Bella
Íbamos en el carro rumbo a la casa de Emmett, ninguno de los dos dijo nada y mucho menos habíamos hablamos de lo que estuvimos a punto de hacer. Era vergonzoso. Lo que menos quería era que nuestra amistad se perdiera por hacer tremenda tontería, eso nunca debió pasar y agradezco a Dios que no pasara. Iba demasiado rápido y eso me hizo pensar que quería llegar lo más rápido posible para hablar con los chicos como yo haría lo mismo con Alice y Rose. Me sudaban las manos y tuve que bajar la ventanilla porque sentía como me ponía mas y mas colorada al recordar lo que estuvo a punto de pasar. ¿Qué les diría a las chicas? Niñas estuve a punto de besarme con mi mejor amigo. Ja eso haría que me condenara a muerte y cavara mi propia tumba, moví mi cabeza de lado a lado y Edward me miro.
-¿Qué te pasa?-pregunto tocando mi mejilla con su mano, su toque me puso nerviosa.
-Nada es solo que…-no supe que decir pero inmediatamente la imagen de Edward y yo casi besándonos fue sustituida por la de Steven-Estoy pensando en Steven, en que me invito a dar una vuelta, tal vez acepte.
Lo mire cuando sentí su mirada clavada en mi, la expresión de sus ojos me reflejaron algo de… ¿Dolor? ¿Eso era? ¿Dolor? No claro que no “Bella deja de imaginarte cosas” me regaño mi conciencia. Esto era ilógico ¿Por qué Edward sentiría dolor? No, no, no…
Siguió conduciendo hasta que llegamos a la grandiosa casa de los Brandon, estaba al norte de Port Angels, escondida claro, a la señora Brandon le encantaba el bosque, lo verde, lo alienígena, todo eso, decía que así se inspiraba y como era de esperarse, su casa estaba en lo mas escondido del bosque, era grande, con tres pisos y de madera. Cuando bajamos del carro caminamos hacia el gran porche que tenia diferentes tipos de plantas, Edward toco el timbre y Monic nos abrió la puerta. Ella era el ama de llaves que se encargaba de Emmett y de Alice mientras su madre estaba ocupada diseñando o en alguna pasarela mientras sus hijos estudiaban.
-¡Bella!-grito la pequeña duendecillo que tenia de amiga y se lanzo a mis brazos.
-Alice-sonreí cuando se separo de mí y saludo a Edward-¿Rose y Jazz todavía no llegan?-pregunte de inmediato al no verlos.
-Aja-contesto-pero me hablo Rose y dice que están a punto de llegar, les dije que pasaran a comprar palomitas.
-A bueno-fue lo único que pude decir y me mecí en mi mismo lugar mientras Alice pasaba a mi lado para caminar hacia la cocina, cuando sentí que Edward se alejaba hacia la enorme sala que tienen los Brandon, seguí a Alice que trataba de alcanzar una caja de cereales de la alacena.
-Bella-dijo y la mire-¿Te pasa algo?-pregunto-Se trata de Edward ¿verdad?
¿Cómo sabia que se trataba de él? hay veces que pienso que mi amiga es adivina.
-Alice, casi nos besamos-sentí como se me coloreaban las mejillas.
-¡¿Cómo?!-grite y corrí para taparle la boca.
-Shh, Alice cállate.
-Cuéntamelo todo-se sentó en la barra y empezó a comer una barrita de cereal.
Le contó lo que hicimos en su casa, como jugamos, como vimos una película y nada hasta ahí fuera de lo normal, todos estaban acostumbrados a ver como nosotros nos divertíamos y ver que estábamos juntos ya no les era extraño. Pero saber que estuvimos a punto de besarnos eso era nuevo para cada uno. Cuando por fin termine de contarle algo Alice estaba demasiado rara para no decir que estaba paralizada y no parpadeaba, me acerque a ella y pase mi mano sobre su rostro, pero nada, entones la sacudí y por fin reacciono.
-Dios Bella que hermoso y también-la frase de Alice se vio interrumpida cuando tocaron el timbre y de pronto apareció Rose y Jasper, este último se acerco a Alice y la beso mientras Rose me saludaba.
-¿Qué te pasa amor?-pregunto Jasper al ver a Alice aun rara.
-Es solo que Bella me estaba contando…
-Que sería bueno que jugáramos Turista Mundial-dije cortando su frase de Alice temiendo en que los demás se enteraran de lo que estuvo a punto de pasar.
Alice solo me miro y se encogió de hombros mientras Jasper hacia una mueca de disgusto y pues no lo culpaba, todos sabíamos que cuando jugábamos juegos de mesa con Emmett, siempre saldríamos perdiendo porque simplemente no se puede contra él. Todos caminamos hacia la sala y sentado observando la televisión, estaba Edward y Emmett jugando videojuegos y viendo un partido de Futbol Americano. Puse los ojos en blanco al ver que no podían dejar afuera el equipo de futbol. Rosalie se puso enfrente del televisor porque no podía captar la atención de Emmett hasta que les desconecto el video juego y se aventó a sus brazos, típico de los noviecitos, Edward se cruzo de brazos y yo lo observe hasta cuando se levanto y camino hacia la cocina. Tal vez lo que habia estado a punto de pasar puede que me tenga confundida y que también haga que lo observe todo el tiempo. Cuando Edward regreso con un vaso de agua, nuestras miradas se cruzaron y sentí como me ponía roja y él se ponía nervioso, se acerco hasta mí y me dio el vaso con agua para que tomara, eso me puso aun más nerviosa.
-Bien entonces hay que jugar Turista.
-¡Yo quiero ser el banco!-grito Emmett y todos gritamos al mismo tiempo un “¡No!”.
Emmett se sentó de nuevo en el sillón con los brazos cruzados y empezó hablar para el mismo mientras fruncía el seño, Edward sonrió y no pude evitar no mirarlo.
Alice y Edward acomodaron todo el juego la gran mesa del comedor y todos comenzamos a jugar, al principio el juego comenzó bien, después se fue complicando tanto que Rosalie termino fastidiándole y termino gritando de fastidio y saliéndose del juego. Jasper estaba de la misma manera pero el aguantaba todavía un poco al igual que Edward que por arte de magia estaba quedándose pobre, no la verdad es que Edward cada vez que veía que perdía por pagarle a Alice o Emmett una propiedad, me pasaba dinero por debajo de la mesa y así nunca me sentía más pobre, era chistoso porque el siempre me ayudaba. Emmett iba como siempre ganando y tenía tantos países como también hoteles y moteles, era un maestro en este juego al igual que su hermana que también tenía muchos países y casi el juego solo estaban ellos dos porque yo apenas contaba con unos pocos países y tan solo dos moteles. Patético es cierto.
-¡Ya me rindo!-dijo Jasper y le entrego sus propiedades al banco como también el dinero.
-Bien cuñadito-dijo Emmett con una sonrisa maliciosa y mirándonos a los demás-Mas países que comprar y el mundo será mío-se carcajeo maliciosamente y todos nos reímos de sus actos.
Entonces el celular de Alice empezó a sonar y se levanto como loca amenazándonos a todos que si hacíamos trampa la pagaríamos comprándole la última colección de no sé que marca. Si claro como si yo pudiera pagar todo ese dinero y más con el sueldo de mis padres.
-Emmett-dijo Edward y lo observe-Toma ya me aburrí así que solo quedan ustedes y espero que Bella-me miro y me sonrió al mismo tiempo que mi corazón latió con ganas-Gane, suerte.
Me quede observando el tablero como si este me hablara y estuviera platicando con él y es que lo que menos quería era que Edward viera lo que me provocaba cuando me miraba y es que ahora estaba más extraña que de costumbre. Me quede así el tiempo posible hasta que escuche como desaparecía y detrás de él iba Jasper, después de eso sentí la mirada de alguien y cuando alce el rostro me sorprendí al ver la cara de niña malo que planea algo en Emmett, era realmente aterrador y también gracioso hasta que regreso mi mejor amiga, Alice brincando como conejo y con una enorme sonrisa en el rostro que todos la miramos.
-¡Wii!, ¡Wii!, ¡Wii!-y seguía brincado y cantando lo mismo.
-Alice quieres callarte, trato de conquistar al mundo intimidando a Bella-la regaño Emmett y se me salió una risita.
-¿Qué sucede Alice?-pregunte un poco preocupada por lo que le hubieran contado y es que cuando Alice actúa de esa forma hay que tener cuidado porque puede tratarse de dos cosas; la primera, Un día de compras hasta saturar una tarjeta de crédito, y la segunda pero no menos importante, una fiesta controlada por ella. Se me puso la piel de gallina al pensar eso.
-Tenemos una invitación al nuevo club “Eclipse” en Port Angels.
-¿Pero ese no es el club de los padres de James?-pregunto Edward.
-Sí y lo que sucede es que trato de comunicarse con Emmett pero mi hermano tiene el celular ocupado y solo le decía “Estas llamando al celular de Emmett Brandon, deja tu mensaje después del tono-después Alice se rio y meneo la cabeza de lado a lado-Solo a Emmett se le ocurre hacer el mismo tonito de Piiii…
Nos carcajeamos y Emmett se rio de el mismo.
-Bueno entonces hay que ir-dijo Rosalie y a mí se me salió el corazón.
-Dirás entonces Alice, Edward y Bella quédense nosotros iremos, ¿No crees?
-¿Por qué Bella?
-Porque ustedes son los únicos que tienen la edad para entrar, recuerden que nosotros somos menores de edad, todavía.
-Hay Bella, Bella-Alice me toco el hombro al mismo tiempo que movía la cabeza de lado a lado-Bella sino pudiéramos entrar, ¿Crees que James nos hubiera hablado para invitarnos?
Diablos eso era cierto y ahora no tenia como escaparme, ciertamente yo no era de esas chicas que salen en las noches con los amigos y mucho menos que se la pasa de fiesta en fiesta ya que yo soy una chica muy seria y… Al diablo todo, no habia forma de salir de esta, así que solo asentí con la cabeza y Alice de nuevo empezó a dar brinquitos, lo bueno era que eso ya no me asustaba.
-¡Hay Dios Santo!-grito Alice y todos nos espantamos-¡Diablos no tenemos tiempo de arreglarnos, demonios!-tomo a Rosalie del brazo y la arrastro hasta mi lado, eso me asusto y más cuando me miro-¡Vamos chicas el tiempo es oro, hay que arreglarnos y ahora chicos ustedes también tienen que verse presentables, mi madre tiene que tener ropa de caballeros, pídanle unas a Monic y Emmett habla con mamá para que puedas tomar.
-Pero Alice yo siento que estoy bien-dije y creo que fue lo peor que pude decir.
-¡¿Qué?!-grito y me miro tiernamente, Oh no por favor la carita de perrito, no por favor-Bella deja que te arregle, déjame-rogo y por dios con esa carita tan tierna que tenia no podía decirle que no así que solo asentí y ella nos arrastro hasta su cuarto.
Y empieza la tortura…
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