El silencio volvió a formar parte de la situación “pero que estúpida soy” gritaba en mi fuero interno.
Edward seguía con los ojos cerrados pero con la expresión mas relajada. Suspire.
Por fin después de estar algunos minutos mas así abrió los ojos, tenía una expresión dulce y tranquila. Toque su cara con ansias, deseaba más que nada saber que era lo que tenía que decirme.
-Edward- Su nombre hizo que sintiera mariposas en el estomago- Dime de una vez que estas pensando, me estas volviendo loca.- Entrecerré un poco los ojos ansiosa.
Me dio un beso suave en la frente y apretó un poco más su abrazo, esto hizo que mi corazón palpitara más rápido y que la sangre subiera a mis mejillas, se sentía tan bien el estar en sus brazos.
-Bella yo…
-¡EDWARD!- Una vocecita de soprano se escucho a lo lejos.
“y un demonio!” pensé en mi fuero interno.
Volví mi mirada hacia la casa, y ahí con su gran belleza estaba Tanya, (n/a: apoco creían que había desaparecido así por que si? Pues no!!!... jajajaja [Para nuestra desgracia]) ipso facto Edward me soltó y pude ver su mirada de sorpresa, cuando su piel dejo de tocar la mía, dejo una sensación de gran vacío y hormigueo.
-Lo siento- Murmuro y se fue caminando a zancadas hacia la casa mientras yo lo miraba con la boca abierta. Llego junto a Tanya y le dio un dulce y rápido beso de bienvenida en sus labios, la mirada comenzó a nublárseme y un sollozo luchaba por salir de mi garganta “estúpida, estúpida, estúpida mil veces” gritaba la vocecita en mi cabeza.
Sentía que me iba a derrumbar de nuevo, alcance a sentarme en una piedra y ahí me deje caer en ese abismo negro que ya me era tan familiar “estúpida, estúpida, estúpida mil veces” me volvía a gritar en mi cabeza mientras me pateaba mentalmente.
Había sido una estúpida por haber pensado que Edward aun sentía algo por mí.
Había sido una estúpida por pensar que Tanya ya se había marchado.
Había sido una estúpida por seguir teniendo esperanzas.
¿Qué demonios me estaba sucediendo? Mi cabeza se llenaba de preguntas constantes, ¿Qué me habría querido decir Edward antes de que Tanya llegara? “que ya no te quiere y lo dejes de molestar idiota!!!...” mi conciencia me gritaba de nuevo. El agujero en mi pecho se hizo más grande y el dolor me dejo sumida en la negrura.
No puedo decir exactamente cuanto tiempo estuve sentada ahí afuera, no puedo decir cuánto tiempo estuve llorando, de lo único de lo que fui consciente fue de que el sol ya empezaba a salir- O más bien empezaba a aclarar ya que en Forks nunca había sol-.
Mis músculos se fueron tensando hasta quedar completamente recostada en el césped, la cabeza me daba vueltas y los sollozos se fueron calmando hasta quedar solo como un quejido muy quedo, casi inaudible…, mis ojos ya secos de tanto llorar me dolían y el agujero en mi pecho se hizo más grande.
Seguía ensimismada en mi sufrimiento cuando sentí unas pequeñas manos frías tomándome de los hombros y obligándome a sentar.
-Sh, calma Bella- La voz de soprano de Alice me tranquilizo al instante, mientras sus pequeños brazos me rodeaban para poder abrazarme.
-Hola- Susurre con mi voz ronca.
-Vamos Bells- tomo de mi mano y me ayudo a levantarme, caminamos con paso lento hacia la casa- Enserio siento mucho que tengas que pasar por esto Bella, no es justo que tengas que verlos juntos y que todavía tengas que cargar con lo de Charlie.
-No te preocupes Alice, sabía que esto era algo que terminaría pasando tarde o temprano- Tome aire para calmar un poco el dolor de mi pecho.
-Bella es que tu no deberías de pasar por esto.
-Es el destino Alice- “el destino me odia” pensé para mis adentros.
-Bella- Dudo un poco- ¿Enserio pensaste en entregarte así sin más ni más a Victoria?- su tono ya no era de enojo, más bien tenía un matiz ansioso.
-Tranquila, fue solo una de esas ideas que me cruzo por la cabeza Alice- “Que es demasiado buena por cierto” me dije en mi fuero interno- no te preocupes.
-Eso espero- Me miro dubitativamente- Por cierto Carlisle ha llamado- Me puse tensa cuando escuche eso- Dice que Charlie está bien aunque aun no despierta por los sedantes.
Mi cuerpo completo se relajo al escuchar eso, sentí como si me quitaran un peso imaginario de encima. Charlie estaba bien, gracias al cielo. De haber podido me hubiese puesto a hacer uno de los bailecitos de Alice si no fuera tan torpe.
-Alice, Alice por favor llévame- dije en un susurro ansioso por que ya habíamos entrado a la cocina.
-Por supuesto- Se acerco un poco más a mi oreja y su aliento frio hizo que me diera escalofríos, susurro- Y recuerda Bella, te tengo bien checada, no voy a dejar que hagas nada estúpido. Ahora eres parte de esta familia.
Y diciendo esto me tomo de un brazo y me jalo hacia la sala, yo todavía estaba un poco aturdida por sus palabras cuando entre en el salón, lo recorrí con mis ojos y me encontré con tres figuras que no conocía.
En uno de los sillones estaba Esme, Rose y Emmet tomados de la mano. En otro estaba Edward y Tanya, Este la tenia rodeada con un brazo mientras ella se recargaba sobre su pecho “igual que como lo hacía contigo” me dijo la vocecita en mi cabeza. Desvié mí mirada rápido de ahí, era demasiado doloroso. Jasper se encontraba a un lado mío, tomándome de un hombro, él sabía lo que yo estaba sintiendo. Y las tres figuras se encontraban frente a mí, eran dos mujeres y un hombre. Una de Ellas, la rubia rompió el incomodo silencio.
-Hola soy Kate, la hermana de Tanya- Me tendió la mano amigablemente, pero su mirada era demasiado especulativa como para creérselo.- Tu debes ser Bella.
-Hola- Murmure estrechando su fría mano.
- Ellos son Eleazar y Carmen- Dijo apuntando a los otros dos que tenían cabellera Obscura.
-Mucho gusto- Murmure.
Los dos asintieron en señal de saludo, todo se quedo en un incomodo silencio, pero por alguna razón yo estaba sintiendo una reconfortante paz interior “es Jazz idiota” me dije a mi misma. No podía confiar en mis sentimientos cuando él estuviera cerca.
Observe a todos en la sala y algo en mi hizo clic instantáneo, Tanya no se había ido, había ido por sus hermanas a Denalí, esa era la razón por la cual ella había estado mágicamente desaparecida estos últimos días, pero ¿Por qué? ¿Para qué habrían venido? “no te importa bella, eso es algo que no te tiene porque importar” me pateo mi conciencia internamente y tenía razón, no me debería de importar.
El agujero en mi pecho se estremeció cuando sentí la mirada de Edward clavada en mi rostro. Por suerte Alice rompió aquel silencio incomodo.
-Bueno, voy a llevar a Bella a Seattle para que vea a Charlie- dijo con tono demandante y serio.
-Yo voy- Emmet murmuro.
-Y yo- Dijo Jazz.
-No es necesario que vayan todos- Dijo Alice mientras rodaba los ojos.
-Pero queremos ir!- Dijeron los dos al unisonó.
Alice se encogió de hombros.
-Bueno- Dijo exasperada- esperen, necesito ir por alguna cosas, aparte Bella necesita arreglarse- Me vio de arriba abajo, su mirada me cohibió- Ven conmigo.
Mientras me jalaba del brazo a su habitación en el tercer piso gemí internamente ¿Por qué Alice siempre tendría que encontrar alguna manera de arreglarme incluso en las peores situaciones?
En cuanto entramos a su habitación fue corriendo hacia el closet y saco un juego completo de ropa, me la dio, y sin decir ni una sola palabra me arrastro hacia el baño.
-Báñate, te estaré esperando- Sonrió y salió dando un portazo.
Me tome mi tiempo para desnudarme y meterme al baño. Para mi gran sorpresa estaba mi shampoo de fresa ahí, suspire aliviada, el olor a mi shampoo hizo que me despertara y viera las cosas más claramente. El dolor en mi pecho aun no se quitaba pero ahora era un poco más soportable.
Seguía rondando por mi cabeza esa idea de entregarme a Victoria, aunque ahora que lo veía más claramente, había muchas cosas que no podía dejar, sabia lo mucho que les afectaría mi muerte, y eso era lo que me detenía, aunque sabía que a Edward más que afectarle, le ayudaría “quitarse a la humana de encima”. Reí secamente para mis adentros.
Salí de ducharme y me vi en el espejo, la cara la tenia más pálida que de costumbre, dos manchas moradas se dibujaban bajo mis ojos muertos, porque el brillo de estos ya no estaba, pero más que eso se veía como si realmente estuviera muerta en vida. Era algo más profundo que solo lo físico.
Me cambie lentamente con lo que Alice me había dado, era una camiseta blanca de manga larga con cuello en V y unos pantalones de mezclilla obscura bastante bajos para mi gusto, pero no tenía ganas de discutir con Alice, así que me los puse sin chistar.
Cuando me estaba secando el pelo con la toalla me di cuenta que algo brillaba en mi muñeca. Era la pulsera que le había dado a Edward, que brillaba gracias a que las luces del baño la hacían reflejarse por el dije que tenía colgando, aun la traía puesta, eso me recordó que alguien había entrado en mi habitación el día anterior, por tantas emociones juntas lo había olvidado. La curiosidad invadió mi cuerpo “No te emociones Isabella Marie Swan, lo más probable es que haya sido Alice” me recordé mentalmente para no concebir esperanzas.
Terminando de secarme el pelo Salí del baño a trompicones y fui directo al cuarto de Alice, la pequeña duende ya se encontraba ahí esperándome con unas tenazas en la mano y un cepillo en el otro, si no hubiera estado tan mal me hubiese reído, se veía como una escena de alguna historia de terror pero cómica. Gemí para mis adentros.
-Oh, vamos Alice ¿Ni porque tenemos prisa puedes dejar de torturarme?- Gruñí.
-No- Soltó una suave risa- vamos Bells entre menos te quejes más rápido terminamos.
Me senté en el banquito refunfuñando una sarta de incoherencias, sabía que en cualquier discusión con Alice terminaría perdiendo, por que cuando Alice Cullen quería una cosa no había poder humano- O en su caso poder sobre humano- que la hiciera cambiar de opinión. Suspire lastimosamente.
-Oh vamos Bells en unos minutos estarás bellísima- Sonrió maléficamente.
-Si claro Alice estaré Bellísima contra mi voluntad- El sarcasmo inundo mi voz mientras refunfuñaba. Algo en mi me dijo que era el momento perfecto para preguntar sobre la pulsera.
-Bella respira- rio entre dientes.
-Alice ¿Te puedo preguntar algo?- Dije en un susurro casi inaudible mientras mis mejillas se tornaban rojas como un tomate.
-Claro- Acerco su oído a mi boca, con una expresión curiosa.
-¿Fuiste tú la que ayer entro a mi cuarto y me puso la pulsera que le había regalado a Edward?- Susurre rápidamente.
Alice abrió los ojos como platos y luego hecho la cabeza para atrás para reírse abiertamente, su risa parecía el sonar de las campanas.
-Oh Bella, jajajaja tu curiosidad es única- hice un mohín- Pues no Bells- Suspiro y sonrió- yo no fui la que entro- Susurro en mi oído.
-Si no fuiste tú… entonces eso quiere decir…- Me calle al instante, eso no podía ser posible.
-Así es Bells- Susurro casi inaudiblemente- sabes bien quien fue… pero si quieres saber el porqué tendrás que preguntárselo tu misma.
Me quede atónita al entender sus palabras ¿Por qué Edward habría ido a mi habitación? ¿Qué iría a buscar? Una gota de sudor me surco la nuca. Esto no podía ser cierto el dolor en mi pecho se extendió mas dejándome sin aire, pero al mismo tiempo sentía mariposas en mi estomago.
-Bells respira- Alice sonrió- No entiendo cómo te has salvado de morir asfixiada.
-Ja Ja muy graciosa- como amaba utilizar el sarcasmo!.
-Bien Bells ya estas lista-Sonrió de nuevo- Así que vámonos.
No me vi en el espejo, mi mente ya volaba a kilómetros de distancia ¿Por qué Edward haría una cosa así? ¿Qué no sabía que me hacía más daño? Baje las escaleras lentamente agarrándome del barandal de cristal con la mirada fija en mis pies, Jazz y Em ya nos esperaban en el recibidor, nos iríamos en el Jeep de Emmet.
-Bella querida, veras que todo va a salir bien- La voz maternal de Esme me lleno de cariño, mientras me abrazaba y me daba un suave beso en la frente.
-Gracias Esme.- Dije de corazón.
-Suerte Bella- Rosalie me sonrió tímidamente.
-Gracias Rose.- Dije devolviéndole la sonrisa.
-Suerte Bella- La voz de Kate hizo que saliera de mi pequeña burbuja de felicidad.
-Gracias Kate- Recorrí la sala con mis ojos, y pude ver por el rabillo del ojo que Edward me observaba curiosamente, sus ojos color caramelo hicieron que me diera escalofríos- Carmen, Eleazar, un gusto- suspire y Salí por la puerta del garaje aun con la mirada de Edward clavada en mi espalda, sabía que estaría pensando en el porqué no me había despedido ni de él ni de Tanya.
El camino a Seattle se me paso muy rápido, seria porque la mayor parte del tiempo me la pase dormida con la cabeza en el regazo de Alice, tuve un sueño muy poco usual, o más bien fue un Flash-Back, yo estaba viendo como Edward entraba a mi cuarto por la ventana, me cargaba y me metía en la cama, me ponía la pulsera y me daba un suave beso en los labios y se iba. Lo extraño era que en el sueño podía sentir el dolor que me ocasionaba ver que Edward se volvía a ir, me volvía a dejar. Aunque estaba consciente que tarde o temprano eso iba a suceder. Edward se iría y no habría otra opción.
A lo lejos escuchaba una vocecita que me llamaba “bella, bella!!!...”, se fue haciendo cada vez mas fuerte hasta que desperté por completo.
-Bella, levántate ya llegamos- Canturreaba Alice al lado mío mientras me sacudía.
-¿Tan rápido?- Gruñí con voz soñolienta mientras me tallaba los ojos.
-Así es querida- Alice quito mis dos manos y las quito de mi cara- Ahora, si no te importa, deja de tallarte los ojos antes de que te arruines tu maquillaje.
Gruñí una sarta de incoherencias mientras Emmet me ayudaba a bajar del Jeep y Jazz ayudaba a Alice.
-¿Lista hermanita?- Emmet sonrió alegremente mientras me pasaba uno de sus pesados brazos por los hombros, me había encariñado mucho con él, era como el hermano mayor que nunca tuve.
-Eso creo- Dije en un suspiro.
-Veras que todo saldrá bien Bella, Charlie está bien.- Dijo mientras tomaba la mano de Alice.
Entramos en silencio al hospital, y fuimos directo al cuarto de Charlie, cuando íbamos cruzando por el Hall una voz masculina muy familiar Grito mi nombre.
-Bella!!!...
Emmet que aun tenía su brazo sobre mis hombros se tenso y me acerco más a él. Gire mi cabeza un poco hacia atrás y me encontré a Anthony corriendo hacia nosotros.
-Bella- Jadeo- ¿Estas bien?
-Anthony si estoy bien, ¿Qué haces tú aquí?- La sorpresa inundaba mi voz.
-Mi papa vino a visitar a tu papa, lleva un rato ahí adentro- Apunto el pasillo de las habitaciones.
-Ah…- Fue lo único que alcance a decir.
-Oye, princesa, siento mucho lo de tu papa- Hizo su sonrisa torcida que tanto me gustaba- Espero que se cure del todo.
-Gracias Anthony- Le sonreí tímidamente.
-UJUM UJUM- Emmet carraspeo a mi lado.- Bella vayamos a ver a tu papa- Le hecho una mirada envenenada a Anthony pero este ni se inmuto. Con un poco de esfuerzo logra zafarme de su brazo que me tenía inmovilizada para acercarme un poco más a Anthony.
-Bueno Anthony, iré a ver a Charlie, ¿Estarás por aquí otro rato?
-Si princesa, estaré aquí un rato mas- Volvió a sonreír.
-Bueno me tengo que ir- Suspire.
Y antes de que me pudiera dar cuenta Anthony me tomo por sorpresa y me dio un rápido beso en los labios. Sonrió juguetón ante la mirada atónita de Emmet y mía.
-Nos vemos princesa.- Sonrió y se fue.
Todo se quedo en silencio por algunos segundos hasta que Alice llego saltando a mi lado dando palmaditas y riendo.
-Wow, ese chico sí que es arriesgado- Sonrió intensamente.
-Es un idiota- Mascullo Emmet.
-Es un estúpido- Gruño Jazz, de Emmet me esperaba esa actitud pero de Jazz no, ahora los dos parecían los hermanos celosos.
-Bueno, ya… suficiente, si me beso o no ese es mi problema.- Gruñí- Y les pediría de favor que no pensaran en esto enfrente de su hermano, ya no quiero más problemas con él.
-¿Mas problemas con quien Bella?- Una voz aterciopelada se escucho tras de mí y al instante me congele.
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¿Que creen que suceda chicas..? jejejejeje
argh odio a Tanya por haber represado y por haber interrumpido el momento entre edward y bella =@
chicas que opinan el porque la familia de Tanya haya regresado..?
charlie se recuperará..?
chicas como les prometí aquí un pequeñisimo adelante del cap 14 besos en la obsuridad..! jejejeje
La furia recorría todo mi cuerpo mientras veía en la cabeza de ese idiota las intenciones que tenia con Bella… ¿Qué acaso era idiota? ¿Por qué no se daba cuenta de que Bella no lo quiere?... vi también en su mente cuando le daba un beso fugaz antes de irse ¿A eso le llamaba besar?... ¿Es que enserio estaba tan idiota que no sabía besar? ¿Y mas no besar los labios rojos y carnosos de Bella? Enserio que ese chico me empezaba a colmar la paciencia.
Y fue ahí cuando tuve la maravillosa idea, aunque sabía que no tendría que ser rápida porque no tendría demasiado tiempo. Corrí a velocidad inhumana hacia la caja de electricidad que estaba en el subterráneo debajo del hospital… Corte la electricidad y subí a toda velocidad al pasillo donde el olor a Fresias era más fuerte… y ahí escuche el latir de su corazón rápido y su respiración entrecortada… me pare frente a ella y pude sentir la tensión en su cuerpo y el miedo que salía por todos sus poros… su olor me llamaba… más que llamarme me cantaba.
que tal..? jejejejejeje que creen que hará edward..? jejejejeje
bueno chicas espero que les haya gustado, un beso y un abrazos saludos desde Vzla..! =)
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