Tú sueñas con vivir eternamente; yo sueño con morir algún día.
No podía ser; mi único amor me había dejado y yo no había echo nada para remediarlo.
Me quede parada en el claro mientras veía como el se apartaba de mi lado; malditos Vulturis; me han quitado lo que mas quería y me lo iban a pagar, tarde o temprano.
Me quede abrazando el cuerpo muerto de aquel lobo rojizo mientras miles de lágrimas recorrían mis mejillas; empecé a recordar todos los momentos que había vivido con el.
Mi mundo se había cubierto de un manto negro; estaba viviendo en mi propia oscuridad; no tenía ganas de nada; lo que me hacía seguir hacia delante era su recuerdo y la venganza que algún día llegaría.
- Reneesme tenemos que volver al castillo - me dijo Aro levantando mi rostro.
- Apártate de mi, déjame en paz - dije mientras le daba un manotazo en su fría mano.
- Aunque no lo creas... te entiendo.
- ¿Que me vas a entender? - le dije gritando - si tu no tienes corazón, no sabes lo que es perder a un ser querido.
- No voy a hacer caso a tus palabras, porque proceden del sentimiento de perdida y no piensas con claridad criatura. Te dejaremos a solas, bueno será mejor que Alec se quede para controlarte y no hagas ninguna tontería.
Los dos vampiros se fueron de mi vista y me dejaron sola con mi pena y con Alec.
- Gracias Alec - le dije mientras me levantaba hacía el y le daba un abrazo
Le sentí muy incomodo; no sabía lo que hacer ante mi abrazo, parecía como si nunca le hubiesen dado un afecto de cariño
- ¿Por que? - dijo apartándome de el
- Por quitarle todos sus sentidos... así el no sufrió. Algo es algo - Le dije intentando sacarle una sonrisa
- Ah... - es lo único que pudo decir.
- ¿ Volvemos al castillo? - le dije
- Como gustes; pero primer tenemos que hacer algo con los cuerpos...
- Es verdad; tu encargate de Demetri que no me encargare de Jake
Cogí al gran lobo y me encamine a un pequeño prado de flores; ese sería nuestro lugar...
Pero antes de enterrarlo corte un poco de su pelaje, quería tener conmigo una parte de el.
Esto no era una despedida; era un hasta luego, ya que el siempre vivira en mi recuerdo.
A los pocos minutos ya nos encontrabamos en el castillo; durante el camino no cruce una sola palabra con Alec; aunque pude sentir su mirada.
- Por fin has regresado Reneesme - me dijo Aro abrazandome
Con mucho cuidado le aparte de mi, no quería saber nada de el.
- Aro; me gustaría estar sola ¿puedo?
- Por supuesto querida; descansa; hoy a sido un día duro para ti.
- Gracias
- Alec... acompañala a su habitación
- Si amo.
Nos encaminamos hacia mi habitación; me gustaba estar con Alec, era muy tranquilo, me daba paz, tranquilidad... en ese aspecto se parecía a mi tio Jasper.
Entre a mi habitación y vi como Alec estaba dudando en quedarse o marcharse
- Bueno; esto..yo.. creo que debería marcharme - dijo confundido
Cuando me dijo esas palabras senti un gran vacío en mi pecho, no quería que se fuera.
Me dirigi hacia el y le cogí del brazo, ante mi reaccion su cara cambio completamente... no se lo esperaba.
- Alec; por favor no te vayas. Me gustaría estar contigo - dije avergonzada
- ¿Estas segura?
- Si, no quiero pasar toda la noche sola
Le cogí de la mano y nos tumbamos en mi cama; escondi el rostro en su pecho mientras empece a torturarme, no podía dejar de llorar. Alec no me decía nada, lo único que hacía era acariciarme mi precioso cabello.
En mi mente varías palabras se repetían...
'' Se feliz ''
|