Forks, Washington.
Pov: Carol
Mi padre llevaba casi cuatro semanas de viaje y cuando hablamos por teléfono me había dicho que volvería dentro de cinco semanas, y eso era lo mejor así no me vería mal a causa de la traición de Demetri, apenas habían pasado dos días desde esa tarde en la que lo encontré a punto de acostarse con Tanya la sexy vampira que lo rondaba, yo le dije que no me lastimara y fue lo primero que hizo, pero que esperanzas que ese chico cambiara solo por mí, en verdad yo era la más grande de las tontas.
-Carol hay alguien esperándote en la sala-Ingrid me sacó de mis pensamientos.
-Hay Ingrid me asustaste, como no tocaste?-
-Lo siento cielo-bajé y lo ví ahí parado sonriéndome, era la última persona a la que esperaba ver, pero era la persona a la que más deseaba ver, me acerqué a él y lo envolví en mis brazos, aspiré su delicioso aroma, ese que ya conocía tan bien, sin quererlo y más aún sin esperarlo rompí en llanto.
-Que pasa cielo?-
-Nada pa’, es solo que te extrañé demasiado-mentí, yo bien sabía que ese llanto era causado por la traición de Demetri.
-Oh cariño cuánto lo siento, pero solo volví por mis documentos y algo de ropa, debo ir a París-
-No te preocupes pa´, bueno me voy al instituto, buen viaje, te amo no lo olvides y si puedes llámame de acuerdo?-
-Lo haré cielo lo prometo-y besó tiernamente mi frente y mis mejillas, tomé mi bolso y salí por la puerta.
En frente de la puerta estaba estacionado un lindo Corvette c6 en color negro muy lindo debo admitir, pero quien sería el dueño?, tal vez era de algún vecino.
De pronto mi celular sonó, en la pantalla aparecía un número desconocido.
-Diga?-contesté más a modo de pregunta que de afirmación.
--Soy yo, Alec, sube al auto que tienes enfrente-
-De acuerdo-hice lo que me pidió, me dirigí al auto y me subí, cuando entré en el auto me encontré con un enorme oso sentado en el lugar del copiloto, este traía un letrero en la barriga que deía “Por favor sonríe”, no pude evitar sonreír ante el letrero.
-Así me gusta verte, feliz, eres aún más bella cuando sonríes-me sonrojé, y el salió detrás de el enorme y bello oso.
-Alec muchas gracias el oso es en verdad muy lindo-
-Que bien que te guste, me aterraba la idea de que no fuera así-
Todo lo contrario Alec, me ha encantado-
-Excelente, oye porqué no metes a Teddy en tu casa y nos vamos para el colegio?-
-Eso me parece perfecto-bajé del auto con el enorme oso entre mis manos y entré a mi casa, papá e Ingrid me miraron atónitos, yo no dije nada y salí tan rápido como había entrado.
De nuevo me subí al auto y Alec tenía en sus manos un ramo de lirios blancos y en el centro del pequeño ramo había un hermoso lirio de color azul, el ramo era en verdad precioso, solo tenía cinco lirios blancos y uno azul, pero no necesitaba ser enorme para ser hermoso, era tan lindo.
-Alec cuántos obsequios más tienes?-
-Por hoy solo el oso y los lirios-
-Como sabes que los lirios son mi flor favorita-
-Siempre averiguo lo que me interesa-Jane, pensé para mis adentros.
-Bien nos vamos-y arrancó el auto, al llegar al colegio todos se quedaron mirándonos, seguro que era por el auto.
-Alec nos están mirando?-
-Al auto linda-mejor, pensé de nuevo para mis adentros.
-Que materia tienes?-
-Lenguas-
-Es la misma que tengo yo-jamás lo había notado, el estaba en mis clases y no lo había notado!!! Como era eso posible, “Pues porque te la pasabas pendiente de Demetri y no pensabas en nada más” mi voz interior me reprochó pero preferí ignorarla.
Entramos al salón y nos sentamos, pero como yo era equipo con un compañero que por supuesto no era Alec no pudimos sentarnos juntos.
-Bien chicos buenos días-la señorita Vázquez saludó, mi celular vibró, un mensaje y de nuevo era de un número desconocido.
“Linda te he dicho lo bien que te ves con el color rojo?”
Después de mirar varias veces el número caí en la cuenta que era el de Alec, decidí no contestarle, ya hablaríamos.
La clase pasó sin mayor relevancia al igual que el resto del día, para la salida Alec ya me esperaba afuera del salón, era extraño no había visto a Jane y a Demetri en todo el día.
-Linda te llevo a casa?-
-No es necesario Alec-no estaba lloviendo así que caminaría a casa.
-Tu crees que voy a permitir que una dama de tu altura se vaya a pie hasta su casa?-
-Está bien pero démonos prisa-el solo asintió, el camino a casa fue silencioso, al aparcar afuera de mi casa iba a bajarme pero la mano de Alec me detuvo,
-Carol estás molesta?-
-Para nada Alec, solo quiero que sepas que lo tuyo con migo es solo amistad, y ese mensaje no me agradó-
-Carol siento haberte incomodado, me disculpas?-
-Claro Alec-
-Bienm paso mañana por ti amiga?-
-Esta bien aquí te espero y de nuevo gracias por los detalles-y tomé mi ramo de lirios.
Ya mañana sería un nuevo día.
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