Pov: Paul
No sabía qué hacer Alice no me contestaba las llamadas, Carol tampoco y ni qué decir de Tanya que seguramente estaba gozando el triunfo, por querer tenerlas a todas las perdí, había que ser en verdad estúpido para herir sus frágiles corazones, pero que iba a hacer yo si todas despertaban en mí poderosos sentimientos, Alice me llenaba de ternura y algo dentro de mí me decía que ella era la indicada, que con ella podría tenerlo todo pero era tan inocente que no me brindaba pasión, esa pasión que Tanya me daba, pero había algo en ella que me obligaba a tratarla bien y querer cuidarla mimarla y protegerla, y Carol ella era pura pasión, cada que mis ojos la miraban, la miraban con el firme deseo de desnudarla allí mismo, era posible que un corazón estuviese dividido en partes equitativas?, deseaba con todo mi ser hacer de esas tres mujeres una sola y poder tenerla para mí, pero eso era imposible y por ambicioso me quedé sin ninguna de las tres, ahora si estaba solo como el vil perro que era.
De pronto oí sonar el timbre, seguramente eran los chicos.
Sorpresa la que me llevé cuando en la puerta estaba un chico enorme, y mira que yo lo soy pero este chico era musculoso y muy alto y por su peste seguramente un vampiro, ahorita lo que menos tenía eran ganas de estar cerca de ningún vampiro, a menos claro que fueran mis vampiras.
-Ábreme ya la puerta-
Y así lo hice, pero apenas entro aquel tipo y me tomo por el cuello.
-Como te le vuelvas a acercar a Alice te juro que te mato-y sin más salió por la puerta, lo que me faltaba que los defensores de la mujeres que adoraba me prohibieran acercarme a ellas, es que no había nada peor que desear algo con todo el corazón y no poder tenerlo.
Salí de casa directo a la florería, ahí compré margaritas para Alice y la siguiente nota.
“Sé que lo que hice no tiene perdón, y no espero que me perdones ni mucho menos que regreses a mi lado, lo único que te pido es que no me odies y que algún día me des la oportunidad de explicarte como sucedieron las cosas, espero y ese enorme chico sepa quererte y cuidarte como yo no supe hacerlo, Te Quiere PAUL”
Después unos Jazmines para Tanya, a ella le enviaría un mensaje de texto.
“Preciosa no te imaginas lo mucho que te echo de menos pero ambos sabíamos que quizás después de aquella tarde jamás volveríamos a vernos, espero que el idiota de Demetri sepa cuidarte como yo hubiera querido hacerlo, gracias por dejarme ver una Tanya que nadie conoce, y gracias también por demostrarme que no solo eres frivolidad, Te adoro”
Y por último unas rosas amarillas para Carol.
“Querida Carol yo sé bien que muy probablemente me odies, y sé también que yo desperdicie tontamente la oportunidad de poder estar a tu lado y de verdad espero que me perdones por eso, cuídate y que encuentres a alguien que en verdad te merezca. Con cariño Paul”
Se las envié a cada una, después de esta noche jamás volvería a lastimarlas, me haría a un lado para que ellas encontrasen una persona que pudiera brindarles el cariño y la felicidad que yo era incapaz de darles.
Por el camino me encontré con Jacke.
-Paul hermano se que estas mal, pero ya verás que con el tiempo se te pasará y encontrarás a otra chica-
-No no pasara, además para que encontrar una chica, yo soy incapaz de hacer feliz a nadie, soy malo todo lo que toco lo destruyo-y así era prueba de ello era que de tener a tres chicas ahora no tenía más que a mi madre y a Jacke junto con toda la manada, pero de que valía eso si por dentro era como una flor marchita, triste y sin vida, Jacke me miró y caminó rumbo a la playa mientras que yo caminé en sentido contrario directo a mi casa esta noche partiría y había mucho que preparar.
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