-¿Estas bien?-me pregunto Alice cuando estuvimos lo suficientemente lejos de Edward y la arpía de su novia.

¡Que rabia le tenia a esa chica! ¿Cómo podía odiarla tanto? Nunca en mi vida había odiado tanto a alguien con tanta intensidad sin apenas conocerla de nada. Se notaba la clase de persona que era a lo lejos. Me daba repelus solo pensar en ella…

Intente no pensar en lo que ella y Edward estaban haciendo en este momento en la pista de baile. Lo mas seguro que devorándose el uno al otro. Que envidia y que celos le tenía. ¿Por qué no me podía salir nada bien?

-Si-mentí a mi amiga para no preocuparla.

-¿Enserio?-me pregunto preocupada-Si quieres podemos irnos. No tenemos por que estar aquí.

-¿Qué pasa?-dijo Rose cuando se acerco a nosotras mirándome con una ceja alzada, antes de que pudiese contestar a la pregunta de Alice.

¿Quería quedarme aquí? No, claro que no. Si veía a Edward una vez mas pegado a los labios de aquella pelirroja vomitaría o me echaría a llorar como una magdalena.

-Te lo contaremos luego. Monos en la cosa-dijo Alice señalando a sus novios.

-¿Edward donde esta?-pregunto Emmett- Me han dicho que ha venido.

Con solo oír su nombre las tripas se revolvieron y las mariposas volaron felices. ¡Traidoras!

-Con la estupida de Tanya-dijo Alice.

-Oh-contesto Rosalie mirándome. Ya lo había entendido todo. Odiaba ser tan obvia.

-¿Tanya esta aquí?-pregunto Jasper.

-Si-dijo Alice disgustada-Acaba de aparecer de la nada. Lo peor de todo es que no se porque Edward no la manda a freír espárragos y se queda con nosotros.

-Es su novia después de todo…-dijo Jasper.

-Creo que será mejor que nos vayamos-propuso Alice, tras un silencio.

-Yo no quiero irme-contesto Emmett bailando al ritmo de la música, tengo que decir patéticamente-Vamos Bella, mueve el esqueleto. Demuestra lo que sabes hacer-solté una carcajada.

-No tengo muchas ganas-dije.

-No seas tímida-dijo cogiendo mis manos y acercándome a el-Mueve tu cucu…-cantaba por encima de la canción a la vez que movía mis brazos violentamente, intentando que bailase. No pude evitar soltar una gran carcajada.

Emmett siempre me hacia sonreír. Menos mal que tenía estos amigos, sino no sabia que seria de mí en estas ocasiones. Cuando todo se ponía negro, ahí estaban ellos para animarme y dar luz a mi "oscuridad Edward", aunque muchos de ellos, Emmett y Jasper, no sabia de la existencia "Desamor".

-Lo siento Emmett pero no me encuentro muy bien. Si no tenéis ganas de iros no importa, puedo coger un taxi para volver a casa-dije.

-De eso nada-dijo Rosalie- Nosotras nos marchamos y ellos ya se irán con el tonto de Edward.

-Me parece bien-dijo Jasper- si a mi hadita le parece bien-dijo con voz melosa y Alice le dio un beso cargado de pasión que hizo que pusiéramos una cara de asco.

-Puag-dijo Emmett a nuestro lado-Jasper, te quiero mucho enserio, pero como sigas metiendo tu asquerosa lengua en la boca de mi hermana voy a tener que poner cartas en el asunto-Rosalie y yo soltamos una carcajada. Emmett siempre seria Emmett.

-Siento decirte que tendrás que aguantarte, al igual que yo aguanto los chirridos de la cama de mi hermana cuando la visitas o duermes en casa cuando mis padres no están. Una por otra grandullon-respondió el aludido sonriendo.

-Emmett 0- Jasper 1-dije riendo.

-Tu calla traidora-dijo enfurruñado.

-Luego nos vemos cariño-le dijo Alice dándole un último beso a su novio.

-Lo mismo digo osito.

Me daba una envidia, sana ver a estas parejas tan felices… Por cada poro de su piel destilaban amor. Se notaba que era algo totalmente profundo y muy hermoso. Había pocas personas que se profesasen ese tipo de amor tan puro a tan temprana edad. No tenia ninguna duda en decir que los veía casados y con muchos niños a ambas parejas. Eran tal para cual, no cabía duda alguna.

Emmett, a regañadientes, le dio las llaves a Rosalie de su Jeep para irnos a casa. Alice me informo de camino que sin que yo me enterase, como siempre hacia, había hablado con Charlie y le había pedido permiso para que yo durmiese en su casa. No puse resistencia, era algo de lo que estaba acostumbrada. El único pero que tenia en este momento era Edward, ¿Cómo lo iba a mirar a la cara después de haberme comportado esta noche como lo había echo? Pensándolo mejor, los dos nos habíamos comportado muy raro. Estábamos fuera de control para lo que nosotros somos. El había estado restregando su miembro, por cierto bastante excitado, por mi trasero. Eso no había sido imaginación mía vamos…

-¿Alguien me va a contar que ha pasado esta noche?-pregunto Rosalie una vez que llegamos a casa de Alice y nos encontrábamos en su cuarto poniéndonos el pijama.

-Edward-dijo Alice

-¿Qué pasa con Edward?-volvió a preguntar.

-Bella por fin se ha confesado-dijo Alice con una sonrisa.

-¿Enserio?-medio grito Rosalie.

-Sh-la hice callar sonrojada hasta la medula-¿Por qué nunca podéis ser discretas?-dije tapando mi cara con mis manos.

-¿Es enserio? Menos mal que lo has admitido.

-No he admitido nada-dije rodando los ojos.

-Claro que si. Me lo admitiste en el baño-dijo Alice enfurruñada cruzándose de brazos- Mentirosa.

-Esta bien-dije cansada-Lo admito, estoy enamorada de Edward Cullen…-no me dejaron acabar la frase ya que cuando mismo pronuncie esas palabras, ambas soltaron un gritito.

-Lo sabía.

-Te lo dije, tarde o temprano tendría que confesar-decía Rosalie.

-Ahora solo falta que deje a la estupida de Tanya…

-Chicas, alto-dije levantando una mano-me estáis asustando, lo digo enserio. No va a pasar nada, Edward no va a enterarse nunca que estoy enamorada de el, ¿entendido?-dije mirando a Alice. Hizo un puchero-Además, Edward no va a dejar a su novia por mi, ¿Estáis locas?-reí nerviosamente.

-¿Por qué no?-pregunto Rose retándome-Dame una buena razón para creer que no lo hará.

-Por que Tanya es mil veces mas guapa que yo y por que Edward solo me ve como la mejor amiga de su hermana y cuñada, su compañera de laboratorio y algunas clases y por ultimo su profesora de baile-argumente muy segura.

-¿Qué?-dijeron las dos a la vez.

-¿Qué de que?-dije nerviosa por las miradas incrédulas con las que me observaban. Tampoco había dicho nada que no sabían, ¿No?

-¿Qué eres su que?-dijo Alice sorprendida.

Oh oh, esperaba no haber dicho profesora de baile. Dios, como podía ser tan tonta. Lo que le faltaba a la noche.

-No se de que habláis-me hice la tonta para ver si colaba. Algo imposible conociéndolas pero había que intentarlo.

-Has dicho que eras su profesora de baile. Queremos explicación para eso en este preciso momento-dijo Rosalie y Alice asintió enérgicamente. Suspire.

-Edward hace unas dos semanas me pidió ayuda con el baile.

-No lo entiendo, ¿para que quiere aprender a bailar?-pregunto Rosalie.

-El baile de primavera-susurro Alice.

-Exacto-dije-Me pidió a escondidas, supuestamente es un secreto, que si lo podía ayudar a aprender a bailar para darle una sorpresa a Tanya. Me confeso que llevaba un tiempo discutiendo mucho y que quería sorprenderla y acabar con las discusiones de una vez. Como os podéis imaginar acepte.

-¿Cómo se te ocurre aceptar eso?-me pregunto incrédula Rosalie-No te das cuenta que así los estas uniendo. Estas enamorada de el pero lo ayudas a conquistarla con el baile.

-Estoy de acuerdo con Rosalie. No entiendo yo tampoco por que aceptaste a ayudarlo.

-Simplemente lo hice para pasar tiempo con el, para que me diese la oportunidad de conocerme y conocerlo yo de una forma mas profunda. Nos conocemos mucho tiempo, desde que somos amigas y nunca habíamos tenido un acercamiento como ahora. Estamos unidos y puedo decir que somos amigos.

-¿De que te sirve ser su amiga cuando tú quieres mucho más?-me preguntaron.

-Se que sonara estupido pero prefiero a Edward en mi vida como amigo que no tenerlo.

-Eso es muy bonito, pero sufres-dijo Alice sentándose en la cama a mi lado y pasando un brazo por mis hombros-No te preocupes, te ayudaremos.

-Prometed que no vais a decir nada a nadie. Es un secreto, no quiero traicionar la confianza de Edward.

-Claro que si-dijo Rosalie imitando a Alice.

-Gracias chicas, no se que haría sin vosotras-dije con la voz ahogada por la emoción. Tenía un nudo en la garganta debido a sus palabras de apoyo y por todo lo que había pasado esta noche. ¿Por qué tuvo que aparecer Tanya y estropearlo todo?

-Te vamos a ayudar a conquistarlo-dijo Rosalie decidida.

-De eso nada-dije mirándola envenenadamente.

-Bella, no te has visto esta noche bailando con el-dijo Alice sonriendo con malicia.

-¿Has bailado con el?-pregunto Rosalie con la boca abierta.

-Y no sabes como. Eso no era bailar, era hacer el amor con ropa-Rosalie y Alice rieron y yo rodé los ojos.

-Depravadas, eso es lo que sois. Veis cosas donde no las hay.

-Solo faltaba salir humo de vuestro cuerpo. Te lo juro Rose, eran llamas.

-Exageras-dije sonrojada.

-¿Cómo estuvo? ¿Fue excitante?-me pregunto Rosalie con emoción.

-Si que lo fue-dije sonrojada de nuevo-Nunca había sentido nada parecido en mi vida, enserio chicas. Me puse super cachonda-dije riendo y ellas me acompañaron.

-Notaste algo de el…-dijo Rosalie sonriendo picadamente.

-Si-dije-Muy bien notado-Rose y yo reímos.

-Es mi hermano, ¿vale? Déjate los detalles morbosos-bromeo.

-Ya cállate-dijo Rosalie tirándole la almohada a la cabeza.

-Nuestra Bella esta aprendido el arte de la seducción-dijo con emoción fingida.

-Dejadme en paz-dije enfurruñada y ellas rieron.

-No te enfades, solo queremos darte unos pocos consejitos.

-No los quiero gracias.

-Vamos Bella…-decía Alice, pero fue interrumpida por unos golpes en la puerta.

Rosalie se levanto decidida y abrió la puerta lentamente. Eran los chicos, estábamos tan sumidas en la conversación que no habíamos oído el coche llegar y menos la puerta de la entrada. Rece para que Edward y ninguno de ellos haya escuchado "mi confesión de amor por Edward".

-Ya hemos llegado osita-dijo Emmett entrando al cuarto de Alice y tirándose encima de la cama de un salto.

-¡Emmett!-le regaño Alice.

-¿Por qué habéis tardado tan poco?-pregunto Rose a su hermano.

-Edward se puso muy pesado y quería irse. Dejamos a Tanya en casa, enfadada y hemos venido para acá.

-¿Por qué quería irse Edward?-pregunto Alice, claramente con segundas intenciones.

Yo no tenía muchas ganas de saber que es lo que había estado haciendo desde que nos fuimos, pero me agrado mucho escuchar que Tanya se había ido enfadada.

-¿Dónde esta?-pregunto Alice.

-En su habitación. Ha subido como un rayo-dijo Emmett riendo-Por cierto Bella nos ha dicho antes de subir que si podías subir un momento que tiene que hablar contigo de una cosa.

-¿Conmigo?-pregunte sin voz. ¿Qué querría hablar conmigo ahora?

-Si.

-¿Dijo de que?-pregunte.

-No-dijo Jasper-Solo que te dijésemos que si podías subir-se encogió de hombros.

-Gracias chicos, pero no creo que vaya, ya es tarde quiero dormir.

No quería ir. Temía lo que me iba a decir, ¿Qué podría ser? No tenia ni idea…

-Claro que iras-dijo Rosalie cogiendo mi brazo y poniéndome de pie de un estirón.

-Rosalie…-le susurre.

-Es una idea estupenda-dijo Alice llegando a nuestro lado y empajándome hacia la puerta.

-Habla con el. Esta noche se su amiga, intenta confundirlo que se sienta atraído por ti hasta mas no poder. Haz que se muera por tus huesos, para eso tienes que hacerte la dura de vez en cuando- me dijo Rose.

-Hazte la dura pero después de magrearte-dijo Alice haciendo que me pusiera más nerviosa y Rosalie soltase una carcajada.

-¿A que esperas? Sube ya-dijo Alice.

Dicho esto cerró la puerta en mis narices dejándome en el pasillo confundida y echa un flan.

Subí nerviosa pérdida, como nunca había estado en mi vida hasta su habitación. Cuando estuve frente a su puerta estuve tentada a correr, no se a donde, pero huir de esta casa y no verlo nunca mas. Me daba muchísima vergüenza verlo ahora después de estar restregándonos toda la noche y notar su gran excitación, provocada por mí y que me escuchase gemir como una boba por su cercanía. Seguramente pensaría que era una fresca o una descarada, que se acercaba y calentaba a todos los chicos con novia.

Levante mi mano para llamar pero la puerta se abrió de golpe y un Edward despeinado y mas guapo que antes, si es que eso era posible, se encontraba detrás de esta con gesto serio.

-Pasa-me dijo apartándose e invitándome a entrar.

Lo hice nerviosamente y cuando cerro la puerta me di la vuelta para encararlo y vi que sus ojos me inspeccionaban de arriba abajo. Me había olvidado de mi atuendo, un pijama de verano con pantaloncitos cortos, que mostraban mas pierna de lo que normalmente enseñaba y una camiseta ajustada de tirantes que hacia que mis pechos resaltasen.

Me sonroje cuando sus ojos se clavaron en los míos y comenzó a caminar hacia mi con paso decidido, aunque con paso lento.

Trague pesado y me prepare para lo peor.