Pov Gianna.
Los gritos cesaron al poco de unos minutos. El horror me invadía, durante unos momentos deje de ser la presa y me convertí en la cazadora. La culpabilidad me azotaba con fuerza y con rabia; pero; ¿acaso podía hacer algo? No – dijo mi mente – no podía hacer nada, yo elegí esta vida, con sus pros y sus contras, y este contra era uno de ellos. Intente alejar lo máximo posible todo rastro de culpabilidad. Ya no se podía hacer nada. Me recosté en la cama de Alec y me deje llevar por cualquier pensamiento que viniese a mi mente. Mi infancia.
Apenas había disfrutado de ella, desgraciadamente todo se terminó aquel fatídico día – 2 de junio de 1997 – aquella madrugada en la cual mis padres murieron. Nunca vi los cuerpos, me dijeron unos años más tarde que estos quedaron completamente irreconocibles tras el accidente, solo sabia que había sido un accidente; nada más; no supe las causas de su muerte. Un accidente. Años más tarde cuando mi mente había madurado intente buscar algún tipo de información, pero no encontré nada, era como si nunca hubiesen existido. Me pareció raro y a decir verdad me seguía pareciendo raro además no tenía parientes cercanos con los cuales poder hablar sobre el tema, sacarles algo de información; pero no tenía a nadie. Desde ese momento empecé a buscarme la vida, me trasladaron a un orfanato, pero aquel orfanato era peor que el mismísimo infierno, tres años después me escape y empecé una nueva vida, llena de confusión, con miles de preguntas que buscaban respuesta y desde esos instantes hasta ahora no había encontrado nada.
Desde siempre sentí que era una persona, por así decirlo, rara. Fuera de la sociedad en la que vivía, como si no encajase, tal vez porque el destino tenía algo exclusivo para mi o – un suspiro salió de entre mis labios – no había nada más después de ese ‘’o’’.
Miré al techo enarcando una ceja; ¿Por qué no lograba encajar en la sociedad y si tenía que encajar en este mundo sobrenatural?
En ese instante un escalofrío recorrió mi cuerpo, sentía como alguien me observaba, y ante dicha mirada me deje llevar catorce años atrás; aún mis padres seguían vivos; aproximadamente faltaban unos pocos meses para que se produjese ese incidente. En aquellos tiempos me sentía observada, como si una presencia extraña no apartase la mirada de mi, esperando a que pasara el tiempo y que llegase el momento para sacar provecho de mi. Recuerdo las veces que le dije eso a mi madre y las veces que ella me decía que eran imaginaciones mías.
Flash-Back.
El reloj marcaba las 20:30 de la tarde o más bien de la noche, ya que el cielo estaba cubierto por una espesa capa de oscuridad. La noche.
Me encontraba en la habitación observando por mi ventana como cada gota de agua de lluvia se precipitaba por esta llegando al fin de su camino. Me gusta observar la lluvia, siempre me había atraído. Completamente absorta la ventana y pude ver como una sombra pasaba rápidamente por el exterior. Un cosquilleo me recorrió todo el cuerpo – todas las noches la misma historia – aquella sombra que se desvanecía en el exterior dejándose ver por la ventana – como siempre fui corriendo hasta la cocina, en la cual se encontraba mi madre. Al verme su hermoso rostro adquirió felicidad.
- Mami – dije completamente asustada
- ¿Qué paso mi amor?
- La vi otra vez; la sombra – dije mientras me aferraba a sus piernas – ha vuelto y me persigue
- Cariño, ¿Cuántas veces te dije que no vieses películas de misterio?
- Que es verdad mami, yo lo vi. Esta fuera, en el patio
- No digas tonterías
- Que es verdad – dije llorando
- Le diré a papi que salga fuera y que lo compruebe; ¿de acuerdo? – me dijo resignada
- Se podría quedar toda la noche fuera, algunas veces me despierto y sigo viendo a esa sombra por la ventana, tiene los ojos rojos, me da miedo.
- Gianna – dijo mi madre – vete a la cama, que ya es tarde para ti. Además tienes escuela mañana y debes descansar
- Pero; ¿le dirás a papi que vigile? – termine por preguntarle haciendo un puchero
- Claro. Venga vete a la cama – y dicho esto me dio un beso en la mejilla.
De nuevo asustada me dirigí hacia la habitación. Temblorosa me acerqué a la ventana e intente captar algo sospechoso, pero no vi nada. Sentí como el sueño venía a mí, pero antes de caer en los brazos de Morfeo percibí como un viento frío venía de la ventana. La habían abierto desde fuera.
Fin Flash-Back.
Un grito ahogado me sacó del trance.
- ¿Gianna? – preguntó alguien desde el pasillo. Inmediatamente este alguien entro en la habitación de Alec y se sentó a mi lado cogiéndome de la cintura.
Aturdida guié mi mirada a la persona que estaba a mi lado. Unos ojos color rojo carmesí me miraban preocupados. Santiago.
En cuanto capté su mirada el miedo y el aturdimiento del pasado centellaron en mí.
- ¿Te ocurre algo? – preguntó mientras tocaba mi mejilla, pero enseguida le aparte su mano de mi rostro.
Me levanté apresurada de la cama. Tenía que salir de este lugar, sentía como mi mundo se descolocaba totalmente.
- Espera Gianna – dijo mi acompañante agarrándome del brazo - ¿Qué te ocurre?
- Necesito irme, necesito… - y no terminé mis palabras, ya que mi mente me mando una señal, alejarme de el.
Empecé a correr por los pasillos del castillo, intentando olvidar el pasado, el cual estaba presente en estos momentos.
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