Volterra, Italia.
Pov: Emmett
Estaba recostado en mi habitación, mi Rose había salido de caza apenas llevaba unas horas fuera y ya le extrañaba.
No sé como ni en qué momento mis pensamientos me llevaron a un lugar que me dolía, Alice hacía ya casi cuatro semanas que se había quedado en Forks, maldita la hora en que conoció al lobo si jamás le hubiese conocido estaría aquí justo ahora platicando animadamente conmigo como siempre lo hacíamos, de pronto mi móvil sonó sacándome de mis pensamienos, ni siquiera me molesté en mirar la pantalla, sabía que sería Rose.
-Que pasa amor-
-Soy yo-oír su voz me dibujó una sonrisa en el rostro y me lleno de una paz y una dicha infinitas.
-Al mi pequeño duende cómo estás?, necesitas algo-
-Emm estoy de lo peor –y pronto comenzó a sollozar.
-Peo qué ha pasado?-
-Emm me encontré a Paul acostándose con Tanya Denali, primero me lo hizo con Jazz y ahora Paul, Emm que le hice yo para que me lastime de esta manera, acaso a Tanya no le bastó con matar a mis padres y casi matarme a mí, por ella soy esto, pero qué demonios quiere de mi Emm dímelo porque no la entiendo-
-Al tal vez ella lo sedujo pero estas de acuerdo en que eso son cosas de dos, si el no quisiera no hubiera pasado y respecto a Tanya mi cielo no te preocupes ya hallaremos la manera de sacarla de tu vida por siempre-
-Emm crees que Carlisle te deje venir aunque sea solo por unos días, Emmett te necesito-
-Cielo si le digo que estas mal querrá ir a verte y lo sabes-
-Emm encuentra la manera de venir te lo ruego-
-Al la hallaré así sea lo último que haga de acuerdo, ahora por favor tranqulízate quieres, te veré en unos días cielo-
-Aca te estaré esperando Emm-
-Te quiero linda-
-Y yo a ti oso-y cortó la llamada, Alice era una de las personas más especiales en mi existencia y no podía dejarla sola iría a Forks así Carlisle se opusiera, no podía dejarla sola y a Tanya no la podía matar pues era una “dama” pero al perrucho ese, en cuanto le viera le mataría con mis propias manos.
-Cariño por qué tienes esa cara?-Rose entró y me saco de mis pensamientos.
-Cielo debo ir a Forks, Alice lo está pasando mal y no puedo dejarla sola, pero no puedo decirle a Carlisle a donde voy-y después de decir esto la bese pero ella deshizo el beso.
-Emmett estoy harta de esto, cada que Alice te necesita tu ayuda tu vas al instante, no quiero vivir a su sombra-
-Rose hemos tenido esta charla infinidad de veces y sabes que es absurdo, cielo te amo pero tu sabes que ella es como mi hermana-
-Emmett si te vas piénsatelo bien porque no sé si esta vez estaré esperando-y salió sin decir más nada, la amaba eso estaba claro, pero si ella de verdad me amaba me esperaría.
Me dirigí al salón de artes donde seguro estaba Carlisle, entré y el estaba ahí pintando.
-Amo me permite pasar?-
-Adelante querido, en qué puedo ayudarte?-
-Amo quiero un permiso de siete días para viajar-
-No Emmett, después de lo de Alice los viajes están estrictamente prohibidos, no quiero más bajas en mi guardia-
-Amo yo voy para traerla de vuelta, y si no lograra convencerla usted sabe que Rose está aquí y por nada del mundo me separaría de ella-en cuanto mencioné que quería traer de vuelta a Alice su rostro se iluminó, maldito cerdo.
-Está bien, pero si no traes a Alice de vuelta, yo con mis propias manos mataré a tu Rose me escuchaste Emmett?-
-Si amo-Yo estaba consciente de que lo más seguro era que Al no regresara, pero primero muerto antes que permitir que Carlisle le pusiera una mano encima a mi Rose.
Salí de ahí, llamé al aeropuerto, mi vuelo saldría en tres horas, solo me faltaba empacar y avisarle a Rose.
Ya había pasado hora y media.
-Emmett ya te lo dije si sales por las puertas del castillo no estés tan seguro de encontrarme a tu regreso-
-Rose si tu de verdad me amas me esperaras, de vuelta a mi viaje sabré si en verdad me amas o no-y sin más besé su mejilla, tomé mi maleta y salí del castillo.
Al llegar al aeropuerto me dirigí a la sala que me correspondía.
“Pasajeros con destino a Washinton favor de abordar”
Ese era mi vuelo, solo ocho horas y media me separaban de Alice, tenía que verla y acabar con mis propias manos al perro asqueroso ese como que me llamo Emmett Cullen,
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