Y... Si el AMOR toca a mi puerta?

Autor: o_OMaiite
Género: General
Fecha Creación: 17/01/2015
Fecha Actualización: 24/09/2015
Finalizado: NO
Votos: 5
Comentarios: 11
Visitas: 10572
Capítulos: 7

Bella es una muchacha de 17 años, posee buenos sentimientos, es dulce y muy valiente, pero esta chica no cree en el sentimiento más puro y noble que existe sobre este mundo, el AMOR... Por lo cual cupido deberá realizar un dificil y arduo trabajo con ella, jugando con el destino de Bella y haciendo muchas travesuras.

Sus padres fallecieron en un trágico accidente automovilistico cuando ella tenía apenas 5 años de edad. Desde ese momento la tutela la recibieron sus tíos Renée y Charlie. 

Edward es un chico de 18 años. Por el contrario de Bella, Edward si cree en el Amor... sólo que espera a que llegue su doncella mientras el se divierte con chicas, puesto que es un fanático de las mujeres. Muchos lo describen como un patán, pero la verdad es que pocos saben que es un chico romántico, dulce y tierno... y que espera a la chica indicada para vivir su propia historia de amor.

Cupido unirá sus caminos, por fin.
Cosas muy locas y divertidas suceden entre Bella y Edward....

¿Podrá Cupido hacer cambiar de parecer a Bella?

Si el Amor toca a su puerta............ Lo recibirá??

 

Tongue Out  ESPERO QUE LES GUSTE!..

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Capítulo 4: Nahh ¿Celosa yo? ¡Ja! Ok, Un Poquito quizás.

Me despierto de golpe unos minutos antes de que sonara la alarma, enseguida me pongo de pie y estiro mis musculos, provocando que mis huesos de la columna se truenen, luego abro las cortinas de mi dormiorio. Allá a fuera, a pesar de ser tan temprano, había un hermoso día, el sol pegaba de manera muy agradable. Me levanté con mucho ánimo y energía, lista para tratar de conquistar al mundo, al igual que Pinky y Cerebro. Extrañamente me sentía raramente felíz, y hacía oídos sordos a mi subconciente quien me interrogaba a gritos y berrinches, exigiendo saber el motivo de mi dicha. Mientras él trataba de hacerme entrar en razón, yo lo ignoraba, no me interesaba plantearme ni una pregunta, me sentía bien y eso es lo que cuenta.

Coloqué música a todo volumen y comencé a bailar muy animada, moviéndome con agilidad, luego me subí a la cama mientras saltaba, bailaba y cantaba de manera enérgica. Moviendo mi cabello de un lado a otro, simulando ser una verdadera estrella de Rock.

En ese momento Alice abrió repentinamente la puerta de mi habitación y se quedó estática, mirándome con el ceño fruncido pero de lo más divertida. Al percatarme de la presencia de Alice, me detuve y la observé con una ancha sonrisa pegada al rostro, con todo mi cabello revuelto, casi cubriéndome la cara por completo. Me quedé quieta sin decir nada, con la respiración agitada. Estaba preparada, incluso resignada para cualquier comentario irónico que viniera de parte de Alice.

-¡Wauu! ¡¿Quién eres y qué hiciste con mi prima?!- Sonríe arrugando la frente y entrando a mi habitación -¡Escupe!- Replica

-Alice, esta soy yo saltando en la cama- dije sin entrar en detalles, encogiéndome de hombros con una sonrisa discreta.

-¡Ahh! Ya me estaba preocupando. Es que entré y te vi como la chica del exorcista, pero irradiando felicidad- Se largó a reír. ¿Tan espantosa me veía?

-Ay que linda, gracias- dije sonriendo, mientras me dirigía a apagar el despertador que recién había sonado.

-¡Vaya! Si hasta te haz despertado 20 minutos antes. Eso sí que es raro ¿No? muy raro, y con ganas de bailar- Dice en tono de asombro, alzando la voz, mirándome con los ojos entreabiertos y con actitud suspicaz. Hace un pequeña pausa y continúa -¿No será que ese cabellero Edward con su torso sacado de cuento de hadas y su brillante sonrisa te estará cambiando el ship por completo?- Supone con una sonrisa pícara. Yo le miro con reprobación.

-¿Qué ship qué qué? ¡No! ¿Por qué?- Dije con aparente nerviosismo.

-¿A quién tratas de engañar?- Espeta incrédula. Olvidaba que se trataba de Alice, mi confidente de toda la vida. ¡Era tan injusto! Con ella no puedo fingir ni aunque quisiera.

Sonreí derrotada ante Alice, y la boba sonrisa me delató. Por Dios.. Que tonta soy!!!

-Lo sabía!! Es más que atracción.. Te encanta!- finaliza con grito de emosión, a lo que le respondo con una almohadazo.

-¡Shhhh!- Le hago el gesto con el dedo índice para que baje la voz. -No sé! quizás un poco.. es demasiado temprano- digo divertida por las graciosas muecas de Alice.

-Bueno.. ¿Sientes maripositas en el estomago cuando te roza?- Pregunta llena de curiosidad, faltaba poco para que se comiera las uñas de puro nerviosismo.

-Mmm ¡Haces preguntas difíciles!- Frunzo el ceño divertida

-No evadas!!- Protesta ella, arrugando la frente.

-Ok, si- confieso de pronto. -Tú sabes que nunca me he enamorado de nadie, pero me sucede algo distinto con él. No sé, una conexión, o... no sé- Sinceramente traté de explicarme, y ella pareció comprender lo que ni yo comprendía.

-Lo sé... - Omite, y me queda mirando pensativa. Lo que es muy raro en Alice, jamás omite nada.

-¿Y Jasper?- Mi turno de interrogar a la duendecilla, lo que no era para nada una tortura para ella, al contrario amaba todo tipo de test, y entrevistas divertidas.

-¡Ay Jasper, Jasper, Jasper! Es tan lindo- Canturrea maravillada, mirando hacia el cielo -Me pasa algo muy parecido con él... Pero deberemos posponer esta conversación para más adelante, porque la hora avanza- Se levanta la cama con una sonrisota de oreja a oreja, mientras se dirigía a la puerta -Ah, y no te tardes!!- dice antes de cerrar.

Me aproximo a levantarme para ducharme, sin antes hacer la cama. Luego me coloco un jeans negro y una blusa blanca sin mangas con encajes, dejé mi cabello humedo al aire libre y Listo!!! Bajé con prisa las escaleras, sin estar preocupada del tiempo. Desayunamos tranquilamente, acompañados de una larga y entretenida charla sin sentido. Luego salimos de la casa con el tiempo a nuestro favor. Justo iban saliendo nuestros nuevos vecinos y les saludamos.

-Vamos a llegar juntos- Comenta Jasper de muy buen humor.

-¡Genial!- dice Alice, efusiva intercambiando miraditas con este. Luego Emmett se subió al coche y encendió el motor.

Edward se acerca cauteloso hacia mí, siempre fulminandome con su mirada intimidante. ¡Wauu! Se veía tan sexy esta mañana, con su cabello alborotado y , un mechón rebelde de su cabello le caía por la frente.

-Hola fea- dice en voz baja de manera que sólo yo le pude oír. Yo muy ceñuda me di una vuelta de 90° grados para mirarle la cara, y este al verme se le escapa una pequeña risita, que trató de contener, mordiendose el labio inferior.

-Hola idiota- Sonreí parpadeando.

-¿soñaste conmigo?-Pregunta y yo le miro desconsertada, me entraron muchas ganas de reír. A este chico lo que le sobrava era ego, poseía un ego excesivo y masivo , pero no era irritante, era encantador.

Vaya! ¿en serio crees que el mundo gira en torno a ti?- Traté de poner mi mejor cara de seria.. un debil intento la verdad.

-Vaya manera de evadir mi pregunta- dice con una media sonrisa.

-¿Listos chicos?- Interrumpe Emmett, los dos asentimos con la cabeza, y nos marcharmos a nuestros respectivos autos.

***

Con los chicos nos separamos a la entrada de la escuela. Ellos debían saber en qué curso quedar, aún no les infomaban.

-¡Bella!- Escuché a Jake gritar, me voltee rápidamente y allí estaba mi amigo, esperandome con una sonrisa, corrí a abrazarlo. Lo extrañaba tanto.

-¿Jake cómo estas?- dije mientras lo abrazaba con fuerza.

-bien.. aunque no tanto como tú- Responde y me mira de pies a cabeza, arqueando una ceja. Intento ignorar ese gesto, no podría perder a mi amigo de nuevo, ni por confusiones de sentimientos, ni por nada.

-¿Qué hiciste en las vacaciones? ¡Desaparesiste!- Le reproché haciendo un morrito.

-¿En serio quieres hablar de eso?- Pregunta dudoso, con expresión divertida.

-Sinceramente, ahora no- Respondo, él sonríe compasivo.

-Vamos a la sala, luego hablamos- Jacob me abraza por encima de hombro y me conduce hasta la sala. Y es verdad, enrealidad tiempo nos sobra para hablar sobre su confesión.

***

-Buenos días, chicos!- Dice el profesor adusto, con expresión severa.

-Buenos días- le respondimos al unísono

-Tomen asiento porfavor- Dice este y obedecimos. -¡Biología!- Alza la voz de manera súbita. -¿alguen me podría definir el concepto de biología?- Se introdujo a su clase. ¡Biología! Amaba biología, mi materia favorita. Levanté la mano con la intención de que me concediera la palabra, cuando interrumpieron golpeando la puerta de salón.

-Un momento- Dice el profesor mirándome, abre la puerta y se retira del salón. Después de un rato largo volvió a entrar a la clase, sin dejar la puerta cerrada.

-Bueno chicos -Hace una pausa -Han llegado nuevos compañeros y quiero que los reciban lo mejor posible- Dice este con un ligero tono de amenaza. Enseguida abre por completo la puerta que había dejado entreabierta. -Adelante- ordena.

Había tenido una breve sospecha de que podrían ser, pero enrealidad no creía. Habiendo tantos cursos !justo este! es... Ilógico. Entonces me mordí la lengua porque sí eran ellos. Primero apareció la envidiable figura de Rose, a leguas se notaba su nerviosismo. Luego le siguió Jasper, tan erguido y correcto como siempre. Sentí algo parecido a la decepción cuando vi que Edward no aparecía... Se demoró pero llegó. Allí estaba, con su efusivida y energía de siempre.

Los tres permanecían allí, aún sin percatarse de nuestra presencia.

-Ellos son Rosalie, Jasper y Edward- Les presenta y Edward se fija en mí, me mira sorprendido con los ojos muy abiertos, luego parece recuperar el aliento y en sus labios se forma una suave y sincera sonrisa, dedicada única y exclusivamente para mí.

Luego Rosalie nos vió y se emocionó muchísimo, trata de disimular su entusiasmo. Nos hace un gesto de saludo con la mano.

-Los tres son los hermanos Cullen y hace poco han llegado a Miami- Informa el profesor, luego se vuelve a los chicos -Sean bienvenidos y, este es un buen curso.. Tenganlo en cuenta- Finaliza el maestro con tono severo.

-Gracias- dijo Rose y Jasper al mismo timpo

-haber ¿dónde se pueden sentar?- dice el profesor llevando su mano hasta la barbilla, pensativo.

-Rosalie, allí hay un puesto desocupado- le indica, un puesto adelante del que estaba Alice. Su compañera de puesto la recibe con hospitalidad. -Jasper tú siéntate allí- Le indica una asiento desocupado en la primera fila. -Y Edward tú puedes...-Dice y le interrumpen.

-Profesor, aquí hay un asiento desocupado- Dice nada más, ni nada menos que Tanya, la desequilibrada. Me giro y le clavo la mirada, aunque esta no se percata de mi mirada hostil, porque su completa atención estaba puesta en Edward. A quien le sonríe, comportandose como una chica angelical.

-¿Irina no se sentaba allí?- pregunta confuso el profesor, y ella sonriente niega con la cabeza. -Ok. Edward allí con tu compañera Tanya- concluye. Para peor Tanya se sentaba detrás de mí. ¡¡¡NOOOOOO!!! Es obvio que Tanya no lo está asiendo de buena samaritana, Tendré que soportar escuchar sus conversaciones todos los días ¿Soportar ser testigo de como lo seducen? Mierda....

Edward se dirige hasta su puesto, sin antes regalarme una sonrisa, y yo frunso el ceño por la situación. Edward se instala allí y escucho a Tanya saludarle con su voz tan chillona y Edward muy cortés le responde. ¡¿Pero por qué me sentía tan furiosa?!

El profesor se tomó su tiempo para retomar la clase, para que los chicos se instalaran y sacaran sus cuadernos. De pronto, un pequeño papel comprimido, prensado cae hasta mi mesa.. Lo abro al instante, como una niña chiquita abre sus regalos de navidad. Decía "Hola de nuevo fea.. Dime si aún no crees en el destino"

Edward me hizo sonreír, y Jacob, quien estaba sentado a mi lado, me miraba extrañado con un gran signo de interrogación arriba de su cabeza. Aprieto el papel con mi puño y omito cualquier comentario. Me giro disimuladamente para verle el rostro a Edward. Él sonríe, con expresión despreocupada, pero a su lado había una bruja furiosa que me clavaba mil puñales con su mirada incriminadora. Tanya no estaba muy contenta que digamos. Me volteé y me tocó enfrentar la mirada llena de interrogantes de Jake. Pero ahora no era el momento de explicarle a mi amigo... Sería en otro momento. Este aparentemente borró su expresión confusa y se notó relajado, o eso parecía, luego me abraza y pasa lentamente su brazo por encima de mi hombro, sentí que inhaló el aroma de mi cabello. ¿Es mi idea mía o Jake estaba marcando territorio? Ok.. Me sentí un tanto incómoda, lo confieso.

-Bien, introduzcamonos a la clase de biología.....- Dice el profesor y Jake me suelta de mala gana. Entonces comenzó a hablar y hablar, lo miraba pero sin prestarle atención a lo que decía. ¿Es posible tanta coincidencia? Me hace dudar, esto del destino lo encuentro patético pero... No sé.. ¿y si es cierto?

Ahora que Tanya estaba evidentemente interesada en Edward, supongo que me hará la vida imposible, va a arder troya. ¡Ayy noo! Es agotador discutir con alguen con tan pocas neuronas. Además no es de mi estilo pelear por hombres ¿Para qué? ¿Para que se sientan importantes?.. no, gracias. Siempre he pensado que todos los hombres son iguales, en el sentido de que tarde o temprano terminan engañandote. Desde su perspectiva sólo ven faldas, no mujeres. Y es que nosotras somos diferentes a ellos en ese aspecto (¡Sólo en ese aspecto!), nosotras involucramos sentimientos. Ellos sin escrúpulo son infieles sin sentir nada por la chica, y en cambio las mujeres son infieles cuando sienten cosas por el chico. Lo sé, es una traición de todas formas!.. pero a lo que realmente voy es que ellos son más carnales que sentimentales, y a nosotras nos juega en contra ser sentimentales... Quizás exista una que otra excepción con respecto a los hombres, quizás esté muy errada. Sólo es mi hipotesis.

Cuando Edward me mira me siento rara, pero extrañamente felíz. ¡¡¡Necesito que alguen me entienda.. Para que luego me explique!!! Es que ningún otro hombre me hace sentir tan nerviosa cuando se acerca. Me gusta.. pero no me gusta. ¿Se entiende?

-Y ¿bien... srta Swan?- El profesor interrumpe mi reflexión y reacciono confundida.

-¿Qué?- Me repongo y corrijo mi postura. El profesor aprieta los labios transformandolos en una línea recta, me mira con mala cara y desaprueba con la cabeza.

-No ha estado muy concentrada señorita Swan, me sorprende de tí.. Pero será mejor que reacciones y te incorpores a la clase, hay suficientes plantas en la sala para una más- Me regaña, adusto y severo.. ¡Pesado! Soy la mejor en su clase y ni una buena palabra, en cambio, tengo una sola falla y se va con todo en contra de mí.

Con lo impulsiva que soy, me entraron ganas de tomar mis cosas e irme, pero me controlé. No podía hacerlo después de la pelea de ayer con Tanya, me echarían con viento fresco. Fruncí el ceño y resoplé.

-Lo siento- Dije tratando de no sonar molesta, pero la actuación no es lo mío.

                                                     ***

Habian tocado el timbre para recreo, era un poco más de las 10 de la mañana, y me encontraba tomando sol con mis amigas y mi más que prima, mi hermana Alice, porsupuesto. Angie y Jessie estaban encantadas con Rose, la integraron enseguida, incluso creo que en algún momento llegaron a incomodar a la pobre Rosalie con preguntas embarazosas de alto calibre, pero era parte de la inclusión que fue sometida por Angie y Jessica. De pronto se acerca Edward hacia nosotras, sonreí al ver la cara de alivio de Rose al ver a Edward, ya que mis curiosas amigas pararon de interrogarla con temas de mujeres cuando captaron que este venía.

-Holas chicas- Dice Edward con las manos en los bolsillos, se veía tan dulce y.. tremendamente sexy.

-Hola- dice Angie desde su asiento

-¿Edward verdad?- Le indica Jessica

-El mismo- Edward le regala una sonrisa muy cautivadora. Cabrón... Mi subconciente se estaba revolcando en el piso, protestando y pataleando. ¡¡¡Comportate niña malcriada y deja de hacer berrinches!!!

-¿Qué hay Edward?- Pregunta su hermana, él se encoge de hombros.

-Busco refugio- responde mirando cauteloso hacia atrás, específicicamente hacia Tanya, quien de lejos me miraba con un odio inmensurable que llegaba a dar escalofríos -¿Me acogen?- dice este mirándome con una sonrisa de niño bueno.

Alice dice -Me huele a que ALGUEN está escapando de una irritante señorita de cabeza oxigenada- Deduce divertida.

-Que comes que adivinas- suelta Edward una carcajada contagiosa y todas reímos.

-Entonces sí, podríamos adoptarte- digo amigable, y al rato me arrepiento cuando Edward me clava fija su mirada que pareciera que penetrara cada rinconcito de mi alma. ¡Cielos! ¿Qué me sucede? Me sonrojé.

Él sonríe con gratitud y se sienta justo a mi lado. Miro hacia otro lugar para relajarme, sólo quería olvidarme por un momento de que.. Edward el mirón seguía contemplando mi perfil.

Cierro los ojos y levanto mi rostro, se sentía biel sol pegando en mi rostro.

-Así que ese es el tal Jacob- Dice a mi lado, mientras las chicas clarlaban animadamente por su parte.

Yo asiento con una sonrisa pacífica. -y... lo amas- me mira con expectación.

-Le quiero- Edward agacha la cabeza y aprieta los labios, con expresión frustrante. -Es mi mejor amigo- solté de pronto y Edward levanta la mirada con una luz de esperanza, luego luce una radiante sonrisa, y por último su expresión cambia súbitamente a una inescrutable.

-Pero él esta loco por tí- Abre los ojos de par en par. No pude descifrar si realmente era una pregunta o una afirmación. En el momento no supe que responderle, me complicaba hablar de esto con alguien, si aún no lo he hablado con la persona implicada. Me sentiría como que estuviese traicionando a Jake.

-Es algo.. Complicado- ladeé la cabeza, esperando que comprendiera.

-Si, sinceramente parece complicado, te ve como si fueras de su propiedad.. Puedo olfatear su odio hacia mi y...- Se detiene y me mira pensativo con los ojos risueños. ¿Por qué se habrá arrepentido de decir lo que iba a decir?.. Prefiero no preguntar, ni seguir con el tema de Jake.

-Y.. ¿A qué viene tanta pregunta?- frunso el ceño

-Soy muy curioso- dice con su voz aterciopeladamente seductora.

-Si, ya lo veo... Y, como va todo?.. - Le eché una mirada fugaz a Tanya quien fingía no estar pendiente. -Digo.. ¿Cómo te ha recibido tu compañera de banco? Ha sido exageradamente amable- comento con una segunda intención.

-Si, Tanya es muy amable y atenta- contesta el inocente ¿Acaso no era evidente que Tanya estaba encaprichada con él?

-Ah si como no.. ¡Es tan generosa y bondadosa! Uffh, No sabes cuanto- No se podría ser más irónica. ¡Whauu en serio Edward! Te sorprenderías lo generosa que es con chicos como tú.. Tan generosa que le encanta acobijarlos en su cama... ¡Que bondad la tuya Tanya!

Edward parece disfrutar de mis expresiones. En ese instante pasaron dos chicas de silueta envidiable por delante de nosotros, mirando persistentemente a Edward. Se lo comían con la mirada y al mismo tiempo pasaron comentando "mira el chico nuevo" "está bien bueno" y se largaron a reír al unísono. Me dedique a contemplar a Edward con una sonrisita divertida de reproche, este miró pacífico hacia otro lugar fingiendo no haber escuchado nada.

-Edward Cullen eres un matador ¿Lo sabías?- Hablé en sentido figurado, él no hizo más que reír con algo de modestia, la más inocente de las mentiras- Entonces.. Eres un rompe corazones- dije con tono de interrogación.

Edward inhaló un gran sorbo de aire por la boca y la volvió a abrir. Al parecer buscaba las palabras correctas para que pudieran salir de su boca. ¿Edward sin saber de decir?

-A decir verdad nunca he estado con una chica- contesta ¿Qué qué qué? Arqueo las cejas con aparente sorpresa, y aparece su sonrisa retorcida. -Estando enamorado- Aclara de pronto. Ahh Ok, ¿entonces se supone que eso responde a mi pregunta? ¿O es una respuesta con antifaz para disfrazar la verdad? Es una respuesta implicita, entonces debería interpretar que Edward efectivamente es.. un buen patán faldero, un donjuán por excelencia que nunca jamás se ha enamorado y 'eso se le da el derecho' de jugar con los patéticos sentimientos de ingenuas sentimentalistas... Me estoy asustando ¿Estaré siendo muy patética? Pienso que mi deducción es la más lógica.

Al cabo de unos segundos le miro con mala cara, pero no me sentía con ganas de profundizar en el tema -creo que entiendo- dije seria, enseguida no pude evitar mirar hacia al frente y vi a Tanya con sus amigas, pero Tanya tenía una expresión horrible, al vernos conversar le llegaba a salir humitos por las orejas.

-¿Te acuerdas de mí?.. Ayer, cuando estabas en la inspectoría, habías tenido un día de furia... Eres una chica problemática ¿verdad?- Sonríe pícaro con suspicacia

-No, problemática no es la palabra.. y sí te recuerdo, sólo que no vi tu rostro. No había pensado que podrías ser tú- Miro a sus ojos centelleantes, encantados. Ohh ¡que guapo! Sacudo la cabeza y me concentro -definitivamente sí fue un mal día, una riña con alguen que prefiero no nombrar.

-Tanya- responde y me deja con la boca abierta, pensé que no lo sabía. Afirmo meneando la cabeza de arriba abajo.

-Whouu miren quien viene- su voz cambia y se vuelve adusta. Miro hacia donde Edward dirigía la mirada y veo a Jacob acercarse hacia nosotros, con paso firme y decidido. -Te tiene vigilada o qué- dice Edward con indignación

Jacob está a mi lado, mirando fijamente a Edward, y este a Jake, yo me encontraba justo en medio de una temible guerra de quemaditas de ojos, ninguno daba su brazo a torcer. De pronto se me ocurre pedir ayuda a las chicas, que me sacaran de esto tan incómodo... ¿En qué momento se habían marchado? No sé.

Era el momento de romper el hielo. En una de esas hasta terminan siendo muy compadres.

-¡Jacob!- Me levanto del asiento con una sonrisa, disimulando mi incomodidad. Enseguida me sigue Edward, le miro por el rabillo del ojo, erguido, con actitud desafiante, en pie de guerra, su fuerte mandibula marcada, ¡Oh, sus mandibulas marcadas!.. Devuelvo la mirada a Jacob, oh noo! exactamente igual, ¿Qué es esto? No hay motivo de rivalidad..

-Ehmm.. Jake él es Edward. Edward él es Jacob- Les presenté educadamente, mirando sus rostros una y otra vez, con nerviosismo.

Luego cedieron de mala gana y se dieron un fuerte, muy fuerte apretón de manos, sin dejar de mirarse con el ceño fruncido. Ok, esto se ha vuelto aún más incómodo. Concurrían segundos interminables... ¡¿Que no dirán ni una palabra?! ¡Hombres! De pronto, aclaro la garganta.

Jacob despega la mirada sobre Edward y la posa en mí. -¿Puedo hablar contigo?- me mira muy serio. Como si le debiera una expliación...

-Bien Bella, entonces de ahí nos vemos- Me regala una leve sonrisa, y le luego mira a Jacob y su expresión cambia a severa. -Jacob- Edward se despide con él, con un movimiento de cabeza.

-Edward- Responde Jake de la misma forma, y Edward desaparece.

-¡Que gusto que no se arrancaran los ojos!- Dije ahora más aliviada, sonriendo con ceño fruncido. Enseguida nos sentamos, él tomó el lugar de Edward.

-¿De a dónde conocías a ese Edward?- Dice pronunciando el nombre de Edward con amargura y un desprecio espeluznante.

-Lo conocí ayer, sus padres compraron la casa de al frente- Le informé

-¿Y ya son los mejores amigos?- Creí dejarle todo claro ¡¿Pór qué está indignado?!

-No somos amigos. Tú y yo somos amigos- Dije sin la menor intención de hacerle sentir mal. Pero es la verdad, los amigos se lastiman con la verdad.

Agacha la cabeza y me invade un tremendo sentimiento de culpa.. Estoy siendo una pésima amiga ¿O quizas mi amistad le este haciendo mal? ¿Quizás debería poner ciertos límites? ¡Es tan complicado!

Enseguida sujeto mi cabeza en su cuello muy apenada por él. Ehmm ok... estoy pensando en poner limites y esto no ayuda mucho, es una tremenda contradicción. ¿Límites? ¿Será la solución? Se supone que la amistad no tiene límites. Esto hacen los amigos, charlan sin temas que sean tabú, se aceptan tal cual con virtudes y defectos, sin importar si hay diferencias de opiniones, ¡se abrazan cuando el otro esté triste!.. De esto se trata la amistad. Pero principalmente no se lastiman, excepto con la verdad. Me pregunto si le estaré lastimando con mis abrazos, y si fuera así..... No me quedaría otro remedio que ¿distanciarme? Es que no quiero, su amistad me es indispensable. ¡Cielos, ahora me siento egoísta!

-lo siento- digo en un hilo de voz

-no digas eso- Dice haciendose el fuerte, pero yo sé que no es así.

-Jacob yo....- aclaro la garganta

-No hablemos de eso ahora, por favor- niega con la cabeza

-tenemos que hablar-insisto y el rodea los ojos con exasperación

-luego, ahora no- dice arrugando la frente y rápidamente se levanta ¡Rayos! ¿Cómo lograremos hablar si evade esta conversación?

-Sólo te digo que ese tipo te quiere con papas fritas y conozco los de su clase- Dice algo irritado.

-No soy tonta y te recuerdo que lo conocí ayer- aclaré con tranquilidad, alzando una ceja.

-En fin, bueno.. Iré con los chicos a jugar football- Se dispone a salir corriendo. ¿Huyendo?

-Jake- Lo detengo, él me mira esperanzado, con un destello de luz en sus ojos. Voy hasta él y lo abazo, tengo la sensación de que lo perderé. Luego nos fuimos juntos, y nos dirigimos a donde estaban las chicas, para mi sorpresa estaban todos allí, Alice, Rose, Angie, Jessie además Emmett, Jasper y Edward. Me fijé en el rostro de Jake cuando se topó con el de Edward, era la misma expresión de Edward, de discordia y rivalidad. Había mucha tensión en el ambiente, que sólo tres de los presentes lo capatábamos. ¡¡¡Whouuuu como se fulminaban con las miradas!!! Dios mío... ¿Cómo se me pudo haber pasado por la cabeza que Edward y Jacob podrían ser amigos?

***

Terminamos la jornada escolar, me eché la mochila a la espalda y me dispuse a salir del salón con Alice y Rose, antes de despedirnos de Angie, Jessica y Jacob. Al salir veo a Tanya y Edward charlando de lo mejor. Sentí como si me perforaran por dentro, algo parecido a la ira dominaba mi sistema, ni me había dado cuenta de que mis puños estaban fuertemente apretados. Pero traté de verme lo más tranquila posible, todo me ocurría por dentro. Ellos pararon de conversar cuando pasamos por su lado, mientras yo les ignoraba por completo. Sentí el peso de la mirada de Edward cuando pasé y no me importó, seguí caminando... Siempre digna. Pero mi yo interior estaba totalmente descontrolada, una completa desquiziada. Mi otro yo.. ¡ohh, porfavor contrólate!.. Me impulsaba a mirar hacia atrás, pero yo se lo prohibí de cualquier manera.. Debía usar la cabeza y ser fría. ¿Pero qué rayos? No había motivo para sentirme así... Como si fueran celos... Nah, no son celos.. En serio de ninguna manera. (Mi suconsciente me miraba sin dar crédito, entrecerrando los ojos con suspicacia) ¡¡¡Que Noo, Joder!!! Nahh ¿Celosa yo? ¡Ja! Ok, un poquito quizás.

-Bells, ¿No encuentras rara a Tanya?- Me pregunta Alice mientras caminábamos por los pasillos de la escuela.

-¿Por qué?- Pegunté

-No sé.. Ahora te mira feo, digo, más que antes- dice extrañada

Rosalie frunció el ceño y se vuelve hacia mí -Actualicenme, Entonces ¿tienes problemas con Tanya?- dice confusa.

-Bueno si.. Pero, ya tendras tiempo de conocerla y sacar tus propias conclusiones- Respondí con una sonrisa.

-Nos vamos en el auto de Emmett. Tengo las llaves, luego Emmett se va con los chicos- Anuncia Alice.

-¿Porqué?- Pregunta Rose con interés

-Quizás querran tener un espacio de hombres machotes- Contesta Alice y se largaron a reír, menos yo. No sé que me pasó.. ver a Edward conversar así tan.. ¿Felíz? con Tanya me dejó muy consternada. Y no me gusta sentirme así.

Como Emmett era el mayor, tenía más ventajas, cuando cumplió sus 18 le regalaron su primer auto, un Descapotable negro. Aunque lo usamos los tres, y entonces tecnicamente es de los tres, pero legalmente es de Emmett. Charlie y Renne son una hermosa pareja, profesionales de muy buena situación económica. Tenemos suerte de que haya espacio suficiente en la cochera para 3 autos; el de Renne, la patrulla de Charlie, y el de Emmett.

-¡Tengo un antojo chicas! Un terrible y entretenido antojo. Que me dicen si vamos de compras- Dice Alice al volante, a toda prisa, gritando de emoción. Yo aferrada con fuerza al asiento trasero, invadida por unos nervios terribles. ¡Alice no debería estar al volante! Eso debería ser ilegal.

-¡¡¡Siiii!!!- Rosalie grita hacia fuera, disfrutando de la adrenalina, el paisaje de Nueva York y el viento pegar en su rostro. Levantando con emoción y entusiasmo los brazos. ¡Wauu es igual a Alice! sólo que un poco más ruda, y le encanta ir de compras... O será que.. ¿seré yo la chica rara, que odia con el alma ir de compras? Es una tortura... ¡¡¡Saquenme de aqui!!! Recordé unas antiguas clases de yoga, respirar profundo y tranquilizarme... Inhalar... Exhalar.... Inhalar... Exhalar.

Estas chicas son terribles, planean matarme. Alice casi me obligó a colocarme unas prendas de ropa que según ella estaban súper a la moda, me obligó a comprar conjuntos de lencería fina, muy sexys por lo demás, es que yo siempre he optado por lo cómodo, me inclino más hacia las pantaletas y ese tipo de prendas .. Estabamos muy cargadas de bolsas, me faltaban manos. Y ni hablar de mis pobres piecesitos.. ¡¡¡Oh Rayos!!! Estaban hinchados. Pero no todo fue tan terrible, pasamos a un lugar a comernos un gran helado bañado de chocolate ¡Ohh Chocolate, mi placer culpable! fue sin duda el momento más hermoso del día, cuando por fin paramos a descansar, a disfrutar de un rico helado, acompañado de una entretenida charla entre amigas.

De regreso conducí yo. No es que Alice conduciera mal, es que me pone los nervios de punta que sea tan relajada para conducir, ¡hasta se maquilla al volante! confieso que admiro ese talento.. En verdad conduce muy bien, pero no deja de inquietarme.

Le entregué las llaves a Emmett y subí con aspecto de zombie a mi cuarto, tomé un largo baño, un delicioso y desestresante baño, el agua es mi fuente de energía. Luego me coloqué un Shorts negro, una polera cuadrillé manga corta, y zapatillas chapulinas con cañas, y lista, salgo de mi cuarto con mi batería recargada y como nueva bajo las escaleras. En el living se encontraban Emmett, Jasper, y Edward sentados en el sofá viendo un bullicioso partido de football. Rosalie y Alice se enontraban detrás de estos, sentadas echándoles un vistazo a las revistas de moda. Edward levantó la mirada hacia mí, observandome detenidamente de arriba abajo con una sonrisa retorcida. Sentí un cosquilleo de la cabeza a los pies, recorrer mi cuerpo junto con su mirada. Me vi obligada a desaparecer de la vista de Edward, él podría intimidarme como nunca nadie lo ha hecho.

Salí a fuera, al jardín delantero. Cierro los ojos e inhalo un gran sorbo de aire, con Edward en mi cabeza, todo lo demás se esfumaba. ¡Mierda! Me siento tan tonta.

-Te ves hermosa- Me sobresalté al sentír su voz detrás de mí, me volteé a mirarle con expresión de espanto. Estaba vestido de calle, jeans y una camisa negra.. Y me quedé sin habla, él sonrió con dulzura.

-Me asustaste- Dije por fin, conteniendo la respiración y la boca seca. Él se acerca hasta mí, con paso cautelosamente seductor.

-¿No me quieres mostrar un poco de la ciudad?- Me pilló de improviso y abrí los ojos de par en par, evidentemente sorprendida.

-¿Acaso Tanya no quiso ser tu guía de tour?- Arqueé una ceja y él abrió la boca sin saber qué decir, y luego frunce los labios, evitando que apareciera su resplandeciente sonrisa.

-¿Estas molesta?- Pregunta apaciguado. su pregunta me avergonzó. ¿Tan evidente soy?

-¿Bromeas? No.. no claro que no- Negué rotundamente, cruzandome de brazos, haciéndome la desentenda. -No hay motivo para estar molesta.

-Ahh..ya. De hecho Tanya me cae bien, pero es muy yo yo- confiesa con honestidad.

-¿Yoyo?

-He observado que habla mucho de sobre ella, es sólo ella- Dice, pero a mí no me interesaba en absoluto seguir hablando de Tanya ¡Que pereza!..Me observa apacible durante unos segundos y provoca su efecto en mí. Mi pulso aumenta increíblemente. Sus adorables ojos posados sobre mí, estudiando cada centímetro de mi piel. -Además yo quiero que tú seas quien me enseñe la ciudad- Añade con una media sonrisa, de esas que tanto me gustaban sólo si son de él.

-Quizás algún día... ¿Por qué no?- Dije ahora más tranquila.. o aparentemente.

-Te cobraré la palabra- ¡Ohh su sonrisa retorcida! Muestra esos encantadores hoyuelos en sus mejillas. No me cansaría de ver esa sonrisa, es una dulce adicción para mí.

Todo ha sido muy extraño. En dos día he sentido dentro de mi ser sentimientos que durante toda mi vida he ignorado ¡Ni siquiera sabía que podrían existir! Y me siento muy jodida e insegura. Toda mi vida he criticado todo tipo de sentimientos amorosos que puedan causar estupidez. Pero cuando te toca, te toca, y por más que quieras... No puedes eludir la realidad.

Capítulo 3: Aflorando Sentimientos Imprudentes Capítulo 5: ¡Una Pijamada Memorable!

 
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