Pov: Tanya
Iba recorriendo la carretera rumbo a la central, todo era verde y eso me estrezaba, sabía cuanto faltaba para llegar pero el hecho de tan solo ver verde y nada más me ponía ansiosa y tensa, de pronto entre los árboles se habrió paso la vista de los autobuses y ahí a lo lejos vi a Paul estaba a punto de subirse, yo por supuesto no iba a permitir que eso pasara, si él se iba yo al igual que su madre prefería morirme.Corrí hacia el, nadie me notó si no hasta que estube prendida a su cintura.
-Paul por favor no te vayas-noté en mivoz ese tono que tanto me aterraba en el pasado, el tono que usaba cuando hablaba desde el fondo de mi frío corazón.
-¿Que haces aquí?-me lo preguntó ignorando la petición que le había hecho.
-Vengo por ti-
-Tu debes estar con Demetri-
-No!-se lo grité esperando que reaccionara.
-Es eso lo que querías ¿o no?-
-Tu lo has dicho, lo que quería, ahora solo te quiero a ti, nada más me importa, por mi Demetri se puede ir a Alaska a La China, o al carajo si es preciso, entiéndeme Paul yo solo te quiero a ti-y sin darle oportunidad de responder más nada lo besé.
El me tomó de la mano subimos a mi auto y nos fuimos a la cabaña que ya conociamos tan bien, como siempre olía a jazmines, até mis manos a su cuello para nunca soltarlo, el me tomó de las pompas y até mis piernas a su cintura, mientras recorríamos la cabaña camino a la recámara nos ibamos desnudando, salvaje, sensual y tiernamente, era como si hicieramos el amor por primera vez, pero con la ansiedad de sentir que era la última vez, aunque claro no era la última, teníamos una eternidad por delante.
Al terminar el se quedó dormido, y yo abrazada a el solo escuchando su corazón latir, entonces recordé que tenía que cazar, me fui pero dejé una nota.
"Amor, fui de caza y de paso a ver a tu madre. alcánzame allá. TE AMO"
Y comencé a correr hacia el bosque.
Pov:Paul
Desperte y ahí estaba la nota.
Me dí una ducha, tomé ropa limpia de mi maleta y me dispuse para ir a casa de mi madre, seguramente estaría hecha un mar de lágrimas, no quería preocuparla más.
Al llegar a casa aparqué el auto de Tanya, y cuando entre ahí estaban mis dos amores abrazándose y gritando de felicidad.
-Aqui estas muchacho socarrón-mi madre se acercó a mi y me abrazo como nunca, con ansiedad, y como siempre, llena de amor.
Tanya se acercó a mi y me beso con pasión y ternura.
Qué más podía pedir si ya las tenia a ellas?, nada.
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