Mi Existencia y El.

Autor: MichelleV
Género: Sobrenatural
Fecha Creación: 30/03/2010
Fecha Actualización: 21/10/2010
Finalizado: SI
Votos: 35
Comentarios: 103
Visitas: 87531
Capítulos: 30

FIC FINALIZADO!

Desearía que mi vida tuviera un nuevo significado, algo fuera de cotidiano, sencillamente que le diera color, aunque cualquier pincelada estaba recibida en el estado en el  que me encontraba. Mi vida  descrita a mi manera refleja entre las sombras apacibles del día y la noche como la más grande patética existencia que cualquier ser humano pudiese considerar. Digamos que represento una adolescente normal por cierto mi nombre es Isabella Swan, estudio y tengo unos padres y familia maravillosa, aparte a pesar de tener esa sensación de ser una persona no tan “amigable” contaba con grandiosos amigos.

Al juzgar por esto pareciera que no necesito nada mas, hasta que mis padres deciden mudarse a un pueblo nuevo, ese pueblo tenia la temible sensación de ser apreciada por un recuerdo mas sórdido que mi mente. ¿En qué momento yo hubiera podido soñar con un lugar así? No era de las personas que se emocionaban con los lugares nuevos, pero este nuevo lugar lo había presenciado, en algunos de mis sueños, donde conocería a alguien que de una forma u otra le daría un nuevo significado a mi vida, ese alguien está cerca y lo espero con mucha ansiedad, en mis sueños… Solo ansío que esta vez, ese ser sea real.

 Chic@s este es mi primer fic, a veces los dejo en Suspenso, no me odien.Gracias por todos sus Votos y Comentarios, todos son muy bien recibidos, los quiero!

Michu_26_7@hotmail.com

Ademas esta disponible en: www.potterfics.com/historias/54882 ; www.fanfiction.net/s/6216676/1/Mi_Existencia_y_El

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Capítulo 8: Compañía.

Todavía estaba sobre la cama, pensando en donde habría dejado mi mochila, pero en realidad eso no importaba, había algo que por más que quisiera de dejar de pensar no me dejaba respirar bien, ya no sabía si mis pensamientos y mis movimientos estaban sincronizados, lo que estaba sintiendo la mayoría lo definiría como miedo, pero no es así, a pesar de lo extraño del acontecimiento de mis sueños y de parecer de haberlo encontrado, yo lo esperaba, lo ansiaba con cada terminación nerviosa de mi ser, anhelaba que me estrechara sobre sus brazos, mi confusión no me hacía ver con exactitud que quería con mi vida, hasta que escuche la puerta, tuve que interrumpir los bosquejos de mi mente absurda.

-       Hija ya llegué- era la voz de mi madre, al interpretar su tono supe que se encontraba feliz.

-       Bien Má, yo estoy en la habitación- le grite desde la cama.

-       Está bien, baja que quiero presentarte a alguien- dijo mi mama desde las escaleras.

-       Maldición- murmuré.- Tenia que conocer a “alguien” con tal que mi madre no se coloque a sacar álbumes familiares, todo bien- dije exaltada.

-       Voy bajando- grite. Hice un esfuerzo para levantarme de la cama, di pasos lentos pero seguros, al bajar por las escaleras, aprecie a una señora de pantalón beige, tacones altos y chaqueta del mismo color, su tez es morena, cabello ondulado negro, un poco más alta que yo, además tenía una gran sonrisa que la hacía ver adolescente.

-       Hija ella es la Señora Black, es la vecina de al lado- dijo mi madre sonriente.

-       Mucho gusto, mi nombre es Isabella, disculpe la pregunta ¿usted tiene hijos?- dije inquieta, de solo pensar que esta señora es la madre del tal Black de la secundaria, estaría ya imaginándome viéndolo saludar a través de la ventana de la sala.

-       Si así es, se llama Jacob- dije la señora orgullosa de su hijo.

-       Ah… que bien, creo que ya lo conozco, es más, hoy lo conocí, soy nueva en la escuela- dije con sonrisa forzada.

-       Ah está bien, ahora son amigos y vecinos, me parece muy bien, ¿quieres café?- decía mi madre emocionada a la señora Black. Se fueron juntas hacia la cocina a seguir hablando y ahora más que nunca que el narcisista ese vivía al lado de mi casa, tendría que aguantármelo todos los días, me puse de mal humor, subí de nuevo a la habitación, encontré mi morral, revise los apuntes no tenía ninguna tarea, saque mi laptop a revisar el correo, en realidad esta noche no me hallaba en mi cuarto, escuché como llego mi padre del trabajo, pero yo no quería bajar, me concentre en sencillamente escuchar música y tomarme unos minutos de relajación, el descanso duro tanto que me quede dormida, estaba muy cansada y no quería levantarme, volví a soñar pero en el sueño había mucha sangre, yo corría de un lado para el otro, me agite, sentía como mi cuerpo no reaccionaba, entonces me despertó la alarma del celular.

     Me levante sobresaltada, busque ropa limpia para bañarme, al entrar el agua estaba fría, salí de nuevo para encender el calentador, lo de anoche no fue un sueño fue una pesadilla, fue de la más oscuras y frías, parecía que estaba en un cuento de terror, me sentía como en una película de Alfred Hitchcook, mi cuerpo temblaba de solo acordarme, termine de ducharme, me vestí y baje a desayunar, mis padres ya se habían ido, ya era súper tarde, tome los sándwiches los guarde en una bolsa y salí con gran velocidad, tome el autobús escolar donde estaba relativamente solo, saqué mi Ipod, la música me relajaba más que cualquier cosa, el camino se me hizo eterno, debe ser porque el cielo estaba triste y caía una llovizna débil que igual te hacia sacar el paraguas, al llegar pude notar cómo me veía el chico del norte, su mirada era tan fija que parecía inmóvil, me acorde que lo debía enfrentar, me dirigí hacia él.

-       Necesito hablarte, ¿puedes?- asegure enarcando una ceja.

-       Claro que puedes- dijo con tono serio.

-       Es sencillo, ¿tu estuviste en mi habitación ayer por la tarde?- dije con seguridad.

-       ¿En tu cuarto? No nada que ver, ni siquiera sé en donde vives- aseguró.

-       ¿Estás seguro?-murmure. –es que me pareció ver a alguien parecido a ti espiando por la ventana- aseguré.

-       Yo no espió a nadie, además no sé ni dónde vives Swan- su rostro se torno agresivo.

-       Está bien, disculpa, por cierto ¿Cuál es tu nombre?- pregunte sin importarme como me miraba.

-       Que maleducado soy, pensé que ya sabias mi nombre, porque yo si me sé el tuyo- dijo con una sonrisa. – soy Edward Cullen- murmuró.

-       Está bien Edward, mucho gusto, mi nombre ya lo sabes, así que no lo repetiré bueno Edward me disculpas iré a clases, nos vemos- hice un gesto de despedida.

     Me retire de allí, decidí ir a  mi clase sin voltear para atrás, camine rápido, la respiración se me sobresaltó quería brincar de la emoción, su actitud de chico misterioso, o chico malo tomaba toda mi atención, mis piernas temblaban pero yo no podía mostrar más emoción, decidí no demostrar lo que sentía, si lo hago mi chico misterioso se convertiría en Black, deje tantos pensamientos para ir a clases de matemáticas, allí habría otro grupo de clases.

     Al entrar el aula estaba casi llena, busque un pupitre y me senté, todos hablaban de ir al bosque el fin de semana y de lo que harían cuando fueran al cafetín, hasta que uno de ellos se me acercó.- Hola ¿cómo te llamas chica nueva?- dijo sonriente.

-       Me llamo Isabella Swan- murmuré. El chico que se aproximo a hablarme, se veía extrovertido, un poco más alto que yo, cabello negro azabache de aspecto liso, sus ojos tienen un semblante achinado, el color de los mismos era como su cabello, vestía jeans y encima cargaba un suéter con capucha.

-       Mucho gusto Isabella, soy Ben, bienvenida a Forks, pero cuéntanos ¿de dónde vienes?- seguía preguntando como si fuera reportero, su facilidad para acercarse a charlar era totalmente impactante, me menciono que su grupo es pequeño pero todos eran amistosos, ese dia conoci a las chicas Jessica, Ángela y Melisa, a parte también había un chico, en total eran cinco. Con una de ellas pude mostrarme tal y como era, me hacia recordar a mis antiguas compañeras de la antigua secundaria, Angela Webber es su nombre, su cabello es castaño oscuro largo ondulado, tez morena y de aspecto informal, ella me llamó la atención por lo simpática y a veces retraída me identificaba mucho con ella. El profesor de matemáticas, dio en la clase logaritmos, Ben sabía mucho de matemáticas, ese era su campo lo pude notar por la habilidad con la que resolvía los ejercicios, prometió explicarme mejor después de salir del cafetín.

-       Primero deberíamos ir a comer alguito y discutir que haremos el fin de semana, me aburro de solo pensar que tengo que estar en mi casa-dijo Jessica. Todos la siguieron, hasta yo quería hacerlo, sentía como se movía mi estomago del hambre, hasta que recordé que en la mochila cargaba unos sándwiches deliciosos, decidí esperarlos en la mesa mientras ellos hacían la fila, al probar el primer bocado, sentí la mirada fija de Edward Cullen desde la mesa de atrás.

-       Oh parece que le gustaste al chico misterioso- dijo Jessica con tono envidioso.

-       Debes cuidarte de él Bella, no me gusta cómo te mira- dijo Ángela casi murmurando.

-       Está bien no se preocupen, ¿qué es los peor que puede hacerme? ¿Matarme?- dije riéndome.

     Toda la mesa se quedo en un silencio espeluznante que me erizo toda, por primera vez sentí un frío helado que recorría todo mi cuerpo, pude seguir volteando y observando que el chico en cuestión no me miraba muy bien, ¿acaso querría matarme?.

   

    

 

   

 

Capítulo 7: Inmortal. Capítulo 9: Nada común.

 
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