Sentía el aire fresco sobre mi hermoso rostro; me sentía libre, sin nadie que me leyese la mente, sin que nadie estuviese las 24 horas detrás de mi... podia ser yo.
Mientras corría pude sentir un aroma bastante delicioso y apetecible, la garganta me ardía por culpa de la maldita sed.
A los pocos metros de donde yo me encontraba, en la orilla de un riachuelo pude divisar a una pequeña manada de ciervos, tres hembras y un macho, la boca se me hacia agua.
En ese momento saque a relucir mi naturaleza vampirica y me deje llevar.
Pude sentir la sangre entrando en mi organismo, era una sensación placentera, no podía existir algo mejor que esto.
Cuando termine mi festín me iba a dirigir a mi casa y a buscar a Jake; que no había aparecido en toda la mañana cuando me percate de que me había alejado mucho de casa y de otra cosa más...
Me sentía ¿observada? sentía una mirada que se clavaba en mi por lo que decidí salir rápidamente de ese lugar; tendría que controlar mis pensamientos cuando estuviese con papá, ya que me mataría... bueno mataría a Jake por dejarme sola y a mi me castigaría para toda la eternidad.
Cuando empecé a correr algo obstaculizaba mi camino, era un vampiro. Era hermoso, como cualquier otro de su raza, piel pálida, cabello rubio, alto y musculoso. Lógicamente tenía los ojos rojos.
- Hola Reneesme - dijo con una voz aterciopelada
OH! ¿Como demonios sabría mi nombre?
- ¿Quien eres? y... ¿como sabes mi nombre? - dije colocándome en posición de ataque.
- Tranquila preciosa, no te voy a hacer ningún daño.
- Respóndeme - le dije mientras salía un gruñido procedente de mi pecho.
- Me gustan las mujeres con carácter - me respondió con una sonrisa picarona - Me llamo Steve y desde hace cinco meses, exactamente cuando empecé mi nueva vida; te conozco.
Eres la famosa hibrida de la familia Cullen, todo nuestro mundo te conoce.
- ¿Y que haces aquí?; ¿quien te envía?
- E venido a hacer un trabajito para un amigo, al que le debo mi nueva vida. Se llama Aro, ¿le conoces?
Me estaba tomando el pelo o que, claro que le conocía, hacia ya diez años desde su última visita, en la que intentaron aniquilar a toda mi familia por mi culpa...
- Tu silencio me dice que si, ¿me equivoco?
- ¿Para que te envió?
- ¿Acaso lo preguntas?, tu lo sabes perfectamente, estoy aquí por ti.
Aro quiere que le informe sobre como van las cosas en la familia Cullen, quiere obtener información sobre ti.
Como vio que no contestaba siguió hablando.
- Y desde hace varios días te estoy vigilando, sabes... eres una mujer muy hermosa.
Poco a poco iba sintiendo su aliento frió sobre mi rostro.
- Desde hace mucho no me e divertido como dios manda, y... me preguntaba si me echarías una mano.
Vi como sus ojos se transformaban en deseo y furia la vez, me iba a coger del rostro para acercarme hacia el y en ese momento reaccione.
Salio un gruñido procedente de mi pecho y embestí contra el; sabia que era una mala idea, ya que mi tío Jazz me dijo que nunca atacase a un neófito de frente, ya que ellos se lo esperarían, pero no me quedaba mas remedio.
El vampiro salio disparado y choco contra una gran piedra, haciéndola añicos.
- No me refería a este tipo de diversión; pero tú lo has querido.
No le vi venir en ese momento y me encontré tirada en el suelo con mi querido amigo agarrándome por el cuello.
- Esto lo podemos hacer de otra manera, generalmente no me pongo así - dijo guiñándome un ojo.
- Apártate de mi - aproveche ese momento para darle un puñetazo en toda la mandíbula y alejarme de el.
De repente escuche el aullido de un gran lobo rojizo que entraba en el claro del bosque, era mi lobo, mi Jake.
El lobo le embistió por un costado, separándole las piernas del tronco, fue una pelea rápida; en pocos segundos había una gran pantalla de humo en el claro del bosque.
Yo me situaba en mitad del claro tumbada sobre el suelo; al poco sentí unos grandes brazos levantándome del suelo y un gran aliento embriagador en mi rostro.
- ¿Nessie? Reacciona cariño, por favor.
Al poco sentí que me levantaban del suelo y un calor acogedor en mi cuerpo, yo no podía reaccionar, estaba demasiado asustada. Para una vez que salgo sola de caza...
Me deje llevar por mi mente hasta que caí rendida en un profundo sueño.
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