Abrí los ojos y busque a mi lado como cada día, esperando no encontrarme sola. ¿Sería cierto o lo habría imaginado? Lo sentí, Edward estaba conmigo, me giré lentamente para poder verle, su semblante era tranquilo. Me abrazaba, su mano estaba en mi vientre, parecía cuidarnos a ambos. Se revolvió un poco.
- Hola preciosa. ¿Cómo estas? Hace días que no dormía tan tranquilo.
- Hola amor, estamos bien. Feliz Navidad
- Feliz Navidad. Es cierto, ahora somos tres. ¿Qué quieres que sea? A mi me gustaría una nena con tus ojos y tus mejillas.
- Pues yo quisiera un pequeño igual a ti.
- ¿Es cierto que el pe… Jacob estuvo cuidándote y queriendo ponerle nombre a nuestro bebe?
- Jake estaba casi a diario aquí ya me estaba cansando, le he tomado una antipatía, mi madre me dijo que era natural tomarla con alguien. Y sí, ha estado buscando nombres pero todos ridículos.
- Le prometí tratar de convencerte de que aceptaras algún nombre suyo, así que sólo porque estoy en deuda con él lo intentaré pero más adelante. Ahora dejemos a nuestro bebé crecer sin encasillarlo. Sentí un poco de celos al saber que él ha estado todo el tiempo contigo pero veo que parece sentir algo por Nessie lo cual me alegra.
- Lo que Jake siente por mi es sólo amor fraternal, está feliz con el bebé.
- Bueno preciosa voy a prepararles el desayuno, quédense en la cama- me besó, con tanta dulzura y luego depositó un beso en mi vientre.
Me levanté para ir al baño y escuché a lo lejos la voz de Jasper, me acerqué a las escaleras.
-Por favor Edward, no sé que hacer, ven conmigo.
- No puedo creer lo que me dices Jasper, es increíble, no pensé que terminara así. ¿Qué hora es?
- Casi las 11 am, esto ocurrió muy temprano, todos estábamos durmiendo.
Bajé las escaleras, quería saber lo que pasaba, Jasper estaba en medio de la sala y se veía muy agitado.
- Jasper, Edward ¿Qué es lo que ocurre?
- Bella, amor, ¿no quieres dormir un poco más?
- No, ¿qué es lo que pasa?- pregunté otra vez
- Siéntate cariño. Verás, tengo que ir con Jasper. Esta mañana Victoria fue a visitar a James a la estación de policía. Lo tenían bien custodiado y…
- No me digas que escapó- dije casi gritando, mi cuerpo comenzó a temblar.
- No amor, no temas, si fuera eso no te dejaría ni un segundo sola. Victoria fue a verlo llevándole comida y como es su esposa la dejaron pasar. Ella lo envenenó. Y luego bebió lo mismo. James está muerto pero ella esta en el hospital al parecer la dosis que se tomó no fue suficiente para suicidarse. En casa de tía Didyme están muy alterados. Tengo que ir a la policía para rendir mi manifestación, cuando sea necesaria la tuya vendré a buscarte. Primero iré a casa de Jasper a ver a mis tías. No quiero dejarte sola así que Alice no tarda, Jasper ya la llamó.
James había muerto, eso no me alegraba pero me tranquilizaba mucho, pensé que tal vez había escapado y mi cuerpo se estremeció.
- Ve amor yo esperaré. Regresa pronto- le dije acercándome para besarlo. Me dio un rápido beso.
- Volveré tan pronto como pueda, cuídense.
Cuando estaban subiendo en sus autos llegó Alice vestida de verde, parecía un duende.
- Hola Bella, Jass me llamó. Que familia la verdad debemos estar agradecidas de que entre tantos chiflados nos hayan tocado los Cullen mas adorables. ¿Has desayunado?
- Aún no desayuno. Y tienes razón Edward y Jasper son únicos.
- Pues te prepararé algo rápido y después nos iremos al alberque.
- ¿Albergue?- pregunté intrigada, no sabía lo que planeaba mi amiga.
- Cada navidad pasó por el alberque días antes de navidad a dejar ropa y juguetes que voy recolectando durante el año. Y justo el día de navidad voy con comida. Traigo el auto de papá repleto, no sabes toda la comida que prepara la gente y termina botándola. Tengo tres pavos enteros, salsas, frutas y chocolate. Será un festín.
- Alice eso es muy loable de tu parte. ¿Por qué no me habías contado hasta ahora?
- Es algo personal Bella, verás antes yo sólo me preocupada por mi. Hace como 4 años doné un suéter pero olvidé algo muy valioso dentro. Una medalla que me dio mi abuela. Terminé en ese alberque dos días antes de navidad, me porté mal, llegue pidiendo y casi exigiendo que me lo devolvieran. Una mujer con un niño en brazos se lo quitó para devolvérmelo. Le había puesto al pequeño la medalla. Me sentí tan mala persona, no me había fijado que todos allí traían ropas usadas y no tenían suficiente comida. Desde entonces es como una penitencia mía. Me preocupo siempre en recolectar cosas para ellos. Mis padres apenas saben algo pero me ayudan mucho. Ahora que lo sabes, espero que puedas ayudarme a repartir lo que tengo. Toma un vaso de leche y vamos rápido, debo llegar para el almuerzo.
Me alisté, reuní algo de ropa y salimos para allá. Había mucha gente, más de lo que imaginaba. Madres con sus pequeños, niños abandonados y mucha gente sin familia. Me alegré de poder acompañar a mi amiga.
Edward me llamó y vino por mi al albergue. Fuimos a la policía. Nessie estaba allí dando su manifestación de lo ocurrido.
Fue breve, no fue un interrogatorio difícil.
- Bella, Didyme me pidió llevarte a su casa, desea hablarte. Sólo si tú quieres amor.
- Creo que debo hablar con ellas, no las traté muy bien la ultima vez que estuvieron en casa.
- Eres tan buena mi cielo. Te prometo que no será mucho tiempo el que estemos allí.
- ¿Y Victoria?- pregunté.
- Se la llevaron a Port Ángeles. Su cuadro es muy grave ya que tiene anemia severa y depresión.
Llegamos a casa de Didyme, no había estado aquí desde la cena aquella vez. La casa perecía deslucida y casi abandonada. Didyme salió a recibirnos, tenía los ojos hinchados.
- Bella, hija cuanto me alegro de verte. Perdóname por favor- me dijo echándose a llorar nuevamente.
- No hay nada que perdonar, yo sabía que tú creías en Edward- la consolé.
Pasamos y nos sirvió un té y galletas.
- Quería contarles que me voy de Forks con Heidi. Vamos a vivir en Port Ángeles para estar cerca de Victoria y poder cuidar de ella. No sabemos si enfrentará un juicio o si necesita rehabilitación. Dejaré aquí a Jasper y Rosalie porque tienen que acabar el instituto. Athenodora también se irá con nosotras junto con Jane y Alec.
- Me aseguraré de conseguirles una casa confortable y de que tengan lo necesario. No se preocupen por Rosalie o Jasper. Cuando terminemos el instituto iremos todos a Dartmouth, estaremos bien- lo miré sorprendida, no me había hablado de sus planes a futuro. Ahora con la llegada del bebé muchas cosas cambiarían. Pero su sonrisa me tranquilizó.
No quise ver a Heidi aún era pronto y estaba muy dolida por todo lo ocurrido. Nos fuimos a casa. Yo estaba callada, trataba de imaginar los planes que Edward tenía para nosotros.
- Amor, te noto distante. Creo que debemos hablar sobre nuestro futuro. No quiero que el bebé sea un impedimento para que vayamos a la universidad.
- No será un impedimento pero tampoco me gustaría dejarlo- quería disfrutar de mi hijo. Verlo crecer.
- Todo el tiempo que pasé perdido pensé mucho en nuestro futuro. Cuando recién nos casamos estábamos de acuerdo en terminar el año y seguir por nuestro rumbo. Ahora se que ya no podría vivir sin ti. Pero pronto seremos tres, quiero que vivamos con nuestro hijo, no separarnos jamás. Siempre me gustó la música pero debido a muchos eventos me he planteado el seguir la carrera de Medicina. Sé que tú quieres estudiar literatura. Podemos hacerlo y nuestros amigos también. ¿Qué te parece ir a Dartmouthtodos? Emmet y Rosalie, Jasper y Alice, tú y yo. Compraremos una casa, grande y cómoda. Podríamos acomodarnos todos allí.
- ¿Y nuestro bebé?
- Mis padres están más que dispuestos ayudarnos con su crianza y tú sólo tomarías algunos cursos.
- Eso me parece genial Edward, es una buena idea. Sé que nuestros amigos estarán felices con la idea, de hecho Emmet no puede esperar para casarse con Rosalie. Y Alice no podría vivir sin Jasper. Estoy muy feliz por ti, sé que serás un excelente médico.
- Gracias amor, pensé que no estarías de acuerdo.
Todos estuvieron de acuerdo, Alice estaba feliz, podríamos estudiar juntas como siempre quisimos y también estaría al lado de su Jass. Emmet le pidió matrimonio a Rosalie y lo fijaron para finales del año escolar. Todo iba bien encaminado y mi bebé crecía sano y fuerte dentro de mí.
Pasaron los meses y cada día me ponía más grande, a pesar de haber ido cada mes a mi ultrasonido, Edward y yo no queríamos saber el sexo del bebé, queríamos que fuera una sorpresa para todos. Terminé el instituto con casi siete meses de embarazo y diez kilos demás. Lo que no le impidió a Alice organizar una fiesta para celebrarlo junto con el discreta boda de Emmet y Rosalie.
Nessie y Jake ya eran novios, se veían muy enamorados. Mis padres estaban tristes porque me sus dos hijos se irían y decían que apenas Nessie terminara el instituto se vendrían a vivir con nosotros.
****
Una bonita mañana a finales de Julio noté que mi vista se nublaba. Ya había tenido algunos mareos antes pero creí que era a causa de todo el ajetreo de la mudanza. Decidí llamar al médico para que me hiciera un chequeo rápido. Edward había viajado con muchas de nuestras pertenencias. Tardaría un día en volver, así que fui sola al hospital. En cuanto me tomaron la presión pude ver la preocupación en el rostro del Dr.
- ¿Pasa algo malo?- le pregunté.
- Bella no te voy a mentir- me respondió –Tienes la presión muy alta y creo que hay sufrimiento fetal. Es indispensable que saquemos al bebé pronto.
- ¿Sacar al bebé? ¿Una cesárea? Apenas tiene ocho meses…
- Lo sé, déjame hacerte algunas pruebas mas, consultaré con otros colegas pero debes internarte de inmediato, debemos monitorear el corazón del bebé.
Su respuesta me causó escalofríos. Llamé de inmediato a Alice para que informara al resto y accedía a que me internen. El resto de la tarde varios médicos vinieron a observarme y estuvieron de acuerdo operarme al día siguiente. Yo estaba aterrada, sólo quería a Edward conmigo.
- Bella lo llamé pero su teléfono no funciona- me dijo Alice esa noche. Se quedó conmigo acompañándome.
A la mañana siguiente cuando me preparaban para la operación llegaron mi madre y Esme. Ambas me dieron aliento y me reconfortaron, una especie de valor que sólo una mujer que ha pasado por esto puede dar.
Cuando estaban llevándome a la sala de operaciones escuché la voz de Edward. Se oía aterrado, apenas pude verlo, los ojos se me cerraban a causa de la anestesia. Una luz fuerte me cegó, tenía el cabello en un gorro, estaba conectada a varias máquinas. Todos se movían a mí alrededor. De pronto todo fue quedando atrás y dejé de sentir mi cuerpo.
***
El fuerte llanto de un bebé me despertó, no sentía las piernas pero busqué en todas direcciones tratando de encontrar el lugar de donde provenía el llanto.
- Es un niño precioso- me dijo una enfermera acercándomelo. –Vamos Sra. Béselo antes de llevarlo a la incubadora. ¿Qué nombre le pondremos?
-Es varón- pregunté
- Si es un niño fuerte y sano. Un nombre por favor- apresuró un doctor.
- Edward… Edward Cullen hijo- pude decir.
Se llevaron a mi bebé y después de un rato también me llevaron a una bonita habitación dónde pude dormir unas horas. Estaba medio mareada y cansada también.
Al despertar unos preciosos ojos verdes me miraban. Sonreí en el acto.
- Hola amor- me besó en la frente –Me preocupaste tanto. Sentí que enloquecía. No me esperaste.
- Lo siento guapo pero los doctores recomendaron intervenir cuanto antes. ¿Dónde está nuestro bebé?- pregunté mirando hacia todos lados.
- Nos lo traerán en unos minutos. He ido a verlo, es perfecto. A pesar de ser un poco prematuro está muy bien. Y creo que vamos a tener que conversar lo de su nombre.
- No hay nada de que hablar- dije con una sonrisa –Mi hijo se llamará igual que su padre.
- Bella, podríamos ponerle un nombre diferente, no sabes lo complicado que es que dos personas se llamen igual en una casa.
- Ponle el segundo nombre si quieres pero no cederé Edward, nuestro hijo se llamará igual que tu. ¿Qué color de ojos tiene?- pregunté
- Verdes, igual a los míos- dijo haciendo puchero.
- Lo vez, es una réplica tuya, merece tu nombre. Edward Cullen hijo. Es perfecto.
- Como tú quieras mi vida. Ahora lo importante es que te recuperes pronto y vayamos a nuestra nueva casa.
Una enfermera nos trajo a nuestro bebé y me sentí tan emocionada que derramé unas lágrimas de alegría. Era tan suave y tierno, tan pequeño e indefenso.
***
Pasé un mes más en Forks antes de mudarnos definitivamente a nuestra nueva casa. Era grande y espaciosa, teníamos toda la primera planta para nosotros y había un jardín que Esme se había encargado de embellecer. Iniciamos así una nueva etapa con mucho entusiasmo. Al siguiente mes regresamos a Seattle por unos días para finiquitar el asunto de la herencia. Edward nombró a un administrador para que manejara las empresas mientras estudiábamos. Supe que sus tíos Marcus y Cayo habían sido sentenciados a varios años de prisión y que Victoria estaba internada en un sanatorio mental. Podríamos estar en paz mientras nuestro pequeño crecía y nosotros estudiábamos. Esme y Carlisle eran muy felices quedándose las mañanas con el pequeño Edward y yo podía estudiar. Todo en nuestra vida había tomado un buen rumbo. Seguíamos luchando por lo que queríamos, y estábamos juntos. Eso era lo más importante.
THE END