Edward POV
Me desperté en la mañana muy temprano, para darme cuenta que la noche anterior no fue un sueño, tenía en mis brazos a la mujer mas hermosa y sensual de la tierra y era mía, solo mía.
La miré dormir desnuda pegada a mi cuerpo el cual empezaba a reaccionar, pero primero lo primero, tendí la mano y tomé el celular, escribí un mensaje rápido a Jane, avisando que no iría a trabajar y que me encontraba de luna de miel gracias a ella, pronto te recompensaré le escribí y lo envié.
Estaba al tanto del evento en la noche, ese que me tenía nervioso antes de conocer a Bella, de que ellos se dieran cuenta que mi matrimonio era una farsa, pero ahora estaba feliz, ella no solo era mi esposa, mi mujer sino que la amaba al igual que ella a mí, lo había demostrado en la noche de su cumpleaños entregándose en cuerpo y alma y esto hacía la diferencia, no estaríamos fingiendo, el amor era verdadero.
Le acaricié el cabello y ella se despertó, me miró con esos ojos color chocolate que eran mi perdición.
-buenos días amor.- lo dijo sonriendo.
-muy buenos días, feliz cumpleaños, te amo.- tenía que recompensarla por su cumpleaños pero ella no me dejaba.
-ni lo recuerdes Edward, no festejo mi cumpleaños, pero anoche tuve el mejor regalo de toda la vida, a ti.- se sonrojó y mordió su labio inferior, eso que me enloquece de ella, ser sensual y a la vez tímida.
-no es justo, el regalo fue para mí, y rompí el envoltorio- lo dije señalando el camisón azul que estaba hecho pedazos en el piso, si que le quedaba infartante, debería comprarle otro- ¿quieres bañarte?.
-ahora, los dos, juntos.- ya tenía color en sus mejillas otra vez.
-si, al menos que no quieras que te vea desnuda.- sonreí.
- ¡Edward!, vamos- se levantó de la cama y la vi caminar sensualmente, aunque no quisiera lo hacía, ella me estaba volviendo completamente loco.
La seguí hasta que abrió la mampara de la ducha, arregló el agua para que estuviera a la temperatura ideal y entró en ella, mojándose, el agua recorrer su espalda fue la cosa mas sensual y excitante que vi en la vida, mi cuerpo reaccionó, sintiendo la necesidad de sentirme dentro y acabarme en su gloria.
La tomé por la cintura y la giré para que quedara frente a mi, la besé con urgencia que ella correspondió, la besé en los hombros, sus senos y su cuello, le susurré en el oído si estaba lista, ya que en la cocina no le pregunté e hizo que me sintiera mal, debía cuidarla y saber que no era experta, respondió un si jadeante, la ayudé a levantarse y colocar sus piernas en mis caderas, ella se sujetó de mis hombros, la penetré recostándola en la pared de azulejos, estaban fríos y en el momento que hizo contacto su espalda, se arqueó, haciendo más fácil llegar a ella.
Luego de poseerla en la ducha bajo el agua, recorriendo nuestros cuerpos, nunca me cansaría de ella, era mi droga personal y me declaraba adicto completamente, nos bañamos enjabonándonos todo el cuerpo, explorando cada centímetro de su piel y ella de la mía, se sonrojaba al pasar sus manos por determinados lugares pero no apartaba su mirada. Nos pertenecíamos éramos uno solo.
La besé tiernamente y ella jugaba con mi pelo entrelazando sus dedos en ellos, mientras mis manos recorrían su espalda y su cintura. Escuchamos que alguien entraba al baño y abrió la mampara, Bella se escondió detrás de mi cuerpo y yo me paralice, eran mis padres, lo que no entendía era porque estaban en el baño si siempre respetaron mi privacidad y ¿no llegaban en la tarde?.
-¿mamá, papá que…?- me interrumpió mamá.
-Edward eres un completo idiota, como se te ocurre traer a una mujer a tu casa y hacerla tuya en tu cama, estoy segura que ella no tiene ni idea que estás casado.
-ma…- no me dejó hablar, estaba que echaba espuma por la boca.
-cállate-me callé, ella gritaba- tu- lo dijo señalando a Bella- no tienes vergüenza salir con un hombre casado y entregarte en su cama donde está con su esposa, terminen con esta escenita y salgan, Edward espero de ti, una muy buena explicación porque el matrimonio es sagrado y lo vas a respetar, esos son los valores que te inculcamos con tu padre y en cuanto a esta chica, pasa por el escritorio a la salida que te vamos a indemnizar con una buena cantidad, para que desaparezcas de la vida de mi hijo y aquí no ha pasado nada.
Se dio la vuelta y se fue, seguida por mi padre que no emitió palabra.
Me di la vuelta para encontrarme con una Bella enojada.
-que paso, no entiendo como no dijiste nada, quieres que tu madre me pague para que me vaya o realmente me quieres contigo, pensé que ayer había sido especial.
-te amo y con toda mi alma, pero conozco a mi madre y no me dejó hablar, te prometo que aclaro todo cuando salgamos y ella esté mas calmada.
-si tu quieres que me vaya lo hago pero no voy a aceptar dinero de tus padres, me entregué a ti porque te quiero, pero si tu no sientes lo mismo no voy a obligarte.
-por favor Bella no puedo vivir sin ti, no digas ni en broma que te vas, yo te seguiría hasta el fin del mundo si es necesario- quise abrazarla pero ella me sacó las manos, me sentí vacío necesitaba tocarla.
-Edward no, vamos- salio de la ducha y se secó poniéndose una bata, yo hice lo mismo, no quería verla enojada.
Antes de que saliera del baño, la tomé del brazo y la di vuelta, al pegarla a mi cuerpo sentí que temblaba- no nos podemos resistir a lo que sentimos- le susurré y la besé tiernamente, ella no correspondió al principio, pero luego se entregó como hacía un momento atrás.
Sabía que nos amábamos el uno al otro de una manera muy profunda a pesar de conocernos hace poco.- no hicimos nada malo, se que nos casamos no de una manera convencional pero somos esposos ante la ley, nos entregamos e hicimos el amor como nunca lo había echo, me tienes completamente loco y quiero casarme contigo por la iglesia cuando tu papá esté bien, lo de anoche fue especial y que nadie te diga lo contrario.
-enserio quieres casarte conmigo y estar para siempre juntos.
-para siempre- la volví a besar.- vamos ellos tienen que enterarse de todo.
Salimos tomados de la mano a enfrentar a mis padres.
********************************
Esmme POV
Salimos de Brasil con Carlisle, habíamos pasado unos días inolvidables en la isla Esmme, un regalo de mi esposo cuando nos casamos hacía ya mucho tiempo.
En el avión me comunique con cada uno de mis hijos para avisar que pasaríamos unos días en Nueva York, Alice no me contestaba, estaría trabajando como lo hacía siempre, le gustaba mucho que las cosas salieran a su manera y estaba presente en todos los cambios que hacia en sus tiendas, así que llamé a Jasper, mi yerno, para que me recibieran en su casa.
No teníamos casa en Nueva York, con Carlisle nos gustaba quedarnos en las casa de nuestros hijos, porque de esa forma teníamos una escusa para verlos y pasar con ellos un tiempo, de todos modos siempre viajábamos y no teníamos un lugar fijo, Jasper nos contó que estarían ocupados con Alice en un fin de semana romántico.
Llamé a Emmet quién como a la quinta vez que lo intenté localizar se digno a contestar, diciendo que se le venía la cuarentena y que estarían adelantando ese tiempo con Rose y que no los molestara.
Así que llamé a Edward a su oficina, otro que era obsesivo con el trabajo luego que desistió de casarse con Tania, pero para mi sorpresa me dijo Jane que estaba en su casa, era raro pero lo llamé al celular personal, sabía que se había casado hacía dos meses, había sido el último en casarse, pero cuando lo visitamos, su esposa no se encontraba y no la conocíamos aun y fue distinto a las visitas anteriores porque Edward se había tomado el tiempo para cenar con nosotros todos los días después del trabajo y no lo encontrábamos con una mujer distinta cada día, por eso supe que esta vez había cambiado y respetaba a su esposa, había perdido el miedo al matrimonio y estaba enamorado, de otra forma no se hubiera casado, el dijo que no había problema así que al bajar del avión fuimos directo a su casa, llegamos mucho más temprano, pero ni modo.
En la entrada Sue nos recibió como siempre y cuando le pregunte por Edward dijo que se encontraba en su habitación.
No deje que Sue nos dijera nada, le avise que le daríamos una sorpresa y subimos con Carlisle tomados de la mano las escaleras y entramos a su habitación.
-Carlisle estará con su esposa, por el desorden pasaron una noche muy movida.- lo dije mirando el cuarto.
-están duchándose escucha el ruido del agua correr.
-tienes razón, vamos y los esperamos en la sala- en eso, en la cama algo llamó mi atención.-Carlisle mira, Edward volvió a ser el mismo, no puedo creer que se acueste con otras mujeres estando casado y era virgen la muchacha, esto no se va a quedar así.- realmente me enojé mucho, pensé que Edward había cambiado ya que en nuestra última visita se notaba que ya no era un mujeriego y ahora estaba engañando a una muchacha virgen.
-Esmme espera que salgan y hablamos con ellos.- no podía dejar pasar el momento, para nosotros el matrimonio era para toda la vida y una única vez, Edward estaba haciendo las cosas mal y no lo podía permitir.
-No, pensé que había cambiado y ahora nos encontramos con esto, nosotros no le inculcamos estos valores, el tiene que respetar el matrimonio, si no lo quería hacer, no se hubiera casado.
Me dirigí a la ducha abrí la mampara y le grite de todo lo que se me ocurrió en ese momento, hasta traté de cualquiera a la muchacha que se escondía detrás de mi infiel hijo y le dije que pasara a levantar dinero por sus servicios y que se olvidara que estuvo aquí. Edward no dijo nada no lo dejé hablar.
Salí del baño y me senté en la cama que era la prueba del delito que cometió mi hijo, Carlisle solo caminaba de un lado a otro de la habitación hasta que salieron ambos tomados de la mano y mi hijo se digno a hablar.
-mamá, papá les presento a mi esposa.- todavía quería engañarme, a su madre.
-si y yo me tiré de un acantilado-lo dije en tono de broma- mira Edward no soy tonta y esto es la prueba- señale la mancha de sangre en la cama- esta muchacha era virgen y tu estas casado hace ya dos meses no puede ser tu esposa, no quiero que me mientas y afronta tus responsabilidades.
Cuando dije esto ella se llevó ambas manos a la cara, sintió vergüenza por lo ocurrido y se notaba que estaba colorada, no estaría al tanto de que él era casado y hacía tan poco, tenía que estar de luna de miel no engañando a su esposa.
Edward se acercó a ella y le sacó las manos de la cara la abrazó y le dijo- amor no tienes que tener vergüenza de lo que pasó, es la prueba de que nos amamos y que fui el primero, no es pecado estar con tu esposo, te amo no lo olvides.- luego se dirigió a nosotros, ella se acomodó el cabello detrás de su oreja y vi el anillo de Elizabeth, ¿Qué hice?- mamá y papá les pido que nos dejen solos necesitamos cambiarnos y luego hablamos en la sala, les prometo que les contamos todo desde que nos conocemos, por favor, confíen en mi, ella es mi esposa y la mujer que amo.-conocía a mi hijo y era totalmente sincero la amaba se le notaba en la cara, y hablaba con tanta calma.
-perdón, pensé lo peor es que tu eras…-me interrumpió.
-lo se mamá pero cambié y ella es la culpable. No estoy engañando a mi esposa porque es ella, créeme no te mentiría y lo sabes.- lo dijo dirigiéndose a mi.
-vamos Carlisle, los esperamos en la sala realmente quiero saber su historia y no se cómo hacer para que me perdones.-lo dije mirando a la Sra. Cullen, ni siquiera sabía el nombre, que clase de suegra soy, los interrumpo en la ducha, la trato de cualquiera, le digo que voy a pagar por sus servicios, la echo de su casa y como si fuera poco le pido perdón.
-no se preocupe he pasado con cada uno de Uds. algo parecido y lo único que me importa es que crean en nosotros, yo personalmente le voy a contar todo Sra. Cullen- al mirarla a los ojos me di cuenta del amor que sentía por mi hijo y el amor que tenia él por ella.
-gracias y llámame Esmme.- no se como haría pero esa muchacha debía perdonarme por mis impulsos, ver a mi hijo demostrando amor por alguien era algo que no imaginé ver después de todo lo ocurrido hacía ya dos años, él se había vuelto frío y ahora era todo lo contrario, no dejaba de tocarla, abrasarla o acariciarla.
Salimos de la habitación para esperarlos en la sala.
-Esmme viste como se miraban, creo que es verdad, lo que no entiendo es como ella era virgen hasta ayer.- Carlisle estaba preocupado, como tratando de entender la situación.
-yo también creo que es verdad, no lo creo estoy segura, no solo por como se miraban, sino que viste el anillo que llevaba ella.
-no ¿que anillo?.
-el de tu mamá y conoces el significado.- Edward no se lo había dado a Tania y nosotros se lo habíamos preguntado varias veces y él solo contestaba que todavía no era el momento, no estaba enamorado de ella por eso no se casaron.
-no, yo solo me fijaba si ella se encontraba bien, porque el solo pensar que Edward la había engañado y ella se había entregado, me estaba volviendo loco. Por su expresión pensé que ella no sabía que él era casado.
-creo que cometí, bueno cometí un grave error al juzgar a la ligera a esta chica. ¿Sabes como se llama?.
-no y me siento horrible por ello, se como solucionarlo. Sue puedes venir por favor.- Carlisle la llamó y Sue apareció a los minutos.
-hola, cuenten que les pareció la sorpresa a los señores.- claro ella sabía que estaba con su esposa y nosotros no la dejamos hablar cuando llegamos.
-ninguno de nosotros sabe como se llama la esposa de Edward y Sue acabo de mandarme una macana tremenda, confundí a su esposa con una de las tantas conquistas de Edward y la traté muy mal, hasta la eche de su casa, puedes traerme un te de tilo por favor.
-debí avisarles antes de que subieran, perdón, la Sra. se llama Isabella pero le gusta que la llamen Bella, no se preocupen ella es una chica muy especial y no se va a enojar con Uds. se los aseguro. Les mando a preparar el té.- dijo esto y se retiró, nos pedía perdón a nosotros y fuimos los que no la dejamos hablar.
Nos sentamos en los sillones, Carlisle se acomodó a mi lado y me tomó la mano, sabía que quería tranquilizarme pero ya había tratado mal a mi nuera y el pasado no se podía cambiar.
-Esmme no te preocupes ella entenderá, eres madre y te preocupas por tu hijo, escuchamos toda la historia, le pedimos perdón y si no estás cómoda nos vamos a un hotel hasta que las aguas calmen.
-está bien, gracias amor.- me abrasó y así estuvimos hasta que bajaron.
***********************************
Bella POV
Luego que el Sr. y la Sra. Cullen dejaron la habitación, buscamos ropa para vestirnos y no pude evitar llorar, era como una impotencia sabía que ella solo estaba defendiendo a la esposa de Edward para que él no la engañara y esa mujer era yo, pero de todos modos me sentía mal.
Edward se dio cuenta y me abrazó hasta que me calmé, solo deslizaba sus manos en mi espalda, era tan tierno.
-perdón es que son muchas cosas juntas, hasta hace dos días estaba casada pero era como si no lo estuviera y ahora ya soy tu mujer, no solo tu esposa.
-el que tiene que pedir perdón soy yo, mis padres irrumpieron en nuestra privacidad y te humillaron, no lo hicieron por maldad pero las palabras hirieron, lo sé.
-es que tendríamos que cobrar entrada- lo dije en tono de broma, el ambiente estaba demasiado tenso- primero tus hermanos se enteran que soy virgen, luego nos encuentra Sue en la cocina y para completar tus padres en la ducha, si falta alguien más por favor avísame, ponemos gradas y que vean todos de una sola vez.
-Bella que ocurrencia-lo dijo sonriendo- siempre me sorprendes cuando pienso que está todo mal sales con algo que es totalmente opuesto, me encanta. No pienses que lo que me gusta es poner gradas, pienso pasar llave a la puerta de ahora en adelante y limitarme a contenerme fuera de la habitación cuando haya alguien en casa.
-muy buena idea, como no se me ocurrió.- lo dije en tono sarcástico, no podía estar enojada con él era como mi imán personal y no podía apartarme, la atracción era tan fuerte que era imposible separarme.
Buscamos ropa para hablar con mis suegros, fue un poco difícil encontrar unos vaqueros pero luego de un rato y con un poco de ayuda de Edward lo encontré, así como también una polera y un suéter color verde. Edward se vistió parecido pero su suéter era de color crema.
Bajamos las escaleras tomados de las manos, ahí en los sillones se encontraban abrazados mis suegros, los dos con caras de culpables, los entendía no sabían como pedirme perdón, se los haría fácil porque no quería que estuvieran mal, eran padres defendiendo la educación que habían dado a su hijo.
-quiero pedirte…- Esmme habló pero la interrumpí.
-no por favor deje que hable y luego como dijo Ud. aquí no pasó nada, fue solo un mal entendido.
-si, prometo no interrumpir.- estaba más tranquila y vi que habían tomado un té, sería de tilo.
-ambos- dijo Carlisle.
Nos sentamos en un sillón con Edward, en frente a sus padres, él me abrazó por el hombro y con la otra mano tomó la mía.
- me llamo Isabella Swan, tengo 21 años vivo en Forks y me casé con su hijo hace dos meses.
Lo conozco hace como dos años, cuando él se estaba por casar con Tania Delani, ella era mi amiga desde que éramos chicas, Tania y Jacob Black que Uds. lo conocen como amigo de ella, era mi novio- Edward se tensó, no quería recordar que Jacob era mi novio- nos engañaron en el apartamento que tiene Edward en Seattle, los encontramos teniendo sexo allí y ambos terminamos nuestras relaciones.- Esmme abrió los ojos como plato y miró a Carlisle- Al día siguiente fui a devolver la llave que me había dado Tania y me encontré con Edward y Alice, en el momento que nos conocimos la atracción fue muy fuerte pero no empezamos nada ya que no queríamos que pensaran que era por puro despecho o venganza y aún estábamos dolidos.
-no entiendo no conocías a mi hijo hasta el día siguiente que dejó a Tania.
-perdón, no me expliqué, Tania quiso muchas veces presentarme a su novio pero nunca fue posible, por sus compromisos o por los míos, así que lo conocí cuando fui a devolver la llave de su apartamento. Estuvimos hablando y me enteré que rompió con Tania porque la estaba esperando cuando llegó con Jacob.
El día que encontré a Jacob con Tania el había querido pasarse conmigo en mi casa, lo eche y se fue, yo necesitaba hablar con una amiga así que fui a ver a Tania y los encontré, pero Edward no estaba allí.
-ahora si, sabes me caía bien ese muchacho era muy simpático.-miró a Carlisle como buscando su aprobación, él solo afirmó.
-mamá- lo dijo con los dientes apretados.
-perdón hijo, ahora entiendo porque no quisiste casarte, lo que no entiendo es porque no lo dijiste y ya, hubiéramos entendido mejor tu comportamiento.
-no importa, no quería la compasión de nadie. Continúa amor.
- a los dos días falleció mi hermano y no volví a ver a Edward por mucho tiempo.- mis ojos se llenaron de lágrimas otra vez, sentí su abrazo más fuerte y eso me ayudó- hace aproximadamente seis meses, Edward fue con Alice a Seattle por la inauguración de su tienda- Edward me miraba como extrañado pero yo conocía todo por Alice y nuestra charla de chicas- y como estaba en el hospital con mi papá me choqué con él una tarde, realmente me choqué soy un poco despistada- me sonreí- eso llevó a que me invitara a cenar y toda la semana que estuvieron allí salimos cuando los compromisos nos lo permitían, llegué a conocerlo y me enamoré de él- lo miré a los ojos y ambos sonreímos- hace dos meses tuve que venir a Nueva York por una pasantía en la facultad, tenía el teléfono de Edward porque nos manteníamos en contacto, así que lo llamé, él estaba al tanto de que vendría y estuvimos saliendo y conociendo la ciudad, debía irme en los siguientes días y no se como pasó pero me pidió matrimonio, nunca hice nada loco en mi vida hasta esto, lo quiero y le dije que sí, Jane arregló todo y nos casamos en la tarde, después me enteré que Jane y algunos clientes sabían que nos íbamos a casar, él estaba seguro que le iba a decir que si, ya tenía todo arreglado.
- claro y si no aceptabas seguiría insistiendo, no iba a permitir que te fueras de Nueva York sin ser mi esposa.- Edward acotó y con eso me ayudaba en la historia, sonreímos y me dio un pequeño beso en los labios, provocó que me sonrojara nuevamente.
Respiré hondo y continué -no llegué a besar a Edward por que sonó mi celular avisando que mi papá estaba mal, había que operarlo con urgencia y me fui no podía estar lejos de él, Edward iba a acompañarme pero tuvo un imprevisto en Brasil y un problema de terrenos que nos separó, antes de poder disfrutar de ser esposos.- Edward solo escuchaba con atención, espero se lo recuerde por si le toca contar a él la historia- estuve junto a mi padre dos meses, hasta que él no se recuperó no salí del hospital, Edward estuvo de viaje en viaje, Brasil, Paris, España, Uruguay y llegó a Nueva York el mismo día que yo pero en la tarde, así que no conoce a mis padres y yo no conocía a su familia.
Llegue hace dos días, vine en el mismo avión que Emmet y Rosalie, por una broma de éste, que me dijo que Edward había salido con muchas mujeres durante mi ausencia, hice que durmiera en la habitación de huéspedes.- lo dije acariciando la mano de Edward que sostenía la mía.
Al día siguiente me encontré con Alice y toda una tarde de ropa y más ropa- todos reímos- almorzamos en familia donde sus hijos o en especial Emmet se enteró que era virgen, se que no se usa en estos tiempos, pero puedo decirles que no había encontrado al hombre indicado hasta su hijo- me sonrojé- pasé un almuerzo con muchísimas bromas y frases que ni quiero recordar.
-pero pusiste a Emmet en su lugar.- me dijo Edward sonriendo.
-digamos que no piensa bromear más con mi vida sexual, al menos que quiera que lo moleste durante su cuarentena con Rose.- se los expliqué a mis suegros.
-ahora entiendo porque cuando lo llamé dijo que no estaban disponibles por su “cuarentena”. – todos volvimos a reinos, por la imitación de Esmme de la voz de Emmet.
-bueno, en la noche Edward me llevó a cenar y nos reconciliamos, ya que comprendí que Emmet solo había mentido para molestar a su hermano.
Pasamos una noche inolvidable, yo me entregué a él, no me obligó y el resto ya lo saben. –volví a ponerme híper colorada me moría de la vergüenza.
-perdón solo puedo decirte esto.
-no se preocupe Esmme, entiendo la confusión y por favor no hablemos más del tema, ni siquiera mis padres saben esto y me resulta un tanto incómodo.- ella asintió.
Edward se paró y abrasó a su mamá muy fuerte, luego se dio la vuelta y me la presentó formalmente, ella me abraso muy fraternal, lo mismo hizo con su papá quién me pidió lo llamara Calisle.
Esmme se acercó y me dijo en secreto –gracias, este Edward tan cariñoso había desaparecido hace tiempo y pensé que lo habíamos perdido para siempre, pero me equivoqué, el amor todo lo pude.- me sonrojé.
-no creo que sea por mi.
-te equivocas, soy su madre y lo conozco.
En eso aparece Sue para avisar que estaba pronto el desayuno y todos se levantaron para ir al comedor, yo solo pude saludarla con un –hola- muy tímido, todavía me acordaba de que nos encontró en la madrugada con Edward, él se dio cuenta y me tomó de la cintura para ir juntos al comedor y me susurró –te amo.
En la mesa les conté que Edward había pagado todo en el hospital para que mi padre fuera operado y demás, no quería malos entendidos.
-pero ¿porqué lo dices?- preguntó Carlisle.
-es que el mismo día que me casé fue que pagó y puede mal entenderse y pensar que fue ese el motivo de mi matrimonio, literalmente no tengo donde caerme muerta.- esto hizo que Edward sonriera.
- Bella nosotros no juzgamos a las personas por su estatus social, eres una persona como cualquier otra y lo que te hace especial es que mi hijo te eligió.- me di cuenta que era sincero en sus palabras, me llegaron al corazón.
-gracias.
Pasamos el día con sus padres que realmente me cayeron de maravilla, luego de aclarado el episodio de la mañana.
La mamá de Edward me contó varias anécdotas de cuando era chico y algunas las conocía por lo que Edward me miraba extrañado, cuando pude le expliqué que Alice era la responsable y entonces entendió.
También me realizaron varias preguntas y les conté unas cuantas cosas de mi vida que Edward prestó mucha atención.
La noche llegó y nos fuimos a nuestra habitación y mis suegros a la de huéspedes, cuando entramos, Edward tenía una sonrisa pícara en los labios y trancó la puerta con llave, lo que hizo que yo también le sonriera.
Se acercó muy despacio y antes de besarme dijo- cero interrupciones- tomó su celular y el mío y los apagó, ese gesto hizo que ardiera de deseo y me mordí el labio inferior, en espera al beso que terminara por encenderme totalmente.
Lo hizo, besó mis labios tan tierno que me derretí, temblaban mis piernas y el sonrió, entrelacé los dedos en su cabello y jugué con ellos, me desvistió muy despacio, en esta ocasión no rompió nada jeje y por primera vez en la vida desvestí a un hombre conciente de amarlo y necesitar el rose de su cuerpo desnudo con el mío.
Nos acostamos sin dejar de besarnos, me ayudó a colocarme arriba de él y recorrí con besos todo su torso hasta su cintura, sin animarme a llegar más abajo, se dio cuenta porque sonrió y dijo – todo a su tiempo.
Tomó el control dejándome recostada en la cama, besó cada centímetro de mi cuerpo incluyendo el lugar donde yo no pude llegar, me torturó por demasiado tiempo hasta que no aguanté más y perdí la vergüenza y timidez, casi gritando le dije- te necesito ya dentro de mi, por favor no prolongues más esta tortura, hazme tuya ya, por favor, por favor…
-eso es lo que quería escuchar, lo que pidas amor te lo doy.
Me penetro y se movió despacio dentro de mi cuerpo, hasta que sus embestidas se hicieron desesperadas logrando llegar al orgasmo que tanto deseaba, juntos.
Lo hicimos en la ducha por detrás, una nueva experiencia que me gustó y luego en la cama donde me dejó llevar el control cabalgándolo a mi ritmo.
Cuando ya era muy tarde y me encontraba agotada nos dormimos abrazados, desnudos en la cama.
La súper culminación de un día de cumpleaños en una noche inolvidable.
********************************
Comenten y voten por favor quiero saber que les parece para seguir escribiendo, espero no desilusionarlos.
Gracias, gracias a todos.
Saludos.
ec 07.