- No me dejes Reneesme; eres todo lo que necesito. Sin ti no soy nada.
Otra vez volví a escuchar su maravillosa voz; era un canto angelical; lleno de paz, ternura; pero a la vez lleno de rabia, tristeza... Era mi ángel.¿Pero yo no estaba muerta? mi último suspiro se perdió cuando vi al ángel sollozar.
Me encontraba en un lugar distinto, esta vez estaba lleno de luz, era una luz acogedora, radiante; me encontraba feliz. Ya no estaba bloqueada; ni aturdida... me encontraba bien.
Pude volver a ver al ángel; a mi ángel. Esta vez si que podía correr; quería abrazarlo, decirle que todo estaba bien; que por fin había encontrado mi lugar. Corrí y corrí hasta llegar a el. Quise tocarle con una de mis manos y mostrarle todo, ya que no me salían las palabras... cuando lo hice pude comprobar que no había nada; que era una alucinación. El ángel desapareció pero una última palabra dejo en el aire.
- Regresa
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