- NARRA NESSIE
Me encontraba en el bosque con Demetri; no queria volver al castillo y encontrarme con esos ojos que tanto me aterrorizaban; pero algún día lo tendria que hacer ¿no?
'' Tu no eres una más. Eres especial'' . Las palabras de Demetri eran como pequeños golpes en mi mente; ¿quien se iba a creer eso? por lo que tenía entendido Demetri era un buen conquistador y que tenía una lista inmensa de amantes; yo no queria bajo ningun concepto formar parte de ella; en verdad me atraía bastante; pero no me veia preparada para dar mi bien mas preciado a la ligera; sabiendo que a los pocos días, el, tendría otra distracción...
Poco a poco fui sintiendo su aliento frio en mi rostro; queria alejarme de el; pero sus fuertes y duros brazos me lo impedian.
- Esto... Demetri - su cara cambio rapidamente; estaba enfadada - no te molestes; pero si Aro se enterase de esto, no creo que le hiciese mucha gracia.
- Querida; no pienses en Aro; piensa en ti y en mi, estamos solos en mitad del bosque... dejate llevar - me decia mietras su rostro volvia a acercarse al mio.
- Pero Demetri - le dije apartandolo de mi - si Aro se entera de esto te matara... y yo no quiero que eso ocurra - dije ocultando mi rostro.
- Reneesme; me gustan tus palabras, pero no me preocupa lo que me haga Aro, yo quiero estar contigo; hacerte mia y nada más.
En esos momentos senti sus frios labios contra los míos; esta sensación nunca la habia probado; solo en mis sueños con Jake... no era una sensación muy agradable; me sentia rara; yo no queria esto... si no me gustaba con Demetri... imaginate con Aro; repugnante.
Queria quitarmelo de encima; pero no podia; con mucho esfuerzo conseguí apartarlo unos centimetros de mi lado y le di un puñetazo en toda la boca.
- ¿Que haces estupida? - me dijo con un gruñido mientras me cogía del cuello
No podía respirar; me iba a matar; ya no tenia fuerzas para luchar, quería que me matara de una vez y ser libre; no sabía si existía el cielo o el infierno; me daba igual, lo único que queria era reunirme con el.
Estaba tan sumergida en mis pensamientos que no me había dado cuenta de que ninguna mano rodeaba mi cuello; estaba tirada en el suelo. ¿Que habría pasado?
Unos segundos más tarde oí una voz familiar que me llamaba; esto no puede ser posible; debería de estar muerta.
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