Bella Swan
Podría haberle dado un puñetazo a Jasper. Me di cuenta que Edward estaba tratando de ser amable y no molestarme, pero ese no era en absoluto el caso. Quería pasar más tiempo con él. Estaba bastante enfadada con nuestro escaso tiempo.
Fulminé con la mirada al paquete de galletas sin abrir. Suspiré y salí pisando fuerte de mi habitación para conseguir un vaso de leche. Encontré el vaso más grande del armario y lo llené completamente. Planeé devorar la mitad del paquete de chips ahoy.
“Oh… Jasper apareció en un mal momento ¿Eh?”Alice sonrió un poco triste. Asentí, la decepción estaba claramente escrita por todo mi rostro.”Tenía su corazón en el lugar correcto.”
“Lo sé. Así es Edward, es solo que no puedo evitar sentirme… no sé.”Me encogí de hombros. Fui hacia mi habitación y Alice me siguió.
“¿Necesitas ahogar tus penas con leche y galletas?”Sonrió ligeramente mientras abría el paquete. Me dio una y luego cogió otra galleta para ella.
Asentí de nuevo, dando un mordisco a la galleta para demostrar que llevaba razón. Soltó una risita y se sentó en la cama.”¿Te gusta de verdad, no?”
“Probablemente más de lo que debería. Me dijo que le llamase mañana. Casi cojo el teléfono y lo llamo antes de que saliese por la puerta.”Me senté a su lado, poniendo un brazo sobre mis ojos.
Edward Cullen
Solo era mediodía y ya estaba decepcionado porque aun no había llamado. Era ridículo, todavía era temprano. Tal vez ni siquiera se había levantado.
Jasper se disculpó varias veces por habernos interrumpido anoche. No estaba enfadado de verdad con él, sino más bien con la situación. Si hubiese sido un hombre completo habría sido capaz de conducir hasta casa. O, al menos, de volver caminando sin miedo a ser atropellado por un coche. Se marchó por la mañana temprano para ir a la biblioteca, dejándome solo para enfurruñarme hasta que volviese a escuchar su voz.
Intenté tocar. Intenté leer. Nada mantuvo mi atención por mucho tiempo. Decidí que si a las dos no me llamaba, no lo haría. A la una menos cinco el teléfono sonó.
“Hola.”Contesté exaltado.
“Bien, también me alegro de oír tu voz, hijo.”Mi padre se rió de mi impaciencia. Mi corazón se hundió un poco.
“Hola papá ¿Cómo estás?”
“Bien ¿Qué tal la universidad?”Habló suavemente, paro me parecía que estaba preocupado por mí.
“Es genial.”Traté de aligerar mi voz, pero no lo hice demasiado bien.
“Oh ¿no nos has echado de menos a tu vieja madre y a mí?”Se burló. Escuché de fondo las palabras ´Yo no soy vieja´. Sonreí pensando en mi dulce madre.
“Por supuesto que sí, dile a mama que dije ´Hola´ y que la quiero.”
“¿Deseoso de colgar el teléfono?”Rió.
“¿Tan evidente es?”Sonreí y suspiré.”Estoy esperando una llamada.”
“¿De una chica?”
“Papá.”Refunfuñé frotándome un lado de la cara con la mano. Se rió otra vez y escuché a mi madre preguntar lo que estaba pasando.
“Muy bien, te dejo. Llámanos, si necesitas cualquier cosa. Disfruta de la tarde, hijo.”
Colgué el teléfono sintiéndome ligeramente culpable. Realmente no debería haber cortado a mi padre de esa manera. Al menos el lo entendió. Presioné mi reloj para volver a escuchar la hora. 1:59. Conté los segundos en mi cabeza.
Y, el teléfono sonó. Contesté un poco más cauto esta vez.”¿Hola?”
“Hola Edward.”Suspiró mi nombre y no pude contener mi sonrisa.
“¿Cómo estás?”Me senté en mi cama.
“Mejor ahora ¿Y tú?”
“Sería mejor si estuvieses aquí conmigo.”Las palabras salieron de mi boca antes de que pudiese pararlas. Tenía que esforzarme por no traspasar los límites. Habíamos comenzado a quedar no quería que pensase que era un acosador.
“En realidad estaba pensando lo mismo ¿qué haces esta tarde?”Parecía tan tímida y dulce.
“Bueno, estoy completamente solo en mi dormitorio esperando algo de compañía. ¿Conoces a alguien que quiera venir conmigo?”Sabía que con ese cebo diría las palabras. Quería escucharla decir que quería estar conmigo.
“Estaré allí en diez minutos.”Dijo emocionada.
“¿Qué? ¿En serio?”Me levanté. El pensamiento ´Oh, mierda´ cruzó por mi cabeza. No me había duchado ni afeitado. Por amor de Dios todavía estaba en pijama.
“¿No quieres que vaya?”Inmediatamente su voz decayó.
“Sabes que quiero, Bella.”Sonreí con su nombre.”Niña boba.”
“Bueno, entonces estaré allí dentro de poco. Adiós, Edward.”
Colgué el teléfono y con cuidado lo dejé sobre la cómoda antes de apresurarme hacia mi armario. Primero tenía que ponerme unos vaqueros. Me desnudé tan rápidamente como pude sin que me cayese por todas partes. Lancé mi ropa sucia al cesto y me puse un par de pantalones limpios. Me precipité hacia el lavabo, poniéndome desodorante. Froté mi mano contra mi cara ¿Desde cuándo mi pelo crecía tan rápido? Comencé a pasar mi maquinilla de afeitar por mi cara varias veces, tratando de conseguir algo más suave.
Llamaron a la puerta mucho antes de lo que esperaba. Gemí. Todavía no me había puesto una camiseta pero tampoco quería hacerla esperar.”¡Adelante!”Dije en la puerta.
“Oye, Edward estaba pensando-“Se detuvo.”Oh ¿necesitas un minuto?”
“No, solo déjame coger una camisa.”Hice el camino hacia el armario torpemente. Me pregunté si ella podía ver como de roja estaba mi cara.
“Por mí no te vistas.”Bromeó. La escuché sentarse en mi cama. Deslicé una camiseta de algodón por mi cabeza y fui lentamente hasta la cama. Me tumbé boca arriba.”¿Lo preferirías?”
Soltó una risita y se apoyó contra mí.”Todo depende de ti. ¿Puedo decirte algo que probablemente te haga alejarte de mí?”
“No hay algo así. Pero sí, dime.”Rodeé sus hombros con mi brazo. Acurrucó su cabeza en mi pecho.
“Te eché de menos.”
“También te eché de menos.”Dije sinceramente. Apreté mis brazos alrededor de su cintura.”¿Ahora puedo hacerte una pregunta?”
“Claro, pregunta.”Sus dedos sujetaron mi cintura a través de mi camiseta. Tal vez no debería haberme puesto la camiseta…
“¿Cuándo es tu cumpleaños?”
Bella Swan
Quise llamarle en cuanto desperté, pero, Alice me convenció para que esperase al menos unas horas. Seria maleducado llamar a las ocho de la mañana. Para mantenerme ocupada me hice el desayuno, limpié el desorden de mi dormitorio, terminé mis deberes, me di una ducha e incluso me arreglé el cabello. Fulminé con la mirada el reloj, tratando de averiguar cuál sería la hora indicada.
Las dos no eran ni demasiado tarde ni demasiado temprano. Probablemente no estaba durmiendo, a no ser que durmiese la siesta y si fue a la iglesia, si es que todavía iba, habría vuelto para entonces. Decidí hacerlo, luego necesitaría saber más de él. Sobre todo si quería que siguiésemos saliendo, que esperaba que así fuese.
Decir que me sorprendió cuando abrió la puerta de su habitación seria mentir. Por lo general no me gustaban las sorpresas, pero esta fue una muy agradable. Edward estaba sin camisa en vaqueros de talle bajo. Me sonreí abiertamente y enrojecí furiosamente. Me olvidé de lo que le iba a decir o preguntar cuando le vi. No podía creer que le hubiese dicho que por mí no se vistiera. Mentalmente me di patadas pero no parecía ofendido. Me senté al borde de su cama y le vi ponerse una camiseta blanca con cuidado de no tirar sus gafas. Sonrió ampliamente en mi dirección y avanzó lentamente por la cama, poniéndose cómodo. Quería subirme encima de él y comenzarle a besar de nuevo como anoche, pero decidí aguantarme. Puse la cabeza sobre su duro pecho y aspiré su dulce olor.
“¿Cuándo es tu cumpleaños?”Preguntó jugando con un mechón de mi cabello.
Gemí, no pude evitarlo.”No importa. No lo celebro.”
“¿Por qué no?”Preguntó confundido.
“Odio los regalos y las sorpresas. Especialmente las sorpresas. No me gusta cuando las gente se gasta dinero en mi.”Murmuré en su pecho.
“Bueno, quiero celebrar el día en que naciste. ¿Puedo llevarte a cenar el día de tu cumpleaños?”Sus brazos encontraron mi cintura y me subieron encima de él.
“Edward, no gastes dinero en mi…”Oculté mi cara en su cuello.
“¿Así que no vas a decírmelo, eh?”Suspiró frustrado. Sacudí la cabeza sabiendo que él podía sentir el movimiento.
“Bien entonces, lo único que tengo que hacer es regalarte cosas hasta que lo sepa. ¿Qué piensas sobre las joyas? Vamos a ver…”Pasó sus dedos por mi oreja, provocándome un escalofríos.”Tienes agujeros en las orejas, por lo que comenzaré con pendientes de diamantes. Luego, al día siguiente creo que un collar a juego. Después de eso ¿Un brazalete? Tal vez deba pasar a las perlas después de que-“
“El 13 de Septiembre.”Refunfuñé en su cuello.
“¿Perdón? ¿Qué has dicho?”Sabía que me había escuchado, él solo quería que lo dijese más alto.
“Mi cumpleaños es el 13 de Septiembre. El próximo sábado.”Gruñí sentándome. Sus manos impidieron que dejase la cama.
“¿A que no fue tan horrible?”Sonrió, tirando de mí hacia abajo.
“No quiero hacer nada por mi cumpleaños. Por favor.”Rogué. Rozó mi cabeza, su nariz descansó en mi cabello.
“Bien, aunque ¿no podríamos ir a cenar o algo así?”Dijo y sabía que estaba poniendo mala cara. No podía mirarle porque sabía que entonces él ganaría.
“Haré la cena ¿Qué te parece eso?”Intenté llegar a un acuerdo.
“No deberías cocinar el día de tu cumpleaños.”Suspiró.”Pero si eso es lo que quieres.”
“Sí, eso es lo que quiero.”Me alegré de que cediese. Me acurruqué contra su pecho, aspirando otra vez su olor.
“Bella ¿podrías hacerme un favor?”Sus dedos se arrastraron por mi espalda de forma lenta, confortable.
“Lo que sea.”
“¿Puedes enseñarme el camino a tu casa? A pie, quiero decir.”Parecía estar avergonzado, aunque no entendía por qué. Me incliné y le besé suavemente los labios, con la esperanza de que desapareciera esa expresión de su rostro. Sonrió contra mis labios.
“Me encantaría.”
El paseo fue silencioso. Solo nos llevó aproximadamente diez minutos mientras caminábamos juntos con cuidado. Su mano sostuvo la mía todo el tiempo, la otra mano sujetaba su bastón. Mirarlo era fascinante. Era más elegante que yo, y eso de alguna forma me hacía sentir celosa.
“Edward, ya hemos llegado.”Dije mientras nos acercábamos a la puerta. Su mano izquierda se alejó de la mía a la vez que tocaba con cuidado. Acerqué mi mano al pomo cuando escuché una risa tonta y un bajo ruido. Nos llegó la voz de Alice.
“¡Oh! ¡Sigue!”
“Ew.”Dije entre dientes, mi rostro se sonrojó.
“Biblioteca, y una mierda.”Edward comenzó a reírse. Le miré confusa, pero no le di importancia.”¿Por qué no volvemos a mi casa?”
“Mientras que dejemos de oír este jaleo, me da igual a donde vayamos.”Me volví sujetando su mano de nuevo. Él re rió otra vez.
Una vez más, fuimos en silencio. No estaba segura de qué decir. Estaba un poco incomoda después de haber escuchado eso y creo que Edward también.
Edward Cullen
Conté cuidadosamente cada paso. Por suerte, el camino era bastante fácil. Solo había que cruzar una carretera, y era una pequeña, para llegar hasta su casa. Incluso tenía un cruce peatonal.
Me pareció escuchar ruido en la casa antes que ella. Escuché golpes y luego un choque.
“¡Oh! ¡Sigue!”Alice parecía estar disfrutando. Entonces me acorde de lo que había dicho Jasper. Comencé a reírme para mí. Cuando un suave ruido salió de la boca de Bella comencé a reírme a mandíbula batiente.
“Biblioteca, y una mierda.”Pensé en voz alta.”¿Porqué no volvemos a mi casa?”
Estuvo de acuerdo, como yo pensaba. Estaba bastante seguro de que la pareja se encontraba en la sala de estar y Bella no quería verlos.
Conté los pasos de nuevo, para comprobar que eran el mismo número. Estaba seguro de que ahora podía llegar hasta ella por mí mismo. Lo que me hacía sentirme mejor.
Cuando llegamos a mi dormitorio Bella rompió el silencio.
“Edward ¿Puedo preguntarte algo?”
“Adelante.”Dije cerrando la puerta. Me senté en mi pequeña cama y me eché hacia atrás. Una gran parte de mi se disgustó debido a que ella no se acercase a mí.
“¿Qué somos?”
“¿Qué quieres decir?”Me incliné hacia su voz. Me parecía que todavía estaba de pie.
“¿Estamos saliendo? ¿Eres mi novio? Quiero decir estamos hablando del futuro y no estoy segura de si solo quieres que seamos amigos. Supongo que podríamos tratar de ser amigos pero no sé-“
Terminé por cortar su balbuceo.”Bella ¿Quieres ser mi novia?”Sé que sonaba un poco formal pero creo que necesitaba escucharlo.
“Sí, quiero.”Se sentó en la cama.”Pero ¿Estás seguro?”
“Bella, mi dulce Bella.”Me acerqué a ella y encontré su cintura.”La acerqué rápidamente, abrazándola todo el tiempo.”¿Estás segura?”
“Sí.”Susurró. Rozó sus labios contra los míos, lo que dejó un dulce sabor en mi boca.
Me tumbé en la cama, poniéndola encima mío. Ella se acurrucó contra mí y así nos quedamos un rato. Ninguno de nosotros habló, no había necesidad de llenar ese silencio. Estábamos contentos y yo era feliz, más feliz de lo que había sido en mucho tiempo.
Jasper volvió al cabo de un rato. Su llave hizo ruido en la puerta.”Oye ¿qué tal en la biblioteca?”
“Estuvo bien, hice un montón de trabajo.”Dijo simplemente, sonando más bien cansado. Bella ocultó su cabeza en mi cuello y comenzó a reir.”¿Qué?”
“¿Cómo esta Alice?”Pregunté educadamente.
“Bien, supongo…”
“Parecía encontrarse bastante bien.”Bella se rio con más ganas contra mi cuello, sus dedos agarraron mis hombros.
“Oh… ¡oh! Oh.”La misma palabra sonó distinta mientras él caía en la cuenta de a que nos referíamos y sobre qué nos estábamos riendo.”Lo siento.”
“¿Debo evitar sentarme en el sofá durante un tiempo?”Masculló Bella en mi piel. Yo me reí volviendo mi cara hacia su cabello.
“Um…”
“EW. Ew, ew. Oh, necesitaré lejía para borrar esta imagen mental tan obscena.”Bella se sentó, el disgusto era evidente en su voz.
Finalmente paré de reir y sujeté su mano.”¿Vas a volver a casa caminado o conduciendo?”
“Caminado.”Sonaba disgustada por las noticias, no quería la información.
“Iré contigo entonces.”
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