Verdadero Amor

Autor: RbBlack
Género: Romance
Fecha Creación: 15/06/2011
Fecha Actualización: 17/08/2013
Finalizado: NO
Votos: 50
Comentarios: 220
Visitas: 82021
Capítulos: 21

 

Todos merecemos tener un amor verdadero, tener esa sensación de pertenencia en este mundo y yo la sentí...

 

No era un sentimiento normal el que el despertó en mi interior, siempre había pensado que solo sucedía en los cuentos de hadas, pero aquel rayo de luz ilumino mi camino y me marco la vida para siempre...

 

Cuando por fin vivía mi cuento de hadas, el destino me dio un duro golpe en el corazón, el más doloroso que pude haber experimentado jamás...

 

Mi mundo se derrumbo, después de el yo sabia que nada sería lo mismo...
Pero ahí estaba mí pilar, mi sustento para ayudar a levantarme, pero sabía que nunca lo olvidaría...

 

Sorpresas y más sorpresas, solo así podía definir el destino... Te trae cosas que jamás te esperas y eso fue lo que me sucedió a mi...

 

Yo nunca te olvide...

 

La mayoria de los personajes pertenecen a Stephenie Meyer otros tantos son de mi imaginación

Este es mi primer fic largo espero y lo disfruten

También las invito a pasar por mi one shot: Lazos de Amor Más Que Una Promesa

También las invito a pasar por mis otras historias: (No pertenecen al fandom de Twilight)

Siempre Junto a Ti

Una Navidad Diferente

Porque así debió ser... 

..."Un sueño que sueñas solo, es sólo un sueño
Un sueño que sueñas con alguien más..., es una realidad
"...

John Lennon (1940 - 1980) Cantante y Compositor Británico

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Capítulo 15: Tiempo Sin Ti...

 

Hola... :D ¿Como estan mis queridas lectoras? :( sii se que me tarde mucho en actualizar, pero la escuela me trae loca D: y luego la inspiración no habia llegado...

Gracias por todos sus comentarios, ideas, sugerencias y quejas :) que para mi son de gran ayuda y me ayudan a seguir escribiendo.... :D pero ya, basta de tanto palabrerio... ESPERO QUE DISFRUTEN EL CAPITULO... NO OLVIDEN DEJAR SUS COMENTARIOS, QUEJAS O SUGERENCIAS :B

RbBlack 

 

..:: RELATO NARRADO POR BELLA ::..

 

Desde tu partida, solo pienso en ti; me duermo abrazando tu recuerdo y despierto anhelando tu regreso.

 

- Tranquila todo estará bien – sus fuertes brazos me abrazaban tiernamente, mientras  su aroma me embriagaba por completo.

- Tengo miedo Jake, mucho miedo, no quiero perderte – le susurre dejando así expuestos uno de mis más profundos temores, sentía una desesperación incontrolable que crecía como un volcán en mi interior, me aferre muy fuerte a su cintura mientras ocultaba mi rostro sobre su pecho.

- No tienes porque tenerlo amor, siempre estaré contigo – escuche que sus palabras iban con un tono de esperanza, que de uno u otro modo esa esperanza me inundo por completo.

- ¿Lo prometes? – levante mi cara para encontrarme con su mirada, beso mi frente y después mis labios.

- Con mi vida –  poco a poco el calor de su abrazo se fue desvaneciendo para perderse en la oscuridad que me rodeaba.

- ¿Jake? ¿Jake? – volteaba para todos lados en un intento de encontrarlo, la angustia se apodero inmediatamente de mi cuerpo y comencé a correr hasta que lo vi, tenia su rostro cargado de dolor y de agonía, quería acercarme a el y no soltarlo jamás, corrí lo más rápido que pude  pero lentamente desaparecía – no, no, no, Jake, no por favor, no me dejes – caí sobre mis rodillas mientras las lagrimas brotaban de mis ojos sin control – otra vez no, no por favor noooooo.

- Tranquila cariño, todo esta bien, todo esta bien – me encontraba absolutamente desorientada – tranquila soy yo, mamá, no llores más mi niña, no llores más, todo estará bien – enrede mis brazos a su cintura y me aferre a ella como cuando era niña, mi llanto aun era incontrolable – fue solo una pesadilla, solo una pesadilla – repetía mientras acariciaba mi cabello, pero no podía dejar de llorar, el agüero en mi corazón parecía hacerse cada vez más grande conforme el tiempo corría, el vacío que sentía en mi vida era tan grande como la inmensidad del universo – shhh shhh shhh vuelve a dormir corazón que yo velare tus sueños, duerme princesa – nos acostamos nuevamente en la cama mientras mi llanto se iba tranquilizando, aun la noche se hacia presente en mi habitación, mi mamá solo me arrullo hasta que caí nuevamente en la inconciencia.

............*\Ö/*.............

Amanecí un poco adolorida y con los ojos hinchados de tanto llorar, mi mama no se encontraba a mi lado y nuevamente la soledad se adentro en mi pecho dejándome  vulnerable, fui al baño y tome una ducha para lograr relajarme, salí envuelta en mi bata y me cambie rápidamente de ropa. Baje las escaleras para llegar al comedor, mi madre, me esperaba en el lugar de siempre, con su taza de café en la mano…

- ¿Cómo amaneciste? – me pregunto, mientras dejaba la taza sobre la mesa y me dedicaba toda su atención.

- Un poco triste – le confesé, con ella no tenia que fingir, sabía lo mucho que dolía perder a uno de los seres que más amas. No es que compare el amor que existió entre Jake y yo con el de mis padres una vez sintieron, porque se que cada cariño es diferente, pero Jake era mi primer amor, mi primera ilusión, esa primera oportunidad que tenia de amar, a su lado pude ver todo con más color, veía un mundo totalmente diferente, aprendí a amar esos pequeños detalles que nos daba la vida, aprendía a amar su sonrisa, a anhelar su mirada, a desear un beso, a amar con locura y extrañar con demencia, aprendí tantas cosas al conocerlo pero muchas más al perderlo, sabía que la vida se nos puede ir en el momento que menos lo esperas, me arrepentí tanto de no haberle dicho lo que en mi corazón existía y lo importante que era el para mi, que después de el, mi vida ya no sería la misma, que yo ya no funcionaría igual, porque cuando se ama tan intensamente es muy difícil poder olvidar.

- Es cuestión de tiempo mi niña ya lo verás – no dijimos nada más sobre el tema y yo se lo agradecía, tocar ese tema era como echarle sal a mi herida que se encontraba aun abierta, Rene me contaba sobre como marchaban las cosas en el trabajo  y yo muy poco hablaba de la escuela. Cuando termine el desayuno subí rápidamente a lavarme los dientes, tomar mis cosas y salir de la casa rumbo al colegio.

……………………..oOo………………………

 

- ¿Cuál te gusta más? ¿El verde o el azul? ¿Bells? ¿Bells? ¿Me estas escuchando? – Escuche que me gritaban – Bella ¿Te sientes bien? – abrí los ojos, y vi que era Alice, la cual se encontraba frente a mí moviendo sus brazos, en un intento de llamar mi atención. Nos encontrábamos en una boutique escogiendo nuestro vestido para la graduación.

- Si estoy bien, perdón, me quede pensando – traía entre mis dedos la cadena que Jake me había obsequiado, aquel regalo que era la única prueba de que lo nuestro fue real, autentico, verdadero, nuevamente cerré los ojos en un intento de recordar el maravilloso sabor de sus labios y el calor de su cuerpo junto al mío.

- No, no estas bien cariño – paso cariñosamente sus dedos por mis mejillas, secando las lagrimas que silenciosamente habían caído por mi rostro, demostrando el sufrimiento que sentía en mi alma. La mire en un intento de querer disculparme por ser tan débil, intentando  justificar lo que sentía, al parecer entendió lo que pretendía  y me dio un fuerte abrazo – no te preocupes cariño, llora lo que tengas que llorar, yo voy a estar  aquí para ti – no pude contenerme ni un minuto más y solté todo el llanto que traía almacenado. Tenía tantos sentimientos en mí interior que no sabia ni como expresarlos; soledad, enojo, tristeza, melancolía, amor, sobre todo amor, un amor que debería de extinguirse, pero al contrario, día con día sentía que se fortalecía. Trataba de hacerle entender a mi corazón que el jamás regresaría, pero el tonto soñador aun no lo comprendía, anhelaba con volver a verlo sonreír, con volver a perderse en su mirada, pero solo recuerdos eran lo único que le quedaban. No se cuanto tiempo llore, pero me sentí más tranquila – ¿Estas mejor? – asentí con mi cabeza, no sabia como agradecerle lo mucho que hacia por mi, a pesar de que ya habían pasado 3 meses desde su partida era la única que lo comprendía, era la única persona con la que compartía mi calvario, a la única a la que yo le podía abrir lo más recóndito de mi corazón en un intento inútil de desahogar las penas de mi alma. Dios, lo extrañaba tanto, para muchas personas el que yo siguiera llorando su ausencia les resultaba absurdo, ¿Pero quien puede hacer entender al corazón? ¿Cómo se puede superar el primer amor? Esas preguntas aun se encontraban sin respuesta para mi – Es mejor que nos vayamos, tienes que descansar – con las mangas de mi suéter seque los rastros que el llanto había dejado sobre mi rostro,  Alice tomo mi mochila y salimos del establecimiento. De pronto Alice recibió una llamada…

- Bueno… Hola ¿Cómo estas?... Bien, muy bien gracias… ¿Enserio?... Wow, me dejas sorprendida ¿Cuándo podemos vernos?... Si me parece perfecto voy para allá… vale gracias ahorita te veo – y  colgó. Me miro con su cara muy sonriente e inmediatamente supe que algo estaba tramando. – No me veas así Bells, es una sorpresa y me temo que no voy a poder acompañarte a tu casa, ¿Me perdonas?

- No hay nada que perdonar Alice, voy a estar bien no te preocupes – me miro con su cara de puchero pero a final de cuentas se despidió. Camine sin ánimo por las calles hasta que una voz me sorprendió en el camino.

- Bella, hola ¿Podemos hablar? – Era el profesor Jasper, que se encontraba recargado sobre la pared de una tienda fumando un cigarro, lo apago, se puso a mi lado y comenzamos a caminar nuevamente - ¿Cómo estas? – Me pregunto después de unos minutos de silencio – desde lo que sucedió con Jake – mi corazón latió como un loco desquiciado al escuchar nuevamente su nombre – no hemos podido platicar sobre eso y estoy preocupado por ti, no quiero incomodarte – intente normalizar el ritmo de mi corazón para poder contestarle.

- No para nada – mentí – ¿Voy mal con mis calificaciones? – le pregunte, no entendía a que se debía su preocupación.

- Sabes que no es eso a lo que me refiero, pero contestando a tu pregunta no, al contrario, creo que vas mejor que nunca – me dijo con una sonrisa – nos han llegado ofertas de universidades que quisieran tenerte con ellos  y de eso también quería hablarte. ¿Ya decidiste lo que quieres estudiar? – me detuve en seco por su pregunta, y me quede meditando un momento, el me miraba con ojos curiosos seguramente intentando adivinar lo que pensaba.

- No profesor, aún no lo se – le confesé un poco avergonzada.

- Ya me lo imaginaba – nuevamente retomamos el camino – pero no te angusties, es una decisión muy importante y tienes que pensarla con detenimiento – me dio una palmada en el hombro – Pero no has contestado a mi pregunta… ¿Cómo estas?

- Supongo que bien – se formo un nudo en mi garganta, que me imposibilito seguir hablando,  con el profesor era muy fácil hablar ya que aun era joven, pero el tema de Jacob era muy difícil para mi.

- Te entiendo Bella, yo también sufrí lo mismo – voltee a mirarlo sorprendida, las veces que había tenido oportunidad de charlar con el nunca habíamos hablado de su vida privada – si, lo se, es un poco absurdo de creer, pero te entiendo a la perfección – me quede callada esperando a que prosiguiera con su relato – yo también estaba enamorado, como un loco se podría decir, la amaba tanto – suspiro – pero Dios no quiso que se quedara conmigo.

- ¿Quisiera contarme? – le pregunte temerosa.

- ¿Por qué no? – me sentí alagada por la confianza que me otorgaba – pues veras, iba a comenzar mi primer año en la universidad, por fin cumpliría mi sueño, anhelaba con transmitir a los jóvenes un mensaje positivo, quería aportar mi granito de arena para que este mundo fuera diferente y mírame aquí estoy. En esa etapa de mi vida, el destino me dio la oportunidad de conocer a un ser maravilloso, lleno de magia y de alegría… Mí amada María… Una chica sin lugar a duda hermosa, su pelo negro como la noche y sus hermosos ojos tan profundos como la oscuridad del mar, con una sonrisa que me detenía en el cielo y cada que la veía me hacia suspirar, ella era un derroche total de amor y de ternura – rió y sus ojos se llenaron de alegría – recuerdo muy bien el día de nuestro primer beso; nos encontrábamos en la biblioteca de la escuela a muy altas horas de la noche, la encargada ya nos conocía y nos pidió que cerráramos la puerta muy bien cuando saliéramos, María estaba muerta de miedo porque le habían dicho que ahí se aparecía un fantasma, cosa que yo no creía, pero, ella era muy supersticiosa. Cuando terminamos nuestro trabajo nos dispusimos a acomodar los libros que habíamos ocupado en los estantes correspondientes, cuando de pronto se cayeron unos libros que había dejado mal acomodados sobre la mesa, ella se sobresalto y me abrazo con fuerza, éramos amigos pero nunca habíamos tenido un contacto de ese modo, mi piel se erizo al sentir su piel con la mía, levanto sus ojos para encontrarse con los míos y sin mucho pensarlo la bese… Desde ese día se metió en mi sangre y se tatuó en mi piel, nos volvimos inseparables…

- ¿Y que fue lo que sucedió después? – me arrepentí inmediatamente de haberle hecho esa pregunta, porque la felicidad en su mirada fue reemplazada por el dolor y el sufrimiento que seguramente este recuerdo le causaba.

- Ambos terminamos de estudiar y decidimos irnos a vivir juntos, fue en ese momento cuando descubrí que poco a poco estaba muriendo – hizo una pausa – 2 años antes le habían detectado un tumor en el cerebro, que para nuestra desgracia era inoperable, los dolores de cabeza se volvieron insoportables y poco a poco la luz de su vida se iba apagando, me sentía tan impotente – apretó sus puños con fuerza para contener la rabia que seguramente sentía – intente que sus últimos días fueran los más felices de su vida…

- Cuanto lo siento – le dije desde lo más profundo de mi corazón.

- Gracias, se que tengo un ángel que ahora me cuida desde el cielo – no sabia que decir ante semejante revelación

- ¿Y como lo supero? – susurre, el miro al cielo y contesto.

- A veces el tiempo y la distancia son nuestros mejores consejeros… Yo por ejemplo, vivía en los Ángeles cuando todo esto sucedió, el director James es un gran amigo mío, fue el quien me ofreció venirme para acá, lo pensé por mucho tiempo pero supe que era lo mejor – el silencio se hizo presente nuevamente,  quería contarle como me sentía, pero simplemente las palabras se quedaban ahogadas en mi garganta – Se que las circunstancias son diferentes, pero ambos perdimos a seres muy importantes en nuestras vidas – ahora tenia su mirada clavada en mi – tu debes de continuar tu vida Bella, eres una alumna excelente y tienes un futuro brillante por delante, estoy seguro que Jake desearía que fueras feliz, que continuaras con tu vida – nuevamente las lagrimas se estaban acumulando en mis ojos – por favor, sigue luchando, vive, goza,  llora, disfruta ahora que estas viva – simplemente no pude resistir más y lagrimas traicioneras nuevamente se escabulleron por mis ojos, sabia que sus palabras eran verdad, pero se me hacia tan difícil dejarlo ir – no te digo que lo olvides, porque es algo imposible de hacer, simplemente tienes que soltarlo, no puedes aferrarte a alguien que jamás regresará – sus palabras fuertes pero sinceras se metían como miles de alfileres en mi mente pero mucho más en mi corazón, tenia que hacerlo, pero no sabía como. Me entrego un pañuelo y aguardo en silencio hasta que de mis ojos ya no salió ninguna lágrima.

- Gracias por todo – mi voz sonó ronca al pronunciar estas palabras.

- No hay nada que agradecer, quiero que sepas que además de ser tu profesor puedo ser un amigo en el cual puedas confiar Bella y por favor, llámame Jasper, que aun estoy joven – los dos reímos ante su comentario.

……………………oOo…………………….

 

- Mama, no tardo ¿Esta bien? – le preguntaba desde el umbral de la puerta

- Esta bien hija pero no llegues muy noche ¿OK? – me gritaba desde el segundo piso.

- No mamá, llegaré temprano – cerré la puerta al salir, me dispuse a caminar por la calle hasta llegar a una desviación que conocía muy bien, el invierno por fin había acabado y los bosques poco a poco volvían a tomar ese color verde que tanto los caracterizaba, con las manos dentro de las bolsas de mi pantalón y el corazón latiéndome frenéticamente llegue a el lugar al que venia a refugiarme cada vez que tenía oportunidad, aquel lago donde tuve mi primer beso, el lugar donde le entregue mi corazón, fiel a la promesa que me hice a mi misma en un intento de jamás olvidar su recuerdo. Venia el día 29 de cada mes para sentirme un poco más cerca de el. Por fin había llegado abril, 4 meses se cumplían desde que el se había marchado, desde que su recuerdo se metió en mi piel dejándome una huella imborrable que me acompañaría por siempre.

Venia para contarle todo lo que me sucedía, las locuras en las que Alice me metía y sobre todo para decirle lo mucho que lo extrañaba, que no había atardecer sin que me pasará por la mente.

Todo se encontraba como lo recordaba y la tranquilidad que se respiraba me tranquilizaba... Camine a lo largo del lago, maravillada de su hermosa belleza, hasta que llegue al lugar donde solía estar, nuevamente me encontré con la rosa blanca, esa rosa que sin faltar se encontraba cada vez que yo llegaba, no sabia quien la dejaba para mí, solo se que esta vez fue diferente, había una nota y yo sin mucho vacilar la tome temerosa, estaba escrita con una excelente caligrafía que no pude reconocer…

 

 “Las personas que amamos y nos amaron jamás nos abandonan, permanecen a nuestro lado cuidándonos de todo mal, protegiendo nuestro camino. Pero es importante aprender a dejarlos ir, no los podemos retener en este mundo, un mundo al que ya no pertenecen, no lo olvides, ya no lo llores, vive sin rencores, date la oportunidad de amar, date la oportunidad de sentir ¿Qué no vez que yo estoy aquí para ti?

 

Me gire instintivamente para ver si había alguien a mí alrededor, pero no pude distinguir nada, mi corazón latió como caballo desbocado y sentí un escalofrío recorrer mi espalda. Me sentía observada…

Decidí que no era conveniente quedarme ahí y como la nota decía esperaba que Jake estuviera a mi lado, protegiéndome.  Me pare enseguida pero antes de echarme a andar mire por ultima vez el lago,  no quería irme pero mi sexto sentido quería que me alejara de ahí lo más pronto posible. Debía de estar paranoica ya que a cada oportunidad volteaba la mirada para corroborar que nadie me estuviera siguiendo.  Cuando estaba oscureciendo al fin pude llegar a mi casa.

- Te estaba esperando Bells – brinque al escuchar su voz a mis espaldas, voltee para encararlo, y ahí estaba Edward, mirándome curioso – ¿Qué sucede? – me pregunto.

- ¿Me venias siguiendo? – por un momento paso por mi mente la idea de que era Edward quien dejaba la flor cada vez que iba al lago, así que tenía que preguntárselo.

- Mmm… No… Como te dije te estaba esperando. Llame a casa y tu madre me dijo que habías salido pero que no ibas a tardar, así que decidí venir a verte ¿Estas bien? – rozo con su mano mi cara, el contacto con su piel fría me sirvió para tranquilizarme.

- Si, no te preocupes – le di mi mejor sonrisa en un intento de que olvidara la pregunta que le había hecho. El me sonrió de igual forma, ahora me daba cuenta de lo mucho que lo había echado de menos – Te eh extrañado – solté esta confesión de golpe, el se acerco y me dio un fuerte abrazo.

- Yo también cariño, no sabes cuanto – pasaba una de sus manos por mi cabello. No había tenido oportunidad de agradecerle lo mucho que hizo por mi aquel día, ya que se había alejado de mi, no entendía sus razones pero me alegraba de tenerlo nuevamente conmigo – Prometo que nunca más me alejare de ti Bells, lo juro – parecía como si me hubiera leído la mente.

- Estas aquí y es lo único que me importa – poco a poco nos separamos y pude ver que tenía una enorme sonrisa en su rostro. Tomo cariñosamente uno de mis cachetes y les dio un tierno pellizco como cuando éramos niños. Había olvidado lo sencillo que era estar con el – Y dime… ¿A que debo el honor de tu visita? – le dije mientras me encaminaba a la puerta de mi casa, abrí la puerta y encendí la luz.

- Pues es muy sencillo señorita – hablo en un tono muy formal, como si estuviéramos en del siglo XIX –  vengo a verla porque dentro de tres días será el cumpleaños de la señorita Bree y quería saber si le íbamos a organizar algo para festejarla – rayos, estaba tan sumida en mi mundo que había olvidado el cumpleaños de mi hermanita.

- ¿Dentro de 3 días? – pregunte mientras contaba los días mentalmente.

- Si, ¿No me diga que lo olvido? porque estoy segura de que su hermanita no se lo perdonaría – parecía divertido con la situación en la que me encontraba le di un puñetazo en su hombro, al cual hizo un ademán de dolor.

- No es gracioso Edward, Bree va a odiarme, su otro cumpleaños fue un rotundo fracaso a causa de ese niño llamado Sam Uley y le había prometido que este cumpleaños sería diferente – hice una mueca de dolor al recordar el rostro de mi hermanita.

- No te culpo Bells, no has tenido cabeza para pensar en esto, ya lo he platicado con tu madre y tenemos todo listo, no tienes nada porque preocuparte – en ese momento me sentí como la egoísta más grande del mundo,  me había encerrado en mi mundo pensando solo en mí, dejado completamente solas a mi madre  y a mi hermana, los seres que más amaba en este mundo.  ¿Cómo pude olvidar una fecha tan importante? Mire a  Edward, mi amigo incondicional aquí estaba, a mi lado, sacándome siempre del agujero en el que me encontraba, me sentía tan tonta, tan egoísta, tan débil, porque nuevamente comencé a llorar… Eso era lo único que hacia, llorar, largas y lentas horas en los que mi corazón intentaba desahogarse, lloraba porque todo me lo recordaba, el sol me hacia anhelar su calor junto a mi cuerpo, las nubes, lo hermoso de su sonrisa, el agua, lo tranquilizador que era su mirada, cada amanecer despertaba con la esperanza de que todo había sido una espantosa pesadilla, que era una mala broma que me había jugado la vida, pero esa foto que tenia junto a mi cama, aquella que logre conseguir con gran dificultad me hacia caer de nuevo en mi cruda realidad… Edward me abrazo y no pude evitar corresponderle el abrazo…

- Tranquila Bells, no llores más mi cielo… Ya estoy aquí y nunca mas volveré a dejarte, yo te ayudaré a curarte, a que tu corazón vuelva a ser feliz,  no llores más por favor, que se me parte el corazón – no  pude responderle, simplemente me aferre más a el, lo había necesitado tanto, le había echado mucho de menos, nos sentamos en el sillón mientras el me consolaba, el dolor poco a poco se apaciguaba, estuve despierta hasta que mis parpados no daban para mas, hasta que sentí que los brazos de Edward me depositaban en mi cama y Morfeo me vino a llevar…

 

……………………………*\Ö/*….…………………………

 

 

..:: RELATO NARRADO POR EDWARD ::..

 

 

Sabes... a diferencia de muchas emociones lo que me gusta del dolor, es que nunca te decepciona siempre duele, y cuando no sabes como o porque te duele regresa a diferente hora tal vez diferente lugar pero siempre vuelve a ti.

 

Tranquila y hermosa, así se veía mi Bella mientras dormía, quería quedarme ahí a su lado velando su sueño, pero sabía que no era lo más apropiado, no sabía cuantas lagrimas había derramado hasta el día de hoy, no sabía lo mucho que había sufrido su corazón, pero no quería que sufriera más… Me sentía tan tonto y tan culpable de haberla dejado sola, por haberme separado de su lado, por haber puesto esa barrera entre ella y yo… Me senté un momento sobre su cama, a un lado de ella, le retire un mechón de pelo que había caído sobre su cara y lo acomode detrás de su oreja, vi su mesita de noche y una foto de “el” se encontraba sobre ella, mire nuevamente a Bella, no lograba entender cuando había dejado de ser mía, cuando fue que su corazón se lo entrego a otro, tal vez fui yo el único culpable por haberme alejado y por creer que siempre estaría a mi lado, pero eso jamás volvería a suceder, iba a cumplir la promesa que le hice a mi padre….

 

..:: INICIO FLASH BACK ::…

 

Después de que había dejado a Bella en su casa me sentía totalmente desorientado, me había impactado verla sufriendo de ese modo, la amaba demasiado, y cada lagrima que ella derramaba eran como puñales entraban en mi corazón sin compasión alguna. Llegue a mi casa y mis padres sentados en la sala me esperaban…

- ¿Cómo te fue hijo? – me grito mi padre, me quede en la puerta colocando mi abrigo sobre el perchero. Respire profundamente y entre a la sala, ellos se encontraban frente al televisor

- Yo estoy bien – me desplome sobre el sillón que estaba disponible.

- ¿Cómo que tu estas bien? ¿Quién esta mal? – Apagaron la tele y me miraban fijamente - ¿Qué sucedió Edward? – me interrogaba mi padre.

- Jacob murió  – solté la noticia de repente, frustrado tome mi cabeza entre mis manos

- ¿QUEEEE? – grito de pronto,  de un solo salto se puso de pie y caminaba de un lado a otro, mi madre lo miro desconcertada.

- ¿Era un compañero del colegio? – me preguntaba mi madre, solo asentí con mi cabeza

- Es que no puedo creerlo Edward, hace unas noches fue a verme y se veía bien ¿Qué fue lo que sucedió? – se sentó nuevamente a un lado de mi madre esperando mi respuesta, pero a mi me llamo la atención lo que había dicho.

- Espera, espera ¿Fue a verte por la noche? ¿Qué día fue? – tal vez había sido el mismo día que choque con el en la calle mientras yo venia de ver a mi padre.

- Pues – se quedo pensativo por un momento – fue el día que tú fuiste a mi oficina, a preguntarme si iría a cenar a la casa – en ese momento vino a mi memoria la cara de preocupación que tenia Jacob, era como si de repente se le hubiera aparecido alguien que no esperaba o había recibido una noticia que para nada le gusto.

- ¿Qué le dijiste papá? ¿Qué sucedió? – insistí en saber en que había consistido su conversación, mamá nos miraba extrañada por nuestra platica.

- Pues fue demasiado raro a decir verdad, me pregunto por una vieja compañera del colegio – nuevamente comenzó a andar de un lugar para el otro.

- ¿De quien se trata amor? – le pregunto mi madre y al parecer el dudaba en contestar

- Me pregunto por Sarah – dijo finalmente, el rostro de mi madre se contrajo en una mueca de dolor,  se levanto del sofá y encaro a mi padre.

- Sabes, no tengo necesidad de estar escuchando esto – y subió a su habitación. Mi padre se quedo observando como se iba, no sabía que estaba ocurriendo.

- ¿Quién es Sarah papá? ¿Y porque mamá reacciono de esa manera? – nunca había visto que mi madre se fuera tan enojada con mi padre, el volvió a tomar asiento y comenzó a platicar.

- Sarah fue una compañera de nosotros del colegio – no entendía para que Jacob quería saber algo de esa mujer – esa misma pregunta me la hice yo hijo, pero me dijo que era para una tarea del colegio, así que le dije lo que sabía – me leyó el pensamiento, pero ¿Por qué mentiría Jacob? No teníamos ninguna tarea de ese estilo, preferí guardar silencio – es una pena que haya sucedido eso hijo, tenia un futuro prometedor ese muchacho.

- Si, lo se – era verdad, había demostrado mucho talento en la escuela y papá hablaba de el cada que tenía oportunidad. Nuevamente me recargue en el sofá, pensando en lo que me había dicho mi padre.

- ¿Por qué dijiste yo estoy bien? – me sorprendió su pregunta, por unos instantes había olvidado el rostro de dolor de Bella.

- Por Bella papá, ella esta destrozada por la noticia – por mucho que me doliera le confesé la verdad – ellos estaban saliendo.

- ¿Y tu la amas también verdad hijo? – me limite a asentir, ella se había metido tan adentro de mi alma, tan dentro de mi ser, que me era imposible imaginarla con otro que no fuera yo – ¿te puedo dar un consejo hijo? – Lo mire expectante – lucha por su amor, hace mucho tiempo yo perdí a la mujer que amaba por cobardía – no entendí a lo que se refería – si, se que te sonara raro escuchar esto de mi, pero así es… Tu madre fue un ángel que vino a curar las heridas de mi cuerpo, pero mucho mas importante, las heridas de mi alma, la mujer que yo amaba me necesito pero yo como un inútil, como un cobarde, no me decidí a enfrentar al mundo por ella… No cometas el mismo error hijo.

- Pero ella lo amaba papa, yo puedo luchar contra lo que sea de eso no tengo duda, pero jamás podré luchar contra su recuerdo, si tan solo la hubieras visto… Yo la vi caer, como si fuera un pedazo de papel picado, su mirada, esta tan cargada de dolor y de sufrimiento que el verla así me quema, desearía que esto no hubiera pasado, así ella estaría feliz.

- Edward, yo también hubiera deseado que así fuera pero la vida no siempre nos da lo que esperamos, se que todo tiene una razón de ser y si es que de verdad la amas debes de luchar por ella hijo.

- Pero no se como hacerlo – le dije un tanto avergonzado.

- Dale tiempo hijo, ni Dios puede manipular los sentimientos, el tiempo, sus amigos y el amor serán su mejor cura, lucha por esto que sientes, lucha por ese amor que vive en tu interior – me dio una sonrisa para llenarme de valor – Promételo hijo.

- Lo prometo papá, luchare por ella hasta el final – me dio un fuerte abrazo, sabia que no había marcha atrás, me ganaría su corazón a como diera lugar.

 

..:: FIN DEL FLASH BACK ::..

 

- Mi bello ángel, duerme bien amor mío, que tu vida de ahora en adelante te prometo que va a cambiar, no dejare que otra vez te cubra el frío y mucho menos que te invada la soledad,  curare tus heridas, amare tus defectos, porque para mi no hay nadie más perfecto que tu mi dulce amor – susurre en su oído, le di un beso en su frente y salí de su habitación. Volvía a estar en la batalla por ganarme su corazón…

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Capítulo 14: Mi último pensamiento... Capítulo 16: Destino...

 
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