Bella Swan
"¿Por qué tardan tanto?"Pregunté. Miré el reloj, por tercera vez en tres minutos. Solo eran las once. Sabía que me estaba impacientando, pero no me importaba. Estaba preocupada.
"Bella, no te preocupes. Generalmente las operaciones duran entre dos y cuatro horas."Dijo Carlisle suspirando. Sabía que él estaba tan impaciente como yo.
Yo seguía sentada en la cama del hospital con Esme y Alice, además Rosalie se había unido a nosotras. Emmett y Jasper jugaban a las cartas, mientras Carlisle leía el periódico. La televisión estaba encendida, pero yo no sabía qué estaban echando. En realidad no estaba prestando ninguna atención.
"¿Por qué no comes algo?"Me ofreció Alice.
Yo me encogí de hombros. Tenía hambre pero me preocupaban las mariposas que sentía en mi estómago. Ella vio que dudaba y me sonrió.
"Tengo algo de sed. Bella, ¿por qué no me acompañas a la cafetería y compramos un refresco?"Se ofreció Jasper, bajando sus cartas.
"Claro. Por qué no."Suspiré."Compraremos bebidas para todos."
Tras aclarar lo que querían fuimos a la planta baja. Jasper me rodeó fuertemente los hombros con un brazo, llevándome al ascensor."Sabes que todo va a salir bien ¿no?"
"Sí, solo estoy preocupada."Dije a la vez que inclinaba la cabeza contra su hombro.
"Es comprensible, pero tienes que ser fuerte por Edward, y sus padres. También están preocupados. Todos lo estamos. "Me dio un besito en la cabeza, de forma fraternal."Eres una chica valiente."
"No me siento así."Admití.
En ese momento estábamos haciendo cola. Había comenzado la hora del almuerzo por lo que el sitio estaba un poco lleno por los médicos y las enfermeras. Jasper cogió todas las botellas que nos habían encargado, las puso sobre una bandeja a la vez que se acercaba hacia la caja."Bella, Edward te ama por muchas razones. Él siente que eres una persona muy valiente, muy generosa y yo estoy de acuerdo con él."
"¿Qué me hace tan valiente?"
"Eres valiente porque sales con un hombre con el que muchas mujeres no podrían salir, simplemente porque no son capaces de ver más allá de su discapacidad. Edward es un chico normal, poca gente ve eso. Exteriormente es distinto así que mucha gente le rehúye. Estúpidos y cobardes. ¿Has pensado en eso alguna vez?"Me preguntó antes de pagar los refrescos. Yo estaba completamente anonadada. Puso las bebidas en una bolsa y me cogió de la mano.
El viaje en ascensor fue silencioso mientras el continuaba sujetando mi mano de forma tranquilizadora. Cuando llegamos a la habitación Alice lo había organizado todo para que pudiésemos comer. Ella nos sonrió alegremente A Jasper y a mí. Fui hasta ella y la abracé con fuerza."Jasper es un gran chico."Susurré en su cabello.
"Lo sé."Me contestó sonriendo.
Casi en el mismo momento en el que nos sentamos entró el médico. Pegué un bote en mi silla como si pensase que Edward iba a entrar tras él. Sabía que era estúpido pero no pude evitarlo.
"Bien, en estos momentos ya ha salido de la operación. Todo ha ido bien."
"¿Tuvieron que forzar mucho?"Preguntó Carlisle, su rostro estaba serio.
"Lo hicimos, pero estoy bastante convencido sin embargo de que ha sido un éxito."Dijo el doctor, su expresión era tan grave como la de Carlisle.
"¿Qué pasa con su vista?"Pregunté tranquilamente.
"No estaremos seguros hasta mañana. Es algo que solo el tiempo dirá."Dijo suspirando profundamente."Se quedará en recuperación dos horas y luego le traeremos aquí. Va a necesitar reposo."
"Gracias. Lo entendemos doctor."Dijo Esme dándole la mano al médico antes de que se marchase. Ella se acercó a mí y me pasó un brazo por los hombros."Ves, no hay nada por lo que preocuparse."
Asentí con la cabeza. En realidad estaba cansada de que todos me dijesen que no había nada por lo que preocuparse y que todo iría bien. Nada iba a cambiar la forma en la que me sentía hasta que viese a Edward y me encontrase en sus brazos.
Todos comieron en silencio, incluso Emmett que era el más locuaz del grupo. En realidad yo apenas saboreé la comida. Me encontraba demasiado ocupada pensando. Después de comer eché la cabeza hacia a tras apoyándome en el respaldo de la incómoda silla de plástico y cerré los ojos. No sé cómo pude dormirme, pero lo hice.
Me despertó un fuerte chirrido. Abrí los ojos y dirigí la mirada hacia la cama de Edward. No estaba. La sacaban por la puerta. Me volví hacia Esme, inquiriéndole en silencio. No estaba lo suficientemente despierta como para preguntárselo con palabras.
"Van a traerle."Me cogió de la mano y me dio un apretón.
Diez minutos después atravesaron la puerta. Su piel estaba totalemtne pálida y la venda tapaba demasiado de su hermoso rostro. Tras ponerle los frenos a la cama me acerqué y le cogí de la mano.
"¿Está despierto?"Le pregunté a Esme tranquilamente. Sabía que ella tampoco podía responderme así que no sé porqué me molestaba en preguntar.
"¿Bells?"Preguntó tranquilo, giró la cara en mi dirección.
"¿Si?"Me incliné más cera, llevando su mano a mis labios.
"No siento la cara."Murmuró.
No pude evitar reírme con nerviosismo."No puedo imaginarme por qué."
"Además de tener la cara dormida ¿Cómo te sientes?"Preguntó Emmett, situándose al otro lado de la cama.
"Cómo si me hubiese golpeado un camión."
"Entonces ¿no demasiado mal?"Dijo Jasper riéndose entre dientes, palmeándole el hombro.
"Así es. Estoy seguro de que me he sentido peor en otro momento."Sonrió ligeramente, dejó caer la cabeza en mi dirección."¿Cómo estás?"
"No te preocupes por mí."Le dije apoyándome con cuidado para besarle.
"Siempre me preocupo por ti."
Rosalie se acercó a la cama con el animal de peluche que había comprado."Oye, guapo. Tengo algo que te hará sentir mejor."
"¿Qué es? ¿una inyección de morfina?"
"Mucho mejor que eso."Le puso el peluche entre el brazo y el torso, para que se sujetase bien."Es un león de peluche. Por alguna razón me recordó a ti."
Levantó el brazo un poco y acarició la melena del peluche."Gracias, Rose. Es muy dulce."
Miré a Carlisle y Esme la mirada de ambos rebosaba amor mientras observaban a su hijo. Me di cuenta de que aun no habían dicho nada. Simplemente articulando las palabras le pregunté a Esme si estaba bien. Ella asintió moviendo la cabeza perezosamente.
"Hola cariño."
"Hola mamá."Sonrió un poco."Hola papá ¿qué tal?"
"Estoy bien. ¿Por qué no te tomas una siesta? Pareces cansado."Respondió.
"Solo si Bella se echa conmigo."Replicó, la voz de Edward sonaba pesada. Miré a Carlisle para ver si lo aprobaba. Él asintió con la cabeza. Me arrastré a su cama sin decir nada y coloqué la cabeza en su pecho duro. Su corazón latía contra mi mejilla mientras uno de sus brazos, el izquierdo, envolvía con fuerza mi cintura. Murmuró algo debido al placer que estaba sintiendo. Yo me sentía exactamente de la misma manera.
Edward Cullen
No sabía qué hora era pero sentía una mano sacudirme el hombro."Cariño, vamos a volver al hotel a dormir un poco. Los demás ya se marcharon a casa. No querían molestarte."Me susurró mi madre junto a mi oído.
Asentí ligeramente con la cabeza, con una extraña sensación y me di cuenta de que tenía vendada la piel. Notaba un cómodo peso en mi lado izquierdo y comprendí que se trataba de Bella, su pelo me hacia cosquillas en el brazo. Respiraba profundamente y supe que estaba adurmiendo.
"Dales las gracias por haberse quedado. Sois los mejores."Les dije a mis padres. Los dos me besaron la cabeza y me desearon buenas noches. Cogí la manta y arropé mejor a Bella.
No me dolía, por decir algo. Sabía que estaba incómodo y no estaba seguro de si era por el extraño vendaje o si el dolor se alimentada de la aguja intravenosa que en verdad estaba haciendo su trabajo. Supuse que serian las drogas.
Mi estómago gruñó y yo le devolví el gruñido. No tenía mucha hambre, o al menos no me apetecía comer. Además, no quería despertar a Bella. Me encantaba saber que estaba tan cerca de mí. No podía imaginar el tratar de pasar un par de días sin ella.
Enredé los dedos en su cabello, con lo que me llevé un par de mechones a la nariz. Olía tan dulce como siempre. Suspiré y me incliné para darle un suave beso en la cabeza. Hubiera besado sus labios, pero tenía la sensación de tener la boca llena de algodón. Ni siquiera me podía imaginar cómo sabría. Brevemente me pregunté si habría traído un cepillo de dientes. Lo dudaba.
"Mm, hola guapo."Susurró contra mi pecho, girando levemente en mis brazos."¿Cómo estás?"
"Bien, algo hambriento."Dijo con sinceridad.
Se incorporó un poco."Bien, son las nueve. Puedo darme prisa y comprarte algo para comer."
"No tienes que hacerlo."Le dije, tenía hambre pero no quería que se alejase de mi lado.
"Quiero. Quiero hacer algo por ti. Es viernes por la noche así que todo está abierto hasta tarde. Elige. ¿Te gustaría tomar sopa o crees que te las puedes arreglar con algo más sólido?"Preguntó dulcemente, las puntas de sus dedos bailaron por mi brazo.
"¿Tienes hambre?"Le pregunté tratando de que pasase el tiempo.
"Un poco. Comí un sándwich de pavo hace unas nueve horas."
"Bueno, entonces compra lo que quieras."Le dije encogiéndome de hombros."Sabes que estaré de acuerdo con lo que sea."
Ella rió levemente."Deja de ser tan cabezota y dime qué quieres."
Suspiré audiblemente."No soy cabezota."
"Mentira. Sé lo que estás haciendo. No me llevará mucho tiempo ir a por la comida. Cuanto más rápido escojas algo antes volveré."Tiró de un mechón de mi cabello. Sonreí para mis adentros. Me encantaba lo bien que me conocía.
"Bien, bien."Me reí entre dientes." Chick-fil-a ¿Te parece bien?"(n/t: el Chick-fil-a es una cadena de restaurantes de comida rápida)
"Suena bien ¿qué quieres?"
"Um, el numero uno con un Dr. Pepper (n/t: es un refresco). ¡Oh! ¿Puedes traer también un batido de chocolate?"Hice un puchero medio en broma.
"Por supuesto, tonto."Se inclinó y apretó los labios en los míos."Volveré en treinta minutos. Te amo."
"Yo también te amo. Y, gracias."Le dije mientras se marchaba.
"Es un placer."Dijo antes de cerrar la puerta. Pude sentir la sinceridad en sus palabras.
Me senté en la cama, esperándola. La puerta se abrió más tarde sin que hubiesen pasado ni cinco minutos."Bella, ¿se te ha olvidado algo?"
"No, no soy Bella."Dijo una mujer."Soy Barbra y esta noche seré tu enfermera. Solo necesito revisar unas cosas y te dejaré solo."
"Oh, bien."Dije en voz baja.
"¿Bella es tu esposa?"Preguntó para darme conversación.
"Lo será."Dije sonriendo.
"Me parece que los chicos que había aquí antes estaban realmente preocupados. Nunca había visto tanta gente metida dentro de una habitación antes, de verdad. ¿Eran todos familiares tuyos?"Preguntó.
Me reí entre dientes."Sí, lo son."
"Bueno, tienes una familia muy cariñosa."
"Lo sé."Sonreí."¡Oh, deberíamos haber preguntado esto antes! pero ¿puede Bella comprarme algo de comida?"
Ella se rió entre dietes."Claro. Depende de ti, si sientes que vas a poder tragar. Estaba a punto de darte otra dosis de morfina por lo que puede que te sientas un poco mareado. ¿Quieres que no te ponga demasiado para qué puedas comer tranquilo?"
"Sí, por favor. Tengo hambre."Le dije con gratitud.
Poco después Bella apareció con la comida. Se puso a mi lado y comenzó a sacar las cosas para mí. Me entregó el bocadillo de pollo envuelto en una servilleta. Le puso mayonesa donde a mí me gustaba. Le di un gran mordisco y suspiré complacido por lo deliciosamente grasiento que estaba.
"¿Está bueno?"Dijo soltando una risita mientras me ofrecía un gofre.
Asentí con la cabeza, ignorando el tirón del esparadrapo."Gracias."
"Cuando quieras."Descansó la cabeza contra mi hombro. Oí que le daba un fuerte sorbo a algo, luego me lo ofreció a mí. Atrapé la pajita con los labios y bebí el batido. Me alivió un poco la garganta seca.
Después de nuestra pequeña cena, Bella se acurrucó a mi lado. Su pie descalzo me rozó las piernas, puso el muslo sobre mi regazo. La rodeé con el brazo, apretándola contra mí. Pequé un respingo por el dolor y traté de ocultarlo enterrando la cara en su cabello.
"¿Estás bien?"Preguntó, la preocupación teñía su hermoso tono.
"Me duele un poco."
"¿Hay algo que pueda hacer?"
"Distráeme."Dije tras un minuto. Yo no sabía lo que quería que hiciera o si realmente podía hacer algo. Pero valía la pena intentarlo.
Ella se revolvió un poco y colocó la mano en mi nuca. Comenzó a darme suaves masajes, los dedos recorrieron el cabello de la parte de atrás de mi cabeza. Acercó los labios a mi oído y comenzó a tararear algo. Se trataba de un sonido relajante. No tenía ni idea de lo que era, pero no importaba. Era hermoso porque venía de ella. Apoyé un lado de mi cara en su hombro, girándome para besarla de vez en cuando. No me llevó mucho tiempo dormirme.
Bella Swan
Me desperté cuando alguien me tocó el hombro. Miré hacia arriba y vi a Esme sonriéndome."Hola querida."
Me incorporé un poco, mi espalda crujió en varias ocasiones. Tenía el cabello pecado a la cara y estaba bastante segura que en algún momento de la noche había babeado encima del pobre Edward."Hola…"Murmuré tratando de encontrar mi voz.
"¿Una noche dura?"Se rió entre dientes Carlisle, me dio un envase con zumo de naranja. Caí en la cuenta que había una bolsa de Burger King encima de la mesa. La boca se me hizo agua.
"La cama es incómoda."Respondí con sinceridad.
""Ojalá que mañana puedas dormir en tu propia cama. Esperamos que tengas hambre porque no estábamos seguros de si te gustaría lo que hemos escogido del menú."Se encogió de hombros y sacó las cosas.
"Soy fácil de complacer. Tomaré cualquier cosa. Gracias."Le sonreí. Me incliné sobre Edward y le susurré."¿Estás hambriento? Tus padres han traído el desayuno de Burger King."
Murmuró algo y se dio la vuelta."¿Tienes un croissant de jamón y queso?"Preguntó.
"Bañado con mermelada. Por supuesto."Dijo Esme soltando una risita y me entregó el sándwich a mí. Edward se incorporó y sonrió.
Hoy, mientras comíamos, fuimos mucho más habladores. Fue una conversación fácil acerca de nada pero era mucho mejor que el silencio. Edward comió dos bocadillos y medio terminándose la mitad de uno de los míos cuando yo ya no pude más. Me di cuenta de que Carlisle hacia lo mismo me pregunté si me encontraba en una familia que comía como cerdos y no engordaban nada. Estaba celosa.
Para terminar Carlisle se bebió un café."¿Notas alguna diferencia, Edward?"Le preguntó sin venir a cuento.
Mi corazón comenzó a latir salvajemente a la vez que me giraba para hacia Edward esperando su respuesta. Intenté tragar pero tenía la boca y la garganta secas. Toda la tranquilidad de mi cuerpo pareció esfumarse mientras quería una respuesta.
"No te lo sabría decir."Dijo encogiéndose de hombros.
Mi corazón se hundió en mi estómago y sentí como si fuese a romperme en lágrimas de un momento a otro. Carlisle lo advirtió y me sonrió."Eso no es anormal. La mayoría de las personas no pueden decirlo hasta que no les quitan la venda."Hablaba con Edward pero se dirigía a mí.
Las lágrimas aun amenazaban con fluir. Miré el reloj y vi que eran las diez de la mañana. El médico no vendría hasta pasado el medio día."Edward, voy a ir a casa para darme una ducha y cambiarme de ropa. ¿Te parece bien?"Intenté decir tranquilamente.
Su expresión cambió. Sabía que él podía notar mi tensión."¿Estás bien?"
"Sí, lo estoy. Me siento algo violenta ahora mismo. Necesito bañarme."Traté de alejar la preocupación. Me incliné y le di un besito en los labios."Volveré antes de la comida ¿quieres que te traiga algo?"
"Un cepillo de dientes y pasta dentífrica."Dijo con una sonrisa tímida.
"Bien. Volveré pronto."
Salí precipitadamente de la habitación, más rápido de lo que debería. Una vez que llegué a los ascensores me detuve y me incliné contra la pared. Las lágrimas comenzaron a fluir con fuerza y bajaron por mi cara. Un par de brazos fuertes me rodearon desde atrás."Calma, no pasa nada. Como dije, es normal. Aun no lo sabemos."Me dijo Carlisle.
"Pero, ¿y si no funciona? Será culpa mía…"Sollocé.
"Él escogió hacerlo, Bella. Él lo hizo. Tú has podido estar a lo largo del camino, pero él tuvo la opción de poner fin a todo esto en cualquier momento. Si el está bien tu deberías estarlo."
Asentí lentamente, tratando de recomponerme. Me mordí el labio, avergonzada por mi arrebato.
"Ve a casa, dúchate y cámbiate de ropa. No has dormido bien y han sido dos semanas muy estresantes. Todo estará bien, te lo prometo."Dijo sonriendo. Apretó firmemente los labios en mi frente. Pulsó el botón del ascensor para mí y las puertas se abrieron."Si necesitas algo, llámame."
"Gracias, Carlisle."Dije con una sonrisa pasada por agua.
Edward Cullen
"¿Está bien?"Le pregunté a mi madre sintiéndome completamente impotente.
"Solo está preocupada por ti. Creo que se sentirá mejor después de una ducha."Me informó. Estaba sentada en la cama junto a mí, yo tenía la cabeza apoyada en su hombro."Tienes una buena chica."
"Lo sé."Dije suspirando.
Debí volver a dormirme porque un beso me despertó."¿Sabes? Necesitas esto."Ella me entregó mi cepillo de dientes riéndose.
Le saqué la lengua antes de salir de la cama. Entré en el cuarto de baño para cepillarme los dientes con rapidez. Tan pronto como empecé oí al médico entrar en la habitación."¡Buenas tardes! ¿Dónde está nuestro paciente estrella?"Preguntó como si yo tuviese diez años. Gemí para mis adentros. Sabía que debía darme prisa pero no quería. Tenía miedo.
Cuando ya no pude retrasarlo más volví al cuarto. Me dirigí a la cama y me tumbé.
"¡Aquí estás! ¿Listo para quitarte las vendas?"Preguntó alegremente.
"Tan preparado como puedo estarlo."Le dije con sinceridad.
"Bien, quédate quieto."Me incliné contra el cabecero de la cama que estaba casi en vertical. Tiró de las vendas y pude oír los tijeretazos. El estómago comenzó a revolvérseme, un sabor desagradable llenó mi boca. Me alegraba no haber comido hace poco porque si no lo hubiese echado todo.
Sentí que me quitaba la gasa, el aire fresco me rozó la piel caliente. Respiré hondo mientras parpadeaba.
"Bien, ¿dime qué ves?"
Solo queda un capitulo mas y el Epilogo...el proximo cap lo publicare el lunes o el martes :D porque me voy de monitora de un campamento y no estare en todo el fin de semana :(
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