Rebeld'Girl (+18)

Autor: konitah
Género: + 18
Fecha Creación: 24/09/2010
Fecha Actualización: 30/12/2011
Finalizado: SI
Votos: 30
Comentarios: 22
Visitas: 127235
Capítulos: 31

Bella es una chica rebelde, qe tras ser expulsada de su antigua escuala en Phoenix, es llevada ala academia Williams, ¿Qe pasara cuando Bella se vea rodeada de fresas sin cerebro?


bueno esta historia pertenese a LunnaCullenHale  bueno yosolo tengo autoriasacion de publicar esta historia espero sus comentarioas para desirle algo sobre lo que ustedes opinan

 

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Capítulo 6: Especial del verbo rara

Los personajes no son míos, son de Stephanie Meyer, solo la trama me pertenece.

Capitulo 6. Especial del verbo rara

Bella POV

Me levante muy temprano en la mañana, tenia ganas de ver a Edward, sobre todo quería ver que cara ponía después de lo de anoche, en una sola noche me había besado con el mismo chavo mas de dos veces, y eso es raro en mi, bueno no es que me ande besando con cualquiera verdad pero después de lo que ese idiota me hizo, decidí empezar una nueva vida, una en donde no me importara lo que la gente diga o cosas por el estilo.

Después de tomar una ducha y ponerme unos vaqueros azules y una playera verde oliva, salí de mi habitación. Había tomado la decisión de conocer la Academia Williams, no me iba a imponer a que Alice o Rose, me lleven a todos lados.

Cuando caminaba por una arbolada, cerca del edificio de las chicas, m tope a un chavo alto, musculoso y moreno; a decir verdad no estaba mal, era mucho más alto que yo, pero era atractivo, no parecía del tipo de los descerebrados de este lugar, así que me acerque a él.

-Hola, me llamo Bella Swan –me presente- ¿Tu eres?

-Hola me llamo Jacob Black –me tendió la mano para estrecharla, y cuando así lo hice, m dio un jalón y me beso. Pero este idiota que se piensa. ¿Qué yo me beso con cualquier estúpido como él? Estaba muy equivocado.

Me zafe de su agarre, pero cuando iba a darle un derechazo, lo vi que cayó al suelo tocándose la mejilla. Aun no lo había tocado, estaba segura. Fije mis ojos llenos de perplejidad en él, en sus ojos se veía la rabia y el enojo contenido, pero no me miraba a mi, mira algo detrás de mi. En eso escuche su voz.

-No la vuelvas a tocar, perro –dijo Edward.

-¿Pero a ti que te pasa, Cullen? –dijo ese idiota.

Ahí fue cuando salí de mi asombro. El que Edward Cullen me defendiera sin si quiera conocerme me dejo impresionada.

-Óyeme, imbécil –dije furiosa al mentado Jacob Black- ¿tu con que derecho me besas?

-Por favor nena, ¿no me digas que no lo disfrutaste?

¿Nena? ¡ ¿NENA? . Este estúpido que se cree.

-Claro que no, estúpido –dije con desprecio. Edward se mantenía callado, solo observaba que haría, eso me enojaba mas, pero no me desquitaría con él, por el momento- ni si quiera te conozco.

-¿Y eso que tiene que ver?- dijo el muy animal- ven para acá.

Me tomo de las muñecas tratando de acercarme otra vez hacia él. De reojo vi que Edward se encaminaba otra vez, pero le demostraría que se me cuidar sola. Di un paso hacia el perro, y levante mi rodilla derecha lo más rápido y fuerte que pude. ¡Justo en medio! El perro solo me soltó a causa del dolor y se tiro al suelo, retorciéndose como vil lacra que era.

-En tu vida, escúchame bien, en tu vida me vuelvas a tocar, idiota –dije apuntándolo con el dedo índice, maña aprendida de una pequeña niña, prima de una amiga mía, la única que tenia en Forks, ahora que me acordaba, tenia que presentarle a Lunna, mis nuevas amigas- o lo lamentaras para toda la vida.

No me contesto nada. Seguía retorciéndose el suelo, así que para rematar, le di un puntapié en las costillas, no se si logre hacerle daño, pero yo creo que si, pues soltó un pequeño siseo.

Edward estaba en shock, no decía nada, solo me mira y luego al idiota retorciéndose en el suelo. Supuse que no me creyera capaz de defenderme, eso me enfureció.

-Y tu… -dije apuntándole- no te metas en lo que no te importa.

Camine a grandes zancadas, no quería verlo aunque en la hace minutos me moría por hacerlo. Pase a su lado y susurre "idiota". Deje a tras a Edward y al estúpido aquel que hasta lindo se me había hecho.

Cuando ya casi llegaba a la puerta del edificio, Edward me tomo del brazo y me volteo, en el jalón que me dio me estampe contra su pecho y casi caigo al suelo del impacto, pero el me sujeto, nos miramos a los ojos en lo que a mi me pareció una eternidad, pero fueron solo unos segundos.

-¿Me puedes soltar por favor?

-¿Eh?... si Claro – contesto Edward muy caballeroso. Pero yo seguía enojada, ese era mi problema, nunca podía agradecer cuando alguien me ayudaba, siempre fui independiente y me valí por mi misma, aun que René siempre estaba conmigo al igual que Charlie.

En cuanto me sentí libre de los brazos de Edward, le metí un puntapié en la espinilla, se miraba chistoso como saltaba sobándose, pero no perdí mi tiempo, salí directa a mi cuarto, pero al llegar al Elevador, Edward me dio alcance.

-¿Por qué la patada? –pregunto aun sobándose, pero yo no iba a dirigirle la palabra, seguía furiosa de que me consideraba tan débil, tan frágil.

-¿No me vas a contestar?

-… -

-Tu lo pediste –pulso el botón de "frenado de emergencia" haciendo que el elevador se detuviera sin si quiera llegar al tercer piso. Caímos al suelo a causa de la parada. Me golpee en la cabeza, pero ya estaba acostumbrada.

-¡Auch!

-¿Te lastimaste?, perdona, deja te reviso –comento Edward acercándose a mi. Empezó a revisar mi cabeza; quería apartarlo, pero no podía, su sola presencia me alteraba; mire sus ojos verdes un segundo, antes de que me mirara. Termino de revisarme, yo ya sabía que no tenia nada, pero no me importo nada, ahora miraba esos ojos verdes tan hermosos, su nariz recta, sus pómulos, su barbilla, todo de él me atraía. Mis ojos siguieron su trayecto hacia su cuello, su manzana me llamaba a morderla, pero no podía, lo acaba de conocer. Volví mis ojos hacia su rostro, pero ahora miraba sus ojos y sus labios alternativamente; Edward hacia exactamente lo mismo. Esto era mal signo, debía pararlo inmediatamente.

-Este… esto es incomodo, ¿te puedes levantar? –dije al ver que Edward no decía nada.

-A si, claro –contesto poniéndose de pie y ayudándome a levantar.

-Gracias – dije sacudiéndome y dándole un zape.

-Eit, ¿Por qué fue eso?

-Por que tú provocaste que me golpeara, ¿o fui yo la que paro el elevador? –dije un poco sarcástica.

-Tienes razón, pero tú no me querías responder –dijo en su defensa, yo solo torcí los ojos y me cruce de brazos.

-¿Qué quieres, Cullen?

Dudo unos segundos, lo supe por que sus cejas casi se juntan, era como si le pusieran una ecuación de Cálculo diferencial (N/A: las que ya pasamos por esto me entenderán u_u') pero al final lo escupió.

-Quiero que seamos amigos.

¿Amigos? Era la primera vez que un chico me decía eso. Por lo regular solo quieren sexo y ya. Pero esto si que era nuevo.

-¿Amigos? –no pude evitar preguntarle eso, simplemente se me hacia muy extraño. ¿Y si Edward Cullen es gay? No, no puede ser. Besa muy bien para ser gay.

-Si me lo permites, claro –dijo un poco apenado, mirando hacia el suelo- me gustaría conocerte.

Era extraño eh de reconocer, pero yo también lo deseaba conocerlo, pero esto me beneficiaba a mí y a mis nuevas amigas.

-Esta bien, Cullen –conteste- invítame algo, desatora este elevador y llévame a comer algo, me muero de hambre. El solo asintió.

Edward activo el elevador de nuevo, y me llevo rumbo a la cafetería. Por los pasillos ya se veían a algunos de mis nuevos compañeros. ¡Puag! Fresas.

Edward se comporto de una manera muy caballerosa, hasta pena me dio por haberle pegado. Tomamos uno par de omelet's que olían deliciosos, unos jugos de naranja y después, con todo nuestro desayuno, caminamos hacia la ultima mesa del comedor, en una esquina muy lejana.

-¿Por qué hasta acá, Cullen?

-Pensé que querías privacidad –dijo algo sonrojado- tu sabes… para platicar y desayunar.

-Ajaa – esa fue mi brillante respuesta.

Desayunamos nuestros alimentos, quería más, pero mejor me contuve. La curiosidad podía más.

-Así… ¿Qué quieres que seamos amigos?

-Este… si, si tu lo quieres también –dijo casi en un murmullo.

- ¿Por qué? –Dije sin pena alguna- ¿Por qué quieres ser mi amigo?

-Bueno… te me haces una chava diferente, especial por así decirlo.

-No querrás decir… ¿Rara? –dije

-Emm… si –dijo Edward.

-Pues gracias eh –dije con una risita sarcástica.

- No me explique, perdón –dijo Edward viéndome directamente- quise decir que eres especial, pero del verbo rara, diferente a las chicas de aquí.

No pude aguantar la risa. No me burlaba de Edward, sino de lo que había dicho, solo una persona me había dicho así, y era precisamente a quien iría a visitar hoy mismo: Lunna.

-¿De que te ries? –pregunto Edward medio enojado.

-Perdona, es que ya me habían dicho eso.

-¿Qué cosa? –dijo Edward receloso.

-Lo de especial del verbo rara –comente- y lo mas chistoso es que fue alguien de aquí. De Forks.

Edward abrió los ojos sorprendido, pero después bajo la mirada, como si estuviera desilusionado.

-Tu novio, supongo. –dijo con la cabeza agachada.

-¿Qué? Claro que no, -conteste a su locura- fue mi novia Lunna.

Algo de lo que dije le impacto, pues levanto la cabeza de golpe y casi se le salen los ojos, lo juro.

-¿Eres Lesbi? –dijo aun horrorizado.

No pude más y solté una carcajada. Era obvio que pensara eso, después de decir que Lunna era mi novia.

-Claro que no –dije aun riendo- a mi me gustan los hombres.

Seguía riéndome de la ocurrencia de Edward, pero el me miraba diferente, con un brillo e intensidad que hasta miedo me dio. Ya no dijo nada, solo me miraba.

-Eso me recuerda que me tengo que ir –dije ya mas serena y levantándome de la silla.

-¡ ¿Qué? ¿A dónde? –Dijo alarmado, levantándose también- pero si todavía no acabamos de platicar.

-Emm… si, ya se… pero voy a ir a ver a mi "novia" Lunna –dije riendo por lo bajo.

-Si quieres, yo te llevo.

-Este… no, Gracias, mejor luego platicamos –dije caminando rumbo a la salida, pero tuve una idea y me paré en seco- ¿sabes que? Mejor si llévame, pero quiero que vengan tus amigos.

Edward me miro sorprendido y decepcionado a la vez, parecia que quería estar solo conmigo todo el tiempo que pudiera, pero eso impedían mis planes.

-Pero, ¿para que lo queremos? –pregunto confundido.

No se si él lo había notado, pero yo si, Edward había dicho queremos algo inusual, pues en lugar de decir quieres había dicho eso, incluyéndose obviamente, como si él y yo fuéramos una sola persona.

-Para algo –me limite a contestarle- solo que necesito que los lleves, ¿Podrás?

-Claro –dijo todavía confundido.

-OK, te espero en el porche en una hora.

-Ahí estaremos puntuales –dijo, creo que mi plan tendría éxito.

Me despedí de él con un beso en la mejilla, sentí una corriente eléctrica en ese contacto, algo me pasaba. Confundida por esa reacción, salí corriendo hacia el cuarto de Alice, sabia de sobra que se pondría como loca, ya antes le había enviado un mensaje de texto a Rose diciéndole que era urgente, que la vería en el cuarto de Alice.

Cuando llegue entre sin tocar la puerta. Rosalie ya estaba ahí, así que agitada por la carrera, cerré la puerta y me recargue en ella, Alice y rose me miraban confundidas, debí haberlas asustado. Con el corazón casi saliéndoseme del pecho les dije:

-Tienen… una hora… para arreglarse.

-Pero, ¿para que, Bella? –dijo Alice confundida.

-Vamos a ir a que conozcan a una amiga mía, la única que tenia en Forks antes de conocerlas a ustedes.

-¿Y esa era la urgencia? –dijo Rose sentándose en el pequeño sillón que Alice tenia en su habitación.

-Claro que no –dije caminando sentándome también el sillón de Alice.

-¿Entonces? –pregunto Alice volteándose y poniendo las manos en sus caderas.

-Lo que pasa es que… Edward nos va a llevar –dije sonriendo- y el llevara a su amigos.

Las chicas gritaron a causa de la emoción. Alice corrió directo a su Closet y Rosalie tras ella.

-¡¿Por que no nos avisaste antes? –dijo Alice desde su armario.

-Pues por que el se ofreció a llevarme, y como yo quería que ustedes conocieran a Lunna, le dije que aceptaba pero que trajera a Emmett y a Jasper. –dije tomando una revista, solapara perder el tiempo mientras ellas se alistaban.

-¿Cómo que el se ofrecio a llevarte? –pregunto Rosalie sacando nada mas la cabeza por la puerta del Closet, al igual que Alice, pero ella mas abajo.

Me miraron interrogativamente, asi que no tuve más remedio que decirles la verdad:

-Es que Edward… -dude no pude evitarlo- quiere ser mi amigo.

Las dos me miraron sorprendidas, pero no dijeron nada, estaban en shock.

-¿Se van a arreglar o se van a ir así? –Dije para sacarlas del shock y para que ya no me preguntaran más- nos esperan en una hora ahí en el porche.

45 minutos después, sorprendentemente, Rosalie y Alice ya estaban arregladas. Rose traía unos vaqueros a la cadera y una blusa que dejaba al descubierto parte de su abdomen, era de color Rojo carmesí, así que contrastaba con su piel blanca y portaba unas zapatillas de punta de color negra, se miraba realmente bien. Alice traía una falda de corte bombacho con una blusa de tirantes color amarilla y unas botas negras que le llegaban arriba de la rodilla y eran de tacón de aguja, Alice era experta de la moda.

Salimos faltando 5 minutos para la hora acordada, y llegamos puntuales. Edward, Jasper y Emmett, ya nos esperaban en el porche, arriba de un gran Jeep color plateado, Emmett era el conductor, así que supuse que era de él.

Se miraban muy guapos eh de confesar, los tres portaban unos vaqueros desgastados, y playeras con estampados, sencillos pero elegantes.

Al mirarnos los tres bajaron del auto, Emmet por la puerta del conductor y los demás por las puertas colaterales.

-Hola chicos, que guapos se ven –dije a modo de saludo.

-Y ustedes no se quedan atrás –dijo Emmett mirando a Rosalie, quien solamente le sonrío.

-Bueno –dije interrumpiendo el momento- ¿nos vamos a ir o nos quedaremos aquí todo el día?

-Claro que no –dijo Jasper sin quitar la vista de Alice- partamos ya.

Emmett se adelanto un poco al Jeep, y le abrió la puerta del Copiloto a Rose, esta casi brincaba de la emoción. Jasper por su parte ayudo a Alice a subir al asiento trasero para enseguida deslizarse él, depuse fue mi turno, pero como el Jeep era muy alto no podía subir bien, pero de repente, sentí unas manos grandes en mi cintura, ayudándome a subir sin ningún esfuerzo; cuando me encontraba cómodamente en el auto y ya íbamos rumbo al centro de Forks, le di las gracias a Edward, quien fue quien me ayudo.

Cada uno por su parte se enfrasco en una plática privada. Rosalie iba muy sonriente junto con Emmett; Alice hablaba con Jasper sobre sus gustos y todo eso; pero Edward y yo, era otra cosa, el me miraba y yo… yo me sonrojaba, así que para romper el hielo decidí cantar.

-¡Eit chicos! –Dije para llamar la atención- cantemos algo ¿no?

-¿Cómo que? –pregunto Edward.

Pensé un ratito, me quería divertir, así que les dije:

-¡Cantemos Soy un Cacahuate!

-Bella –dijo Rose desde el asiento delantero- esa son niñerías

-¿YYYYYYYYYYYY? –Dije encogiéndome de hombros- quiero cantarla.

Así que no tome mucha importancia al comentario de Rose y empecé:

-Soy un Cacahuate ¡si!... vamos canten conmigo.

Al principio se quedaron callados, esperando a ver quien empezaba, pero la única con el valor suficiente como yo fue Alice.

-Soy un cacahuate si!

-Ya ven no es difícil –dije regañándolos- vamos Alice, ¡canta!

Y así las dos cantamos mientras los demás se unían.

Soy un cacahuate ¡si!

Eres un cacahuate ¡si!

Todos somos cacahuates ¡si!

Cacahuate, cacahuate, cacahuate ¡siiiiiiiiiiiiii!

Reímos a todo pulmón, era una canción divertida, aunque casi no me gustaba Bob Esponja eh de reconocer que me divertía esa canción.

-¿Qué, no quieres cantar la de "El Chorrito"? –pregunto Jasper un riendo.

-No, esa no –dije mirándolo con horror- esa canción es pervertida.

-¿La del Chorrito? –dijo Emmett.

-Sip, pero ni preguntes por que, por que te traumas.

Todos se rieron ante mi comentario. Pero no les iba a decir.

-Eres rara –dijo Jasper que estaba aun lado de Alice.

-No –dijo Edward corrigiéndolo- es especial del verbo rara, ¿no es así Bella?

-Pues si, Edward –dije sonriéndole- soy especial del verbo rara, y así me amas.

Eso ultimo se me salio sin querer. Se quedo pensativo pero yo, para romper la tensión me solté riendo. Todos rieron conmigo, al parecer todos dejaron pasar mi comentario, pero yo aun seguía nerviosa. Por fin llegamos al local donde trabajaba Lunna. Extrañaba a esa chamaca, estaba loca como yo, con ella me divertía horrores, era una de las cosas por las que, a veces visitaba a Phil en Forks, para ver a Lunna.

Capítulo 5: Sorpresas. Capítulo 7: Nuevo amor

 
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