ostentoso, al agacharse un poco su top se bajo dejando al descubierto uno de sus pechos, a ella no le importó, como si fuera de lo más normal se arregló la prenda y volvió a su puesto. Marcus tenía la boca abierta pero logró componerse cuando lo enfocaron para la siguiente presentación.  

—Son dos hermanos destacados en deportes. Ella es una atleta y medallista olímpica de oro en los 200 metros planos y con obstáculos; él es un destacado motociclista en motocross está dentro de los 5 mejores del mundo. Bienvenidos, Leah y Seth Clearwater. —Para aquellos logros, estos chicos se ven bastante jóvenes, la chica era más bien seria y no miró la cámara que la enfocó, fue como una especie de desprecio; por otro lado, su hermano era más carismático y al igual que el chico anterior mandó un saludo a su madre, la diferencia fue que este saludó fue de manera afectuosa y precisa.

—Él acaba de terminar sus estudios secundarios, tiene 20 años, desea estudiar educación física, bienvenido, Quill Ataera. —El chico se quedó en su lugar y realizó un pequeño saludo con su mano

—Él empezó a estudiar periodismo, tiene 20 años. Bienvenido, Embry Call. —Al igual que el chico anterior se quedó en su lugar y saludo con su mano.

—Él es actualmente el número uno en motocross, tiene 20 años. Bienvenido, Jacob Black. —Este, al igual que los otros dos, se quedó en su lugar, pero en vez de saludar con la mano cuando la cámara lo enfocó, mostró una blanca y linda sonrisa que prometía derretir a las féminas del público.

—Él es un modelo reconocido de pasarelas y publicitario, también músico, tiene 24 años. Bienvenido, Edward Cullen. El hombre nombrado se encontraba a mi lado, me miró antes de salir y saludar tranquilamente a las cámaras, lo cual realizó con una elegancia, para mí ,nunca antes vista,  está de más decir que su profesión le es de completa ayuda, al ser modelo publicitario sabía manejarse delante de las cámaras.

—Por último, pero no menos importante, una belleza desconocida, desea estudiar publicidad, tiene 22 años. Bienvenida, Isabella Swan. —Me tomó algunos segundos dar un paso al frente, mis manos sudaban así que opté por una pequeña y desapercibida inclinación de cabeza, para luego regresar a mi lugar deprisa.

Mi corazón estaba muy acelerado, no sabía qué pasaría ahora y gracias a ello mi anterior tranquilidad desapareció, estaba temblando y para controlarme un poco, volví mis manos puños. Luego de unos minutos Marcus prosiguió con un discurso.

—Bien, chicos. Luego tendrán tiempo de conocerse y presentarse mejor. Procederemos a elegir sus respectivos mundos, para ello deberán competir por categorías, primeramente las damas competirán y se les explicará detalladamente lo que deberán hacer, las primeras 5 mujeres pasaran automáticamente al PARAISO, las 5 últimas deberán ir al INFIERNO, lo mismo será para los varones. Los primeros lugares tanto de damas como varones obtendrán un premio, el cual se les dará a conocer a su debido tiempo, además cada mundo quedará conformado por 10 integrantes, los cuales deberán inventarle un nombre a su nuevo equipo para las competencias. —Marcus realizó una pausa para darle más dramatismo y luego las cámaras nos enfocaron—. Chicos, deberán aproximarse a la mesa central, donde encontraran una bolsita con sus trajes de competencia; cada bolsita tiene sus respectivos nombres, deberán colocárselos y luego se les indicará cómo desarrollaran las pruebas.

Por mi parte, nos encontraremos en algunos minutos. Soy Marcus y esto es MUNDOS OPUESTOS. —Luego de decir esto Marcus salió hacia el muro divisor para entrar a producción, los demás se saludaron y presentaron, yo me quedé estática en mi lugar sin saber muy bien qué hacer, sabía que las cámaras estaban presentes y estaban grabando, algunas que eran móviles y seguían los movimientos de algunos de los chicos.

Estaba tan nerviosa que no miré a nadie a mí alrededor, sentía que todos se saludaban, algunos hablaban, quería evitar todo contacto hasta que pasara la prueba, en ese momento realmente me daría cuenta si podría con todo esto o no. Decidí dirigirme a paso rápido y firme al lugar con los trajes para la competencia, busqué mi nombre, lo cogí, miré a todos lados para ver donde debía cambiarme, mientras hacía eso vi que a mi lado pasaba una mujer un poco más baja que yo, piel clara algo dorada, cabello castaño claro, la seguí con la mirada, cogió la ropa con el nombre de Jessica, me sonrío maliciosamente, y como si nada se sacó su top blanco, se colocó la polera de la competencia que era negra con lila, me ruborice con solo verla, ¿debía cambiarme frente a todos? ¡Qué vergüenza! La chica, Jessica, continuó sacándose sus jeans, quedó con su ropa interior blanca, se colocó los pantalones negros con lila muy rápido y sus zapatillas; todo lo realizó como si fuera lo más normal del mundo, algunos hombres la miraban como si fuera comestible, a otros no les importó; yo no sabía qué hacer. Sabía que me había ruborizado, sentía mi rostro arder de vergüenza, ¿en serio debía cambiarme frente a todos?

Di una rápida mirada a todos, se estaban cambiando, algunos como Jessica no les importó las cámaras, ni las miradas de sus compañeros, otros se notaban bastante incómodos, debía armarme de valor, tendría que cambiarme para la competencia, ya no había vuelta atrás, me saqué el polerón, rápidamente cambie mi polera, noté que nadie me observaba así que pude relajarme, di un respiro profundo, desabroché mis jeans, comencé a quitármelos, una vez sacados me coloqué el pantalón de buzo negro con lila, ya más tranquila me  calcé las zapatillas. Cuando estuve lista me dirigí con los demás, que estaban nuevamente en el centro, tomé mi lugar, segundos después llegó Marcus.

—Ya que están todos listos, comenzaremos con la competencia. Como dije anteriormente iniciaran las damas, las 5 primeras van al PARAISO, las 5 últimas van directamente al INFIERNO. Como pueden ver, frente a ustedes se encuentran 10 mesas de aproximadamente 3 metros de largo, sobre ella hay una barra de metal por la que deberán hacer equilibrio, luego de pasar este obstáculo deberán dirigirse a la red por la que deberán realizar punta y codo para pasar ese obstáculo, finalmente deberán escalar una malla de aproximadamente dos metros de donde deberán sacar una bandera, con ella en su poder deberán regresar y depositarla donde se encuentra su nombre. Este proceso lo deberán realizar tres veces de ida y vuelta, cuando estén listas y colocadas en su lugar las banderas, deberán correr hasta la plataforma que está al otro extremo y subir; como pueden ver hay 5 plataformas, las primeras 5 pasaran directamente al PARAISO. Para los hombres es la misma prueba, solo que en vez de 3 banderas serán 5. Así que a tomar posiciones y mucha suerte a todas.

La prueba al mirarla no era tan difícil, claro, para los que no eran tan patosos como yo, nuevamente mi tranquilidad desapareció. Traté de respirar, inhalar y exhalar para relajarme, lo único bueno es que no había que hacer nada de fuerza, era solamente destreza, solo esperaba no tropezar cuando me tocara correr, debía concentrarme.

Marcus dedicó algo de tiempo para explicarle a aquellos que tenían dudas, luego fue nombrando una a una y colocándola en su lado correspondiente para realizar la prueba, me tocó la tercera fila. Aún seguía con mis respiraciones de relajación, sabía que no debía mirar para ningún lado, me desconcentraría y mis nervios regresarían, así que solo miré hacia adelante esperando que Marcus nos diera la partida.

—Bien, chicas, a la cuenta de tres, 1… 2… y…  ¡3!

Escuché como Marcus dio la partida, así que comencé, corrí algo, no con todas mis fuerzas, no quería hacer el ridículo y caerme, subí a la mesa parándome sobre la delgada barra en ella, la cual apenas era del ancho de mi pie, ¡rayos! Esto del equilibrio no era para nada lo mío; me tomó algunos segundos iniciar, me daba miedo resbalar y caer, porque además del golpe que me dolería dejaría mi piel con moretones.

Sacudí mi cabeza, debía concentrarme, respiré fuertemente y comencé a dar pasos pequeños suavemente… un pie, luego el otro, con mis brazos extendidos realizando equilibrio, así continué… un pie luego el otro. Me tomó algunos segundos llegar al otro extremo, pero ya estaba bastante complacida por haber superado bien el primer obstáculo, era difícil pero no imposible, bajé despacio con todo el cuidado para no tener algún tipo de inconveniente, iba por buen camino, mi patosidad aún no se hacía presente, lo cual agradecía infinitamente, lo menos que quieres es hacer el ridículo de tu vida frente a millones de personas.

Una vez pasada la prueba de equilibrio corrí hacia la red, tirándome al suelo para arrastrarme en punta y codo, lo cual no fue tan difícil y me tomó menos tiempo que el obstáculo anterior, con fuerzas renovadas me levanté y corrí más rápido que antes para llegar a la malla y treparla, esto en vez de ser difícil era más incómodo, ya que debías mirar donde colocar bien tu pie para darte impulso y subir. Luego de algunos minutos de pelear con mi pie que se enredó con la malla, finalmente logré llegar al final y alcanzar la dichosa bandera.

Desde arriba escuchaba como los hombres gritaban y le daban ánimos a algunas mujeres, no lograba entender lo que decían, levanté la mirada, vi como frente a mí una chica de cabello rojo estaba casi terminando, solo le quedaban algunos metros para dejar su segunda bandera y correr para buscar la última. ¡No lo podía creer!  Seguro me quedaría en el INFIERNO.

Decidí bajar para realizar el trayecto de vuelta, una vez abajo, que para mi suerte fue más fácil bajarla que subirla, levanté la mirada, me sentí más relajada, la chica que pude reconocer como Jessica estaba mucho más atrás que yo, estaba llegando al final de la red, luego me di cuenta que la de cabello rojo ya iba a más de la mitad con la segunda parte. Maldije por lo bajo, observar a las demás me distraía de lo que debía hacer.

Comencé a correr y cuando estuve cerca de la red me tiré con todas mis fuerzas para gatear rápidamente, era una buena táctica, iba más rápido que haciendo el punta y codo, me tomo muy poco salir de ahí y nuevamente correr para llegar al equilibrio. Ya con más confianza lo realicé un poco más rápido que la vez anterior, sabía a qué me enfrentaba. Paso tras paso fui avanzando hasta que finalmente llegué a la punta y salté, sorprendiéndome tocando el suelo con mis dos pies y no con mi trasero.

Corrí y deposité la bandera, sentía mi sangre correr rápidamente y mi corazón a mil, me sentía extraña, jamás había experimentado algo así, ¿debía ser la adrenalina? Seguramente, es la única explicación de que mi horrible patosidad no hiciera acto de presencia. Lo más maravilloso es que no me sentía cansada aún.

Nuevamente comencé el recorrido con mayor confianza, debo decir que en el equilibrio prácticamente casi corrí para pasarlo, al igual que antes, en vez de bajar salté, sorprendiéndome de que nuevamente aterricé bien y en una sola pieza. Estaba contenta, el nerviosismo inicial ya había desaparecido y podía decir que estaba disfrutando la prueba, no me tomó mucho tiempo pasar la red gateando, eso de ser delgada y de estatura promedio ayudaba.

Cuando llegué a la malla para trepar me sentía feliz, mirando hacia atrás aún llevaba un poco de ventaja, quizás no estaría en los primeros lugares, pero tampoco estaría entre las últimas, lo cual era un enorme logro.

Al igual que la vez anterior me costó subir la malla, no tanto como antes pero de igual manera me demoré un poco más que en los otros obstáculos. Miré hacia un lado, me seguía muy de cerca una chica de cabello ondulado y rubio, era como de mi contextura y porte, estábamos casi a la par, cuando llegué arriba retiré la bandera. A mi lado izquierdo llegó una chica de cabello negro y piel morena, ella sacó su tercera bandera.

Comencé la carrera devuelta, en el caso de que quedara debería comenzar a entrenar, definitivamente me faltaba cardio, cuando bajé la malla estaba cansada.

Comencé nuevamente con la red, por lo menos podría recobrar el aliento mientras pasaba esto, tanto la chica pelirroja como la chica morena estaban terminando, ya estaban subiendo a la plataforma, eran muy rápidas. Las demás iban casi a la par conmigo. Cuando salí de la red corrí lo más rápido que daban mis piernas subí al equilibrio y prácticamente volé sobre él, feliz conmigo misma por  tan gran hazaña, salté y deposité lo más rápido que pude la segunda bandera para nuevamente pasar por el equilibrio de manera veloz.

Mi corazón latía rápidamente, estaba cansada pero era mi último trayecto, así que di todo lo que tenía para terminar luego y descansar, estaba en la mitad de la red, cuando una chica algo más baja que yo iba corriendo hacia la plataforma, por su forma de correr parecía más bien que bailaba, era muy delicada y graciosa,  nuevamente me dirigía a la malla en busca de la bandera, esto era lo más difícil, me costaba subir además mis pies de vez en cuando se enredaban. cuando estaba llegando, observé que por lo menos 4 chicas iban a la par junto a mí, si quería ser parte de esto, debía jugármela el todo por el todo, así que saqué fuerza de lo más profundo de mi ser, tomé la última bandera, y en vez de bajar salté de dos metros de altura, sorprendiendo a las demás y a mí misma, ya que aterricé bastante bien, comencé a correr como nunca antes, velozmente gateé bajo la red y corrí al equilibrio, como la vez anterior lo pasé casi volando, a tres de ellas las rebase dejándolas unos metros atrás, nuevamente salté para bajar del equilibrio y corrí a colocar mi última bandera.

En mi mente me daba ánimos… ¡VAMOS, BELLA! ¡Tú puedes! Me repetía para poder por lo menos salir quinta, o cualquier otro lugar pero no última, me encontraba corriendo hacia la plataforma, a pocos centímetros venían las otras 3 chicas, comencé a correr como nunca jamás lo había hecho antes, quedé verdaderamente sorprendida por mi desempeño… llegué, me subí a la plataforma, y todo eso sin caerme, me quedé gratamente sorprendida, llegué en cuarto lugar.

El cupo por el quinto se disputaba entre las cuatro chicas rubias, estaban las cuatro a la par, corrían codo a codo, finalmente llegó la rubia de rulos, y después las otras tres, por último una chica de cabello negro y quien llegó al final fue Jessica.

Las cámaras nos enfocaron a cada una. Me ruboricé cuando me estaban enfocando, así que bajé la vista, estaba toda sudada, con el pulso a mil, mi corazón casi saliéndose de mi cuerpo, debía de tener una pinta horrible, pero aún así las cámaras estaban sobre mí. Solo se alejaron porque se venía acercando Marcus hasta que quedó frente a nosotras.

—Bien hecho, chicas. Damos por finalizada la competencia. Tengo el agrado de decirles que las que pasaran al PARAISO serán… por su primer lugar un aplauso para Victoria; segundo lugar, Leah; tercer lugar Alice, cuarto lugar; Isabella y quinto lugar, Tanya. Aplausos para ellas y bienvenidas al PARAISO.

Sentí como todos aplaudían y las cámaras nos enfocaban a cada una. Fue en ese momento que me di cuenta de que los hombres estaban a un lado de las plataformas, algunos se veían sorprendidos, otros felices y otros… sin ningún tipo de emoción.

Mi felicidad era autentica, me esforcé mucho por lograr lo que acababa de hacer, más feliz estaba por lograr un cuarto lugar sorprendiéndome. Mi patosidad no estuvo presente y estaba tan contenta, que me dio un poco lo mismo mi estado, sabía que debía estar hecha un desastre, estaba sudando y ya casi mi pulso parecía normal. El estado de las demás era parecido al mío, cosa que subió un poco mi ego femenino.

—Continuamos. Las siguientes chicas pasaran al INFIERNO, sexto lugar, Rosalie; séptimo lugar, Irina; octavo lugar, Kate; noveno lugar, Angela; décimo lugar, Jessica. Espero que todas tengan una buena estadía en sus respectivos mundos. Al igual que la vez anterior, las cámaras las enfocaron una a una, luego Marcus habló nuevamente—. En breves momentos comenzará la prueba para designar a sus los hombres mundos, como anteriormente dijimos, la prueba consiste en pasar e equilibrio, luego la red en punta y codo, y finalmente subir la malla para luego retirar la bandera, este procedimiento deberán realizarlo cinco veces;  luego deberán subir a la plataforma, los primeros cinco lugares pasaran al PARAISO, los demás irán directamente al INFIERNO, así que chicos a tomar posiciones, mucha suerte…

 


Nuevamente agradecer su apoyo, espero sus comentarios, dudas, preguntas, consultas.

Cariños

Kia Cullen.

 

Capítulo 2: Suerte Capítulo 4: Fiesta

 


 


 
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