Tío Marcus, Tía Didyme, les presento a mi esposa Bella- dijo él presentándome a dos personas imponentes. Él era alto y delgado, su cabello rubio y ojos astutos. Ella también esbelta tenía un rostro perfecto y unos ojos por demás encantadores.
- Querido Edward, mírate ya eres un hombre. Bella bienvenida a la familia- y me abrazó efusivamente. No pude evitar sentirme tan bien recibida y a gusto. Esta mujer era tan encantadora como Esme.
- Edward, Isabella, felicidades. Les deseo mucha suerte y un feliz matrimonio- si abrazos ni ningún contacto físico. Este hombre parecía un psicópata, daba miedo, pero sonrió cuando su esposa lo abrazó.
- Ellos son nuestros hijos- dijo Didyme apartándose y dejando ver a dos jóvenes rubios también y de impactante belleza. –Rosalie, la mayor y Jasper el menor.
- Hola Ed, dijo el joven, gusto conocerte Bella, soy Jasper el hermano menor por 5 minutos.
- Hola- dije. – ¿Entonces son gemelos?
- Así es, ¿díganme dónde se conocieron?
- En una librería- dije sin dudar.
- Edward, Isabella- dijo la rubia y se marchó con un andar impactante. Era tan hermosa como su madre y altiva como su padre.
- Bella, tienes que firmar…- Llegó Alice y se quedó petrificada mirando de lleno a Jasper que también pareció congelarse al contemplarla. Tiré del brazo de Edward para dejarlos un momento solos, mi amiga necesitaba relajarse después de tanto trabajo.
- Tienes que conocer al resto de la familia- me dijo Edward. –Te los presentaré con más propiedad en la fiesta pero debo advertirte algunas cosas. Son un tanto complicados y nunca han aceptado del todo a mi madre en parte porque mi abuelo Aro no consintió su matrimonio con mi padre. Mi madre era divorciada.
Los que están en la segunda fila son mi tío Cayo y su esposa Athenodora, al lado de sus hijos, los mayores Demetri y Félix de 22 y 20 años y los menores son gemelos Alec y Jane, ambos de 16. Debes tener cuidado con Jane es terriblemente venenosa y buscará hacerte quedar mal siempre. Alec es más tolerante pero si tiene que decidir siempre se pondrá del lado de su hermana. Los mayores son unos tontos, Félix es físico culturista y es muy fuerte, cuídate de su abrazo y Demetri quiere ser espía o sea esta tratando de ser del FBI, la CIA o donde lo acepten, es escalofriante, no le hables mucho.
En la tercera fila está mi tía Heidi y sus hijas. Te darás cuenta de que todas son diferentes es porque a mi tía se ha casado 4 veces y ha quedado viuda en cada una de ellas, lo mas curioso es que ha sido en un tiempo corto. Bueno la mayor de todas es Victoria, la pelirroja, tiene 25 años, es muy astuta y vengativa a su lado está su marido James, el demente. La segunda es Irina de 22 la de cabellos castaño, cuídate de ella, es muy cercana al tío Marcus, siempre le va con el chisme de todo lo que pasa en la familia, a su lado el joven de piel oscura es Laurent su novio. La tercera es Carmen tiene 20 años, ella es muy buena y amable, te caerá bien, a su lado está Eleazar su esposo, es tan bueno como ella. Y la última tiene mi edad su nombre es Tanya, te agradecería que cuando se me acerque me la quites de encima.
- Porque- pregunté
- Ya te darás cuenta- dijo él.
- Ok estamos en tregua, te diré algo sobre mis amigos. El de la segunda fila en el lado de los invitados de la novia, son los Black, Billy y su hijo Jacob. Billy es el mejor amigo de mi padre es jefe de la reserva en La Push, su hijo Jacob es un amigo de la infancia, ha de estar muy molesto porque no le avisé de la boda. A su lado los señores con anteojos son los Webber, a su lado está Ángela es mi segunda mejor amiga, es muy tímida pero también muy leal. A su lado está Ben Chenney y sus padres, Ben es novio de Ángela.
En la tercera fila están los Stanley y su hija Jessica, tan vez tengas que darme una mano con ella, estará tratando de hacerme sentir mal por todo lo que yo haga. A su lado están los Newton y su hijo Mike bueno es mi versión masculina de Tanya, no me dejes sola cerca de él, ha tratado de salir conmigo desde que íbamos al pre escolar. En la cuarta fila están los Mallory y su querida hija Lauren, ella es la femme fatal de Forks, si te veo cerca de ella te pateo, no quiero que se burlen de mi en el instituto si caes en sus redes el día de nuestra boda. A su lado los morenos son los Crowley su hijo Tyler siempre ha creído que se casaría conmigo, era algo así como mi acosador personal.
- Vaya está completo tu club de fans.
- En realidad no, falta Erik, pero ya lo conocerás en Forks.
- ¿Algún novio, ex novio, amigo cariñoso, con derechos, boy friend, del que deba saber?
- Claro que no- dije molesta. –Nunca he tenido novio ni nada parecido.
Sorprendido me miro y abrió más los ojos.
- Bueno entonces estamos a mano- dijo. ¿Acaso él tampoco tenía novia?
Escuchamos que nos llamaban para firmar unos documentos. Después de eso fuimos asaltado por cientos de flashes nos tomaron fotografías solos y juntos. Luego salimos de la iglesia, ya estaba más relajada, sabía que él había estado tan nervioso como yo por su familia y la gente que conocía. Una lluvia de pétalos y arroz nos cayó cuando subíamos al auto.
- Tenemos que dar algunas vueltas por la ciudad, para que les de tiempo de llegar al salón de recepciones- dijo Edward.
- ¿A dónde quieres ir?- pregunté
- Te mostraré todos mis lugares favoritos- me dijo –El que conduce este auto es chofer personal de mi tío Marcus, así que recuerda la tregua actuemos como unos recién casados- me susurró al oído y sentí escalofríos.
- Esta bien pero no te pases de listo.
- No pensaba hacerlo mi vida- me dijo sonriendo
Me mostró muchos edificios, iglesias, parques y el lugar donde había vivido hasta hace poco tiempo. Sin darnos cuenta ya llevábamos conversando sin pelear casi una hora. Cuando no se portaba como un imbécil podía ser bastante tratable. Me preguntaba si nos hubiésemos conocido de otro modo.
Llegamos a la fiesta había tanta gente que todo estaba muy lleno. No me había dado cuenta de que caminaba de la mano de Edward hasta que llegamos al centro de la pista de baile y comenzó la primera pieza. Él bailaba genial, me guió todo el tiempo y se reía cada vez que yo perdía el paso. El siguiente baile fue con mi papá que parecía menos molesto que antes. Después de 2 tragos yo estaba riendo por todo hasta cuando Edward me presentó a su amigo gay. Era todo un espectáculo, no era travesti como imaginaba pero los ademanes femeninos en alguien de traje y corbata rosa me hacían reír.
Hubieron varios juegos divertidos. Casi me caigo de la silla cuando Edward me sacó una de mis ligas con los dientes y cuando partimos el pastel y él le dio una probada le hundí la cara en la torta.
Fue presentándome a todos los miembros de su familia que aún no conocía personalmente, todos sonreían aunque no muchos sinceramente. Su tío Cayo parecía muy recto y su esposa Athenodora era bastante reservada. Heidi, porque no el gustaba que le dijeran tía, era una mujer muy seductora, la vi haciéndole ojitos a más de un invitado. Su primo Demetri parecía estar fijándose en todo y Félix miraba a mi hermano desafiante. Sobre todo porque Emmet había estado todo el tiempo con Rosalie Cullen la rubia hijo del tío Marcus. Los gemelos Jane y Alec eran extraños, ella parecía tener fuego en los ojos y él se veía débil y con poco interés por las cosas. Las hijas de Heidi si eran todo un espectáculo, cada cual mas impresionante que la otra. Afortunadamente estaba bien arreglada sino mi autoestima se hubiera ido al piso.
Victoria era algo melosa con su marido y James era uno de esos tipos obsesivos que no puedes quitarte de encima. Irina me miró con desprecio porque su novio se dirigió a mí de forma muy educada. Carmen y su esposo Eleazar si eran diferentes a todos, solo comparables con Carlisle y Esme, me agradaron mucho. Pero la que si era insoportable era Tanya que apenas llegó cerca le tomo el brazo a Edward. No era que yo estuviera celosa, eso jamás pasaría, pero de allí a permitir que se lleve con ella al novio no lo pude resistir. Yo ya llevaba 4 copas así que de un tirón recuperé mi nuevo y fastidioso marido.
- Vaya te tomas muy en serio tu papel protector. Gracias Bella no sabía como quitármela de encima- me dijo divertido al ver que yo no estaba totalmente lucida
- Para que son las esposas- le dije sonriendo.
Sabía que ya faltaba poco para irnos porque nuestro avión salía de madrugada, también cortesía de Alice buscando economizar.
- Bella podemos bailar- Sentí la voz de Jake.
- Hola Jake- dije algo nerviosa, me apenaba no haberle contado a mi amigo.
- Para ser una boda forzada luces muy contenta Bella- dijo molesto.
- No es una boda forzada Jake, es un acuerdo y por favor baja la voz que es un secreto.
- Lo que no entiendo es como es que tú aceptaste esto. Te desconozco Bella tu eres mas luchadora, tendrías que haber visto otra solución.
- Lo se pero no hay nada que pueda hacer ahora.
- Claro que lo hay. Huyamos Bella, salgamos de aquí, deja toda esta farsa y regresa conmigo a Forks, sé que tu padre no te odiará por esto.
- Eso sería terrible Jake como haría eso. No podría hay tanta gente…
- Solo sígueme- y diciendo esto, me tomó de la mano con fuerza y caminamos por el salón rumbo a la puerta.
- Suelta a mi esposa- oí decir a Edward y me giré. Estábamos algo alejados de los demás por lo que nadie notaba sus miradas asesinas.
- Sabes que esto no es mas que una pantalla ¿de qué esposa me hablas Cullen?
- Sólo suéltala o voy a tener que obligarte yo mismo.
- Ella no quiere esta boda ya se arrepintió de haberse casado así que nos vamos- dijo mi amigo tirando de mi.
Yo estaba algo mareada y aturdida por todo. Solo pude atinar a sujetar una de las mangas de Edward para no ser sacada de allí. No podía hacer eso a Esme y Carlisle pensé en todo el trabajo de Alice.
Edward comprendió y me sujetó fuerte de una mano. Se plantó frente a Jake.
- Sino le quitas las manos de encima te juro que te parto la cara seas quien seas- dijo Edward furioso.
- Pues yo soy su mejor amigo- dijo Jake encarándolo, era una situación realmente incómoda.
- Entonces suéltala y deja que ella decida, si se quiere ir no la detendré- dijo Edward.
- Jake no quiero irme- le dije tratando de que mi voz sonara dulce, no quería herir a mi amigo.
- Bella, Edward, es hora de partir- dijo Alice llegando hasta nosotros.- Jacob ¿que haces? Suelta a Bella o te araño- le dijo la pequeña interponiéndose entre nosotros.
- ¿Esa es tu decisión? ¿Te vas a prestar a este circo?- dijo mi amigo.
- Lo siento- dije apartándome de él.
Alice me tomó de una mano y me arrastró hacia un privado me ayudó a cambiar mi vestido blanco por uno azul con el que viajaría.
- Bella, estuvimos cerca, sé que Jake jamás comprenderá esto con el tiempo lo acertará- aunque eso no me aliviaba para nada.
- Lo se Alice pero se veía tan decepcionado.
- Vamos, ya no piense en eso, solo diviértete y punto.
- ¿Me dirás porque Edward aún tiene el cabello tieso? le pregunté
- Anoche me colé en su despedida de soltero cuando me enteré que había mandado a imprimir más invitaciones y las había ido a entregar a casa de nuestros compañeros de Forks. Incluso el muy tramposo contrató un autobús para que todos los que quisieran pudiesen venir.
- ¿Eso hizo? Pensaba que tu había puesto ese anuncio en el periódico. ¿Como te colaste en su despedida?
- Era una fiesta de la más tonta organizada apresuradamente por tu hermano sin cerebro. Fue fácil cambiar mi lugar con la mujercita que contrataron para que les bailara. Iba vestida de gatúbela, sólo le dí 50 dólares y se fue. Me puse el atuendo les bailé, me acerque a él y le acaricié los cabellos. Aunque ese pegamento casi atraviesa mis guantes- dijo mirando sus manos.
- ¿Y se dieron cuenta de que eras tu?
- No los muy idiotas ni se dieron cuenta, sólo hoy Edward ató cabos cuando le llamé temprano para indicarle detalles del viaje y le maullé.
Comencé a reír y poco apoco la imagen de Jacob se fue alejando más.
- Bella Edward y tú tienen el itinerario. El tuyo esta en tu bolso de mano. Todo está detallado, los pasajes y hotel confirmado. Diviértanse y no se maten- dijo mi amiga y me dio un fuerte abrazo.
Salimos al salón para despedirnos de todos. Edward traía un traje más informal y tenía mi abrigo en una mano. Abracé a mis padres y a los de Edward. Y dijimos adiós a todos. Antes de salir Alice me dio el bouquet para arrojarlo y lo tiré lo más fuerte que pude y corrí al auto para alcanzar nuestro vuelo. La tregua ya había terminado así que no tendría consideraciones con mí ahora esposo
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