Hola chicas por aquí me tienen con un nuevo capi que espero que les guste y como siempre les suplico me dejen saber si les gusto ya que para mí sus comentarios son una gran motivación para seguir con la historia. ANDREALICE, SUSA13, EMI20, ELIZABETH MERCADO, ALLEGRA SALVATORE, muchas gracias a todas por sus comentarios y gracias a mi amado esposo por apoyarme siempre.No las canso mas y aqui les dejo el capi DISFUTENLO.
EDWARD (POV)
Por segunda vez el día de hoy mi cuerpo operaba de forma automática, conteste las preguntas que la enfermera me hizo como si estuviera en piloto automático, ni siquiera recuerdo haber sentido el pinchazo de la aguja.
– Eso es todo doctor Cullen – dijo una enfermera de mediana edad con una cálida sonrisa después de retirar la aguja de mi brazo – quédese recostado de 10 a 15 minutos.
– Gracias conozco el procedimiento – le interrumpí intentando ofrecerle una sonrisa pero me fue imposible, ella solo asintió y se marchó apresuradamente.
– ¿Estas bien hijo? – preguntó la voz de mi padre sobresaltándome y yo solo pude asentir.
– No luces nada bien – dijo examinándome atentamente.
– Rose paso a despedirse a mi oficina, Jasper se fue a casa después de atenderte pero al parecer ni él ni Esme han logrado que Nikky se duerma, está muy inquieta así que tu hermano la llevo a casa pero dijo que regresaría a primera hora, antes de irse me puso al corriente – me informó mi padre pero lucía incomodo era claro que quería preguntar algo más.
– ¿Papá que quieres saber? – pregunté para ahórranos tiempo.
– Solo vi un momento a Nessie cuanto llegaron a la casa y luego tuve que venir al hospital, pero el parecido entre ella y tu es impresionante incluso tu madre lo noto, tienen el mismo extraño tipo de sangre, pero tú y la madre de esa niña ni siquiera se conocían… – dijo rogándome con la mirada que lo sacara de sus dudas.
- Nos conocimos hace 5 años, pero no tenía idea de que ella y la madre de Nessie eran la misma persona, es una larga historia papá – dije con mi voz quebrándose en la última palabra – siento que mi cabeza va a estallar ¿podemos hablar de esto después?
– Claro que si hijo – dijo en voz baja pero podía ver el brillo en sus ojos era claro que estaba conteniendo su emoción.
Solo esperaba que mi padre mantuviera su descubrimiento en secreto al menos hasta que aclarara las cosas con Bella.
Cuando volví a la sala de espera Charlie era el único allí.
– Bella fue a ver mi nieta – dijo al verme buscándola con la mirada.
Me senté y ambos no quedamos allí en silencio esperando, a pesar de tener mi mirada clavada en el piso podía sentir los ojos de Charlie sobre mi.
– Nunca podre agradecerte lo suficiente por haber salvado a mi nieta dos veces en el mismo día – añadió Charlie después de un largo rato.
– No es necesario – dije rápidamente.
– Claro que lo es, si algo le hubiese pasado a mi nieta eso habría acabado con Bella, esa niña es su único consuelo desde que por mi culpa perdió al amor de su vida – dijo Charlie y esas palabras sí que llamaron mi atención.
– ¿Porque lo dices? – pregunté con demasiada rapidez.
– Porque es la verdad, sin saberlo yo dejé que su madre arruinara su vida, lo primero que debes saber de mi hija es que su belleza solo es superada por su enorme corazón, no hay una onza de maldad en ella, Bella haría cualquier sacrificio por las personas que ama, así que cuando pensó que debía sacrificarse por mí lo hizo sin pensarlo y por ello perdió al hombre que amaba y desde entonces Nessie lo ha sido todo para ella, no se ha vuelto a enamorar, se ha dedicado a mi nieta en cuerpo y alma, por eso te digo que al salvar la vida de mi nieta también salvaste la vida de mi hija – dijo con la voz temblorosa.
– Tal vez ella misma te cuente la historia algún día y sepas por ti mismo lo grande que es su corazón, por eso aún me lamento por no verla siendo completamente feliz – se lamentó.
- ¿A qué te refieres exactamente? – pregunté con la ansiedad presionando mi pecho.
Pero entonces vimos a Bella aproximarse y ambos nos pusimos de pie.
– ¿Cómo está mi nieta? – preguntó Charlie.
– Muy bien papá, aun está recibiendo la transfusión pero sentía un poco de dolor y estaba algo nerviosa así que el medico decidió sedarla, dormirá toda la noche pero ella se va a recuperar… gracias a ti Edward – dijo mirándome con esos ojos tan hermosos que siempre habían estado en mis sueños desde que la conocí.
– Hija te ves muy cansada deberías ir a comer algo – dijo Charlie mirando a su hija con preocupación y él tenía toda la razón ella estaba pálida y lucía exhausta.
– No tengo hambre papá – replicó Bella.
- Hija tienes que hacer un esfuerzo, ahora que sabemos que Nessie va a estar bien deberías ir a casa de los Cullen tomar una ducha, comer algo, descansar un poco y volver en la mañana ya sabes que Nessie dormirá toda la noche.
– Papá sabes que no podría, además la casa de los Cullen está fuera de la ciudad y no quiero alejarme tanto de ella – dijo contrariada.
– Si me lo permites hay un hotel a tan solo un par de calles de aquí yo podría llevarte, así tomarás una ducha y comerás algo en el restaurante del hotel, si no quieres quedarte a dormir yo puedo esperarte, si algo pasa mi padre me avisara y en menos de 5 minutos estaremos de vuelta – ofrecí mirándola a los ojos para que supiera que no era una sugerencia, necesitaba hablar con ella.
– Por favor hija, ve con él necesitas un poco de aire fresco y comer algo – dijo Charlie cariñosamente.
– Y tomate tu tiempo yo estaré al pendiente de Nessie – añadió mirándonos ambos, estaba casi seguro de que Charlie sospechaba que yo era el padre de Nessie y le agradecía que me diera la oportunidad de hablar con su hija.
– Edward te encargo mucho a mi hija cuida de ella – dijo en tono de advertencia.
– Por supuesto que lo haré – dije tomando a Bella de la mano sin darle tiempo a replicas.
Bella insistió en llevar su auto, y no el mío que Emmet había traído cuando vino al hospital pero insistí en manejar ya que ella aún se encontraba nerviosa y fatigada por el viaje que había hecho desde Seattle.
Conduje hasta el hotel en medio de un silencio incomodo, cada vez que nuestras miradas se encontraban ella apartaba la suya, no fue sino hasta que estuvimos dentro de la habitación que rompió el silencio.
– Adelante, eres libre de decirme todo lo que me merezco.
– No voy a negar que estoy muy enojado por todo lo que ha ocurrido, pero quiero escucharte primero, quiero saber cuáles fueron esas poderosas razones para que me dejaras como lo hiciste – dije con más dureza de la que pretendía, pero al ver su expresión dolorida y su rostro exhausto mi enojo se disipó y la envolví entre mis brazos aspirando ese aroma a fresa que emanaba de ella y que siempre lograba tranquilizarme.
– Lo lamento – dije en voz baja besando su cabello – no quería que sonara así pero estoy desesperado por respuestas, cuando me levante hoy en la mañana jamás pensé que ocurriría todo esto.
– Supongo que estás en tu derecho de estar enfadado y confundido, mereces respuestas y sugiero que nos sentemos porque tengo que contarte una larga historia – dijo y yo solo asentí y en silencio la lleve hasta la cama sentándonos uno frente al otro.
– Cuando te conocí estaba huyendo de alguien – dijo mirándose las manos y luego de inspirar profundamente prosiguió.
– Escapaba de James… mi prometido – y esa palabra fue lo único que capté en esa frase.
BELLA (POV)
La mirada de Edward mostraba una mezcla de consternación, curiosidad e ira reprimida, así que concentré mi atención en mis manos temblorosas.
– Mi familia y yo vivíamos en California, mi padre era un exitoso empresario y mi madre una de esas mujeres para las que su vida entera gira en torno a las reuniones con sus amigas en el club, eventos sociales y galas de caridad, así que cuando mi padre lo perdió todo por un desfalco, ella supo que yo era la única carta que le quedaba para jugar y me vendió al mejor postor – dije levantando la mirada para ver la reacción de Edward cuya postura se veía rígida y su mandíbula apretada.
Continué con mi relato y se lo conté todo, como mi madre me había chantajeado con la salud de mi padre, como tuve que fingir que era feliz con la decisión de casarme con James cuando lo odiaba con todo mi corazón, como decidí aceptar la oferta de Alice de tomarme un mes para mí a raíz del incidente con James en el estudio de mi padre y esta revelación hizo que escuchara los dientes de Edward rechinar por la fuerza con la que los presionaba.
Le hablé de como conseguí aquel golpe y los arañazos en mi brazo durante una discusión con mi madre antes de mi viaje, le conté del porqué de mi histeria el día en que chocamos en la playa y porque tuvimos que hacer ese viaje tan loco hasta Lake Tahoe.
– Estaba determinada a sacrificarme por mi padre, ya lo había aceptado, pero entonces… te conocí, me mostraste lo que era el amor y toda mi determinación se resquebrajaba rápidamente, por eso huí aquella noche porque si me despedía de ti y me pedías que me quedara probablemente lo habría hecho – dije limpiando las lágrimas que rodaban incontrolables por mi rostro.
– ¿Llegaste a casarte con él? – preguntó Edward tratando de contenerse.
– No, no pude. Cerré los ojos tratando de ignorar la angustia que me invadía al recordar aquel día, la misma angustia que sentía mientras mi madre y la madre de James revoloteaban a mí alrededor dándoles instrucciones al estilista y la maquilladora.
– Te ves hermosa cariño – dijo la señora Whiterdale y yo solo pude asentir tragando el nudo en mi garganta y parpadeando rápidamente para contener mis lágrimas.
– Oh cielo ¿estás bien? – preguntó de forma maternal y como podía decirle que su hijo me había comprado y que lo único que quería era salir corriendo de aquí.
– Es la emoción – se apresuró a decir mi madre con una falsa sonrisa.
– Te ves preciosa cariño, no sabes cuan orgullosa me siento – dijo con un falso tono maternal que hizo que Alice que hasta ahora había estado en silencio pusiera los ojos en blanco.
– Bueno señoras ya es hora de que vayan a tomar sus lugares, ya que en menos de 15 minutos Charlie estará aquí para entregar a Bella y la ceremonia dará inicio de inmediato, no queremos retrasarla ¿verdad?... Será mejor que bajen y verifiquen que todo esté listo – dijo Alice ansiosa por librarse de ellas.
Ambas asintieron pero mi madre no me dejaría en paz tan fácilmente y me envolvió en sus brazos, algo muy impropio de ella.
– Mas te vale que cambies esa cara, hoy hay mucho en juego y no lo perderé por una de tus rabietas – susurró en mi oído y cuando me soltó sonrió dulcemente antes de irse junto a la señora Withedale y de inmediato empecé a hiperventilar mientras veía mi reflejo en el espejo.
Cada detalle de mi aspecto había sido elegido por mi madre, el vestido, el peinado, el maquillaje, los accesorios y tenía que reconocer que tenía un gusto exquisito. Mire por la ventana y el ver nuestro enorme jardín convertido en el sueño de cualquier novia solo me hizo sentir nauseas.
Las manos de Alice se posaron en mis hombros ofreciéndome su apoyo silencioso, ella había estado dándome mi espacio en estas horribles dos semanas después de dejar a Edward, no había insistido en que parara la boda, solo había estado allí para mí, pese a haber muchas habitaciones disponibles en la casa estábamos compartiendo mi habitación.
Alice permitía que llorara en sus brazos hasta quedarme dormida y en la mañana me maquillaba para que pudiera ocultar mis ojeras y seguir interpretando mi papel.
– No puedo hacerlo – dije cubriendo mi boca con mi mano pues los sollozos de repente escapaban uno tras otro.
– Bella aun puedes escapar de todo esto – susurró Alice abrazándome.
– Pero tengo que poder – dije tomando aire y limpiando mis lágrimas con cuidado, ahora mi padre era todo lo que me quedaba.
– ¿Puedo entrar hija? – dijo mi padre asomando su cabeza por la puerta y yo intenté darle mi mejor sonrisa.
– Hija estás tan hermosa – dijo observando mi vestido pero su expresión cambió cuando su mirada se centró en mi rostro.
Camino a grandes zancadas hasta estar frente a mí y tomó mi rostro entre sus manos.
– ¿Hija que ocurre? – pregunto con el ceño fruncido.
– Es solo la emoción – dije con la voz temblorosa usando la patética excusa que minutos antes había usado mi madre.
– No, algo mas está pasando aquí y espero que no sea lo que me imagino – dijo poniéndose cada vez más tenso empecé a negar con mi cabeza e intente dar una excusa creíble pero mi cerebro no cooperaba y mi boca se abría tan solo para volverse a cerrar.
– No me mientas más Isabella, tu no amas a James te he estado observando junto a él, pareces asustada y desde que volviste has estado tan triste que me parte el corazón, me he estado diciendo a mí mismo que solo son cosas mías pero si te dejo hacer esto vas arruinar tu vida y yo no me lo perdonaré jamás, así que ahora quiero la verdad ¿Qué está pasando? – concluyó mi padre con determinación.
Y sus palabras derribaron todas mis defensas y derrumbé en sus brazos llorando y sollozando sin poder parar mientras mi padre me presionaba más contra su pecho.
– Alice – dijo mi padre instándola a contarle lo que yo no podía decir.
– James le ofreció un arreglo a Renne para salvar la empresa y ella obligo a Bella a aceptar su propuesta de matrimonio y ocultarte la verdad chantajeándola con tu estado de salud – dijo Alice sin titubear.
– Cariño – dijo mi padre soltándome y mirándome a los ojos – a diferencia de tu madre yo no le tengo miedo a llevar una vida más modesta y sé que tú tampoco, así que no tienes por qué hacer esto, lo que en verdad me mataría es ver a mi niña siendo infeliz el resto de su vida.
– Pero papá… – dije titubeando al dirigir mi mirada hacia el jardín y los cientos de invitados que esperaban mi llegada.
– No hay pero que valga hija, solo hay una cosa que deseo con desesperación en esta vida y esa es verte feliz – dijo mi padre solemnemente.
– Papá… te quiero tanto – murmuré antes de abrazarlo con fuerza.
– Alice… tengo que tratar de encontrarlo – dije sintiendo la adrenalina recorrer por mis venas, al pensar que si lograba encontrar a Edward tal vez él me perdonaría y podríamos tener un futuro juntos.
– ¿Encontrarlo? – preguntó mi padre enarcando una ceja. – Conocí a alguien durante el viaje – admití sonrojándome y mi padre que me conocía tan bien lo entendió todo.
– Mi niña se ha enamorado – afirmó sonriendo – ve por él.
– Alice por favor acompáñala yo me encargaré de parar este circo – dijo señalando hacia el jardín.
– Te amo papá – dije abrazándolo nuevamente – ¿seguro estarás bien?
– Claro que si cariño mi felicidad es la tuya así que ve por ella – me animó y no dude en obedecerlo.
– Espera tengo que cambiarme – le dije a Alice en cuanto llegamos al garaje estaba tan conmocionada que no había tomado en cuenta que este vestido llamaría demasiado la atención.
– No es necesario – dijo con una brillante sonrisa y abrió la cajuela de su auto mostrando una maleta, la abrió rápidamente y saco un top azul, unos jeans y un par de converse negros.
– Conservaba mis esperanzas – explicó encogiéndose de hombros y con su ayuda salí de mi vestido que quedó tendido en el piso del garaje, me cambie y subimos a su auto en tiempo record.
– ¿Crees que Edward aun este en la cabaña de Lake Tahoe? – pregunto Alice cautelosamente y de inmediato mi ánimo decayó.
– Lo más seguro es que no, pero necesito intentarlo y de no encontrarlo tengo que buscar cualquier indicio que me lleve a él – conteste y Alice asintió mientras no alejábamos a toda velocidad de aquella casa.
Recordar la desilusión que sentí cuando llegue hasta la cabaña y lo único que encontré fue el lugar vacío sin ningún rastro de él aun me hacía estremecer.
– Te espere por una semana – dijo Edward trayéndome de vuelta al presente – pero al darme cuenta de que no volverías me fui.
– Me que allí con Alice por un par de semanas mientras mi padre arreglaba sus asuntos legales, vendía la casa y las demás propiedades para poder liquidar todas sus deudas, estaba aterrada de que James me encontrara y sabía que él seguía buscándome incluso amenazó a mi papá en repetidas ocasiones.
– ¿Y tu madre?
– Mi madre por lo visto tenía un plan B, abandonó a mi padre el mismo día de la boda antes de que él la confrontara, después nos llegó el rumor de que se fue con un banquero francés, un conocido de papá que ella había invitado a la boda, recuerdo haberlo visto un par de veces en algunos eventos en los que coincidimos y hasta la fecha no he sabido nada de ella.
– No podíamos volver a Los Angeles porque James me encontraría y mi padre ya no contaba con el dinero ni el poder que antes tenía así que estábamos a su merced, pero teníamos que seguir con nuestras vidas de alguna manera, así que tuve que hacer a un lado mi orgullo y aceptar la ayuda que el señor Brandon es decir el padre de Alice nos había ofrecido cuando se enteró de todo por su hija, él siempre ha sido un buen amigo de mi padre.
– El padre de Alice quería ayudarnos económicamente pero mi padre no lo aceptaría así que en su lugar puso un negocio con el dinero que le quedo al liquidar la empresa y el señor Brandon nos ayudó a cubrir nuestro rastro y nos establecimos en Seattle, con el tiempo se volvió socio de mi padre y gracias a él le va muy bien.
– ¿Cuándo supiste lo de Nessie? – preguntó Edward con voz ronca.
– Cuando nos mudamos a Seattle, Alice, mi padre y yo estábamos descargando algunas cajas cuando me desmaye, ya había tenido algunos mareos pero los atribuí al hecho de que no había estado comiendo bien, no fue hasta que me llevaron a emergencias que me entere.
– Alice se quedó en París un tiempo más pero luego volvió cuando Nessie estaba por nacer y termino sus estudios aquí, y su padre la ayudo para que iniciara su propia línea de ropa, ella pasa su tiempo entre New York y Seattle donde tiene los talleres, por supuesto esto lo hizo porque así podría vivir tranquila sin que James pudiera encontrarme, incluso mis diseños llevan el nombre de Alice.
– ¿James ha seguido buscándote? – preguntó Edward con la voz ronca.
– Lo hizo durante mucho tiempo, intentó localizarme con todas las personas que me conocían pero hasta ahora no lo ha logrado, le juró a mi padre que se vengaría y conociéndolo no habrá olvidado su juramento así que el hecho de que me encuentre es un riesgo latente sobre todo ahora que está al frente de las empresas de su padre ya que tanto el cómo su madre murieron en un accidente hace 6 meses cuando su avión se estrelló – dije lo más serena posible pero la verdad es que el pensar que James podría encontrarme era una idea que a menudo me atormentaba.
– Ya no tendrás que preocuparte por él ni seguir ocultándote – dijo Edward envolviéndome en sus brazos.
– Él es muy poderoso y si se enterara de la existencia de Nessie… – murmuré aterrada por la seguridad de mi hija y la de Edward si intentaba protegerme.
– Mi familia también lo es ¿has oído hablar de los Vulturi?
– Son magnates italianos creo – dije creyendo haber oído a mi padre mencionarlos alguna vez.
– Son mis tíos – dijo Edward sonriendo.
– Mi abuelo era de New York así que cuando conoció a mi abuela en unas vacaciones ambos se enamoraron y ella lo siguió hasta este país pero cuando mi padre tenía 10 ellos murieron en un accidente de tránsito así que sus tíos lo llevaron a Italia y se hicieron cargo de él, adoran a mi padre.
– La herencia está repartida en partes iguales para mi padres y sus 3 primos, ellos crecieron juntos como hermanos así que saben que su vocación es la medicina aunque en realidad no necesita trabajar para vivir, ya que mis tíos se han hecho cargo de las empresas pero siempre le han dado a mi padre lo que le corresponde, antes trabajaba en hospitales muy reconocidos pero ahora prefiere la paz de Forks y pasar más tiempo con mi madre – dijo a manera de explicación.
Yo solo abría la boca y la volvía a cerrar, sabía que los suegros de Rosalie tenían buena posición económica pero pensé que era resultado de los años de trabajo del exitoso doctor Cullen, ella jamás me dijo que su suegro provenía de una familia tan poderosa, pero por supuesto no era propio ni de Rose ni de su marido presumir.
– Puedo protegerte a ti y a mi hija – dijo tomando mi rostro entre sus manos, atrayéndome a sus labios, besándome suavemente.
– Siento tanto que hayas tenido que pasar por esto sola, debiste habérmelo dicho todo – susurró contra mis labios.
– Solo dame una oportunidad, por favor empecemos de nuevo – supliqué aturdida por su cercanía.
– Por supuesto que sí ¿Crees que te dejaría escapar de nuevo? – dijo sonriendo y literalmente se lanzó sobre mí.
Sus besos eran una mezcla de ternura y pasión contenida, sentirlo tan cerca era lo que más necesitaba ahora que nuestra hija estaría bien y que toda esta pesadilla por la que habíamos pasado hoy se convertía en tan solamente un mal recuerdo.
Mis manos fueron a los botones de su camisa desabrochándolos uno a uno y en cuanto desabroché el último Edward se encargó de liberarse de su camisa lanzándola al piso como si ya no tolerara llevarla encima y lo entendía a la perfección ya que en este momento la ropa era una tremenda molestia.
Las manos de Edward fueron más rápidas y agiles que las mías y pronto me encontré recostada sobre la cama completamente expuesta ante su hambrienta mirada.
Se colocó sobre mí y sus labios volvieron a los míos para luego deslizarse por mi cuello dejando besos húmedos a su paso, mordisqueo suavemente mis hombros y siguió avanzando hasta llegar a mis duros pezones succionándolos con fuerza arrancando un gemido tras otro de mi garganta luego los abandono y continuo besando mi estómago, descendiendo hasta llegar a mi sexo.
Su lengua me torturaba, lamía y succionaba con fuerza mientras yo gemía y me aferraba a su cabello hasta que el orgasmo llego y me deje ir gritando su nombre.
Sin darme tiempo a recuperarme Edward me penetro con una fuerte embestida, moviéndose con fuerza dentro de mí dándome exactamente lo que necesitaba mientras ambos decíamos el nombre del otro entre gemidos y él me decía cuanto me deseaba.
Cuando el orgasmo nos llegó al mismo tiempo ambos dejamos escapar un grito de placer.
Edward me beso suavemente antes de salir de mi interior y yo solo deseaba con todas mis fuerzas que esto no fuera un sueño y que al salir el sol el siguiera conmigo.
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Hola chicas espero que el capi les haya gustado por favor déjenme saber su opinión ya que para mí es muy importante y una gran motivación para continuar la historia.
Cuídense mucho.
Besitos.
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