te voy a dar calabazas

Autor: princcesaaa
Género: Romance
Fecha Creación: 14/04/2010
Fecha Actualización: 01/05/2010
Finalizado: SI
Votos: 12
Comentarios: 12
Visitas: 112312
Capítulos: 32

Nueva historia.....nueva autora. A todos nuestros visitantes les quiero presentar a Patricia o como la conocen por ahí Patty Massen, ella es de Perú y es la autora de varios fanfic's, su redacción es genial y las tramas de sus historias buenisimas.yo solo la estoy bajando.  k  kede todo claro.
La primera de las historias que disfrutaremos de ella es distinta a varias que conocemos......Bella y Edward se ven obligados a casarse para poder acceder a una herencia pero deben convivir un año entero. Que pasará con ellos, ambos son muy obstinados y parecen odiarse. ¿Podrá surgir el amor en pleno campo de batalla?
Dificil la verdad.....vamos a ver que pasa  en esta divertida historia con mucho humor y romance.
Link de la autora:

 

 

 http://www.fanfiction.net/u/1802610/PATTYMASSEN

 

 

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Capítulo 10: No peleen por mi!

Estaba oscureciendo y manejé a una velocidad considerable. Quería ver el mar, aspirar su aroma. Tal vez eso me ayudaría a calmarme. Me sentía rechazada y que no era parte de nada. Todo en mi vida era una farsa bien montada. Necesitaba gritar, sacarme esto que me atormentaba.

Llegué a la playa de La Push. Caminé hasta la orilla del mar y grite por un buen rato, hasta que me dolió la garganta. Estaba molesta, frustrada, rabiosa y sumamente desesperada.

- ¿Que te hizo el imbécil?- oí una voz cuando me calmé un poco y me senté

- ¿Jake? ¿Que haces aquí?

- He estado aquí todo el tiempo pero llegaste tan molesta que ni te diste cuenta- dijo mirando al piso.

- Lo siento, te confundí con una roca, está algo oscuro.

- Claro, espera, haré que se vayan las sombras.

Tomó unos leños y los apiló en una depresión del piso. Luego sacó un encendedor y los prendió. El fuego iluminó el pequeño espacio, y me senté para mirarlo mejor. Sabía que esos maderos eran de algún naufragio. La madera que pasa mucho tiempo en el mar produce un fuego azulino. Era hipnotizante.

- Y bien. ¿Me vas a contar lo que te pasó?- preguntó mi amigo

- Es complicado Jake. Parece ser que la familia en pleno se mudó a Forks y eso tiene a Edward con un humor de perros.

- ¿Te ha gritado, ofendido o agredido de alguna forma? Solo dame una excusa para golpearlo Bella. Te aseguro que me harás muy feliz.

- No me ha hecho nada. Y no quiero que andes montando escenas Jake. ¿Tu eres buena persona, cómo vas a sentirte bien golpeando a alguien?

- Dime. ¿Te hizo algo en el viaje? ¿Se portó mal contigo? ¿Se propasó?

- No Jake, solo tuvimos un pequeño incidente el resto estuvo bien.

- ¿Incidente?

- Si, verás la puerta de una de las habitaciones se cerró y no pudimos abrirla. Estuvimos atrapados por 3 días, sin agua ni comida. Al final pudimos comunicarnos con Alice para que llamara al hotel y nos abrieran.

- ¿Seguro que no lo hizo a propósito?

- Estoy segura. Él tampoco quería estar allí encerrado conmigo.

- No se como puede ser tan estúpidamente afortunado y echarlo a perder, pero agradezco eso.

- ¿Echarlo a perder? No te entiendo.

- Bella, estoy que reviento por dentro. Te casaste con ese idiota y ahora viven bajo el mismo techo. Él tiene oportunidades que yo no tengo.

-De que hablas Jake.

- Soy tan poca cosa par ti que nunca lo notaste ¿verdad?

- Como puedes decir eso. Eres mi mejor amigo y confío en ti.

- Pero no me confiaste que te ibas a casar. Si lo hubieras hecho no estarías así ahora.

- Tradúceme lo que tratas de decir porque estoy empezando a creer que el desquiciado eres tú.

Se levantó y me puso de pie mirándole.

- Bella, toda mi vida he estado enamorado de ti. He soñado miles de veces que me casaba contigo. Eres la persona más maravillosa que conozco. No sabes lo desesperante que fue verte casándote con otro. Fue una tortura. Quería asegurarme de que no lo amabas y sacarte de allí y cuando estuve a punto de lograrlo te arrepentiste de huir y te fuiste a esa estúpida luna de miel.

- Basta Jacob. ¿Somos amigos recuerdas? Mejores amigos para siempre. Yo no sabía que tu…

- Bella te amo. Deja esa casa. Déjalo a él. No eres feliz. Dame una oportunidad, yo se que tu también me quieres.

- Jake yo nunca te he visto de esa forma.

- Porque siempre me has visto como amigo, te puedo demostrar que me puedes amar.

- Estoy casada Jake, esto no es bueno.

- Al diablo con eso. Tu matrimonio es una farsa. Y ya no me importa que no podamos casarnos. Solo te quiero junto a mí.

Y peligrosamente se acercó posando sus manos en mi cintura.

- Bella solo déjame demostrarte que me quieres.

Yo estaba de una pieza, no esperaba que mi mejor amigo de pronto me dijera tantas cosas. ¿Acaso yo podría quererlo de otra forma? ¿Lo quería? Era Jake, era divertido, alegre, espontáneo. Pero yo no lo veía como a Edward.

Acercó su rostro hacia mí, sentí su aliento cerca y giré mi cara y cerré los ojos.

- No Jake, suéltame.

- Suelta a mi esposa miserable perro- era la voz de Edward gritando.

Jake me apartó a un lado y se puso frente a mí.

- Exactamente el idiota que quería encontrar. Ahora no hay tanta gente que pueda defenderte- dijo mi amigo con odio

- No necesito que me defiendan. Esto es entre tú y yo, deja que ella se vaya.

- Ella se queda conmigo a donde pertenece, tú no eres más que un niño rico que la necesita por un tiempo.

- No te pertenece, ella es mi esposa.

- Eso será para todo el mundo pero sabes que es una mentira. Tú no la quieres como yo. Solo la estás usando.

- ¿Quién te ha dicho que no la quiero?- mi cabeza dio vueltas, ¿acaso escuché bien?

Y vi como Jake se abalanzó sobre Edward que esquivó el golpe.

- ¿Tienes que ser tan primitivo perro? ¿Si te parto la cara estarás tranquilo?- dijo Edward con esa sonrisa que me gustaba.

- Eso está por verse maldita sanguijuela- y Jake avanzó hacia un lado y luego cambio de dirección, lo que ocasionó que Edward no pueda evitar el golpe. Le dio de lleno en el estómago y vi como se doblaba con las manos en el estómago. Sentí tanta ira contra Jake que corrí hacia él.

- Basta Jake, déjalo en paz, eres un tramposo, no peleas limpio.

- El que gana la pelea se queda con la chica- dijo tomándome por la cintura y levantándome del suelo.

- Bájame Jake, pedazo de neanderthal, yo no soy un premio- grité como loca.

- Quien te dijo que ganaste la pelea animal- Edward estaba parado frente a nosotros.

- Así que el niño rico no se da por vencido. Si te mato ella será viuda y podrá casarse conmigo- dijo Jake acariciando las palabras.

- Solo así podrás tenerla, jamás mientras yo viva.

Jake me bajó al piso y me miró.

- Vete Bella, espérame en mi casa. No quiero que veas esto- su mirada era vacía, pero tramaba algo. No iba a permitir que cometiera una locura.

Corrí hacia Edward y me abracé a su cintura.

- Lo siento amor. Solo estaba molesta porque Tanya está en el pueblo. No quise decirte esas cosas. Perdóname. No volveré a huir de casa. Llévame contigo.

Edward se quedó rígido mirándome, yo le guiñé un ojo y él sonrió.

- No estoy molesto contigo mi vida. Solo con tu amigo aquí presente- dijo mirándolo desafiante.

- La cara de Jake era pura confusión.

- Bella nunca me dijiste que lo amabas- dijo muy molesto.

- Nunca preguntaste Jake, lo siento- dije muy triste sin voltear.

- Entonces no tengo nada más que hacer aquí. Adiós Bella.

Sentí que se alejaba a grandes pasos.

- ¿Eso es todo? ¿No ve iba a matar?- dijo Edward aún abrazado a mi.

- No juegues con fuego Edward, yo se la fuerza que tiene Jake si intenta matarte no dudes que lo hará

- Yo no soy precisamente un papanatas Bella, te sorprenderías. No te agradezco lo que hiciste porque no lo necesitaba pero tampoco te puedo negar que me gusta tenerte así- Estuvo en silencio un momento mientras seguía mirándome. –Me gustas Bella más de lo que te puedo expresar con palabras. Yo… te quiero.

Mi corazón latía como loco, lo tenía tan cerca.

- Pero si prefieres a tu amigo lo entenderé, si no quieres estar cerca de mi puedes marcharte. No me debes nada. Eres libre de hacer lo que quieras.

- Te quiero a ti- le dije mientras lo abrazaba más.

Estuvimos abrazados frente al mar por algunos minutos.

- Vayamos a casa, debemos hablar- dijo Edward, llevándome al auto.

Manejamos siguiendo mi ritmo ya que yo iba delante de él. Sentí por el retrovisor que no quitaba la vista de mí. Estacionamos delante de la casa y antes de bajar Edward ya me sostenía entre sus brazos.

- Siento no haber hecho esto cuando llegamos ayer, estaba distraído- dijo mientras entrábamos a nuestra casita.

Me llevó al sofá y me colocó en su regazo. Hoy sería un día memorable

Capítulo 9: Conociendo a mi marido Capítulo 11: Locamente hormonal

 
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