Edward se encontraba leyendo en el escritorio de su dormitorio cuando un leve toque en la puerta lo distrajo
Adelante- dijo Edward
-Disculpa, hola- dijo Bella sonriendo
-Ah, eres tu- dijo Edward mientras veía a Bella entrar con su uniforme de la escuela – en verdad estás en la preparatoria- comentó
-Si, sorprende a todo mundo… estoy lista para aprender… maestro- dijo Bella mientras hacía una reverencia
La tarde se pasó con Edward explicando conceptos básicos y Bella anotando y sonriendo a su nuevo maestro personal, Edward hablaba tan apasionadamente que Bella no pudo evitar reír
-En verdad amas la medicina, ¿o no?- preguntó
Disculpa, me deje llevar- dijo Edward poniéndose serio
-No, está bien, lo haces fácil de explicar- dijo Bella con cariño
-No lo creo…- dijo Edward y miró su reloj –dejémoslo hasta aquí, continuaremos luego en donde nos quedamos- comentó guardando los libros que había sacado.
-De acuerdo- dijo Bella y vio como Edward terminaba de arreglar sus cosas, al parecer tenía una salida
-Escucha Edward, quiero pedirte disculpas por el otro día- dijo Bella bajando la cabeza
-¿Qué?- preguntó Edward
-Fui muy grosera. No sé por qué tuve esa actitud, no debí portarme así contigo y a decir verdad, también quisiera disculparme con tu novia- dijo Bella con el corazón roto
Oh no, así está bien- dijo Edward tranquilamente –Rossie es… esa chica es mi hermana
-¿Tu hermana?- preguntó Bella
-Sí, así que no es lo que te estás imaginando- dijo Edward
-¿De veras?- preguntó Bella y aprovechó que Edward estaba volteando hacia otro lado para hacer una pose de victoria
…
-¿Por qué me estás siguiendo? – preguntó Edward cuando salieron del edificio
-Porque tú estás ahí- contestó Bella
-Que extraña respuesta- se dijo a si mismo Edward
Escucha, algunos llamarían a esto “acosar”- dijo Edward después de haber caminado un gran tramo
-¿Acaso habías visto a una acosadora más linda antes?- preguntó Bella sonriendo
Edward volteó a verla y vaya que era hermosa, se veía adorable, inocente y su sonrisa… podría morir admirando esa sonrisa, claro que no lo demostraría, sólo pudo ver lo adorable que se veía, así como también pudo notar la cantidad de hombres que se le quedaban viendo a ella y como ella sólo lo veía a él.
-muero de hambre, ¿quieres entrar?- preguntó Edward señalando un pequeño restaurante que estaba detrás de ellos.
-Sí- contestó Bella emocionada de que la invitara a comer
-Buenas noches- dijo la mesera – ¿quieren ordenar?- preguntó
-Quisiera los raviolis de hongos, por favor- dijo Bella
-Lo mismo para mi- dijo Edward sin ver la carta
-En seguida- dijo la señorita
No tardó mucho en llegar la comida –Aquí tienen- dijo la mesera unos minutos más tarde
-Provecho- dijo Bella tomando su tenedor y engullendo de una manera poco femenina pero muy adorable, su comida mientras Edward la veía
-¿Por qué yo? Preguntó él en voz baja
-¿Qué pasa?- preguntó Bella – tu comida se va a enfriar – Edward asintió con la cabeza y comenzó a comer-estos ravioles están deliciosos-
-¿De verdad?- dijo Edward –se ven muy ordinarios para mi
-créeme, son deliciosos- dijo Bella
Estuvieron un rato callados comiendo, cuando Bella se dio cuenta de algo
-Dime, ¿tienes esposa o alguna novia?- preguntó esperanzada
-Nope- dijo Edward
-que desperdicio- dijo Bella
-No estoy interesado, demasiados problemas- respondió Edward
-¿Eres gay?- preguntó intrigada
-No- contestó Edward
-Estoy bromeando, no te enojes- dijo Bella bromeando
-No estoy enojado- dijo Edward serio –es solo que no soy buena con la gente- dijo
-Ya veo… debe ser difícil para ti- dijo ella
-A veces- contestó el
-¿No te sientes algo sólo?- preguntó
-Nunca me he sentido así… no- contestó Edward
-¿Qué te parece si te hago compañía?- preguntó Bella
-¿Qué?- dijo Edward mientras Bella alargó su mano para tomar la cerveza que él había pedido –no, nada de alcohol- dijo él arrebatándole su cerveza
-¡Yo seré tu novia!- dijo Bella en un grito ahogado
-No, no puedes- dijo Edward sorprendido
-¿por qué no? ¿Acaso no soy atractiva?- preguntó Bella con cara triste
-Eres linda, encantadora y bonita- puntualizó Edward como si hablara del clima
-¿Entonces?- preguntó Bella
-Pues, eres menor de edad, para empezar- dijo Edward
¿Y qué?- preguntó
-Es algo delicado- dijo él
-Bueno pero yo ya soy una adulta… en todas las maneras posibles- contestó Bella
¿Qué?- preguntó Edward atragantándose
-¿Acabas de tener pensamientos sucios sobre mí?- preguntó Bella riendo
-Claro que no- dijo Edward retomando su postura pero con un ligero sonrojo
Al terminar de comer Edward se dirigió a la estación y Bella detrás de él, acosándolo
-Buenas noches- dijo Edward volteando sabía que estaba ahí
-Muchas gracias por la cena- le dijo Bella corriendo para quedar justo frente a él
De nada- dijo Edward y se volteó dispuesto a irse
-¿Hamburguesas para la próxima?- preguntó Bella de modo casual
-No, espera un momento- dijo Edward
¿No?- preguntó Bella –¿tal vez comida japonesa?
-Como te estaba diciendo yo no pue…- dijo Edward pero Bella lo interrumpió
-Si saco 100 en mi examen de anatomía, tendremos una cita… eso me hará estudiar más y mejor- dijo Bella
Una cita como recompensa… ¿Por qué?- preguntó Edward
-¿Qué clase de maestro eres?- preguntó Bella –¿quieres volver a tu alumna loca?
-Está bien- dijo Edward
-¡¡¡¡¡¡¡Sii!!!!!!!- gritó Bella dando brinquitos por toda la estación del metro –wohoooooooo
Edwward sonrió ligeramente –Está bien, ahora buenas noches-
Buenas noches- dijo ella pícaramente -Edward…- dijo ella
-¿Sí?- preguntó él
-Sólo dime cuando- dijo ella
-Cuando ¿Qué?- preguntó
Cuando mi edad ya no importe- dijo ella – Hasta entonces, perdonaré a cualquier otra mujer que tengas- contestó sonriendo sinceramente
Edward sólo sonrió, Bella le sonrió de vuelta, se despidió con la mano y dio la vuelta. Edward se quedó pensando en esa pequeña niña y en todo lo que lo hacía sentir aunque aún no terminaba de descubrir todos esos sentimientos. Se dispuso a caminar de un lado a otro esperando el metro para ir a casa de sus padres, cuando divisó al otro lado del andén a Bella que lo saludaba enérgicamente, él continuó caminando e intentó no hacerle caso, Bella siguió manoteando hasta que Edward hizo un pequeño saludo con la mano.
-¡¡Maestro!!- gritó Bella, Edward volteó, estaba claro que no era SU profesor, pero por la ropa que traía Bella la gente los volteó a ver feo, Bella le lanzó un beso con sus manos y abrió los brazos.
Bella entró al metro y continuó saludando, Edward comenzaba a sentirse incómodo por la mirada de las personas que se encontraban ahí.
-Basta- susurró Edward mientras gesticulaba pero Bella seguía saludando –Basta- volvió a decir y Bella no entendía, ella continuó saludando hasta que el metro partió.
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