No es otra tipica historia de amor

Autor: JessyC1601
Género: Drama
Fecha Creación: 05/08/2014
Fecha Actualización: 15/09/2014
Finalizado: NO
Votos: 1
Comentarios: 11
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Capítulos: 9

¿Nunca te ha pasado que quieres desaparecer del mundo? Ese momento en el que exclamas “¡Ya no puedo más!”  Con miles de lagrimas recorriendo tus mejillas. ¿No has sentido, que cada lágrima que brota, viene impulsando salvajemente la siguiente? ¿Qué quieres dejar de llorar y sin importar cuanto lo intentas se te hez imposible? ¿Que, por más que trates de distraerte, no logras sacar de tu mente aquello que te atormenta? ¿Te ha pasado? A mi si, esa sensación de desgaste físico y emocional, esa sensación de que eres invisible en el mundo, justo cuando mas necesitas compañía, como les dije, este era mi cuento de hadas, que, se transformo en el suyo.

Esta es la historia de Isabella, una chica con problemas  familiares, emocionales y de salud. Una chica que sin importar todo lo anterior sale adelante aun cuando pierde al motor que impulsa su vida.

 

Los personajes son de las asombrosas Stephenie Meyer y LJ Smith.

La historia es totalmente mia. Basada en algunos hechos de la vida real.

JessyC :3

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Capítulo 3: Jacob, Mi sol personal

 

Llegue al instituto temprano como de costumbre. Me quede en el auto revisando que todos mis deberes estuvieran en orden.

Estaba tan absorta en mi mundo, con la música de fondo que no escuche el ligero golpeteo en la ventana y cuando lo escuche, me sobresalte. Era Damon, de nuevo, Damon.

Baje el cristal del auto y lo mire inquisitivamente, pero el solo se quedo allí, mirándome.

-¿Y bien?- decidí soltar, aunque me ruborice casi al instante

-¿No puede uno simplemente, permitirse los grandes placeres de la vida? Yo estoy en eso, permitiéndome ver a una mujer sumamente hermosa –Dijo mientras enarcaba las cejas, era como si dijera lo más obvio del universo.

-¿Alguna vez te han dicho que eres el estereotipo perfecto de Don Juan? –solté sin pensarlo antes, otro defecto, no sé cuando cerrar la boca.

-Lo escucho a diario. ¿Pero no preferirías conocerme primero y luego evaluar eso?, puedo ser dulce si me lo propongo –dijo divertido, estaba burlándose de mí y eso me hizo enojar.

-El punto es… Que no tengo tiempo para eso ahora Salvatore- dije suspirando y volviendo la vista a mis deberes.

-Y mi punto es, que, poco a poco te encariñaras conmigo Isabella, me interesas, y no descansare hasta meterme poco a poco en tu corazón ya lo veras –paso la punta de sus dedos por mi rostro y yo simplemente lo mire, la electricidad estática que eso me causa no es normal. El simplemente se fue y yo simplemente observe como lo hacía no podía gustarme Damon, el simplemente es pedante y seguro de sí mismo y la parte de pedante era inmensa estúpido y sensual egocéntrico.

El día en la escuela paso totalmente rápido, eso o yo estaba demasiado concentrada pensando en cierto  idiota fuerte, guapo y de ojos hermosos, antes de poder darme cuenta ya estábamos todos en el estacionamiento bromeando y por todos bromeando me refiero a todos molestando a Emmett.

-Es todo muy injusto, yo solo quiero que me regalen nuevos juegos de video –dijo mientras hacía pucheros.

-Ya crece Cullen –dijo Rose con voz acida yo solo sonreí.

-No le pides al sol que no salga en las mañana Rossie –dije divertida

-Bellita –se quejo Emmett con voz aguda.

-No seas niña –dijo Alice  mientras le sacaba la lengua en un gesto infantil.

Jasper estaba algo callado y lo note perfectamente, mientras todos hablaban de ir a la casa Cullen y cenar allá, decidí acercarme a él.

 -¿Te encuentras bien Jazz? –el me miro y frunció el ceño.

-Pues, algo así. –Suspiro- es solo que… Es Alice, a veces me da la impresión de que le gusto y otras veces parece que me manda directo a la friendzone y así no puedo, me confundo –le di un ligero golpecito en el hombro y le sonreí, amaba la manera en la que Jasper ama a Alice, es algo trascendental, es un amor épico, algo como lo que siempre eh querido.

-Ella te quiere Jazzy, yo lo sé, se le nota, cuando te mira, cuando te habla –suspire- te ayudare y obligare a todos a que te ayuden también. Tendrás tu gran oportunidad con ella tu solo tendrás que decirle lo que sientes yo hare lo demás.  

-Gracias, gracias –dijo mientras reía y me abrazaba-

-No hay de que quiero verlos felices, no hay mejor chico que tu para ella-susurre mientras respondía su abrazo.

-Bells, ¿Por qué el chico Salvatore nos mira iracundamente? –bufo Jasper, por inercia lo solté y mire hacia donde él lo hacía y me encontré con los ojos de Damon, su mirada era fría y calculadora, no entendía. Hizo ademan de acercarse, pero por decima vez, apareció Elena de algún lugar, pero esta vez con un chico, de la misma altura que Damon, ojos verdes, cabello cobrizo encorvado, tenia cierto parecido con Edward y este abrazo a Elena por detrás, así que si era cierto, ese debe ser su hermano, Stefan, el novio de Elena. Pero allí había algo muy extraño, no parecía que los hermanos Salvatore se llevaran del todo bien, para ser sinceros a leguas se notaba la tensión entre ellos.

-Entonces –dijo Emmett para llamar la atención de todos, cosa que logro, pero solo porque queríamos saber que nueva tontería había sacado- Iremos todos a cenar a mi linda casita, Esme los extraña, no sean así, es injusto a ustedes los quiere más que a mí.

-Eso es porque todos somos menos insoportables que tu Emmett –dijo Rosalie sonriéndole coquetamente.

-Pues no diri… -Emmett se corto de pronto cuando Lauren una de las animadoras descerebradas lo abrazo por la espalda, Rose se puso roja de furia, pero intento disimularla.-

-Entonces, ¿a qué hora pasas por mi hoy guapo? –se supone que intentaba ser sexy, pero solo daba pena, decidí llevarme a Rosalie antes de que salieran a flote sus técnicas de tortura.

-Hoy no puedo Lauren, tengo un compromiso-dijo Emmett tomándola de la cintura, la cosa entre él y Rose eran así, hasta que uno de los dos no cediera, pues recorrerían tantas personas como quisieran y por lo que puedo ver, esto siempre será así, porque Rose no cederá, tiene que dar el primer paso él, la conozco.

-Vamos adelantándonos, Jasper se llevara mi audi y tu y yo iremos en tu auto ¿sí?- le arroje las llaves a Jasper, quien casi siempre venia con Rose en su auto, porque él era amante de las motos y aquí no permitían ese tipo de vehículos, algo bastante estúpido a mi parecer.

Rose camino como alma que lleva al diablo y acelero su BMW convertible.

-¿Si la atropelló crees que iría presa mucho tiempo?-pregunto apretando los dientes.

-A menos que parezca un accidente –dije divertida- vamos Rose, porque no simplemente te animas con Emmett, se la viven coqueteando, se quieren desde que tienen uso de razón.

-Bella, tu no entiendes, Emmett es un mujeriego.

-Y tú amiga, sin ofender eres algo promiscua –dije mientras fruncía el ceño.

-Pues dejare de serlo cuando el deje de ver a otras chicas –me dijo enarcando las cejas.

-Pues quizás el este esperando a que tu demuestres que si el te busca, estarás solo con él, Rose,  no me malinterpretes, pero ¿tanto te cuesta simplemente estar con una persona?

-Bella, yo no quiero que me lastimen, no lo permito y ya.

-Pero quieres a Emmett y no están juntos por idiotas, solo piénsalo, seria valorarte mas como mujer y darle el, mejor dicho tal vez darle a él la seguridad que necesita para comprometerse.

-Pero ¿Por qué soy yo quien debe ceder?

-Porque alguien debe hacerlo.

Simplemente se dedico a conducir hasta la casa de los Cullen en silencio, yo suspire y me fije en el camino me dedique a pensar en la forma de ayudar a Jasper con Alice habían infinidades de cosas que podía hacer para dejarles tiempo a solas, pero no sabía qué.

La casa de los Cullen estaba en las afueras de Forks, era de tres plantas, gigantesca y simplemente hermosa, Rose estaciono en frente suspiro y me miro fijamente.

-Ayúdame, quiero a Emmett, Bella pero no como están las cosas ahora, quiero que sea algo exclusivo, solo el yo, que no haya ningún tercero, pondré de mi parte, dejare mis amoríos y todo el asunto, pero no quiero verlo a él con otra. Lo quiero conmigo, solo conmigo –me dijo con el ceño fruncido y los ojos cristalizados.

-Oh Rose –La abrace con fuerzas- No se me da bien esto de ser Cupido, pero intentare hacer algo, le daré al oso un pequeño empujón.

Nos decidimos a entrar y ayudar a Esme un poco antes de que los chicos llegaran, al entrar en la casa esta nos recibió con un fuerte abrazo.

-Pero miren lo que trajo el viento, me tienen olvidada pequeñas ¿Cómo están? Dijo mientras nos besaba las mejillas y nos miraba maternalmente, Esme siempre te hace sentir ese calor de madre, por eso la amaba tanto, mi mayor deseo era tener una mama así, físicamente es simplemente hermosa, baja de cabello cobrizo como el de Edward y ojos verdes, muy hermosos por cierto, su cuerpo le daría envidia a cualquier señora de su edad, su rostro acorazonado y una dulce sonrisa.

-Lo siento Esme, ya sabes, desde lo de Edward prefiero no venir tanto como antes –le sonreí y ella me abrazo.

-Tú eres bienvenida todos los días del mundo Bella, sabes que tanto Carlisle como yo te queremos mucho, no importa lo que paso.

-Gracias –suspire, no era fácil me incomodaba estar cerca de Edward ese era el asunto, lo hacía porque no dejaría a mis amigos por él, pero si no fuera hermano de Alice y Rose de seguro jamás estaría ni cerca de él. Bueno obviando la clase de Biología los martes y jueves porque era mi compañero, no quedaba de otra.                                                       

Esme tenía una deliciosa lasaña hecha para acompañar con pan de ajo, los chicos llegaron mientras Rose y yo poníamos la mesa, al igual que Carlisle, nos sentamos todos  a la mesa como era costumbre, siempre me tocaba al lado de Edward, tenía la ligera impresión de que intentaba hablarme pero de seguro eran solo cosas mías, la cena transcurrió entre risas y bromas, aquí me sentía en familia, con todo y que mi pequeño martirio estaba aquí, me sentía feliz, plena. Algo que no sentía muy a menudo

Luego de cenar vimos películas en la sala todos juntos, e hice que Alice y Jasper se sentaran juntos, al igual que Emmett y Rosalie. Me alegraba que todos ellos estuvieran felices, pero sería algo incomodo cuando lograra juntarlos, me sentiría como muchas otras veces, algo sobrante.

Mi móvil sonó así que me levante y fui a la cocina para atender, me senté en una de las sillas altas que estaban frente al mesón y conteste la llamada, era Jacob.

-Hola lobo –sonreí instantáneamente.

-A ver yo llego a tu casa, luego de un difícil viaje, solo para verte y me encuentro con que no estás –dijo quejumbroso-

-¿Qué estas donde? –en mi voz se notaba la emoción hace meses no lo veía.

-En tu casa pequeña, tengo una semana libre y quise venir a verte y a ver a Billy y también hay alguien sobre quien quiero contarte.

-En un rato estaré en casa, oh Jake estoy tan feliz, gracias –susurre con los ojos abnegados en lagrimas.

-No llores pequeña, estoy aquí y esta vez en vivo y en directo- te veo en un momento aquí te espero- la llamada se corto y yo decidí marcharme, pero cuando voltee, allí estaba Edward apoyado en la puerta de la cocina, observándome.

-Ese fue el motivo ¿sabes? –soltó sin previo aviso, pero no lograba entender a que se refería.

-¿De qué hablas? –lo mire con confusión.

-De que buscara a Tanya –el suspiro y yo fruncí el ceño. ¿A dónde quería llegar con esto?- Tu amigo, el era nuestra sombra y siempre supe que tenían algo y yo también tenía derecho- lo soltó como si fuera lo más natural del mundo.

-La diferencia, Edward, es que yo jamás te engañe, jamás te mentí nunca tuve nada con Jake, pero yo te encontré con ella. ¿Y sabes qué? Analizando la situación, no importa, porque, yo si bien te quise mucho, no te ame y si ahora eres feliz, pues bien por ti, ya me tocara a mi alguien que me sepa valorar y alguien a quien yo de verdad pueda amar, alguien que acepte mis demonios, que no me dé la espalda, cada vez que se me pone difícil, tal y como tu solías hacer, ahora con permiso, quiero ver a Jacob.

El quedo sin palabras y yo simplemente seguí caminando, me despedí de todos  y prometí verlos mañana en la escuela.

Conduje a casa en mi auto y estacione en frente, baje a la velocidad de la luz del auto y abrí la puerta lo más rápido que pude, camine a la sala y allí estaba Jacob, mi mejor amigo, aquel que se mantenía en pie y me obligaba a yo permanecer así. Físicamente no había cambiado mucho, seguía siendo el mismo fortachón de siempre, un cuero con músculos bien trabajados una tez morena preciosa y sus ojos y cabello negros como la noche, solo había crecido unos cuantos centímetros más, seguía siendo colosalmente enorme, mientras yo, parezco su hermanita menor.

El se levanto y yo me avente a sus brazos el me dio vueltas yo llore como idiota, de felicidad, como hace mucho no lloraba.

-Estas aquí, te echaba tanto de menos Jake –susurre mientras colocaba mi cabeza en su pecho-

-Y yo a ti, te dije que vendría pronto.

-No pensé que tan pronto. –dije riendo Charlie me miraba sonriendo.

-Iré a dormir estoy cansado y mañana debo estar desde temprano a la comisaria – Yo le sonreí y le di un beso en la mejilla.

-Descansa papa.

-buenas noches Charlie –le dijo Jake.

Charlie subió y Jake se sentó en el sillón, yo me senté a su lado con nuestras manos entrelazadas

-Bueno el plan es el siguiente Bells, duermo contigo hoy, te llevo a la escuela, voy a la Push –la Push es una pequeña comunidad indígena y a la vez una playa, que estaba no muy lejos de aquí y de allí venia Jacob, y allí sigue estando Billy, su padre, un hombre grande, con una voz fuerte y autoritaria y un gran sentido del humor. Era como de la familia, el mejor amigo de Charlie y justo por eso es que Jake y yo  somos tan unidos-  Y vuelvo por ti a la escuela en cuanto salgas. ¿Entendido?

-¿Cómo es que ya tienes todo planeado?- pregunte mirándolo divertida.

-Eso, cariño, es porque soy lo máximo-dijo muy pegado de sí mismo –

-Oh si, larga vida al gran Jacob Black- mi sarcasmo no tenia limites.

-Eso es cruel, pequeña malvada –dijo con su muy  característica risa.

-Ya pues, ya, dijiste que querías contarme de algo –le di un leve codazo.

-Mañana Bells, después de recogerte en la escuela, vamos y tomamos un helado o algo así y hablamos de eso. Es hora de dormir.

Se levanto y se coloco de espaldas a mí, sabía perfectamente que hacer, me guinde en su espalda como un panda y él me llevo escaleras arriba, el se recostó en la cama y yo me acosté a su lado apoyando mi cabeza en su pecho, como solíamos hacer infinidades de veces desde que éramos niños, nunca ah pasado nada romántico entre Jake y yo, siempre ha sido un amor diferente.

-¿Sabes Bells? Justo hoy recordaba cuando estuviste con Cullen, recuerdo que nos distanciamos –el suspiro yo mordí mi labio inferior.

-Eso no volverá a pasar.

-El asunto es este, Bella, en algún momento alguno de los dos encontrara a esa persona que posiblemente permanecerá a nuestro lado siempre, y si bien, yo me niego a dejarte sola, ya no esto no sería igual, ¿Lo sabes no? Yo siempre estaré, pero en algún momento habrá un cambio por mínimo que sea.

-Pero nos la arreglaremos cuando nos toque Jake, por ahora, no hay porque pensar en eso ¿O sí? –fruncí los labios, yo no podía perder a Jake, si bien quiero que sea feliz pero no quiero que se valla de mi vida. El bostezo.

-Mañana hablaremos de eso, ahora duerme pequeña estoy cansado. Fue un viaje corto, pero un día algo largo

-Descansa lobito –le di un suave beso en  pecho y cerré los ojos, para soñar otra vez con ojos azules.

Capítulo 2: Simplemente duele Capítulo 4: Ya se que hacer.

 
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