La Fuerza del Destino

Autor: BellaGreyHerondale
Género: Romance
Fecha Creación: 01/04/2015
Fecha Actualización: 30/08/2015
Finalizado: NO
Votos: 1
Comentarios: 7
Visitas: 10043
Capítulos: 4

Lo conocí cuando era una niña de 8 años, el tenia 15 al igual que mi hermana. Me enamore de el cuando cumplí 11 años, en ese entonces Tanya se había ido a vivir a Londres, le iba a revelar mis sentimientos cuando cumplí 13 años, pero Tanya volvió e hizo que todo se viniera abajo, lo peor fue cuando descubrimos que Tanya estaba embarazada de Edward. Eso hizo que mi mundo se viniera abajo. Tanya para no buscar problemas con mi madre se invento que Edward la había violado, ocasionando que Edward dejara Forks.

Pense que nunca lo volveria a ver, pero me equivoque. Nueve años después de lo de Tanya el volvio.

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Capítulo 3: Se you Again

Título: La fuerza del destino

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, si no que le pertenecen a la maravillosa Stephanie Meyer. Yo solo ego con ellos.

Avisos: Las palabras que se encuentren subrayadas y con negritas son el inicio de un nuevo POV. Palabras con un * son palabras que estarán definidas al final del capítulo, y palabras que estén medio ladeadas serán recuerdos. Y las que estén en negritas es que han pasado años, semanas, días o meses (Paso del tiempo) Disfruten de la lectura.

Aclaraciones: Tanya es más grande que Edward por meses, Edward todavía no cumplía 20 años (Estaba a un mes) y a Bella le faltaban 4 meses para los 13 años.

Aclaraciones de este capítulo: El hotel esta más cerca que en la vida real, Edward en ocasiones llama mamá a Esme y papá a Carlisle solo en ocasiones, siente que les debe seguir guardando respeto. En ocasiones Edward se perderá en el presente, pero también puede perderse en el pasado, de un momento a otro puede pasar eso.

Aclaraciones del capítulo anterior: Jasper Vulturi 30 años, Rosalie 27 años y Demetri 29 años.

Gracias por los comentarios, significan mucho para mi, espero dejen más este capitulo. El proximo sera contado por Bella

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Edward

—Creo que mejor me llevare ropa fresca. No mejor de invierno. Hay no sé—Dice Esme mientras empaca sus maletas, yo he entrado al cuarto solo porque ha gritado mi nombre. Pero me quedo pasmado al ver el tiradero que hay. Ropa de todos los colores medio salida de los cajones, colgando de las puertas del armario y todo tipo de accesorios, zapatos y muchas cosas más que no conozco. —Cariño, que bueno que estas aquí.—Dice parándose dela cama y acercándose a mí. Me toma fuertemente de los hombros—Dime ¿Qué ropa tengo que llevar?

De todas las preguntas que me podría haber hecho, esta es la menos esperada. Suelta mis hombros yo subo una de mis manos (Aprovechando que me ha soltado) y rasco mi cabeza, Forks siempre ha sido un pueblo con un clima un poco extraño, hay días en los que hay mucho sol, poco sol, nada de sol, lloviendo o hasta tormentas de nieve, Bella siempre decía que Forks era el fin del mundo, que solo faltaba que temblara o entraran tsunamis.

—Supongo que es mejor que lleves mucha ropa de diversas épocas del año, pero recuerda que llegaremos a Seattle y ahí hace frío. —Le digo sin saber que más decir, ósea ella es mujer; necesita mucha ropa para saber que ponerse. Pero yo no, yo simplemente me pongo unos jeans, una camisa, una jacketa y unos converse, no mejor unos mocasines, mejor zapatos o estarían bien unas botas. Olviden lo que dije, tengo que ir a hacer mis maletas de nuevo, tengo los mismos problemas que Esme. —Mamá, voy a hacer mis maletas otra vez. Creo que estoy olvidando algo de ropa

Ella me sonríe tiernamente asintiendo. Salgo camino a mi habitación y cuando entro cierro la puerta recargando mi cabeza en ella. Suelto un enorme suspiro colocando las manos alrededor de mi cabeza, me separo un poco y miro a un punto fijo en ella. Que Esme me haya pedido ayuda me recordó un tiempo atrás, muy atrás. Cuando todavía estaba en Forks y tenía 18 años, mi hermosa niña se vino de vacaciones a Londres.

11 años atrás.

Mi nena corre hacia mí con su hermoso cabello volando a su alrededor, naturalmente siempre lo tiene agarrado en un coleta, trenzas o chongo. Pero desde mi perspectiva, se ve mejor con su cabello suelto, tiene ondas naturales y un hermoso cabello tricolor. Tiene rizos rubios como los de su madre, chocolate como su padre y varios cobrizos por sus abuelos. Con enormes ojos azules rodeados con abundantes pestañas muy chinas y facciones finas, la convierten en una hermosa damita.

Llega a mi altura y gira a mí alrededor, trae puesto una capa azul.

— ¿Cómo me veo?—Me pregunta con una enorme sonrisa en el rostro dejando ver sus hermosos dientes blancos.

Muy linda Bells, pareces una hermosa princesa inglesa. —Le digo y ella frunce los ojos.

Una princesa no, ellas son tontas y superficiales. —Cruza sus bracitos y alarga su cuello queriéndose ver más alta. —Yo soy inteligente, y soy cero superficial. —Le sonrío posicionando uno de mis dedos en su frente, juego con sus arrugas para poder estíralas. Ella se pone difícil haciendo una mueca con su boca, yo sonrió con malicia y ella pone cara de asustada, negando con la cabeza. —No. —Me susurra poniendo sus manos enfrente de mí, pero ya es demasiado. Le he empezado a hacer cosquillas, me suplica que me detenga mientras se ríe a carcajadas.

Me detengo cuando caemos al suelo, ella respira entrecortadamente. Me voltea a ver y veo que esta toda chapeada, y tiene una sonrisa en su hermoso rostro. 

Pareces un lindo Rodolfo. —Le digo entre risas, para después ver su ropa. Ya había visto la capa, pero no imagine que todo era un atuendo para la nieve. La miro con una ceja alzada. 

Nos vamos a Londres, disque de vacaciones. Más bien vamos a ir a Tanya. —Me explica incorporándose, se sacude como un perro para después con sus manos quitarse el pasto. 

— ¿Hace mucho frío ahí?—Le pregunto.

Por supuesto, es uno de los lugares más fríos en los que he estado. Aunque también es precioso, de día es un lugar perfecto para visitar sus parques. Ohm sus parques, son los más bonitos de todo el mundo. De noche se puede ver la ciudad iluminada. Es el lugar más hermoso del mundo. —Cuando habla de Londres sus ojos se iluminan. Me gusta verla así, tan viva y alegre; que quiero que siga así.

— ¿Qué lugares vas a visitar?

Mi padre reservo una visita al Big Ben desde el año pasado, visitaremos algunos palacios, museos, talvez vayamos a Francia. —Me dice.

Talvez conozcas a Harry Potter. —Ella es fanática de esos libros y esas películas. Ella asiente feliz.

Te traeré muchas fotos para que veas lo hermoso que es, también muchos recuerdos. Por dios, si pudiera llevarte en mi bolso de viaje lo haría. No lo dudes. —Me dice realmente entusiasmada. 

A lo lejos se escucha e grito de su madre llamándola, ella rueda los ojos y se lanza a mi torso. Yo la recibo y la aprieto contra mi pecho.

Te extrañare, Ed…

Yo más, Bells….

Después de esa despedida ella entro corriendo a la casa para tomar sus cosa, lo último que vi cuando se estaban yendo fue su pequeña figura a lado de su padre y su hermosa sonrisa mientras él le decía unas cuantas cosas.

Cierro los ojos, todavía me es difícil recordar su sonrisa sin sentirme mal. La última vez que nos vimos, solo me dedico una mirada llena de tristeza e ira. Quiero saber cómo es que se encuentra hoy en día, quiero ver si ha vuelto a hacer la niña… no, ella ya es una mujer. Solo espero que sea la persona que fue antes que yo la destruyera…. Que nos destruyera a ambos.

Golpeo duramente la puerta, mis ojos se llenan de lágrimas de odio hacia mismo. Si no hubiera sido tan estúpido y calenturiento de seguro todavía estaría haya en Forks, con mi Bella como mi mejor amiga. Pero no me puedo arrepentir de las decisiones que tome, estas me llevaron a estar en las vidas de unas muy buenas personas como lo son Esme y Carlisle, ahhh

|y cómo olvidar a Charlie, el padre de Carlisle. Mi abuelo, esta familia si es realmente honesta, sensible y cariñosa, bueno después esta Charlie: él es extravagante, gracioso, arrogante; pero de muy buen corazón. Todos ellos son de muy buen corazón, me permitieron ser de su familia sin siquiera conocerme; no me juzgaron por mi origen ni por nada.

Cierro y estiro mi mano una y otra vez para detener la pulsación de dolor que me he causado, miro la puerta y veo un gran agujero en ella… Esme me va a matar. Suelto un suspiro volteando la cabeza hacia el interior del cuarto, aun después de nueve años me sigo maravillando por la hermosa decoración que tiene el cuarto al igual que toda la casa. Pero en partículas me gusta mi cuarto: Piso de un diseño blanco con negro, un escritorio blanco, una silla beige, varios muebles de metal, la cama esta al centro de la habitación color blanca con barrotes del mismo tono, colchas blancas y almohadas negras, las demás decoraciones son de ese mismo tono. Pero no todas son compras que Esme hizo, algunas cosas también son mías, como la mayoría de las cosas que se encuentran en las repisas, esas son cosas mías.

Me acerco para ver mis cosas mejor, muchas de estas cosas me las regalo Bella… Tengo en portarretratos fotos que ella me regalo, las veo detenidamente observando cada una de las fotos: Varios árboles de los parques de aquí, parques, el big Ben, de las playas de Francia y de aquí, de viñedos, y hay una que es mi favorita. Es de su último viaje hacia aquí, meses antes que volviera Tanya, es Bella con una hermosa sonrisa de oreja a oreja que me hace soltar otro suspiro. Se ve tan hermosa y tan pura. Sigo viendo las demás cosas que tengo, hay varios adornos que Bella me dio: El big ben, la torre Eiffel, el Empire State y la torre de Pisa. Esferas de distintos lugares del mundo, pero hay más cosas de Londres. Su ciudad favorita, me dirijo hacia la ventana y veo a los alrededores, la casa está a las afueras de Londres, el bosque rodea toda la casa. También es hermoso, todo en Londres es hermoso.

Cierro los ojos y recuerdo las palabras de Bella.

Es el lugar más hermoso del mundo…

Es el lugar más hermoso del mundo

Es el lugar más hermoso del mundo

—Tenías razón, Bella. —Digo al aire.

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—Sir Edward, he Mr. Carlisle waits for it in his office*—Me dice Rosario, una de las sirvientas de la casa mientras bajo mis maletas dejándolas al pie de la escalera.

— Thank Rosario; please tell Mario to climb this to the trunk—Digo caminando hacia el despacho. Cuando llego entro sin tocar la puerta, Carlisle está parado enfrente de su escritorio de caoba, sostiene su celular en su oreja con una mano mientras que con la otra agarra unos papeles.

—No es necesario un traductor, como puede escuchar, hablamos perfectamente el español. No sé preocupe, mi hijo y mi esposa también lo hablan.

Tomo asiento en la silla enfrente del escritorio, tendiendo la mano hacia los papeles. Él me los da sin siquiera mirarme; los empiezo a hojear, son de todos los agricultores de Forks. A muchos no les ha ido muy bien que digamos, pero no me esperaba que las Denali estuvieran entre ellos; se supone que con las plantas térmicas que utiliza su rancho es para que les vaya bien, pero por lo visto no es así. Por un momento me siento muy alegre; pero eso desaparece cuando el rostro de Bella viene a mi mente…¿Con su situación económica, ella estará bien o le faltara algo?

—Muchas Gracias, Cayo—Él nombre de ese hombre hace que todo pensamiento se me vaya de la mente. Volteo a ver fijamente a Carlisle buscando una explicación, él solo se encoge de hombros—Estamos en contacto.—Cuando finaliza la llamada él deja su celular encima del escritorio, me voltea a ver.—No me pongas esa cara Edward ,nos iban a recibir los Brandon pero hubo complicaciones y nos recibirán los Vulturi.

—Sabes la historia que tengo con esa familia, no creo que pueda ir a esa cena. No tengo idea de cuales emociones se presentaran cuando vea a Cayo. —Le digo revelándole mis mayores temores.

—Lo sé Edward, por eso en dos días nos veremos con él.—Me quedo intrigado por lo dicho.—No quiero causar un ambiente incomodo en la casa de los Vulturi, por eso la reunión. Quiero saber qué es lo que vas a sentir cuando lo veas después de tantos años, —Con esa explicación todo me queda claro, nos va a enfrentar a ambos sin que Cayo se dé cuenta.

—Bien.

Nos quedamos en silencio completamente hasta que Carlisle lo rompe.

—¿Qué piensas hacer cuando lleguemos a Forks?—Me pregunta cuando empieza a caminar de un lado al otro.

—Realmente, no sé—Digo tomando mi cabello con mi mano—Quiero ver de nuevo a Bella. Ver a mi bebé y saber cómo esta—Me paso la mano por atrás al recordar a mi madre.—Visitar la tumba de mi madre—Levanto la mirada para ver a Carlisle, él me mira esperando algo más.—Sobre todo, quiero vengarme de todas las personas que me humillaron en mi pasado—Digo mientras veo fijamente a un punto perdido de la habitación. Puedo escuchar como mi padre suelta un bufido. Dirijo mi Mirada hacia él para ver que solo me observa con su ceño fruncido mientras niega con la cabeza—¿Qué?

Él levanta las manos al aire.

—Es tu vida, tú decides lo que haces con ella y a quien le arruinas la suya. —Me dice, me ve y yo me siento mal.—Cambiando de tema….Tú abuelo y Emmett irán a Forks también, mi padre vendrá con nosotros y Emmett llegara después. En tres o dos semanas.

Emmett McCarthy es nuestro socio número uno, es un hombre de cabello azabache, ojos azules, fornido y con un gran sentido del humor, el mismo que comparte con mi abuelo adoptivo: Charlie Cullen, es el padre de Carlisle y vive con nosotros, ya tiene 74 años pero esta tan sano como un toro. Esta más sano que Carlisle, es un anciano genial con su ojos castaños que cuentan mil historias y su sonrisa de niño que se roba los dulces. Con ellos dos con nosotros, esto será más entretenido y menos tenso.

—¿A qué hora llega?

— ¡Ya llegue!—Se escuchar el grito de mi abuelo inmediatamente después de que termino de hablar, interrumpe en el depacho. —Hi, crazy people…!—Dice mientras se quita sus deslumbrantes lentes verdes y nos sonríe.

—Abuelo.—Digo mientras me levanto y me acerco a abrazarlo. Él me devuelve el abrazo, me aprieta un poco y después me suelta.

—Papá, no quiero que hagas esto en Forks.—Dice Carlisle viéndolo severamente, Charlie levanta ambas cejas canosas y cruza sus brazos.

—Perdóname la vida, Carlisle.—Carlisle rueda los ojos y toma los archivos que yo he dejado en el sofá.

—Olvídalo, vámonos ya o sino no llegamos—Sale del estudio con paso ligero, mi abuelo me mira y yo me encojo de hombros.

—¿De qué sirve tener tu propio Jet privado sino puedes llegar a la hora que deseas?—Pregunta en voz alta siguiéndolo, se escuchan varias cosas pero ninguna alcanza a llegar a mi oídos.

Me he quedado solo ya en el despacho, volteo a ver hacia arriba de la silla de Carlisle; hay una hermosa foto de todos nosotros en ella… Cierro los ojos con fuerza, esta es mi familia y aunque en ocasiones pienso en mi madre de verdad, pero niego con la cabeza. Ame demasiado a Carmen, eso es cierto; ella era la mujer mas buena sobre la faz de la tierra. Pero ahora tengo a Esme y a Carlisle, ellos son los padres que tuve que haber tenido desde un principio y Charlie el abuelo que todos deseamos. Es así como tienen que ser las cosas.

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Nueve horas después.

El avión aterriza a las diez de la mañana en el aeropuerto de Seatle, parece ser que se está cayendo el cielo. Pero no hay relámpagos, Esme se despierta cuando Carlisle la mueve solo un poco. Charlie sale de uno de los cuartos con un traje extravagente verde botella y unos lentes negros.

—Edward, ¿Dónde está la bebé?—Pregunta Esme estirándose, no sé como logra estirarse con esa ropa tan ajustada que se ha puesto: Camisa de cuello de tortuga, falda de animal print, una jacketa blanca y unos botines de color café de tacón.

—¿Puchis, don tas?—Charlie empieza a aplaudir llamándola, se me olvidaba mencionarlo… Nuestra perrita de un mes viaja con nosotros, es una dálmata con muy pocas manchas negras, solo las orejas y parte del lomo, es la niña de Esme y Charlie, aunque en si fue un regalo que recibí de una de nuestras empleadas.

—Está dormida, voy por ella—Camino hacia la otra habitación, entro para ver a mi pequeña jugueteando con una de las almohadas de la cama. Ella deja de hacer eso en cuanto escucha que la interrumpo, suelta la almohada corre hacia mí sobre la cama, todavía es muy chiquita por lo que no brinca solo se queda ahí moviendo su colita.—Hola, hermosa—Ella me suelta un hermoso ladrido, tomo el sueter que se encuentra a la orilla de la cama y se lo pongo, ella me ayuda quedándose quieta. —Muy bien, ya estas lista vamos.—La cargo y ella se acurruca rápidamente en mis brazos. Salgo con ella, mis padres ya se encuentra afuera del avión y mi abuelo está por salir. Me acerco a tomar mi mochila con mi computadora y mi celular, me lo coloco con cuidado para no incomodar a mi perrita.

Salgo del jet, hay un carro al pie de las escaleras, un señor sostiene la puerta abierta esperando a que mi abuelo suba en él. Mi abuelo le dic algo haciendo que él chico ría, bajo con cuidado las escaleras. Ambas manos las tengo ocupadas por lo que me resulta difícil agarrarme de cualquier barandal. Llego dando un gran suspiro.

—Bievenido a Seattle Señor Cullen—Me contesta cortes el señor.

—Muchas gracias.—Me subo al carro dejando a la chiquita en el asiento, ella inmediatamente se acurruca con mi abuelo.

—Siento que hace más frío que Londres.—Dice mi madre titiritando de frío, Carlisle se ríe pero también se soba las manos para entrar en calor. Mi abuelo solo niega con la cabeza, él ya había estado aquí y en varias partes de Rusia, por lo que está acostumbrado al frío y yo…. Bueno yo me acostumbro a todo muy rápido. —¿Cuánto tardamos en llegar a Forks?—Me pregunta preocupada.

—Cinco horas con tráfico y tres si no hay—Ella se queda sorprendida, es lo mismo si queremos viajar a Francia o a Italia en Londres.—Las distancias aquí son largas, es un continente más grande y con menos países que Europa—Le explico para tranquilizarla.

—¿Las distancias también son largas en Forks?—Niego con la cabeza por su preocupación.

—Es un pueblo ahí todo es más corto…

—Señor Cullen disculpe que lo interrumpa.—Dice el chofer.—¿Por qué camino deberíamos viajar a las coordenadas: I-5 S y US-101 N ó US-101 N y US-101 W? cabe decir que en esta ultima tenemos que esperar a que pase el ferri—Cuando era niño mi madre y yo siempre viajábamos por la primer opción, por la que pasamos por Olympia.

—La primera, es más rápida—Digo y puedo ver como a mi madre se le ilumina la mirada.

—Nos veremos con Cayo a las cinco de la tarde.—Carlisle cambia de opinión.—Tendremos tiempo para que nos muestres el pueblo.

—Por supuesto, para mi será un placer mostrarles el lugar en donde viví durante cinco años de mi vida y donde iba de vacaciones con mi madrina.—Ahí termina la plática, Esme me sonríe al igual que todos, bueno casi todos… Mi abuelo se ha dormido con la chiquita.

Niego con la cabeza, la edad ya le está pasando factura. Me río por mi propio chiste silencioso, saco mi celular junto con los audífonos y empiezo a escuchar música. Esto será un camino un poco largo, así que hay que matar el tiempo.

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5 horas después

Las personas de servicio nos suben las maletas a cada una de las habitaciones, mi madre trae como siete maletas mientras que mi padre solo 3, mi abuelo es muy extravagante así que trae más que mi madre: él trae nada más ni nada menos que nueve maletas cargadas de ropa de día, de noche, pijamas, productos para el cabello, lociones y muchas cosas más. Y yo solo traje dos maletas, con trajes, zapatos y todo lo necesario… Bueno eso espero, no salgo mucho; así que no necesito mucha ropa.

El hotel es hermoso, al igual que todo Forks, cuando hemos entrado a Forks me he sorprendido encontrarme con un pueblo nuevo, es como si entrara a otra ciudad. Todo está cambiado, el letrero esta cambiado. Hay luces a su alrededor, la ciudad entera está llena de luces podría decir que es como Nueva York, pero conserva toda su magia. La gente, los edificios y el clima sigue igual, solo que renovado, es el mismo pueblo pero en moderno. Aunque obviamente, sigue sin haber hoteles en la ciudad, el hotel está a las afueras a unos 15 kilómetros de Fokrs, a mi mamá casi le da el soponcio cuando el chofer le dijo que el hotel estaba a las afueras del pueblo y que solo nos había llevado para que ubicáramos las tiendas y ese tipo de cosas.

En cuanto llegamos al hotel había unos carros estacionados, nuestros carros el Jeep Grand Cherokee SRT Main rojo de Charlie, el Ferrari California blanco de Carlisle, el Audi A3 Limousine vino de Esme y mi Aston Martin Vanquish AM 310 color plateado. En el hotel nos informan que los carros llegaron el día hoy a las siete de la mañana. Y que Emmett informo que llegaba en dos semanas, que su carro ya había sido mandado. Carlisle lo va a llamar para ponerse de acuerdo y otras cosas.

Nos dieron las tarjetas para entrar a los cuartos, las Suite. Mi abuelo se quedó en la que tenía más color, mis padres en la que no tenía tanto y yo en la que solo es negro, blanco y gris. Solo colores monocromáticos, así soy yo desde hace nueve años.

Soy simple, no como era antes. Antes utilizaba colores, ropa que Bella me regalaba y ya que a ella le encantaban los colores, mi ropa era muy variada: Rojo, verde, azul, café, amarillo, naranja, morada y hasta una camisa rosa (Esa nunca la utilice) Aunque a Bella le fascinaban esos colores, también me regalaba ropa negra, gris y blanca. El señor Eleazar siempre me daba zapatos y dinero para comprarme algo de ropa o lo que yo quisiera, en ese entonces yo tenía un perro, un doberman (Jake) así que la mitad del dinero era para él. La señora Renee pagaba mis estudios, y me pagaba cuando le regaba el césped (Que Bella casi siempre hacia) lo cortaba, cuando iba a la hacienda y cepillaba a los caballos, y mi parte preferida, cuando tenía que ir a dejar a Bella con una amigas y esperar a que saliera, es cuando la veía reír mucho (No tanto como cuando estaba conmigo) pero sí bastante como para contagiarme. Pero también hacia cosas que no me gustaban, como cuando tenía que llevar a todos con los Vulturi; Demetri siempre aprovechaba cualquier oportunidad para quedarse a solas con Bella e incomodarla, y luego estaba la chismosa de Rosalie: Ella siempre criticaba a Bella, de que si estaba muy flaca, de que si siempre sonreía, etc. Jasper era más como yo, era calmado y siempre habla con Bella sobre diversos libros, música e intereses comunes. Había en ocasiones en las que sentía punzadas de celos, pero recordaba que Jasper era mayor por casi nueve años y se me pasaba. Aparte de que ella siempre me sonreía a mí de una manera especial y fantástica, bueno hasta ese día.

Aun puedo recordar su cara pálida con lágrimas acumularse en su bellos ojos azules, cuando cierro los ojos todavía puedo escuchar el portarretratos rompiéndose contra el suelo y ver su sonrisa llena de tristeza, la cual me dedico a mí. Pensar que eso paso exactamente hace 9 años, porque si: Hoy 15 de abril del 2014, cumpliría 14 años de amistad con Bella, o tal vez cumpliríamos años de ser novios y a lo mejor uno o dos de casados…. Deja de pensar esas idioteces Edward, me reprendo a mí mismo. Solo serían años de amistad, no creo que ella me amara y aunque así fuera, yo en ese entonces amaba a Tanya y puede ser que estuviéramos casados, con nuestro bebé…. Deja de pensar en esas cosas, Edward. Sabemos que nunca de los nunca las Denali hubieran permitido un matrimonio entre un sirviente y una de sus hijas. Para ellas, solo los Denali servían como buenos partidos para sus hijas.

Tanya era tonta, y de seguro lo sigue siendo. Lo más probable es que este casada con uno de ellos, y lo más seguro es que este sea Demetri Vulturi. Ellos eran tal para cual, se han de entender muy bien. Bella era y es más inteligente, ella o tiene un novio Nerd (N/A Perdón por la palabra) ó está casada con alguien de Seattle que es una persona muy inteligente, bueno, está la opción de que siga soltera (Cosa que de verdad dudo)

Antes que pueda seguir pensando unos golpes hacen que salga de mis pensamientos. Salgo a abrir rápidamente y veo a mi padre con su celular en mano.

—Vulturi se enteró que llegamos antes, me ha dicho que nos vemos en media hora en un restaurante llamado: La vita è bella—Me dice y me mira un poco consternado. —Pude apreciar que la mayoría de los negocios llevan un nombre Italiano. ¿Por qué?—Pensé que me diría otra cosa, no esto. Pero con Carlisle nunca se sabe.

—Forks fue habitado a finales del siglo XVIV por Italiano, la mayoría de las familias que lo habitan llevan años aquí. Generaciones y generaciones, también es la razón por la que hay tantos viñedos, y todos esos negocios que hay en Italia.

—¿Qué venden en La vita è bella?

—Es una cafetería, pero también venden vinos y varios aperitivos. En todos los negocios de Forks lo hacen, siempre venden vino y cosas típicas de Italia. Teóricamente, Forks es un pueblo italiano.

—Interesante.—Dice entrando a la habitación, el trae ya su saco puesto. Carlisle siempre se ha destacado por su elegancia al vestir, hoy trae puesto un saco gris, una camisa blanca, pantalón azul y zapatos negros. Hay en ocasiones en las que me siento como un vagabundo, él se ve sensacional y yo (En mi opinión) parezco un vagabundo con ropa finas—Pero vámonos ya, llévate tu portafolio con las cosas que necesitaremos para explicarle algunas cosas—Asiento y entro de nuevo a la recamara, tomo el portafolio que está encima de la cama. Me remango la camisa gris que llevo y me aliso los pantalones negros, abro una de las maletas y saco unos lentes de sol. Para sorpresa de varias personas, Forks está un poco soleado el día de hoy. Me coloco el portafolio como mariconera y salgo del cuarto.

—¿En que carro?—Pregunto. Salimos de la habitación y él me tiende las llaves del mío, en su otra mano descansan las de él

—Supongo que querrás visitar la tumba de tu madre. A varios amigos y más. Y la verdad yo estoy muy cansado, pienso volver al hotel—Le sonrío porque es la verdad, quiero visitar a mi madre y no quiero que Carlisle este presente. Va a hacer la primera vez en años en la que la visite. Y obvio que quiero ver a mi madrina y a Ethan, hasta a Jacob y a Leah los quiero ver.

—Gracias.

—¿Qué agradeces? Tu madre me hará desempacar tus maletas en cuanto regrese, así que necesitare que me dejes la tarjeta.—siento y me detengo para buscarla de mis bolsillo, cuando por fin consigo sacarla se la doy. Él me agradece.

Ambos tomamos el elevador para llegar más rápido, ahí decidimos que lo mejor es que él me siga con el Ferrari. Cuando salimos del elevador hay muchas personas en la recepción, muchas se quedan pasmadas cuando nos ven. Han esperado esto, lo puedo ver en sus miradas.

—¡Come on!*—Dice Carlisle con una sonrisa, a él le gusta causar una buena primera impresión. Cree que si muestra su idioma lo hará, pero si supiera que ha estado impresionando desde que mando el comunicado de que íbamos a venir.

Salimos del hotel, los autos siguen aquí. Eso se debe a que no hay vallet Parking.

Cada uno se sube al su propio carro, Carlisle esta delante de mí por lo que espera a que salga para él arrancar. Salgo a toda prisa, no hay tráfico, en Forks casi nunca lo hay y es que digamos que no hay muchos carros que circulen en la ciudad ni a las afueras. Eso es bueno, eso creo yo. Así vamos a poder llegar antes de la hora estimada, bueno nuestros carros corren mas rápido que los de aquí.

Mi Aston Martin: 295 km/h

Y el Ferrari: 352 km/h

Así que a cualquier distancia la recorremos en menos de un parpadeo de ojos ya estamos ahí, somos como Drácula pero con carros del año.

A todos nosotros (Menos a Esme) nos encanta la velocidad, y más cuando estamos de negocios: Nos gusta llegar a tiempo a las juntas, desayunos, comidas, cenas, fiestas, etc…Y una merienda con Cayo Vulturi no puede ser la excepción.

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Después de conducir por que parecen ser cinco minutos hemos llegado a La vita è bella, estacionamos detras de una pick Up del 2010, el carro de Cayo, me dice mi subconsciente. Y sé que es verdad, Cayo es el único con el dinero suficiente como para comprar carros tan lujosos, aunque no es del año, es de buena marca. Carlisle estaciona enfrente de mi y yo por atrás. Quiero estar lo más lejos de las cosas de los Vulturi como pueda, aunque esta noche tendré que ir a su casa y sé que tendré que convivir con él, pero no tan íntimamente.

En cuanto nos bajamos de los carros activamos el sistema de seguridad.

Entramos al local y todo sigue casí como lo recuerdo, es un lugar abierto. Aunque también tiene mesas en su interior. Realmente me gustan los negocios de comida en Forks, la mayoría son en lugares abiertos y se sirve comida italiana, esa una cosa sensacional, como ya dije en un principio: Forks parece un pueblo de Italia, aunque la mayoría de los que viven aquí hablan español en vez del italiano, a muchas familias no se les hizo la costumbre el enseñarle a sus hijos hablar Italiano. Y las familia Denali y Vulturi siempre se lo inculcaron a sus hijos, aunque algunos de ellos (Tanya, Demetri y Rosalie) no brillaron en eso, mi Bella siempre lo practicaba con los tíos de los Vulturi (Aro y Marco, pero solo cuando venían;ellos vivian en Italia con el padre de Cayo) y a me enseñaba un poco, a mí me encantaba escucharla hablar Italiano. Sabía que en su escuela le daban clases de Inglés, Italiano y Francés, aunque el primero y el último nunca la escuche hablarlo, solo la escuchaba cantar el Inglés, y déjenme decirle que a muy pocas personas les entiendo, Bella era de esas pocas personas: Pronunciaba cada oración también y daba su toque a cada una de las palabras, aparte de que cantaba como los mismos angeles.

—Señores Cullen, él señor Cayo los espera en su mesa. Síganme por favor—Nos dice una mujer de cabello negro, tez morena y ojos cafés. La reconozco como a Emily Uley, la esposa de Sam Uley, ellos se casaron cuando íbamos en el primer semestre de Universidad, y la razón es porque Emily quedo embarazada. Con ellos nunca llegue a intimar tanto, pero eramos amigos junto con Ethan así que nos llevábamos bien. Puedo ver la sorpresa en el rostro de Emily, de seguro pensó que estaba muerto o cualquier otra cosa, menos que era el hijo de Carlisle Cullen, le sonrío y ella a mí.

La seguimos entre las mesas hasta que volvemos a estar al aire libre, en una mesa se encuentra Cayo Vulturi con una ropa de lo más informal. No puedo descifrar que es lo que siento cuando lo veo, son emociones mezcladas.

Cuando llegamos al pie de la mesa, él se levanta de su asiento y hace una señal a Emily para que se haga un lado.

—Carlisle, bienvenido a Forks. Espero que hayan tenido un buen viaje—Dice dándole un abrazo a mi padre.

—Gracias Cayo—Le dice Carlisle un poco incómodo, me voltea a ver en cuanto se separa de Cayo— Te presento a mi hijo Edward—Cayo me voltea a ver y por un momento siento que me reconoció, pero al otro me doy cuenta que no es así. Me tiende su mano y yo se la tomo solo un segundo, al otro la suelto como si me urgiera ir a quitar los frijoles de la hoya, veo a Carlilse de reojo y veo como niega con la cabeza, me encojo de hombros, no me importa. Cayo nunca fue buena persona conmigo y con mi madre, que Carlisle no espere que sea cortes con Cayo.

—Bueno, tomen asiento—Hago lo que me pide sentándome de una manera un poco presumida.—Y ahora ¿Qué quieren de beber?

—Dicen que el vino de aquí es uno de los mejores—Dice mi padre pateándome por debajo de la mesa—Edward, tu que haz probado estos vinos. ¿Cuál me recomiendas?—Antes que pueda contestar Cayo se me adelanta.

—Bueno no es por nada, pero los vinos que produzco son de los mejores.—He provado sus vinos, saben a mierda pura.

—You order two glasses of Fansy Swan*—Le digo y Carlisle asiente. Cayo se queda congelado.

—Por favor dos copas de Fantasy Swan—Le pide a Emily con una enorme sonrisa en el rostro, ella se la devuelve y empieza a caminar por el vino.

—¿Tu hijo no habla español?—Pregunta un poco acido, yo sonrió medio ladeado. Esto es más divertido de lo que pensé. Esta intentando quedar bien con mi padre u conmigo al mismo tiempo.

—If I speak. But I do not want right now*—Le contesto antes que Carlisle.

—Si lo habla, pero esta un poco desacostumbrado para hacerlo. Se le complica.—Lo volteo a ver y él me hace ojitos feos.

—Es bueno saberlo, pero de todos modos mañana que vayas a comer con mi hijo le dire que lleve a su novia.—Me pregunto cual de los dos hijos es el que tiene la novia que habla ingles. Tanya habla ingles a la perfección, puede que sea Demetri.

—No te preocupes Cayo, eso no será problema para Edward. Él lo habla a la perfección.

—Bueno, déjame decirte que si lo habla como tú. Lo ha de hablar a la perfeccion, ¿Por qué lo hablas así?

—Mi abuela era de aquí y le inculco a mi papá hablar español, y él me enseñó a mí—Dice mi padre con una sonrisa orgulloso de fu familia, me voltea a ver a mí, esta esperando a que responda.

—I was born in Seattle, I moved over here when I turned 15 years—Digo y él me vuelve a ver mal, Emily dejo las copas desde hace un rato en la mesa. Carlisle y yo solo le hemos dado unos pocos tragos (Esme nos ha dicho que no manejemos después de tomar), Mientras que Cayo ya se la ha acabado, mi padre me voltea a ver y asiento

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—Bueno Cayo, ha sido todo un placer. Pero debemos de irnos, mi esposa nos espera.—Cayo hace un gesto qué mi padre es un mandilón. Nos levantamos de los asientos y me doy cuenta que he cargado con los papeles para nada.—Nos vemos.—Le da la mano y Cayo la estrecha.

—Bye—Digo secamente, no le doy la mano ni muestro más emociones, paso por a lado de Emily cuando salgo y le doy un billete de diez dólares. Ella me agradece en silencio, mi padre viene detrás de mi y me pega en la espalda.

—¿Qué fue todo eso?

—Es una táctica—Él me mira sin entender, le tendré que explicar—Creo que una de las Denali es novia o esposa de uno de sus hijos, mañana que coma con Demetri lo sabre. —Mi padre levanta una de sus cejas—Jasper era un hombre que estudiaba, lo más seguro es que sea Demetri, tenlo por seguro—Él asiente.

—¿Qué sentiste cuando los viste?—Me pregunta curioso, tiene miedo de que Cayo le quite su lugar.

—Creo que… Indiferencia—Digo seguro—No sentí odio, tristeza ni nada de lo que pensé que sentiría. Creo que es algo que no me esperaba—Le soy sincero.

—Bueno, hay que ver qué sucede hoy en la noche cuando veas a tus hermanos—Eso me hace poner tenso, nunca sentí a ningún Vulturi cercano a mí, ni a Jasper que era el menos payaso de los tres. Carlisle mira su reloj de muñeca y hace una mueca—Ya me voy, tu madre me dijo que tenía que estar ahí a las cuatro y ya son cuarto para las cuatro.

Le sonrío y asiento, ahora si podré ir al cementerio a ver a mi madre. Carlisle se sube a su carro y arranca a máxima velocidad, yo me subo al mío y también arranco, el cementerio queda a diez minutos en un carro normal: Con el mío solo tardo cinco minutos en llegar, y al hacerlo también me quedo sorprendido, antes no se permitía la entrada a carros, pero ahora solo me piden la identificación y me dejan entrar. El guardia sigue siendo el mismo de hace nueve años, ahora se ve más viejo pero es el mismo, vende flores al igual que hace nueve años y yo me golpeo la frente, porque al igual que hace nueve años; no traje flores, le compro un ramo de rosas roja-las favoritas de mi madre.

No hay mucha gente pero por respeto a los difuntos bajo la velocidad buscando la tumba de mi madre. Estaba en una de las últimas filas (El cementerio tampoco es muy grande). Cuando llego al final me bajo del carro tomo las flores y las pego a mi pecho, entre las tumbas busco el nombre de mi madre, debe de ser solo una placa con su nombre ya que era para lo único que me alcanzaba; pero me sorprendo por completo al encontrarme con una lápida con varias flores a su alrededor. Me pregunto quién lo habrá hecho, dudo que mi madrina (Porque aunque la quería mucho, no tenía dinero), niego con la cabeza, no importa quién lo hizo, es un lindo detalle.

—Qué bueno que viene otra persona a ver a Carmencita—Dice un señor, lo volteo a ver. Este no estaba hace nueve años.

—¿Alguien viene a verla?—Le pregunto curioso. ¿Quién visitaría a mi mamá?

—No se sus nombres joven, pero es una jovencita de entre 22 y 21 años, una niña como de ocho años y un señor—¿Esta describiendo a la familia de Bella? ¿Quién es la niña?—Es lo único que sé joven, bueno solo que vienen todos los domingos en bicicletas.

—Gracias—Digo un poco desilusionado. Me hubiera gustado saber quién era.

El señor se va para darme un poco de privacidad a lado de mi madre. Miro la inscripción con detenidamente y leo lo que dice en ella.

Carmen Masen.

"Hermosa madre, hija y hermana. Dios te protegerá y velara por ti hasta que nos reunamos contigo, algún día nos volveremos a ver y nos contaremos muchas cosas."

1966-2005

Aunque la escritura es un poco rara la escritura también es un hermoso párrafo, y tiene mucha razón.

— "Eras la mujer más linda, buena y honesta del mundo. No merecías él fin que tuviste, todavía puedo recordar tus últimas palabras... 'Cuando ya no este, recuerda una cosa... Te amo mas que nada, Edward. En la vida y en la muerte. Se feliz, lucha por tu felicidad. Algún día te volveré a ver."—Digo con un nudo en la garganta, mis ojos arden cuando las lagrimas amenazan con salir. No pensé que me afectaría tanto después de tantos años, sabía que me dolería pero no tanto. No es como lo imaginabada.

Me quedo parado enfrente de la tumba sin decir nada, pienso en todas las cosas que hice junto a mi madre…. Y cada una es un dolor en el corazón, duele realmente y mucho. Es como si me estuvieran estrujando el corazón. Cierro los ojos y dejo las rosas.

—Te amo, y perdóname. Nunca debí dejarte en la manera en la que te deje, prometí ser fuerte., Pero no pude y te falle, no sabes cuánto lo siento—Me levanto (Ya que me incado sobre la tierra) Me limpio los pantalones y camino de vuelta a mi carro, esta vez no veo las tumbas.

Subo a mi carro y arranco, en la entrada me devuelven mi identificación y salgo a una velocidad promedio. Hoy no buscare a mi madrina, la buscare mañana o tal vez hasta dentro de unos días.

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He decidido que dare un paseo por el pueblo para ver bien la ubicación del restaurante, su nombre es La Bella Italia. Cuando era más joven iba a ahí a beber café o a comer con Ethan y Jacob, así que más o menos sé dónde está ubicado. Cuando llego a mi destino me sigo sorprendiendo al ver como esta también tan cambiado. De ser una fondita sin chiste es ahora como un restaurante cinco estrellas. Y de seguro lo es.

Se que es imposible que se me olvide pero de todos modos anoto las coordenadas en el GPS de mi celular, después de eso arranco y me preparo para mi siguiente destino: La Universidad. La Universidad de Forks es una escuela demasiado pequeña no muchos tienen las posibilidades de entrar, o tienes que tener palancas o tienes que tener beca. Teniendo beca es como yo logre entrar.

Estaciono el carro en el estacionamiento, todavía hay carros estacionados, eso significa que unos ya se van a graduar o que están aquí para hacer prácticas al turno de la tarde. Me bajo del carro y vuelvo a activar el sistema de seguridad. He metido el portafolio en mi cajuela y sacado un abrigo que tenía ahí, está empezando a hacer un poco de frío.

La universidad es un poco más grande que el bachillerato, pero tiene la misma construcción que este último. Subo las escaleras con rapidez recordando mis días.

Ethan y yo subiendo porque llegábamos tarde

Ethan y yo comiendo en el comedor mientras platicábamos con Leah.

Ethan y yo jugando basquetbol

Como pueden ver, todos los recuerdos que tengo son con Ethan, pero no puedo evitarlo Ethan es mi mejor amigo, casi mi hermano…

—¿Entonces si vienes?—Escucho una voz de hombre que reconozco como la de Demetri Vulturi, se escucha un pisar suave y supongo que está hablando con una mujer, me oculto en un hueco de los casilleros.

—Ya te dije que no puedo, tengo clases—Es la voz de una mujer, deduzco que es la novia de Demetri.

—Por dios amor, no te va a hacer daño faltar una vez a clases.—Espió un poco y veo unas largas piernas blancas que recorro de arriba a bajo, esta de espaldas a mi pero puedo ver que trae una mini-falda roja que se levanta un poco en la parte de su trasero, unos zapatos de color beige y una bolsa café, su cabello es color caoba pero lo lleva agarrado en una coleta. Tiene buen cuerpo de eso estoy seguro, se le ve cinturita y tiene una buena postura.—No seas así mi vida—A este tipo que le pasa, la toma de ambos brazos y la sacude un poco, estiy apunto de salir pero la chica se me adelanta aventándolo. Veo que sube un dedo.

— No me vuelvas a tocar de esa manera, te lo había dicho ya.—¿Es Bella? Su voz se escucha como ella, pero no; ella es inteligente jamás andaría con él.—Tengo que cuidar a mi hermana, y tengo clases.

—Y un trabajo, eso lo sé mi vida. Pero es que mi padre me acaba de marcar y me dijo que ese Güey solo habla inglés, y no mames tu sabes que soy bien pinche burro para el inglés—Le dice casí llorando, saco una sonrisa. Mi plan está funcionando

—Llevate tu diccionario—Esta chica me cae bien— Y por favor no digas groserías en mi presencia, es de mal gusto.

Cada vez me recuerda más a Bella.

—Por favor, le pido a Aro y a Marco que la cuiden—Ella gira su rostro y yo me escondo.

—Andale…—Parece niño chiquito.

—Bien—Le dice la chava enojada —Solo dime la hora y en que restaurante.

—En La Bella Italia, a las dos de la tarde—Puedo escuchar un de acuerdo de parte de ella.

—Pero legas a tiempo, la última vez llegaste media hora después y yo no sabia que hacer.

—Esta vez si llegare antes, mi padre dice que viene de Seattle.

—¿Y no habla español?—Escucho sorpresa en su voz.

—Pos no se, algo así me dijo mi papá. Pero no le entendí.—¿Pos? ¿No es pues?

—Demetri, sabes que ya me voy—Dice ella con impaciencia.

—Si vas a ir ¿Verdad?

—¡Demetri!—Dice a modo de advertencia.

—Okay, ya entendí. ¿Te acompaño a tu carro?

—Lo deje en la parte de adelante y tu en la de atrás, no es necesario.—Dice ella y pasa caminando delante de mi escondite sin verme. Y yo tampoco la puedo. No escucho que Demetri se mueva hasta que suelta una exclamación.

—Pinche vieja loca—Dice empezando a caminar, salgo rápidamente de mi escondite y veo su espalda alejándose.

Como que no es hora de ir a dar un recorrido por la escuela, decido dar media vuelta por donde la chica se ha ido, espero verla. Pero cuando llego al estacionamiento un volvo plateado se aleja a máxima velocidad, bueno creo que tendré que esperar hasta mañana a las dos de la tarde

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3 horas después

Despido a Carlisle, Esme y a Charlie, me han dicho que puedo quedarme y doy gracias a dios por eso. No sé si hubiera soportado estar con el analfabeto de Demetri sentados en la misma mesa, lo más seguro es que me hubiera vuelto loco. Decido quedarme a investigar un poco de las Denali, me quedo sorprendido cuando me entero que Bella está estudiando Psicología, su último año de Universidad. Me alegro por eso, y de Tanya no puedo investigar mucho, pero parece ser que si quiero saber cosas de ella solo tengo que ir a un antro de mala muerte y ahí estará ella bailando con los hombres, por lo visto se convirtió en una verdadera zorra.

Ya era una zorra, me dice mi subconsciente y por primera en años no lo reprendo. Es cierto ella siempre fue una zorra, y creo que ahora es donde más lo saca.

No leo por ningún lado sobre un bebé, y eso me preocupa. Busco imágenes y de esas solo hay de Tanya, pero todas son de hace un año, llamo a recepción para que me expliquen porque no hay noticias nuevas en internet sobre varias familias de Forks y me explican que muchos de los padres o ante pasados prohibieron que subieran imágenes de sus hijos, o que simplemente es un fallo del internet. No estoy tan convencido, ya que no me aparece nada de nada sobre números o direcciones, voy a probas que tan chismosa es la recepcionista.

—Disculpe señorita, necesito consultar unas cosas en ingles con alguien que lo sepa muy bien. Mis padres y mi madre no están ¿Conoce a alguien?—Utilizo mi tono de seducción, puedo escuchar como suelta un suspiro.

—Por supuesto que conozco a alguien señor Cullen.—Dice y espera unos momentos, se escucha como si estuviera buscando algo—La señorita Denali. Isabella Denali, lo habla super bien ella le da clases a mi hermana.

Wow, aparte de ser psicóloga es maestra de ingles.

—¿Me podrías pasar el numero?— Pregunto y escucho un "si" muy bajo.

—Anote—Anoto el numero y doy gracias para posteriormente colgar. Marco el número de Bella inmediatamente, espero durante algunos segundo, al segundo timbrazo ella contesta.

—Bueno—Es la voz de una niña, estoy un poco confundido.

—Hola, busco a Isabella Denali ¿Se encontrara?—Pregunto ahora emocionado, pensando que esta niña puede ser mi hija.

—Mi hermana salio y dejo su celular—¿Su hermana? ¿Tanya?—Antes de que pregunte, no soy Tanya. La pelos de elote no está tampoco, soy Lizzie ¿Gusta dejar un recado?

—Nada, muchas gracias.—Cuelgo un poco trastornado.

¿Pelos de elote? ¿Hermana menor? ¿Lizzie? ¿No está? Dios me va a dar algo, y algo muy feo. Me tomo de la cabeza pasando mis dedos por mi cabello acariciándome la sien.

Necesito fumar y una copa de wisky.

Salgo al balcón con un cenicero, mis cigarros y mi vaso. Me siento en una silla con sombrilla y veo al horizonte, el sol se va escondiendo por las montañas, y la luna sale tan hermosa como siempre. Es una vista hermosa, la mejor vista que puedo tener mientras calo mi cigarro y tomo mi wisky, fumo desde que tengo 22 años, ha sido un vicio difícil de quitar una vez intente no fumar durante tres día. Fue horrible, sentía que no podía vivir sin eso en mi vida, es como el sexo para los ninfómanos. Mi psicólogo dice que necesito otro pasatiempo, he intentado con el sexo, la juegos de mesa y más cosas. Pero el sexo no me sirvió de nada, después de tenerlo tuve que fumar, los juegos de mesa solo los puedo jugar con Esme y Charlie, y siempre es el mismo resultado: Esme gana, Charlie come palomitas y yo fumo. Para todo necesito fumar, estoy mal pero enserio lo necesito.

Pero realmente lo quiero dejar, lo quiero dejar en serio. Así que espero encontrar la cura para esto, tal vez un nuevo pasatiempo, si eso necesito. Lo buscare, lo juro; mañana empiezo ya tengo muuucho sueño.

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Dos de la tarde del día siguiente.

Cuando desperté había una nota debajo de la puerta, era de Esme y Charlie diciéndome que iban a buscar casa. Ellos se quieren mudar para acá algunos meses. Por lo que se les hace más económico (Según ellos) comprar una casa. Y en mis celular hay un mensaje de Carlisle diciéndome que fue con Cayo a una junta de agricultores. Gracias a que todos me abandonaron decido salir a correr a los alrededores, corro por lo que parece una hora y después vuelvo al hotel, no hay mensajes nuevos ni nada. Y ya son las diez del día, decido que es momento de llamar a Londres y ver como están las cosas.

Las cosas van bien, están seguros de que podremos empezar a cosechar a finales de Junio y me dicen que Italia ya lo han cosechado, estoy muy alegre cuando recibo esas noticias. Es lo que hemos esperado esto desde finales de año y no puedo evitarlo, será un grandioso año.

Cuando miro el reloj ya es la una cincuenta, debo llegar a la cita o me veré mal. Hoy me he puesto una camisa blanca, suéter azul, pantalón negro, zapatos negros y una jacketa negra. Me miro una vez antes de salir del hotel, si me veo realmente bien.

Salgo del lugar a máxima velocidad y por fin llego a La Bella Italia, no he visto nada nuevo por los caminos me importaba llegar a tiempo y lo he conseguido. Dan las dos uno cuando el recepcionista me pregunta el apellido

—Vendo con el señor Vulturi. Soy Edward Cullen—Le digo y le abre los ojos muy grande.

—Sigame por favor.—Lo sigo y pasamos al área de fumadores y es cuando me doy cuenta que fue mi padre quien hizo la reservación es el único que lo haría,

Llegamos al pie de una mesa en donde hay una señorita peinada con un chongo y una trenza, sus manos sugetan su mentón, y no puedo creerlo. Pero al su rostro de perfil se qie es ella, es la única mujer que conozco que se ve hermosa viendo a un punto fijo, y es la única que tiene los labios más hermosos y la nariz más perfecta. Sonrío de manera torcida.

Esta es la mesa del señor Demetri Vulturi, Señor Cullen—Ella levanta la mirada para verme (Tiene curiosidad para saber cómo es la persona con la que va a comer ) se poner tiesa cuando me ve sonriéndole como solía hacerlo y sé que le encanta.

Esta más hermosa que antes, sus ojos se ven más azules que antes y se ve sencillamente preciosam y por lo que pude aprecias ayer, tiene un buen cuerpo no como el que tenía a los 13 años, ahora luce como todo una mujer. 

—Gracias—Digo al recepcionista, y este se va.

Ella se voltea hacia adelante y yo estoy sorprendido, me imaginaba que saltara a mis brazos, pero no es así. Si no que me encuentro con este rechazo.

—¿Puedo sentarme?—Digo jalando la silla que está a su lado.

—Creo que ha sido una confusión—Dice nerviosa mirándome fijamente.

—No, Bella—Se siente tan bien decir su nombre otra vez (Bueno, decírselo a ella)Me siento y ella como que mueve su silla un poco—Soy yo Edward—Ella voltea su rostro hacia otro lado.

—Disculpe, pero no lo recuerdo—Se escucha tan convencida que por un momento le creo—Señor.—Eso me hace enojar un poco.

—Me recuerdas muy bien—Digo ella sigue sin mirarme—Han pasado 9 años, ya no utilizo los lentes y me deje crecer la barba solo un poco. Fuera de eso no he cambiado mucho— Digo desesperado.

—Ya le dije que no lo recuerdo, las cosas que no me importan las olvido con facilidad—Me dice cerrando los ojos, no puedo negar que no me ha dolido el rechazo. Miro hacia la mesa y veo unas orquídeas, arranco una de ellas.

—No me haz olvidado, como yo no te he olvidado a ti.—Ella abre los ojos justo en el momento en que yo pongo mi mano enfrente de su cara. Se queda tieza por un momento, pero después la toma temblando,

—Ya me acorde—Dice en un susurro, mirando la flor fijamente, niego con la cabeza.

—Te acordaste desde el primer momento en que me viste. ¿Por qué mientes Bella?—Le pregunto, y ella no me mira.

—Disculpen la tardanza—Se escucha la voz de Demetri por el lugar, me levanto de mi asiento y le tiendo la mano—Un gusto Edward, soy Demetri Vulturi—Me dice cortes, nos sentamos cuando suelta mi mano, toma a Bella del mentón y le planta un beso en la boca, ella gira la cabeza molesta.—Edward, es hijo del señor Cullen. Edward ella es mi novia Isabella, pero dile Bella—Ella me voltea a ver con arrogancia, como diciendo ¿enserio?

—Hijo adoptivo—Aclaro.

—Bueno, da igual—Dice Demetri y no puedo evitar pensar que no tiene para nada modales. —Son los inversionistas que vienen a in…

—Me lo dijiste toda la semana pasada—Le dice ella enojada, por lo visto sigue teniendo su carácter.—No es necesario que lo repitas.

—Okay, entonces Edward. Es un placer tenerte en nuestro pueblo—Dice Demetri muy tenso, no le gusta que lo humillen.

—Gracias, Demetri.

—¿La decisión de venir aquí fue repentina?—Pregunta interesado, le hace una seña a Bella para que llame al mesero. Ela le rueda los ojos y hace eso.

—No, la decisión de venir fue tomado hace muchos años.—Bella me voltea a ver, pero no dice nada.

—¿Les puedo ofrecer algo de beber?—Dice el mesero al tiempo que llega.

—Wisky—Dice Demetri y me voltea a ver, yo volteo a ver a Bella.

—¿Tu que quieres de tomar? —Ella me voltea a ver sorprendida, traga fuerte.

—Vino esta bien.—Dice en un susurro.

—Vino será caballero—Le digo al mesero.

—En un momento traigo las cartas—Dice y sale de nuevo.

—Edward se que te codeas con mujeres altas de ojos verdes y cabello rubio. Pero dime ¿Mi Bella no es preciosa?—¿Mi Bella? Ella es mía no tuya.

—Preciosa no—Demetri me voltea a ver—Es hermosa.

—Gracias—Dice Bella, pero no se sonroja.

—Aquí tienen—Dice el mesero entregando las cartas, Bella la recibe primero. —Cabe decir que nuestra especialidad es la pasta.—Dice dándome a mi la carta de vinos. Se aparta un poco.

—Dime Bella ¿Vino blanco o tinto?

—Me da igual—Dice y Demetri se ríe.

—Amor, no seas así. Edward dira que eres una ranchera sin roce.—Lo mato, yo lo mato.

—Respetame—Dice Bella enojada—No me gusta que me hables de esa manera

—Solo era una broma— Dice Demetri con miedo, hasta yo lo tendría.

—No me gustan ese tipo de bromas, y menos cuando sé que son el estilo de tu padre—Dice enojada, mriando hacia el mesero. Él asiente y le da su wisky a Demetri.

—Cualquier vino tinto de Europa, está bien—Digo dándole la carta, él asiente.

Nos quedamos en silencio en lo que traen las bebidas y viene a apuntar lo que pediremos. Bella me sorprende mucho cuando es hora de pedirla. Demetri pide carne de vendao, yo un filete de pescado y Bella una ensalada de pasta. Cuando eramos niños a ella le encantaba comer, todo el día comía. Pero al ver que está muy flaca, me puedo dar cuenta que ya no es así.

Necesito hablar con ella. Realmente lo necesito, pero Demetri no se puede enterar de lo que quiero hacer.

—Bella. Do you think we could talk?*—Ella me voltea a ver con ojos de pistola pero me contesta calmada para mantener la apariencia.

—Really, you think you want to talk to you? Listen, never ever, you and I speaking in front of someone*—Agarra su copa de vino y toma un poco, yo le sonrió de medio lado por lo que me ha dicho.

— I never said I talk to him here in front. We could talk alone in a private place -Le digo haciendo que deje la copa en su lugar y se ponga más derecha si es posible. Demetri nos ve un poco intrigado.

— Not being in the Sahara desert , speaking with you*—Me contesta mientras deja la copa con un poco de brusquedad.

—Bella, ¿Qué tanto dicen?—Pregunta Demetri y ella rueda los ojos

—Me preguntaba sobre la comida, se está muriendo de hambre.—Levanto los cejas, el tiempo que conviví nunca dijo ninguna mentira,

—Lo lamento Edward, pero es que esta gente se tarda mucho.—Me dice Demetri realmente apenado, le hago un movimiento de mano restándole importancia.—Solo te pido que hables en español, porque yo de inglés yo solo te sé el Nou.

—Se dice, NO.—Regaña Bella, Demetri se sonroja.

—Bueno, solo sé no.—Le echa una mirada hacia Bella para ver si esta vez lo dijo bien. Ella solo asiente.

—No te preocupes, Demetri. A todos nos pasa. —Digo y Bella se revuelve incomoda en su lugar.

Me voltea a ver, nuestros ojos se encuentran como años atrás; verde y azul intentan leer los pensamientos del otro. Y como años anteriores, no lo logro; su mente es como un laberinto y sus ojos son la entrada.

 

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Thank Rosario; please tell Mario to climb this to the trunk— Gracias Rosario; por favor dile a Mario que suba esto a la camioneta

Sir Edward, he Mr. Carlisle waits for it in his office—Señor Edward, él señor Carlisle lo espera en su oficina.

Come on—Vamos

You order two glasses of Fansy Swan—Ordena dos copas de Fantasy Swan

If I speak . But I do not want right now: Si lo hablo. Más no me apetece en estos momentos

I was born in Seattle, I moved over here when I turned 15 years: Nací en Seattle, me mude para acá cuando cumplí 15

Bella. Do you think we could talk?*— Bella. ¿Crees que podríamos hablar?

Really, you think you want to talk to you? Listen, never ever, you and I speaking in front of someone — Realmente, piensas que quiere hablar contigo ? Escucha, nunca jamás, tú y yo hablaremos delante de alguien

I never said I talk to him here in front. We could talk alone in a private place.— Nunca dije que hablar con él aquí en el frente. Podríamos hablar a solas en un lugar más privado.

Not being in the Sahara desert , speaking with you—Ni estando en el desierto del Sahara, hablare contigo

Muchas gracias por leer, y nos vemos la próxima. Lo termine de escribir el día del aniversario de Edward y Bella 3

Capítulo 2: 1 Capítulo 4: 3

 


 


 
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