Bella Swan
Me moví hacia la parte de atrás de la habitación para que el doctor pudiese hacer su trabajo. No estaba segura de lo que iba a ocurrir pero mi corazón no paraba en su empeño de escapar de mi pecho. Esme y Carlisle estaban junto a la pared más cercana a Edward, pero lo suficientemente alejados para darle espacio. Los ojos de Esme ya brillaban por las lágrimas y yo me pregunté si tendría el mismo aspecto.
Sabía que el médico estaba hablando con Edward pero no podía oír las palabras. Mi sangre bullía de forma ensordecedora, me costaba respirar. Observé cómo le quitaba la venda de alrededor de los ojos con lentitud.
Podía ver los sitios donde el esparadrapo los había dejado pegajosos y algunos hematomas alrededor de los ojos. Su palidez normal parecía casi de un blanco lechoso comparado con el profundo purpura bajo los ojos.
"¿Dime qué es lo que ves?"Preguntó el médico. Las palabras parecieron resonar en la habitación, permaneciendo en el aire como una bomba.
"Yo… Yo…. Yo no lo sé. No es lo mismo. No es negro."Describió Edward lentamente. Ahora sentía que el corazón me iba a estallar. No es negro. Eso era un buen síntoma. Un síntoma muy bueno.
El Dr. Stanley juntó las palmas de las manos."¡Excelente! Muy bien, tengo que ir a visitar a otro paciente, pero volveré en menos de una hora, entonces haremos unas pruebas."
Los ojos de Edward parecían ir a la deriva hacia abajo, ni siquiera seguía la voz del médico. Pude ver en su cara que estaba abrumado. Las manos le temblaban ligeramente.
"Voy a hablar con el médico un minuto. Vuelvo enseguida."Dijo Esme, limpiándose las lágrimas de las mejillas. No estaba segura de si en realidad iba a hablar con el médico o, simplemente, trataba de recomponerse. Carlisle asintió con la cabeza antes de darle unas palmaditas en el hombro a Edward.
"Volveremos."Dijo, dejándonos completamente solos en la habitación.
Los ojos de Edward siguieron perdidos hasta que finalmente se quedaron fijos en su regazo. Levantó las manos un par de centímetros y comenzó a flexionar los dedos. Vi como volvía la mano hacia su dorso. Curvó los dedos cerrándolos en un puño apretando hasta que sus nudillos comenzaron a ponerse blancos y finalmente los relajó.
"Entonces, esta es su apariencia."Dijo para sí mismo, finalmente dejó quietas las manos sobre su regazo.
No pude evitar reírme, aunque salió más como un sollozo roto. Mis nervios estaban agotados y ver esto era… indescriptible. Su cara se giró reflexiva hacía mi voz y entrecerró los ojos, mientras trataba de enfocarme."¿Bella?"
Edward Cullen
En cuanto me quitaron los parches me quedé aturdido. Todo era diferente. No podía describirlo ni queriendo. Sabía que esto debía ser luz y color. Sabía que debía de ser luz y color, pero no estaba seguro, aun no. No estaba seguro de cómo se suponía que debía de ser todo, pero era… borroso. Era la única forma en que podía describirlo. Tal vez mejorase con el tiempo o tal vez no lo parecería tanto cuando supiese lo que estaba mirando.
Oí a mis padres hablar con el médico pero no les presté atención. Estaba demasiado ocupado tratando de concentrarme. Mis ojos buscaron algo que reconociese. Poco a poco, bajé los ojos a mi regazo, donde mis manos descansaban. Las levanté y todo pareció ir a cámara lenta. Sabía como describir las cosas sin el uso de los colores pero jamás podría imaginar algo como esto. Todo era tan extraño.
"Entonces, esta es su apariencia."Dije más para mí mismo que otra cosa.
Bella soltó un sonido medio risa, medio llanto, y volví mi rostro hacia su voz, automáticamente mis ojos intentaron enfocarla."¿Bella?"
"¿Sí?"Preguntó. Me di cuenta de que una de las manchas se acercaba mí, se movía y con cada paso se hacía más y más solida.
Noté como la cama se hundía un poco cuando ella se sentó, su dulce olor me envolvió. Intenté tocarla pero el control parecía escapárseme de las manos. Al principio no me acerqué lo suficiente y después me pasé, tropezándome con su brazo."Perdón."Murmuré.
"No pasa nada. Estoy segura de que pronto lo conseguirás."Me cogió las manos y las puso en su rostro.
Con los movimientos de mis dedos a través de su perfil, las cosas comenzaron a encajar. Sus labios, sus ojos, su nariz, sus mejillas, su frente, su precioso cabello y su dulce sonrisa. Mi corazón comenzó a latir salvajemente en mi pecho. No enfoqué nada más, pero sabía que esto era Bella y ella era mi vida.
"Eres hermosa."Le dije lentamente, con cuidado arrastré los dedos por su piel fina. Bajo ellos noté calor y me di cuenta de que había ocurrido un pequeño cambio, aunque no estaba exactamente seguro de lo que se trataba."Te has sonrojado."Sonreí.
Bajó el rostro."Ya sabes, no tienes nada con lo que compararme. ¿Cómo sabes que soy hermosa?"
"Porque en este momento no hay nada más en el mundo que deseé mirar. Puedo pasar mi vida mirando tu hermoso rostro y sería feliz."Le dije con sinceridad.
Sus lágrimas comenzaron a fluir por las puntas de mis dedos. Cerré los ojos y lentamente acerqué mi rostro al suyo, besando la humedad."Te amo tanto."Susurró.
Me eché hacia atrás y abrí los ojos. Nunca había estado tan consciente de mis ojos."Dilo otra vez."
"¿Por qué?"Preguntó confusa.
"Por qué quiero memorizar como se mueven tus labios cuando dices esas maravillosas palabras."
Sonrió, y me fijé que era la primera vez que lo hacía sin el uso de mis manos. Casi rompo a llorar."Edward Cullen, te amo tanto."Dijo, sus hermosos labios llenos se movieron lentamente.
"Hermoso."Le dije besándola con suavidad. Pasé los dedos por su cabello, mirando cómo se deslizaban mis manos entre sus mechones."¿Crees que esto es amor a primera vista, Bella?"
Ella soltó una risita."Antes no, pero ahora sí lo creo."
"Bien."Le dije sonriendo."Porque yo sí."
No pude evitar tocarle la cara, estudiar sus facciones. Pasar uno de mis dedos sobre sus labios."Rosa ¿casi rojo?"Pregunté.
Su rostro cambió de tono y comprendí que se había sonrojado otra vez. Me reí entre diente para mis adentros, complacido por su reacción. Con un poco más de fuerza de la que quería, apreté mis labios contra los suyos, mi percepción de profundidad no era la correcta. Ella sonrió contra mi boca y susurró."Ten cuidado."
Asentí con la cabeza lentamente y envolví mis dedos en su cabello, acerqué sus labios a los míos con firmeza. Con la otra mano toqué su rodilla, para que ella se pusiese a horcajadas sobre mi cintura. Fue difícil no cerrar los ojos y relajarme con nuestros movimientos maravillosos y familiares pero quería estudiar todas sus facciones mientras la besaba.
Escuché abrirse la puerta, unos pasos se detuvieron abruptamente."Oh, lo siento."Dijo mi madre. Pude oír en su voz que estaba avergonzada, pero no disgustada. Ella sonaba complacida."Carlisle ¿por qué no vamos a por una taza de café?"
La puerta volvió a cerrarse, Bella se apartó lentamente."Tengo que ir a buscarles. Te estoy monopolizando."Intentó levantarse, pero yo la mantuve en su sitio.
"Espera un segundo, por favor."Le pedí suavemente. Se volvió a sentar en mi regazo, puso la manos sobre mis hombros."Ellos lo entienden."
"No es justo-"Intentó decir algo más pero yo la corté con mis labios, besándola con todo el amor y la pasión que podía reunir. Mis brazos la rodearon con fuerza, abrazándola."Edward…"
"Déjame hacer algo muy rápido, entonces podrás ir a llamarles. Por favor."De forma increíblemente lenta pasé la punta de mis dedos por su nariz, trazando sus delicadas curvas. Estaba ligeramente preocupado por si accidentalmente le metía un dedo en el ojo pero necesitaba sentir su piel. Intenté mostrar más confianza de la que en realidad sentía. Me pregunté si habría pasado por todas partes.
Bella Swan
Él me puso en su regazo y nuestros labios chocaron. Me sentía como si estuviese en el cielo. Nunca sentiría más amor y deseo del que notaba en este momento. La forma en la que me tocaba, me parecía que él estaba nervioso pero era algo dulce y sensual todo al mismo tiempo.
No escuché abrirse la puerta, pero sí a Esme."Oh, lo siento. Parpadeé mirándola alejándome ligeramente de Edward. Ella tenía una gran sonrisa en la cara. Carlisle, iba detrás de ella, boquiabierto asimilando la escena."Carlisle ¿por qué no vamos a por una taza de café?"Le cogió del brazo y tiró de él hacia la puerta. Ella me guiñó un ojo mientras sacaba a su marido de la habitación. No pude evitar ruborizarme.
Intenté levantarme pero las manos fuertes de Edward me mantuvieron en el sitio, sujetándome contra su cuerpo."Tengo que ir a buscarles. Te estoy monopolizando."
"Espera un segundo. Por favor."Dijo con la voz más suave, y automáticamente me relajé en su regazo, sinceramente no quería levantarme…"Ellos lo entienden."
"No es justo-"Traté de decirle pero él me ignoró. Cerré los ojos mientras sus manos sujetaban mi rostro para acercarme más a él. Sus labios aplastaron los míos otra vez, con más firmeza de la que probablemente sentía, pero era asombroso. Noté sus pestañas batiendo contra mi cara mientras intentaba mirarme. No pude evitar tratar de echarme hacía atrás. Era como si le viese por primera vez."Edward…"Suspiré su nombre, incapaz de decir otra cosa.
"Déjame hacer algo muy rápido, entonces podrás ir a llamarles. Por favor."Imploró tranquilamente. Él sabía que conseguiría cualquier cosa que quisiese si hablaba conmigo de esa forma. Me mordí el labio inferior mientras él me tocaba la nariz tan suavemente como jamás lo había hecho. Su dedo siguió viajando por mis ojos, aprendiéndose cada centímetro de mi cara. Si se tratase de otra persona seria muy consciente de todo pero con él me sentía simplemente adorada.
"¿Qué quieres hacer?"Le pregunté imitando sus actos. Pasé lentamente la punta de mi dedo por sus labios, no pude evitar sonreír cuando los besó, una sonrisa que él me devolvió.
"Isabella Marie Swan, te quiero con toda mi alma. Algún día quiero contarles a nuestros hijos cuanto amé a su madre aun antes de haberla visto. Si me muriese en este momento, sería el hombre más feliz de este lado del planeta porque he sido lo suficientemente afortunado para mirarte. Tú me has dado el regalo más grande que jamás pude soñar: tu amor y la felicidad que me aportas. En este momento no tengo ningún anillo que ofrecerte pero tengo mi corazón y estoy dispuesto a dártelo si me dices que te convertirás en mi mujer."Me dijo sin apartar por un momento sus ojos de los míos. Claramente estaba buscando algo en ellos, y me pregunté si lo había encontrado porque sonrió con dulzura.
Me pregunté si mi mandíbula había golpeado el suelo, no podía recordarlo, lo que sí recordaba es haberla cerrado con un chasquido. Esto no era lo que me había esperado. No sabía lo que esperar. Tragué y dejé que mi corazón se relajase."Edward ¿necesitas preguntármelo?"
"¿Eso es un sí?"Sonrió con su mejor sonrisa torcida, sus hermosos ojos verdes chispearon.
Lo había entendido y le besé profundamente, asintiendo levemente antes de capturar sus labios en un apasionado beso. Él me acercó más y tuve que levantar las rodillas un poco por encima de él. Besé suavemente cada parte de su cara."Sí, Edward Cullen, me casaré contigo. Sí. Sí. Sí."Le di un beso después de cada palabra, casi riéndome de lo feliz que estaba.
Oí un fuerte chillido y la puerta se abrió con un suave estallido."¡VAIS A CASAROS! ¡YA ERA HORA!"Dijo Alice con fuerza, llevando una vez más otra cesta de mimbre en sus brazos.
"Hola a ti también, Alice."Dijo Edward con una pequeña mueca, sin apartar la mirada de mí.
"Lo siento, intentamos dar la vuelta pero tan pronto como dijiste que sí, fue como si tirases de la correa de un perro."Se disculpó Jasper. Le dio la mano a Edward."¿Cómo te sientes?"
"Increíble. Dolorido. Feliz. Asustado."Se rió entre dientes, jugando con los mechones de mi cabello. Casi era como un gato jugando con un trozo de hilo.
Y finalmente aparté la mirada de mi guapo prometido y miré a sus padres que sonreían desde la pared más cercana."Hola."Dije sonriendo."Me imagino que también lo oiríais."
"Por supuesto."Sonrió Carlisle."Hijo, eres encantador."
Él se rió entre dientes y parecía que se le iba a partir la cara de tanto sonreír."No dije ninguna mentira."
Al final apartó los ojos de mí y miró hacia su padre. Suspiró y sonrió mientras él le devolvía la mirada. Lentamente me aparté de su regazo y me senté a su lado. Su madre se acercó y le dio un gran abrazo abarcándome también a mí."¿Cómo ves el mundo ahora, querido?"Le preguntó sonriendo levemente.
Él se giró hacia mí y suavemente pasó los dedos por mi mejilla, acariciándome con cuidado."Hermoso."
Fin
Sniff Sniff....Queda el Epilogo!!!
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