SIEMPRE TUYA (+18)

Autor: Isabella_256
Género: + 18
Fecha Creación: 06/11/2015
Fecha Actualización: 05/03/2017
Finalizado: NO
Votos: 8
Comentarios: 81
Visitas: 35686
Capítulos: 12

Las reglas eran simples sin apellidos, sin direcciones ni datos personales, cuando el mes finalizara también lo haría su relación, pues el destino de Isabella estaba sellado y pronto su vida se convertiría en un infierno.

Ella no contaba con que su corazón cayera presa de Edward pero sin importar sus fuertes sentimientos debe dejarlo atrás y aunque gracias a ese amor logra encontrar las fuerzas para luchar por desgracia no puede encontrar a Edward.

¿Qué sucederá cuando 5 años después se reencuentren y Edward sepa que él y Bella son padres?

 

Los personajes son propiedad de Stephanie Meyer pero la historia  es escrita por mi y es producto de mi loca imaginación, por favor no publicarlo en esta página o culaquier otra sin mi autorización.

 

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Capítulo 2: Era Él

Era él, Edward Cullen, estaba allí en vivo y a todo color, pasó a toda velocidad junto al auto de Damon conduciendo un Aston Martin negro, solo obtuve un muy breve vistazo de él pero estaba segura de que era Edward viéndose hermoso con su cabello rebelde como siempre mientras era sacudido por el viento, con una ligera barba pero aun así lo habría reconocido entre miles de personas, llevaba una camisa blanca y unas gafas oscuras, se veía aún más guapo de lo que lo recordaba.

– ¿Bella estás bien? Te pusiste muy pálida – preguntó Damon.

– Estoy bien es solo que no tuve tiempo de almorzar y estoy un poco mareada – mentí rápidamente así que tuve que lidiar con el sermón de Damon sobre cuidarme mejor y su insistencia con llevarme a cenar pero esquive la invitación alegando que Nessie y Alice me esperaban para cenar ya que ella se había encargado de recoger a Nessie de la casa de su mejor amiga donde se había quedado jugando después de clases, aunque conociendo las habilidades culinarias de Alice lo más seguro es que al llegar me encontrara con macarrones con queso algo quemados y si corría con más suerte pizza o comida china.

La imagen de nuestro corto e inesperado encuentro fue lo único que pude llevarme conmigo, incluso cuando llegué a mi destino me sentía mareada e inestable y cuando baje del auto mis piernas parecían hechas de gelatina.

Damon insistió en llevarme hasta mi puerta y aunque le dije que no se molestara me alegro que ignorara mis protestas y colocara su brazo alrededor de mi cintura.

– Hasta mañana princesa, por favor ve a cenar, descansa y si necesitas algo no importa la hora por favor llámame – dijo antes de inclinarse y depositar un beso en mi mejilla.

Lo vi alejarse y desaparecer en el interior del ascensor mientras me preguntaba por qué no podía amarlo, era un buen hombre, guapo y lo más importante muy cariñoso con Nessie, ojala pudiera olvidarme de Edward y rehacer mi vida con Damon porque aunque ahora estaba segura de que debía encontrar a Edward y hacerle saber de la existencia de su hija también estaba segura de que siempre me odiaría por lo que hice.

– Hola mami al fin llegaste – gritó mi pequeña abalanzándose hacia mí en cuanto atravesé la puerta aunque yo solo podía pensar en lo que acababa de ocurrirme.

– Hola cielo – dije tomándola entre mis brazos para besar sus mejillitas.

– Mami mira lo que la tía Alice me compró – dijo en cuanto la baje colocando sus manitas en su cintura para que viera la ropa nueva que llevaba puesta.

– ¡Alice!... – la reprendí.

– ¿Que acaso no puedo consentir a mi única sobrina de vez en cuando? – dijo simulando estar ofendida.

– Tú lo has dicho de vez en cuando no casi todos los días – dije enarcando una ceja.

– Ay ya Bella por favor no es para tanto – dijo encogiéndose de hombros.

– ¿Ya cenaste mi cielo? – le pregunté agachándome hasta su altura.

– Tía Alice dijo que ella cocinaría pero yo le dije que descansara y que cuando llegaras prepararíamos la cena, además tía Alice cocina muy mal – añadió en voz baja arrugando su naricita.

– ¿Qué quieres cenar cielo? – le pregunté. – Macarrones con queso – contestó saltando a mi alrededor como siempre.

– De acuerdo – dije y me encaminé a la cocina – ¿me acompañas Alice?

– Si claro – contesto y me siguió.

Fue al llegar a la cocina y ver como Nessie se acomodaba frente al televisor y volcaba su atención en el por completo que me permití sentir el peso de lo ocurrido y tuve que apoyarme sobre la barra el desayuno para no desplomarme.

– ¿Bella que te ocurre? Desde que llegaste estás pálida – preguntó Alice preocupada.

– Lo vi Alice, lo vi.

– ¿A quién viste?

– A Edward – dije en un susurro.

– ¿Qué? ¿Cómo? ¿Dónde? – preguntó Alice prácticamente saltando sobre sus tacones.

– Cerca del hospital infantil iba en un auto negro – conteste mientras me servía un vaso de agua para luego beberlo lentamente.

– ¿Estas segura? Últimamente no has estado durmiendo bien talvez tu mente te ha jugado una mala pasada y lo confundiste con alguien más – dijo dulcemente.

– No Alice estoy completamente segura, era él jamás podría confundirlo, lo podría reconocer frente un millón de personas, era él, era Edward – afirmé convencida.

– ¿Y qué sentiste al verlo? – preguntó en voz baja.

– De todo Alice yo jamás he podido dejar de amarlo aunque he intentado con todas mis fuerzas olvidarlo y continuar con mi vida el solo pensamiento de otro hombre tocándome me revuelve el estómago, en lugar de olvidarlo mi amor por él crece cada día sin importar que él y yo jamás podremos estar juntos de nuevo, el jamás me perdonara la forma en que lo dejé – dije con pesar.

– ¿Y qué piensas hacer?

– Aceptaré tu oferta, contacta al detective del que me hablaste, quiero encontrar a Edward, no sé si está aquí de visita, si ya se fue, o si está viviendo aquí pero espero tener una oportunidad – dije y Alice empezó a dar saltitos de emoción a mí alrededor.

Durante todo el tiempo que estuve preparando la cena no hizo más que hacer planes sobre mi gran reencuentro con Edward, mismos planes que solamente lastimaban mi frágil corazón al saber que jamás podría esperar un dulce reencuentro entre él y yo y sabía que merecía toda su ira y su rencor por haber sido tan cobarde.

– Mami ¿me estas escuchando? – dijo Nessie reclamando mi atención.

– Perdón cielo ¿Qué decías?

– Es que te estoy hablando y no me escuchas – dijo molesta frunciendo el ceño.

– Creo que tu mami está un poco cansada carriño – dijo Alice lanzándome una mirada reprobatoria mientras me ayudaba a recoger los platos de la cena.

– Dije que si podemos ir a Forks con Nikky y sus papás el próximo fin de semana – dijo ceñuda con sus manitas en las caderas.

– ¿A Forks? ¿Y qué haríamos por allá? – pregunté confusa.

– Nikky y sus papás van a hacer una fiesta y quieren que vayamos y Nikky me va a enseñar su caballo, por favor, por favor, por favor.

– Además su tío Eddy va a seguir jugando con nosotras y él es muy divertido – dijo frunciendo el ceño igual que lo hacía su padre cuando se frustraba por algo.

– ¿El tío Eddy? – pregunté.

– El tío de Nikky hoy él y la mamá de Nikky nos llevaron a jugar al parque y luego nos compró un helado, ves como no me estabas oyendo mami – dijo cruzándose de brazos.

– Cariño no sé si eso sea posible pero te prometo que hablaré con la mamá de Nikky sobre su invitación a Forks y veré si es posible que vayamos ¿de acuerdo?

– De acuerdo – respondió de mala gana.

– Deberías aceptar – dijo Alice en cuanto Nessie desapareció en su habitación – necesitas algo de diversión yo me ocuparé de lo del detective mañana antes de mi vuelo a New York mi vuelo sale a las 2 de la tarde así que tengo tiempo de sobra.

– Gracias Alice no sé qué haría sin ti – dije abrazándola.

– Te morirías de aburrimiento – dijo encogiéndose de hombros.

 

********

 

–… y vivieron felices por siempre – dije cerrando el libro de cuentos favorito de Nessie me puse de pie y lo coloqué en uno de sus estantes.

– ¿Mami yo tengo tíos? – preguntó mi pequeña.

– ¿Porque lo preguntas?

– Nikky estaba muy feliz porque uno de sus tíos llegaba hoy y dice que él la quiere mucho y juega con ella y le compra muchos helados.

– Bueno tú tienes a tu tía Alice y ella hace todas esas cosas contigo – respondí.

– Si pero solo ella y… – dijo deteniéndose a mitad de la frase. – ¿Y qué cielo? – la anime a continuar.

– Sabes que puedes preguntarme lo que quieras.

– ¿Por qué yo no tengo un papá como Nikky? Y allí estaba la pregunta que por años había temido escuchar y que ahora debía contestar.

– Ven aquí cielo – dije sentándome a su lado con los brazos abiertos y ella encantada trepó a mi regazo.

– Claro que tienes un papi mi cielo pero aun eres muy pequeña y hay cosas que no entenderías.

– Pero nunca he visto a mi papi eso quiere decir que él no me quiere – dijo con su carita tan triste que me rompió el corazón.

– Claro que no cielo lo que pasa es que tu papi jamás supo que tu ibas a nacer, cuando nos separamos ni siquiera yo lo sabía y estoy completamente segura de que si el supiera que tu existes te amaría con todo el corazón al igual que yo – dije colocando un mechón de su cabello detrás de su orejita.

– Y porque papi no está con nosotras, el papá de Nikky y su mamá viven juntos – dijo confundida.

– Cariño ya te dije que hay cosas complicadas que aún no puedes comprender y el motivo por el que tu papito no está con nosotras es una de esas cosas, pero te aseguro que él y yo nos amábamos mucho.

– ¿Como el príncipe y cenicienta? – preguntó sonriendo.

– Si como el príncipe y cenicienta – confirmé.

– ¿Y como se conocieron? – preguntó.

– Yo estaba de vacaciones en Maui y lo conocí en la playa, salimos juntos y nos divertíamos mucho.

Él siempre me hacía sonreír, pero yo tenía muchos problemas que aun eres muy pequeña para entender y cuando nos separamos no volvimos a vernos, pero lo amaba con todo mi corazón y estoy segura de que él me amaba y si hubiera sabido que te íbamos a tener te habría amado igual.

De esa manera concluí mi relato con mi pequeña casi dormida.

– Buenas noches – susurré besando su frente.

– Buenas noche mami – contesto con la voz ronca por el sueño.

Preferí que ella siguiera asociando a su padre y a mí con unos de sus cuentos de hadas aunque la verdad fuese mucho más dura.

 

 

 

Capítulo 1: Solo un Sueño Capítulo 3: ¡Está Decidido!...

 
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