SIEMPRE TUYA (+18)

Autor: Isabella_256
Género: + 18
Fecha Creación: 06/11/2015
Fecha Actualización: 05/03/2017
Finalizado: NO
Votos: 8
Comentarios: 80
Visitas: 33867
Capítulos: 12

Las reglas eran simples sin apellidos, sin direcciones ni datos personales, cuando el mes finalizara también lo haría su relación, pues el destino de Isabella estaba sellado y pronto su vida se convertiría en un infierno.

Ella no contaba con que su corazón cayera presa de Edward pero sin importar sus fuertes sentimientos debe dejarlo atrás y aunque gracias a ese amor logra encontrar las fuerzas para luchar por desgracia no puede encontrar a Edward.

¿Qué sucederá cuando 5 años después se reencuentren y Edward sepa que él y Bella son padres?

 

Los personajes son propiedad de Stephanie Meyer pero la historia  es escrita por mi y es producto de mi loca imaginación, por favor no publicarlo en esta página o culaquier otra sin mi autorización.

 

Tambien las invito a pasar por mis otras historias

 

CORAZON IMPREDECIBLE (+18) (Finalizada)

 

AMOR POR CONTRATO (+18) (Finalizada)

 

 


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Capítulo 12: Candidatos

Hola chicas sorry por la demora pero aquí estoy abriéndome paso entre muchísimo trabajo para traerles este capi aunque a veces me siento un poco decepcionada por como ha decaído la pagina pero gracias a ustedes JUD!*, ANDEALICE, MAGGI SWAN, ELIZABETH MERCADO, GINNADECULLEN, JIME16, ALIXA CULLEN que siempre están al pendiente de la historia y me tienen paciencia me he animado a seguir con la historia ASI QUE AQUÍ LES DEJO EL CAPI. DIFRUTENLO!!!...

 

 

 

 

La tensión en el aire se podía cortar con un cuchillo, Edward y Damon se miraban como si fueran dos contendientes esperando la señal para lanzarse el uno sobre el otro y brindar el más sangriento de los espectáculos.

Ni siquiera la noticia de que Edward era el padre de Nessie que ligeramente sacó de balance a Damon los distrajo lo suficiente pues ambos se estaban asesinando con la mirada.

– ¿Él es su padre? – preguntó Damon finalmente dirigiéndose solo a mí.

– Es una larga historia – fue lo único que se me ocurrió contestar.

– Hola chicos – dijo mi padre llegando con un café en su mano y una gran sonrisa que contrastaba por completo con el ambiente tenso el que estábamos.

– Hola Charlie – contestó Damon de inmediato dándole la mano y Alice o saludó con un beso en la mejilla.

Con la llegada de mi padre el ambiente se aligeró mucho más, pero aunque Edward trataba de disimular podía ver que sus ojos aun ardían de ira.

Por lo visto mi amistad con Damon iba a ser un problema para él, pero tendría que aprender a sobrellevar sus celos.

Damon fue hasta su auto a traer unos regalos para Nessie mientras nosotros entrábamos a su habitación, sobra decir que mi pequeña se puso muy feliz al ver a su tía Alice. Cuando Damon entró con dos paquetes mi pequeña se alegró mucho al verlo.

– ¡Damon!... – exclamó abriendo sus bracitos para abrazarlo cosa que a Edward tampoco le hizo mucha gracia.

Con discreción Edward me atrajo hacia afuera de la habitación mientras la atención de Nessie seguía concentrada en sus abuelos, en Alice, en Damon y sus regalos.

– ¿Qué hace ese tipo aquí? – preguntó en tono contenido tratando de mantener a raya su ira pero fallando miserablemente.

– Vino a ver a Nessie. – Ese tipo no me agrada.

– Es solo mi vecino y un buen amigo Edward, además nos vemos a menudo por razones de trabajo – dije tratando de calmarlo.

– Tal vez sea solo un amigo para ti, pero para él no significas lo mismo, ese mal nacido te desea, solo hace falta ver como te desnuda con la mirada para darse cuenta de que ese imbécil haría lo que sea por meterte en su cama.

– Edward basta Damon no es así, él es un hombre de buenos sentimientos.

– Es decir quiere una relación seria contigo ¿verdad? – dijo enarcando una ceja y yo no sabía que decir ya que efectivamente Damon jamás había ocultado su interés por mí y su deseo de que tuviéramos una relación estable.

– Lo sabía – dijo en un tono de voz demasiado alto para el pasillo de un hospital.

– Edward por favor, este no es lugar para una escena de celos – dije en voz baja pero en lugar de replicar mi comentario miró a nuestro alrededor y me tomó de la mano llevándome hasta una puerta.

– ¿Qué haces? – pregunté sin obtener respuesta alguna.

Edward abrió dicha puerta y nos introdujo a ambos, encendió la luz y cerró la puerta. Estábamos en un pequeño cuarto lleno de trapeadores y productos de limpieza.

– Edward que…– quise preguntar que hacíamos aquí pero sus labios silenciaron los míos con abrazadora pasión.

Me empujó hasta quedar recostados a una de las estanterías, sus labios devoraban los míos y su lengua exploraba cada centímetro de mi boca.

– Ese tipo te desea – susurró contra mis labios, mirándome a los ojos – y tú eres mía – dijo con la mandíbula tensa para luego reclamar mis labios con renovada pasión.

Todo mi cuerpo ardía, mi manos empezaron a colarse bajo su camisa hasta que no fue suficiente y la desabotoné rápidamente, necesitaba sentir su piel, mientras el besaba y mordisqueaba mi cuello.

Rápidamente quito mi jersey y lo lanzó al piso, bajó las copas de mi brazier y empezó a besar mis senos succionando un pezón y luego el otro.

Mientras seguía devorando mis senos sus manos fueron hasta mis jeans y desabrochándolos introdujo su mano en mi intimidad.

Cada vez era más difícil contener mis gemidos, mi cuerpo entero ardía, el deseo que sentía por él era muy fuerte, deseaba sentirlo en mi interior, no sé si algún día tendría suficiente de él.

Como siempre su cuerpo estaba en sintonía con el mío y rápidamente me despojo de mis pantalones y mi ropa interior besando y mordisqueando la cara interna de mis muslos en el proceso, acrecentando aún más mi deseo por él.

Sacó un preservativo de su bolsillo y se lo colocó rápidamente ante mi atenta mirada mientras pensaba ¿Cuando consiguió ese preservativo y donde pretendía que lo usáramos?

– Soy médico preciosa, siempre estoy preparado y tenía la esperanza de volver a hacerte mía en cuanto surgiera la más mínima oportunidad – dijo respondiendo a mi pregunta no formulada con esa sonrisa ladeada que me robaba el aliento.

Rápidamente me tomó entre sus brazos haciendo que envolviera mis piernas en su cintura y apoyándonos en uno de los estantes se introdujo dentro de mí.

El placer de sentirlo dentro de mí mientras me penetraba con fuerza y sin ninguna delicadeza era indescriptible, mis brazos se aferraban a él con fuerza, aunque trataba de controlar mis gemidos el placer que sentía era demasiado para contenerme de manera que estaba fracasando en dicha tarea y el saber que del otro lado de la puerta el personal del hospital seguía su ir y venir inmerso en sus actividades diarias solo lo hacía más excitante.

Sus embestidas se aceleraron aún más y mi cuerpo explotó a su alrededor gimiendo una distorsionada versión de su nombre, y luego de dos embestidas más él también se dejó ir con un varonil gruñido.

Sus labios tomaron los míos pero esta vez con mucha suavidad y ternura.

– Te amo más que a mi propia vida – dijo juntando su frente con la mía – lamento ser tan celoso pero la idea de perderte ahora que te acabo de recuperar me mata y ese tipo te mira de una manera que me invita a partirle la cara.

– No debes preocuparte – afirmé tomando su rostro entre mis manos para que me mirara a los ojos.

– Damon es solo un buen amigo lo conozco desde hace años y tienes razón tiene sentimientos por mí, me lo ha dicho, pero él sabe que solo puedo ofrecerle mi amistad y lo acepta, tú eres el único hombre al que he amado y al que siempre amaré.

Aun cuando pensaba que jamás te volvería a ver jamás pasó por mi mente aceptar tener una relación con Damon porque te amaba demasiado y la idea de que otro hombre me tocara me resultaba repugnante y…

Fui interrumpida por los labios de Edward, en un beso lleno de emociones.

– Gracias por haberme esperado aun sin saber que iba a volver a ti – dijo con su mirada profunda sobre mí.

– ¿Entonces confiarás en mí y te comportarás?

– Lo intentaré – contestó a regañadientes.

Para cuando salimos de aquella habitación el mal humor de Edward había quedado atrás aunque al entrar a la habitación de Nessie con Damon frente a frente su humor se ensombreció un poco pero con nuestra hija presente Edward supo esconder su desprecio pon mi vecino al ser incapaz de hacer otra cosa que sonreír genuinamente ante cualquier cosa que dijera Nessie.

– Buenos días saludaron Jasper y Rose – que veían con la pequeña Nikky de la mano que de inmediato se soltó de la mano de su madre y tío para correr hasta la cama de mi hija.

Su abuela la acomodó en su regazo y de inmediato empezó a hacer un interrogatorio a mi hija pero Esme se encargó de explicarle todo con paciencia.

– A Emmet le habría gustado venir pero surgió algo en la oficina y está tratando de arreglarlo a través de su asistente para no tener que volver de inmediato, pero quiere que sepas cuanto se alegra de que Nessie esté mejor.

– La agradecida soy yo por su hospitalidad y todo lo que han hecho por mi pequeña – dije profundamente agradecida por el trato especial que siempre habían tenido para conmigo y mi pequeña.

Todos salimos un momento de la habitación que empezaba a estar demasiado atestada mientras, Esme por ofrecimiento propio se quedaba con las niñas y mientras salíamos no pude pasar por alto la forma en que Jasper y Alice se miraban.

– Oh Alice me alegro de que ya estés de vuelta – dijo Rose – mira te presento a mi hermano el doctor Jasper Hale, Jasper ella es Alice Brandon una gran amiga y excelente diseñadora.

– Mucho gusto – dijo Alice tímidamente extendiéndole la mano a Jasper y este en lugar de darle la mano, tomó la mano de Alice dándole un beso, lo que hizo sonrojar a mi amiga.

– No puedo creer lo que ven mis ojos – susurré – Alice Brandon siendo tímida con alguien.

– Y yo no puedo creer que alguien haya logrado colocar una sonrisa tan brillante en el rostro de Jasper Hale – dijo Edward.

Pues efectivamente el siempre serio doctor Jasper Hale se iluminó con un bombillo de navidad.

Definitivamente esos dos habían quedado flechados.

 

 

EDWARD (POV)

Después de que mi madre se marchara con Charlie que necesitaba una ducha y descansar un poco, Rose y Nikky también se fueron acompañadas por un Jasper que había quedado instantáneamente flechado por la mejor amiga de Bella con quien incluso intercambiaron números.

– Nosotros también nos vamos – dijo Alice – por favor no te preocupes por nada en la oficina que Leah y yo nos encargaremos de todo así que relájate.

– Y por favor has que descanse aunque sea un poco – añadió Alice mirándome.

– Por supuesto que lo haré Alice.

Alice se despidió de Nessie y luego lo hizo Salvatore, me molestaba la familiaridad que tenía este tipo con Bella y mi hija.

Aunque en realidad quería a Bella a miles de kilómetros de ese tipo, deje que fuera ella sola a acompañarlos a él y a su mejor amiga al estacionamiento sin mostrar cuanto me desagradaba verlo cerca de ella ya que no quería ser tan autoritario y celoso con Bella y echarlo todo a perder.

No soportaría volver a perderla así que tendría q poner de mi parte, darle su espacio y aprender a controlar mis celos.

Salvatore y yo nos despedimos con un tenso y firme apretón de manos, en cambio Alice se despidió con un abrazo.

– Por favor se bueno con ella siempre te ha amado y ha sufrido mucho, ya es hora de que sea feliz – me susurró.

– Hacerla feliz es lo que más deseo – conteste en voz baja.

– Buen chico, espero verte pronto y también a tu amigo el doctor ardiente – dijo con una pícara sonrisa.

– Definitivamente lo veras más pronto de lo que crees, lo dejaste muy impresionado – y con mis palabras el rostro de Alice se iluminó aún más.

En definitiva mi amigo la había impresionado y al parecer el sentimiento era mutuo pues él tampoco le había quitaba los ojos de encima hasta que se fue.

Bella me sonrió dulcemente mientras se iba con ellos y yo me quedaba con nuestra hija.

Moría por decirle la verdad que ella era mi hija y oír que me llamara papá, pero ahora lo importante era su salud cuando le dieran el alta y estuviese mejor ya hablaríamos de eso.

– Eres mi candidato favorito – dijo mi hija con su sonrisa traviesa mientras yo le acomodaba en la mesa del desayuno uno de los libros para colorear junto con un set de colores que le habían traído Damon y Alice.

– ¿Candidato favorito para qué? – le pregunté correspondiendo a su tierna sonrisa.

Pero en lugar de contestar soltó una risita mientras negaba con su cabecita.

– Por favor prometo no decírselo a nadie – insistí haciendo pucheros igual que los hacía ella cuando quería conseguir algo.

– Está bien – dijo poniendo sus ojitos en blanco – eres mi candidato favorito para ser mi papá. Su repuesta llenó de alegría mi corazón pero eso solo duró un instante.

Es decir no podía describir la alegría que sentía al saber la opinión de mi hija sobre mí, pero… ¿a qué se refería con su lista de candidatos?

No tenía duda alguna de que una mujer tan hermosa como Bella solo estaría sola por elección propia y no por falta de pretendientes pero hasta ahora no me había puesto a pensar en cuántos hombres rondaban a Bella.

– ¿Y cuáles son mis demás rivales? – pregunté sonriendo para que mi hija no notara mi incomodidad.

– Bueno mamá tiene muchos amigos.

– ¿Tu mamá tiene muchos amigos? – pregunté más alto de lo que pretendía pero ella no lo notó distraída examinando la infinidad de colores que tenía para elegir.

– Si pero antes de ti solo habían dos candidatos – dijo señalando dos deditos.

– ¿Ah sí?

– Sí, el primero era mi maestro de natación se llama Ben y siempre dice que mi mamá es muy hermosa.

– ¿Y el segundo? – pregunté aunque ya intuía la respuesta.

– Damon, mamá dice que debo llamarlo señor Salvatore pero él dijo que le gustaba más que lo llamara Damon, él era mi favorito hasta hace poco.

– ¿Y Damon las visita mucho? – seguí indagando con una sonrisa en los labios para que no se diera cuenta de lo enojado que estaba, aunque en realidad quería golpear algo, de preferencia el rostro de don perfecto.

– A veces trae a mamá a casa después de sus reuniones y juega conmigo y me regala libros para colorear y cuentos y nos lleva por helados – dijo concentrada en la figura que coloreaba.

– Es muy divertido y siempre mira a mamá embobado – dijo soltando otra risita – una vez le pregunté porque la miraba tanto.

– ¿Y qué te respondió? – pregunté con toda la calma que fui capaz de manejar.

– Que lo hacía porque creía que mi mamá era la mujer más hermosa del mundo.

Estaba decidido iba a matar a golpes al maldito.

 

 

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Hola chicas espero que les haya gustado el capi, por fa déjenme en sus comentarios sus sugerencias.

Cuídense las quiero mucho.

Besitos.

 

 

 

 

 

 

Capítulo 11: Visitantes

 
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