[i][b]Bella Swan[/b][/i]

Caminé hacia mi apartamento aturdida. Una sonrisa tonta cubría mi cara. Edward había sido, por no decir menos, sorprendente. Cuando nos besamos sentí como si algo parecido a juegos artificiales explotasen en algún lugar de mi cuerpo. Esperaba que él hubiese sentido lo mismo.

Alice literalmente se abalanzó sobre mí cuando abrí la puerta.

La cogí, un poco sorprendida.”¿CÓMO A SIDO?”

Estaba demasiado atontada para contestar. Jasper estaba en el sofá, poniendo los ojos en blanco debido a su demasiado nerviosa novia. Movió sus labios articulando las palabras Lo siento. Me encogí de hombros, poniendo a Alice sobre sus pies.

“Fue genial.”

“¿Saldrás con él otra vez?”Rió tontamente.

“Hemos hecho planes para mañana por la noche.”Sonreí. Tenía que recogerle sobre las cinco. Ese momento no llegaría lo suficientemente pronto.

“¡Entonces, dame todos los detalles!”Alice saltó por la cocina, sacando un Red Bull de la nevera. Lo abrió y se bebió la mitad de un trago.

Estaba sorprendida de que no vibrase.

“Bien, fuimos a Ralph y Kacoo. Yo pedí pescado y él cangrejo. Compartimos el postre. El camarero era bastante agradable…”Expliqué los detalles más básicos de lo que había sucedido esta noche.

“Eso no es lo que quería decir.”Dijo Alice poniendo los ojos en blanco.

“Muy bien señoras, divertíos. Tengo cosas que estudiar.”Jasper se levantó completamente. Casi le supliqué que me llevase con él.

“Vale, te quiero Jazz.”Alice le dio un beso rápido en su mejilla y volvió a prestarme atención.”¡Averigua lo que él opina y cuéntanoslo!”

juro que le oí decir.”Maldita niña loca.”Mientras salía por la puerta. Sofoqué una risa. Sé que la amaba con locura, pero ella era un poco nerviosa. Tan pronto se cerró la puerta Alice me arrastró a mi habitación.

“Entonces ¿Te besó?”

Suspiré recordándolo.”Sí. Oh, ha estado tan bien.”No me podía creer que estuviese siendo tan efusiva. Era tan poco característico de mí.

“Oh ¿solo un pequeño beso o uno completo?”Su sonrisa se extendió por sus diminutas mejillas.

“Algo intermedio, creo. En mi furgoneta y cuando fuimos a su cuarto.”Me ruboricé, frotando la parte de atrás de mi cuello.

“¿Lo hizo bien?”

Me sonrojé, mi cara entera estaba completamente roja. Alice solo se rió y asintió.”Tomaré eso como un sí.”

[i][b]Edward Cullen[/b][/i]

Esa noche tuve problemas para dormir. Decir que estaba entusiasmado por nuestra segunda cita seria un eufemismo. Cuando me desperté a las seis de la mañana gemí, a sabiendas de que no quería despertar a Jasper. Me puse los auriculares y subí el volumen de la música. Me quedé tumbado en la cama imaginando una cosa…

Besar a Bella otra vez…

Nuestros besos fueron espectaculares. La forma en que su cuerpo se apretaba contra el mío. La forma de su boca ansiosa, tan ansiosa como la mía. La forma en que sus dedos se enredaban y tiraban de mi pelo. No podía esperar a besarla de nuevo.

No estaba muy feliz con la idea de que ella pagase, esta noche, pero tenía una fuerte sensación de que no discutiría con ella. Realmente me gustaba su obstinación, es solo que no quería que lo hiciese. Escogería algo simple. Pizza quizás. Ella discutiría, pero estaba seguro de poder ganar.

Jasper tocó mi hombro, haciéndome saltar. Estaba tan hundido en mis pensamientos que no le había oído despertar.”Buenos días.”

“Oye ¿no te habré despertado, verdad?”Me senté, quitando los auriculares de mis oídos.

“No, tengo que levantarme temprano. Tengo que hacer un trabajo así podré salir con Ali esta noche.”Parecía cansado y grogui. Tener novia y estar en el último curso de universidad era un trabajo duro.

“¿Puedo hacerte una pregunta?”

“Claro ¿qué pasa?”Escuché como volvía a su cama, los muelles crujieron.

“¿Conoces algún buena pizzería?”No había tenido la oportunidad de pedir una todavía y por lo general era mi comida favorita. Yo era un típico adolescente.

“¡Oh! Eso es bastante fácil. Hay una al otro lado de la calle llamada Pie Works. Tiene un montón de pizzas realmente buenas. Es muy original. A Alice le encanta una llamada fetomato que tiene queso feta y rodajas de tomates salados, pero mi favorita es una clásica con champiñones. Lleva tres tipos de queso y un montón de champiñones. Oh, y tienes que probar las rosquilletas.”Dijo Jasper entusiasmado. Nunca le había escuchado hablar tan emocionado por lo que debía de ser bueno. Era perfecto[i].(N/T:las rosquilletas, son barras de pan crujientes del tamaño de un lápiz, aunque en algunos sitios se hacen más gruesos, más largos y menos crujientes, suelen ponerse como aperitivo)[/i]

“¡Gracias! Es justo lo que necesitaba. Bella quiere llevarme a cenar esta noche y no quiero ir a un lugar demasiado caro. Es perfecto.”Sonreí.

“Oh sí, supongo que tengo que preguntártelo ¿qué tal fue?”

“Es asombrosa.”Dije con una pequeña sonrisa.

“Entonces ¿qué? ¿Estáis saliendo?”Sonaba ligeramente interesado, pero sabía que si no se lo contaba a su novia ella le haría volver a preguntar.

“No lo sé. No creo que estemos en ese punto todavía. Espero que sí.”Dije honestamente.

“Parecía que Bella tuviese estrellas en los ojos.”Dijo un poco distraído.

“¿Huh?”

“Oh, tenía una enorme sonrisa en su rostro. Su mirada era levemente ausente. Creo que lo pasó muy bien, pero Alice la atacó. Pobre. Alice se había metido medio pack de Red Bull ella sola. Me sorprendió que no saliese botando por la ventana-“

Le interrumpí. Sabía que era grosero, pero no pude evitarlo.”¿La hice sonreír?”

“Sí ¿has dicho que os lo pasasteis bien, no?”Parecía un poco confuso por mi pregunta.

“Bueno, sí. Pero, no sé. No importa. Creo que no sabía que esperar.”Me encogí de hombros y me senté otra vez en mi cama.

“Así será si empezáis a salir. Las mujeres están locas.”Dijo riendo brevemente.

[b][i]Bella Swan [/i][/b]

Me costó esperar hasta las cinco. Me arreglé temprano, esta vez yo sola. Me puse una simple camiseta sin mangas de algodón y unos vaqueros piratas. Sin duda hacia suficiente calor para llevar esto. Trencé mi cabello con esmero y me puse unas cómodas chanclas. Me miré en el espejo. Me gustó lo que vi. Me pregunté si a Edward también.

La culpa me golpeó en ese pensamiento. Él era perfecto tal cual como era. Así que ¿por qué estaba tratando de mejorarle? Miré con el ceño fruncido a mi reflejo. Estuve enfadada conmigo misma los tres minutos que conduje. Pero en cuanto él abrió la puerta, viéndose hermoso con su gran sonrisa torcida en sus perfectos labios, todos mis pensamientos desaparecieron.”Bella.”

No era una pregunta, sino una afirmación. Dio un paso y envolvió mi cintura con sus brazos. Los míos se arrojaron a su cuello y nuestros labios se tocaron suavemente. Suspiró contra ellos, posando su frente contra la mía.”Sabes tan bien.”

El calor aumentó en mis mejillas y solté una risita con nerviosismo. Me aparté despacio, pero tropecé con mis chanclas. Aterricé en el suelo con un pequeño ruido sordo.”Ay…”Mascullé.

“¿Estás bien?”Preguntó un poco frenético.

“Sí, estoy bien. Me caí.”Farfullé, levantándome.

“Ten cuidado o la gente pensará que estás ciega.”Me tomó el pelo. Me reí suavemente de mi misma, pero no dije nada sobre su comentario.

“¿Estás bien?”Preguntó una vez más. Sus brazos rodearon mi cintura otra vez.”Creo que deberías quedarte en mis brazos, parece la única manera de que estés a salvo.”

Me reí tontamente y presioné mis labios contra su nariz.”Vamos. Tengo hambre. Vámonos.”

“Bueno, tengo una teoría…”Comenzó mientras caminábamos hacia la camioneta.”Ya que yo pagué ayer y tu elegiste el lugar entonces hoy escojo yo ya que tu quieres pagar.”

“Creo que es bastante justo.”Contesté abriendo la puerta para él.

“¿Y estás segura de que no vas a dejarme pagar?”Preguntó, poniendo un ligero puchero. Sus labios se fruncieron levemente, brillando a la tenue luz del sol.

“Estoy segura.”Dije con firmeza. Siguió poniendo mala cara entonces suspiró.

“Bien, entonces ¿qué piensas sobre la pizza de champiñones?”Reí mientras entraba en la cabina.

“Bien, he oído hablar de un lugar al otro lado de la calle donde hacen una pizza de champiñones realmente buena ¿Te gustaría probarla?”Su mano se deslizó por el asiento y encontró la mía. Sus dedos cogieron los míos sin apretar demasiado.

“Edward, podemos hacer algo mejor que comer una pizza.”Me quejé.

“Por favor, no he comido pizza durante un mes y es mi comida favorita. Por favor, por favor.”Puso otro puchero, llevando mi mano a sus labios. Pasándolos suavemente por mis nudillos.”También podemos pedir rosquilletas si eso te hace sentir mejor.”

“Ugh, bien. ¿Dónde es?”Suspiré por mi debilidad. Cedía con demasiada facilidad, pero tenía que admitir que todo sonaba muy bien.

“Pie Works.”Edward sonrió por su victoria y me alegró que no pudiese verme poner los ojos en blanco.

Aparqué en la parte de atrás. Esto me llevó literalmente medio minuto. No bromeaba cuando dijo que estaba al otro lado de la calle. Dimos la vuelta hacia la parte delantera juntos, de la mano. El lugar era pequeño con el suelo a cuadros negros y blancos. En ese momento la cocina parecía más abarrotada que el restaurante. Para encargar comida siempre estaban más ocupados los fines de semana.

Cogí un menú y lo abrí. Una de las primeras cosas que vi fue la pizza de la que me había hablado Edward. Era bastante sencilla. Una camarera que parecía que tenía doce años se acercó a nuestra mesa. Miró a Edward de arriba abajo y reprimí el impulso de gruñir.

“¿Qué puedo traerles?”Mantuvo su mirada en Edward. Me aclaré la garganta, para llamar su atención.

“Yo quiero una coca cola ¿Y tú, cariño?”Sabía que era infantil pero, tomé su mano. Sonrió un poco, sus dedos se entrelazaron con los míos.

“Lo mismo.”Dijo todavía con la sonrisa en sus labios. Era agradable saber que el gesto era para mí.

La camarera comenzó a alejarse pero la detuve.”Nos gustaría seguir con el pedido por favor. Para empezar queremos unas rosquilletas y una pizza de champiñones grande. Gracias.”

Edward giró su rostro, con una curiosa expresión dibujada en él. Parecía que estaba tratando de no reírse.

La camarera parecía completamente molesta.”¿Qué tipo de salsa?”

“Pon uno de cada una ¿de acuerdo?”Dijo Edward suavemente. La chica asintió y se alejó hacia la cocina.”Ahora ¿Qué ha sido eso?”

“No tengo ni idea de lo que estás hablando.”Murmuré poniendo mi barbilla sobre la palma de mi mano.

“No te cayó bien al camarera, me parece.”Levantó sus cejas sobre el borde de plata de sus gafas de sol.

“Ella estaba… no importa, es estúpido.”Suspiré tratando de retirar mi mano de la suya. No dejó que mis dedos le soltasen.

“Dime lo que estás pensando Bella.”Pidió suavemente. Su pulgar acarició lentamente la parte superior de mi mano, enviando escalofríos por mi columna vertebral.

“Ella estaba mirándote y me puse celosa.”Susurré. No sé porqué se lo dije. Simplemente salió.

“Bella eres la única chica a la que quiero ver.”Agachó la cabeza cuando dijo la última palabra. Mi piel enrojeció cuando me di cuenta de lo que había dicho. Tenía tantos significados distintos. Y todos ellos me gustaban.

La cena fue divertida. Nuestra conversación fue trivial. Intenté darle de comer un poco de pan, pero solo conseguí llenar su nariz de salsa. Él se rió, con su magnífica sonrisa extendiéndose por su cara.

Trató de discutir de nuevo sobre el asunto de que yo pagase, simplemente le ignoré, le di veinte a la camarera antes de que se levantase.”¿Quieres venir a mi casa? Tenemos galletas y helado.”

“Ahora ¿qué hombre podría resistirse a eso?”Se burló. Su brazo rodeó mi cintura, acercándome más. Era cómodo y sencillo. Quería quedarme así para… para siempre.

[b][i]Edward Cullen[/i][/b]

Me preocupó que Bella no respondiese cuando le dije que ella era la única a la que quería ver. Pero, no pareció incomoda durante nuestras conversaciones así que lo dejé pasar.

“¿Quieres venir a mi casa? Tenemos galletas y helado.”

No me podría importar menos la invitación a los dulces. Lo único que quería es que esta cita no terminase aun. Todavía era demasiado pronto.”Ahora ¿qué hombre puede resistirse a eso?”

El viaje a su casa fue breve. Vivía a poca distancia del Centenary, a poca distancia de mí. Tenía que aprenderme el camino pronto.

Cuando abrió la puerta pude oír la televisión. Alice debía de estar en casa, lo que significaba que probablemente Jasper también estuviese.

“Hola chicos.”Les saludó Bella antes de volverse hacia mí.”¿Qué tal unas galletas?”

“Lo que quieras.”Dije simplemente. Se soltó de mi agarre y se alejó brincando para coger algo de las alacenas.

“¡Hey Bella¡ ¿Podrías traerme un vaso de agua?”Pidió Jasper a unos tres metros de distancia. Oí el ruido de la nevera cerrándose. Bella me rozó al pasar por mi lado.

“Aquí tienes.”Dijo con una voz bastante animada. Parecía feliz y esto me dejó extasiado.

“Así que, he escuchado que tu cumpleaños se acerca.”Dijo Jasper en un tono amigable. Bella gimió fuerte por alguna razón.

“No quiero pensar en ello.”

“Creía que las mujeres os volvías sensibles con el tema de vuestra edad cuando envejecías.”Murmuró Jasper y hubo un fuerte golpe. Cosa de Alice o Bella, debían de haberle pegado. Intenté contener la risa, pero no lo conseguí.

Bella cogió mi mano y me llevó a un lugar donde no había estado antes.”¿Por qué no vamos a mi habitación y escuchamos música mientras comemos nuestras galletas?”

Abría estado mintiendo si hubiese dicho que no estaba entusiasmado con la idea de estar en su dormitorio. Me levó hasta su cama y cuando golpeé el colchón con la parte de atrás de mis rodillas me senté. Ella correteó por algún lugar y encendió la radio. Sus pies apenas hicieron ruido contra el suelo de madera. Debía de estar descalza.

Foo fighters comenzó a llenar la habitación. Bella y yo teníamos un gusto similar en la música, estaba bien saberlo.

La cama crujió cuando se sentó a mi lado.”Sabes, no estoy de humor para comer galletas.”Dijo pareciendo abatida. Suspiró levemente, lo que hizo que me preocupase más.

Me incliné más cerca de ella, mi mano encontrase su mejilla. Presioné mis labios contra los suyos.”¿Estás mejor?”

“Mucho.”Gimoteó antes de volver a juntar nuestros labios. Sus manos descansaban a ambos lados de mi cuello.

Nuestro beso se volvió más y más intenso mientras sujetaba la parte de atrás de su cuello. Agarré su cabello, sujetándola contra mí. Sus suaves gemidos y su respiración profunda me incitaban. Quería seguir oyendo esos ruidos sexys. Pero estaba preocupado por ser demasiado rudo o dominante. Ella disipó todas mis preocupaciones cuando me empujó contra la cama.

La tumbé sobre mí, su peso me resultaba agradable. Entrelazó sus piernas con las mías. Su cabello hizo cosquillas en mi piel y no pude hacer más que reírme mientras nuestros besos seguían. Cada poco sus labios se alejaban y besaban mi cuello, mi barbilla o mis mejillas.

“Esto es mucho mejor que las galletas.”Mascullé. Soltó una risita tonta y dejó su cabeza en mi pecho.

“No podría estar más de acuerdo contigo.”

“¡Oye Edward! ¡Me voy! ¿Quieres que te lleve?”Preguntó Jasper desde la puerta.

“¿Qué hora es?”Le susurré a Bella.

“Las diez.”Contestó suavemente. Suspiré. Se hacía tarde y estábamos en casa de Bella, no quería molestarla.

“Muy bien… supongo.”La última parte la dije más para mí. Me senté despacio, moviendo a Bella con cuidado para que se sentase en la cama. Me incliné hacia ella, presionando mis labios en su frente.”Bella, llámame mañana, por favor.”

“Es todo lo que deseo.”Repitió mis palabras para mí. Sonreí alegre por su voz.

Besé por última vez sus labios, dejando que permaneciesen allí. Instar a mandar a Jasper al infierno era muy tentador. Sus labios eran tentadores. Todo en ella era tentador. Suspiré mientras me alejaba.”Que duermas bien.”