Blind (+18) (Completo)

Autor: VictoriaMarie
Género: + 18
Fecha Creación: 20/01/2010
Fecha Actualización: 26/07/2010
Finalizado: SI
Votos: 59
Comentarios: 58
Visitas: 357913
Capítulos: 49

 Minusvalía no significa que no seas capaz. Edward puede superar su discapacidad y encontrar la felicidad con alguien que se preocupe intensamente por él. ¿Hará cualquier cosa para convertirse en todo para ella?



Esta historia pertenece a Jayeliwood,  su traducción esta hecha por Isu (http://www.fanfiction.net/s/4667969/1/Blind) yo solo soy una mera intermediaria para que conozcais esta fantastica historia sobre Edward y Bella, y la  superación de cualquier obstáculo.

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Capítulo 38: Capitulo 37

Edward Cullen

"Lo sé."Dije en voz baja.

"Es sobre anoche. Edward, no puedo dejar que lo hagas."Comenzó, su voz ya era triste.

"Sé cómo te sientes, pero si lo hago y funciona tu-"Ella me cortó con la mano, poniéndola sobre mis labios.

"Quiero que seas feliz. Eso no te hace feliz."Dijo suavemente.

"Puede."

"Si decides hacerlo, lo harás por las razones equivocadas."

"No, no sería así."Me defendí.

"Yo no soy la razón por la que debes hacerlo. No tienes que intentar gustarle más a mi madre. Ella ni siquiera te conoce, Edward. Si ella te conociese yo sé que le gustarías, tal y como eres. Tenemos mucho que hacer con la casa y todo lo demás, no te preocupes ahora por eso."

"Pero, pienso sobre ello Bella. ¿Qué pasa si puedo ayudarte con la casa?"La presioné. Ella no dijo nada, así que seguí."¿Qué pasa si pudiese ayudarte a elegir las cosas que quieres para la casa?"

"No. No te permitiré hacer esto por otra persona que no seas tú mismo."Pude escuchar el roce de su pelo, ya que sacudió la cabeza.

Suspiré fuertemente y me cubrí los ojos tratando de organizar mis pensamientos."Bella, esto sería por mí."

"Eres tan mal mentiroso como yo."Dijo antes de bajarse de la cama.

"Bella, espera. No te vayas."Me senté y extendí el brazo. Ni siquiera sabía si aun estaba en la habitación o no. Esta es una de las veces en las que mi vista sería realmente útil, pensé amargamente para mí mismo.

"Edward… a mi… me gustaría que pudieses ver."Dijo en voz baja. No podía decir como de lejos estaba. Me levanté de la cama y caminé con lentos pasos hacia delante. Oí el crujido de una tabla del suelo cuando ella dio un paso. No sabía en qué dirección."Pero, no te permitiré hacer esto por mí."

"Lo haré por nosotros."Defendí con todo lo que tenía.

"Edward ¿Y si no somos siempre nosotros? ¿Y si a la larga no funciona? No quiero ser la chica que te obligó a pasar por esa dolorosa cirugía para hacerla feliz.

"No hay ninguna posibilidad de que eso pase."Dije bruscamente, dejando caer mis brazos a ambos lados.

"Seré tu amante y seré tu amiga, pero me niego a ser tu razón o escusa."

"¿Por qué peleas contra esto con tanta fuerza? ¡Pensaba que era lo que querías! Lo acabas de decir."Grité.

"¡NO, ASÍ NO!"Gritó de vuelta, dio un paso hacia delante. Pude sentir que su cuerpo no estaba cerca del mío."¡Me odiaría a mi misma si esto no funcionase y tu también me odiarías!"Dijo entre dientes.

"No hay ninguna posibilidad de que eso pase."Repetí un poco más firme.

"¿Qué pasa si no funciona y no te gusta lo que ves? ¿Qué pasa si soy fea, Edward? ¿Qué pasa si la vista te resulta repulsiva?"Siseó.

"¡Bella! ¿Por qué dices algo así? Sé a ciencia cierta que no eres fea."Me ahogué diciendo esas palabras."Además, yo no te amo por tu apariencia."

"Pero, Edward, eso cambiaria parte de ello. La apariencia es una parte importante de las personas ¿Cómo puedes saber si realmente me amas si no has visto mi imagen al completo?"Susurró, su voz se quebró varias veces.

"¡Por esa regla de tres no podría amar a nadie!"Gruñí, me estaba enfadando mucho. En estos momentos mi sangre estaba punto de ponerse a bullir en mis venas. Rechiné los dientes y los apreté tratando de calmarme.

"¡Edward eso no es lo que quise decir!"Pegó un pisotón en el suelo y bufó.

"Entonces explícamelo. Explícame exactamente lo que querías decir."Dije con una voz baja que parecía ajena a mis propios oídos. Por supuesto, nunca antes había utilizado este tono con Bella, aunque nunca nos habíamos peleado como lo estábamos haciendo ahora.

"No sé…"Susurró.

"¿Por qué actúas así?"Exigí, la ira que corría por mi sangre me taponaba los oídos.

"¡Porque no quiero que hagas esto por mi! ¡No debes poner ese peso sobre mi!"Gruñó, la ira comenzaba a sacar lo mejor de ella.

"¡No hago esto solo por ti, maldita sea! Quiero ser capad de conducir un coche. ¡Quiero leer sin tener que utilizar mis manos! ¡Quiero hacerme la comida y sabiendo que no le estoy echando raticida a los huevos en lugar de sal! ¡Quiero ver a mi novia caminado por el pasillo hasta mí! ¡Quiero ver a mis hijos jugando en el parque!"Grité, al final mi pecho subia y bajaba notoriamente.

"Pero todo esto empezó por mi madre y por mí. No quiero que me odies si no funciona. No quiero oír dentro de veinte años ¨¡Si no lo hubiese hecho por esa niña estúpida y su madre podría someterme a la nueva cirugía y seria capad de ver!¨"Chilló en algunas partes, ya que intentó imitar mi voz pero se le quebraba.

Extendí el brazo, buscando sus hombros primero. Los agarré fuertemente con las manos."Nunca oirás algo así. No me enfadaré nunca. Bella, te amaré sin que nada importe. No podré odiarte nunca."

"No puedes negar que es por mi por lo que has empezado con esto."

"Sí ¿Y? Tal vez necesitaba que me diesen una patada en el culo para que comenzase ¿Y quién si no tu?"

"Entonces ¿Qué?"

"Lo necesitaba. Bella, voy a pedir una cita. Quiero que vengas conmigo. Si no hay ninguna posibilidad habremos discutido por nada. ¿Vale?"

"Edward, yo-"

Bella Swan

"Edward, yo-"Él teléfono sonó interrumpiendo lo que tenía que decir, di gracias por ello. Sinceramente no tenía ni idea de qué decir. Tampoco, sabía qué pensar o sentir. Edward, por otra parte, parecía claramente decepcionado y molesto por la interrupción. El sonido venia del teléfono móvil de Edward que ahora estaba sentado en mi escritorio.

Me asombré por ello y cogí el móvil sin siquiera molestarme en mirar quien era."¿Hola?"

"Bella, querida. ¡Qué maravilloso escuchar tu voz!"Dijo Esme alegremente.

"Yo también me alegro de oírte Esme ¿Cómo estás?"Dije de forma coloquial. Me parecía que Edward no estaba preparado para esta conversación a la larga. Se dejó caer en la cama provocando su suave ruido sordo.

"¡Oh, bien, bien! ¿Cómo estas tu, querida?"

"Estoy… estoy bien. He estado mejor."Admití. Vi como el rostro de Edward pasaba de estar molesto a triste, fruncía sus bellos labios.

"Oh ¿Qué ocurre?"Preguntó Esme, preocupada.

"La chalada de mi madre."Dije incluso antes de pensar en ello."Tu no. Renée."

Esme rió suavemente."Lo sé. Está bien. ¿Hay algo que pueda hacer para ayudar?"

"No, no es necesario. Gracias de todas formas. Sin embargo, tengo algunas noticias."Fui hasta la cama. Edward parecía confuso cuando me senté a horcajadas sobre él y seguí hablando por teléfono. Quería que esta pelea terminase y decidí distraerle con algo más alegre.

"Oh ¿De verdad? Espero que sean buenas."

"Son muy buenas. Ayer firmamos el papeleo final."Puse mi mano en el pecho de Edward, justo encima de su corazón. Esperaba que él entendiese que yo no estaba enfadada con él, solo preocupada. Sonrió levemente y me incliné a besarle la nariz.

"¡Oh, eso es fantástico! ¿Cuándo puedo bajar hasta allí para decorarla?"Preguntó emocionada. Incluso Edward era capad de oír su entusiasmo y acabó riéndose entre dientes.

"¡El próximo mes, mamá!"Le dijo al teléfono."No es que ella quiera hablar conmigo de todas formas…"Murmuró por lo bajo.

Le di un bofetón en el hombro y él se rió otra vez. Esme lo escuchó todo y también rió."Bien, perfecto entonces. Eso me da tiempo a terminar unas cosas por aquí y no necesitaré nuevos clientes hasta que termine con vuestra casa. ¡Oh, estoy tan emocionada! ¡Esta noticia es maravillosa! Tengo tanto que planificar. Tengo algunas ideas que me gustaría compartir con vosotros en lo referente a la orientación en que quiero…"

Decidí cortar sus divagaciones."Esme eso es fantástico. Tengo una idea ¿Por qué no lo escribes para que no se te olvide y cuando vengas aquí comenzamos con ello?"Esperaba que no me encontrase grosera y no ser demasiado obvia.

"¿Tienes planes, querida?"Dijo dejando escapar una risita.

Suspiré."Lamentablemente, sí. Mi madre llegó a la ciudad anoche… inesperadamente. Mientras hablaba Edward resopló. Le pinché el pecho con mi dedo, diciéndole que guardase silencio."Y, vamos a cenar con ella esta noche."

"Oh, bien, buena suerte. Os dejo descansar antes del… emocionante evento. Portaos bien, hablaré contigo dentro de poco. Os quiero."Dijo Esme dulcemente.

"Nosotros también te queremos. Adiós."Dije sonriendo antes de cerrar el teléfono.

"Ella no quería hablar conmigo ¿verdad?"Preguntó él, con una pequeña sonrisa en sus labios.

"No. Ella me quiere más a mí."Me burlé, intentando no volver a nuestra discusión anterior. No quería pensar más en ello. Quería que sonriese.

"Por supuesto que si ¿Quién no te amaría mas a ti?"Preguntó pasando las manos de mis rodillas a las caderas. Las apretó un poco."Bella sabes cuánto te amo ¿No?"

"Sí."Dije en un susurro, toda la delicadeza se había ido.

"No, Bella, no lo sabes, porque aun lo estoy descubriendo yo."Deslizó las manos por mis costados hasta dejarlas bajo mis brazos. Me levantó y me puso sobre la cama, en un segundo estaba encima de mí."Habrá muchos, muchos momentos en la vida en los que lo veamos completamente. Eres mi alma y he estado sin ti durante demasiado tiempo."

"Edward, no sé qué decir…"Me sonrojé mientras me mordía el labio inferior. Me acarició la mandíbula con la nariz, dejando pequeños besos. Cerré los ojos y traté de clamar los rápidos latidos de mi corazón.

"Di que me amarás sin importar lo que haga."Susurró junto a mi oreja.

"Lo haré."Envolví su cuello con mis brazos, abrazándole con firmeza.

"Di que estarás conmigo para siempre."Susurró junto a mi otra oreja, dejando que sus labios rozasen mi carne sensible.

"Para siempre."Susurré.

Con sus manos y su boca me sentía como si me estuviese adorando. Sus manos se deslizaron cuidadosamente por mi cuerpo, me tocó dulcemente mientras me cubría el cuello y la cara de besos, susurrando palabras de amor y deseo.

"Edward, el próximo viernes, sácame de aquí. Por favor iré a cualquier sitio que quieras y podemos irnos a un hotel si quieres. Quiero dedicarte un fin de semana."Susurré mientras sus labios rozaban mi clavícula.

Se detuvo, levantando la cara."¿En serio? ¿Cualquier sitio que quiera?"

"Lo que sea."Contesté.

"Me encantaría. Haré las reservas mañana. Creo que le pediré a Alice que escoja algo para que te lo pongas."Dijo con una amplia sonrisa.

"Edward, no he dicho-"Cubrió mi boca con la suya, ahogando mis palabras, así que no pude seguir hablando. Su lengua lisa y caliente entró en mi boca, masajeando a la mía.

"Has dicho lo que yo quiera. Y quiero sentir tu cuerpo cubierto de seda y encaje. Quiero desvestirlo lentamente, quitando la ropa poco a poco hasta que revele la verdadera belleza que hay debajo. Porque, incluso con las mejores ropas sé que tu desnuda eres lo más hermoso."

Dejé escapar el aliento al darme cuenta de que no sabía lo que tenía en mis brazos. Estaba aturdida más que otra cosa."Oh Dios mío…"Murmuré. Edward sonrió de forma torcida y me alegré de estar tumbada, porque mis rodillas se hubiesen debilitado de haber estado de pie.

"Bella no puedo esperar a hacer el amor contigo. No puedo esperar para hacerte gemir mi nombre-"El fuerte timbre del teléfono cortó su voz aterciopelada. Gruñí y cogí algo de la mesa para lanzárselo al teléfono. La botella de agua que tiré rebotó contra la pared y cayó al suelo. Edward se rió entre dientes."Bella, coge el teléfono. Necesito ir a casa y ducharme. ¿Quieres que luego venga hasta aquí o me recoges en mi casa?"

"Iremos a recogerte."Dije con un fuerte suspiro, saliendo de debajo de él."Estúpido teléfono."Murmuré mientras iba hacia él y contestaba."¿Hola?"

Edward se bajó de la cama, y se puso los zapatos rápidamente. Se acercó a mí y me dio un apretón en la cintura cuando pasó.

"Hola cariño ¿Estás ahí? ¿Me preguntaba si podíamos ir a un italiano esta noche?"Preguntó mi madre alegremente, como si no hubiese pasado nada en los últimos meses.

"Sí, claro. Espera un segundo."Tapé el altavoz y corrí hacia Edward antes de que saliese por la puerta."Espera, Edward, tengo que decirte algo."

"¿Qué?"Se volvió hacia el sonido de mi voz mientras se ponía las gafas.

"Te quiero."Dije sonriendo.

"Yo también te quiero."Sonrió alegremente."¿A qué hora tengo que estar listo?"

Acerqué el teléfono a mi oreja."¿A qué hora quieres ir a comer?"Le pregunté a mi madre.

"A la que vosotros queráis."

"Bien, te recogeré a las 4:30."Alejé el teléfono de mi boca."¿Te va bien a las cinco, Edward?"

"Sí, me va bien."Se acercó a mí y apretó su boca contra la mía, besándome dulcemente."Te echaré de menos."Caminó un poco mas antes de volverse, claramente reflexivo."¿Me amas sin que importe nada mas, verdad?"

"Por supuesto."

"Entonces concertaré una cita."

Capítulo 37: Capitulo 36 Capítulo 39: Capitulo 38

 
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