Antes que nada os quiero decir que mil gracias por vuestros comentarios y vuestros votos!! esta historia cada vez esta mas arriba si seguimos asi la Autora puede que me de la Autorizacion para Traducir la secuela :D y por ser hoy y agradeceros( y porque estare una semana ausente por causa de la Semana Santa hoy os dejo 4 capitulos) no os quejareis no? venga chicas cuando vuelva a conectarme a la pagina quiero esta historia muuuuuy arriba jeje!!!
Bella Swan
Después de nuestra cena, en la que Edward pidió una serie de cosas que me dejó probar, fuimos a tumbarnos a su dormitorio. Jasper se quedaba con Alice y queríamos darles privacidad. Edward estaba realmente tranquilo, sus labios seguían el curso de sus pensamientos.
"¿Donde tienes la cabeza?"
"Estaba pensando en una cosa. No es nada importante, no te preocupes."Intentó alejar mis preocupaciones. Suspiré con fuerza.
"Edward, algo te molesta. Cuéntamelo."Le froté el pecho con las manos, dejándolas descansar en sus hombros.
"¿Cuándo encontraste el anillo?"Preguntó tranquilamente, apartando su rostro de mí.
"Oh…"Dije en voz baja. Me mordí el labio inferior, no quería herir sus sentimientos.
"Bella, no estoy enfadado."Me aseguró."Lo siento, si te hizo sentir incomoda."
No, no me incomodó. No, para nada."Suspiré."Cuando estábamos en el hotel. Yo estaba recogiendo la ropa y me puse tu chaqueta. Sé que no debería haber-"
"Bella, mi vida, no te preocupes. Cualquier cosa que sea mía es tuya. Además, apuesto a que estabas muy sexy con esa chaqueta puesta."Bromeó tranquilamente. Sus dedos se deslizaron por mis mejillas y me dio un beso en la frente."No lo escondí muy bien. Debería haberlo sabido. Bueno ¿Al menso te gustó?"
"Muchísimo… Es… ¿es lo que creo que es?"Apoyé la cabeza a un lado de su cuello, no quería ver su cara cuando respondiese a la pregunta.
"¿Qué crees que es?"Contrarrestó.
"Edward…"Murmuré presionando la cara contra su piel.
"Sí."
"Lo siento."Dije suavemente, una sensación de calor ascendió por mis mejillas.
"¿Qué es lo que sientes?"Con sus manos sacó mi rostro de su escondite. Frotando levemente mi piel con el pulgar.
"Te lo he arruinado."Comencé a llorar.
Se levantó y me metió entre sus brazos."Oh, no lo has arruinado. Bella, cuando te lo proponga será un día inolvidable para nosotros. Sin importar como, donde y de qué forma te lo pida. Si no te encuentras preparada estoy dispuesto a esperar todo el tiempo que necesites. Lo bueno se hace esperar. Y vale la pena."
"No, yo no valgo la pena."Comencé a llorar más fuerte, sintiéndome de repente menos digna de su amor y devoción. Era demasiado perfecto, demasiado amable, demasiado dulce.
"Sí. Lo. Vales."Dijo cada palabra con firmeza, apretando con las manos mi cara."Mis esperanzas y deseos son algo que no puedo ocultar muy bien. Tu eres mi deseo y también mi esperanza."
Sollocé contra su pecho. Él me acunó lentamente, tarareando junto a mi oído para tranquilizarme.
"Oh, mi pobre dulce Bella. Ha sido una jornada muy larga. Estas muy cansada. No llores, mi amor. Podemos hablar de todo esto otro día."Pasó sus dedos por mi cabello.
"Edward, pídemelo. Pídemelo ahora."Susurré tranquilamente.
Edward Cullen
Tarareé una suave melodía junto a su oído. Su cuerpo temblaba contra el mío y me parecía que no era solo por esta conversación."Oh, mi pobre dulce Bella. Ha sido una jornada muy larga. Estas muy cansada. No llores, mi amor. Podemos hablar de todo esto otro día."La tranquilicé, tratando de calmar su corazón atronador y sus gruesas lagrimas.
"Edward, pídemelo. Pídemelo ahora."
"¿Qué?"Me alejé un poco de su cuerpo. ¿Qué se lo pidiese? ¿Es así como lo quería? Así no era como quería hacerlo.
"Bella yo-"Empecé pero un atronador golpe en la puerta me interrumpió.
"Hey ¿Chicos, estáis ahí?"Llamó Emmett tras la puerta. Cuidadosamente senté a Bella en la cama. La interrupción no podría alegrarme más.
"Hola, Em."Abrí la puerta solo una rendija.
"Pensaba que estabais ahí dentro. No te preocupes, no te molestaré durante mucho tiempo. Solo quería asegurarme de que te lo habías pasado bien en vacaciones y quería hacerte una pregunta."Parecía un poco tímido. Me preguntaba si podía ver la cara de angustia de Bella. Fruncí el ceño, sintiéndome culpable por el temporal alivio en esta charla.
"¿Qué querías preguntar?"
"Bueno, veras mi padre es propietario de un concesionario y todos los años alquila una parcela para el desfile de carnaval que se hace para todos los que trabajan para él y sus familias. Estamos allí durante todo el día, hacemos parrillas, nos ponemos ciegos de comida basura y cerveza, básicamente hacemos el vago todo el día. Es muy divertido. Me preguntaba si querríais venir con nosotros. Jasper y Alice también van a venir."
"¿No es un poco pronto para hablar del carnaval? No empieza hasta finales de febrero."Le pregunté confundido.
"Bueno, lo que pasa es que, ellos hacen los desfiles dos fines de semana antes del carnaval oficial. Y este año será el mejor desfile pues cae en el día de San Valentín. Quería cogeros antes de que hicieseis planes. Tendréis suficiente tiempo para celebrarlo después del desfile. Después celebramos una gran fiesta en la casa de mis padres si lo prefieres.
"No lo sé, Em. Tenemos que hablarlo primero."
"Oh, bien."Dijo un poco triste."Espero que decidáis venir. No sería una buena fiesta sin ti. Pero, lo entenderé si no quieres."Me sentía mal por haberle disgustado. No le había rechazado ni le había cerrado la puerta en las narices. Teníamos que hablar primero.
Después de darle las buenas noches, cerré la puerta lentamente. Tan pronto como la cerradura hico clic me incliné contra ella. Antes de volver con Bella respiré hondo. Me arrodillé frente a ella.
"Isabella Marie Swan, me casaré contigo. Te lo propondré. Sin embargo, no será esta noche. Cuando lo haga quiero que sea de una forma que luego se la podamos contar a nuestros hijos. Cuando pida tu mano en matrimonio, no será cuando tu estés llorando de tristeza o depresión, pero sí de alegría."
"¿Niños?"Preguntó sonriendo suavemente a través de las lágrimas.
"Sí, niños."Pasé los dedos por su piel, tratando de alejar su tristeza junto con sus lágrimas.
"Oh, Dios. Eso es algo en lo que no he pensado."Se hundió en el suelo delante de mí.
"Mira, tenemos muchas cosas que discutir antes siquiera de pensar en matrimonio. ¿Queremos niños? ¿Dónde queremos vivir después de la universidad? Cosas así."La abracé con fuerza.
Ella rió un poco, su cálido aliento fluyó por mi cuello."¿Cómo es que he sido yo la que ha acabado preguntándote si te quieres casar conmigo y tu el que ha contestado que aun no? Creo que durante el camino hemos intercambiado los papeles."
Me reí entre dientes."Supongo que tienes razón. Al igual que tu, yo no estoy diciendo que no. Estoy diciendo no, en este momento."
Sentí su cabeza contra mi cuello y presioné los labios en su mejilla."Vamos, amor. Vámonos a la cama. Todo será mejor por la mañana."
Bella Swan
Básicamente me había arrojado a él y me había rechazado. Y, de alguna forma, no me molestaba lo mas mínimo. Él había hablado de forma correcta, me abrazó de la forma correcta, lo hizo todo de la forma correcta. Solo como él podía hacerlo.
Me puso suavemente sobre la cama y me abrazó con fuerza, tarareando junto a mí oído una vez más hasta que me dormí profundamente sin sueños.
A la mañana siguiente me desperté temprano, Edward parecía que estaba muerto de lo dormido que se encontraba a mi lado. Cuando miré el reloj, suspiré. Solo eran las seis de la mañana pero necesitaba hacer unas cuantas cosas. Le besé suavemente en los labios.
"Cariño, me voy a casa. Llámame cuando te despiertes ¿Vale?"
"le."Murmuró y se dio la vuelta.
"Te quiero."Le di un pequeño beso en la frente.
"Tú también."Le murmuró a su almohada. No pude evitar soltar una risita. Era tan adorable. Estaba tan dulce dormido.
Cuando llegué me sorprendió encontrarme a Alice despierta."¡Hola! Te has levantado pronto."Me dijo.
"Tú también ¿Dónde está Jasper?"Me senté en uno de los taburetes mientras ella me pasaba una taza llena de café.
"Todavía en la cama. Creo que le he dejado agotado. De todas formas ¿Qué te parece lo del carnaval?"Preguntó.
"¿Qué?"Dije, todavía medio dormida.
"Lo del padre de Emmett. Ya sabes, todo el día de fiesta, el desfile. Sé que cae en el día de San Valentín pero, sinceramente, esto es más divertido. San Valentín se puede celebrar después."Se tomó rápidamente lo que le quedaba de café y se echó más.
"Oh… no lo hemos hablado. Sin embargo no creo que sea buena idea."Dije mordiéndome el labio inferior.
"¿Por qué?"Contestó, subiendo una ceja.
"Oh, vamos a ver… ¿Crees que es buena idea que le lancen cosas alguien que es ciego?"Me reí.(N/t: En este carnaval desfilan distintas peñas y los miembros de cada una de ellas lanzan cosas al público como collares, medallones, tazas de plástico, prendas intimas y muchas más cosas raras ^^)
No esperaba reaccionar así. Alice echó la cabeza hacia atrás debido a las carcajadas que estaba soltando."Bella, hay una tienda de campaña, así que no tendrá que preocuparse porque lancen cosas contra él. Hay mucha música y buena comida. No queremos darle de lado simplemente porque no sea capad de recoger las cosas que tiren."
"Supongo que tienes razón."Accedí."Nunca he ido al Mardi Gras."Agregué.
"No es como en Nueva Orleans. Esto es más amistoso, familiar. Hay un MONTÓN de diversión. En Misisipi también hay desfiles, pero los de aquí me gustan mucho mas."Dijo alegremente. Sabía que estaba cerca a ganar esta discusión.
"Lo hablaré con Edward."Murmuré.
"¡Woo hoo! ¡Impresionante! ¡Será muy divertido!"Saltó por toda la cocina y me abrazó con fuerza.
"¿Qué es todo este entusiasmo?"Preguntó un Jasper muy dormido frotándose los ojos. Nunca le había visto sin camiseta y antes de apartar la mirada me ruboricé. Por supuesto, Alice se dio cuenta.
"¿Tenemos hombres que están buenísimos, no?"Se rió tontamente.
Me sonrojé más y asentí con la cabeza. Jasper sonrió a su futura esposa antes de darle un beso en la cabeza."De todas formas no creo que estuvieseis entusiasmadas por mí."
"Bueno, os dejaré desayunar. Tengo algunas cosas que hacer."Dije terminando mi café. Me bajé del taburete y fui a mi cuarto.
"¡Estoy haciendo magdalenas! ¡Te llamaré cuando estén!"Dijo Alice mientras me retiraba. Ella me estaba malcriando tanto como Edward.
Me senté frente al ordenador de mal humor. No había hablado con mi madre durante dos semanas desde su pequeño berrinche. No quería dirigirme a ella, pero no sabía qué hacer. No podía hablar con ella cuando Edward estaba cerca. No quería que sufriese por culpa de su locura. Encendí el ordenador mientras me echaba hacia tras en mi silla en un intento de relajarme.
Tres docenas de correos electrónicos ocupaban la bandeja de entrada. Gemí. Cada uno de ellos era de mi madre. Podría comenzar con el más antiguo e ir paso a paso. Lentamente cliqué en él, en realidad no quería leerlo.
"¡Cómo te atreves a tratarme de esta manera! ¿Cómo has podido dejar que un chico se interpusiera entre nosotras? Si piensas que…"
La mayoría empezaban así, cada uno de ellos trataba de hacerme sentir mas y mas culpable. No funcionó. Simplemente me cabreó. Solo respondí a uno de los mensajes, el último.
"Isabella Marie Swan ¿A dónde te has ido que no puedes responder a mis llamadas telefónicas ni a mis correos electrónicos? Te he tratado mejor que esto. Ningún muchacho vale la pena, especialmente uno que no puede cuidarte a ti y a tus necesidades. Tu familia es más importante."
La dañina ira me inundó y traté de dejar cada frase tan clara como fuese posible. Ni siquiera me di cuenta de las lágrimas que estaban corriendo mis mejillas hasta que casi había terminado de escribir.
"Madre, No he respondido a tus e-mails ni a tus llamadas telefónicas porque estaba demasiado ocupada disfrutando de la navidad con gente que me respeta a mí y a mis decisiones. Sí, la familia es importante. Estoy de acuerdo contigo en eso. Ahora Edward es parte de mi familia. Si Charlie puede aceptarlo, tú también puedes.
Y, estas equivocada. Él puede cuidar de mí, aunque no digo que eso sea necesario. Soy adulta. He cuidado de ti durante diez años, creo que podré sobrellevarlo.
Mantén tus opiniones para ti. Si no puedes decir nada bueno, no digas nada en absoluto. Metete eso en la cabeza para tu próximo correo electrónico."
Apagué el ordenador y después el teléfono móvil. No quería oírla a primera hora de la mañana. Las lágrimas fluían libremente por mis mejillas y lo odiaba. Odiaba a mi madre por hacerme sentir de esta manera.
Me arrastré hacia la cama y me la tapé con la almohada. Escuché como se abría la puerta de mi habitación."Las magdalenas están listas."Oí decir a una voz masculina."Oh…"
Cuando Jasper se sentó a mi lado, la cama se hundió. Con cuidado apartó la almohada de mi cara. Moví las manos para tapármela así él no podría ver mi piel enrojecida y mis ojos hinchados."No quiero magdalenas. Gracias."Murmuré.
"Bella ¿Estás bien?"Preguntó frotando mi brazo suavemente.
Solo sacudí la cabeza, incapaz de hablar. Hoy todo el mundo estaba lleno de sorpresas. Él se inclinó y me abrazó con fuerza.
"¿Hay algo que pueda hacer?"Preguntó dulcemente.
"Mi madre está loca."Enterré la cara en su cuello y le devolví el abrazo. Simplemente necesitaba consuelo."No para de soltar un montón de mierdas sobre Edward. Ella dice que no puede cuidar de mí y yo creo que eso es una estupidez."
"Sabes, a mi madre no le gusta Alice."Alcé el rostro. ¿A quién no le gustaría Alice?
"¿Por qué?"
"Dice que es demasiado hiperactiva para mí. E insiste demasiado."Rió entre dientes, mirándose las manos.
"Vale, bueno, eso es cierto. Sin embargo Alice es maravillosa."Dije secándome las lágrimas.
"Sí, lo es. Mi madre puede pensar lo que quiera. Lo que siento no cambiará. Me doy cuenta de a lo que se refiere mi madre y lo que quiere decir la tuya. Sin embargo ¿Sabemos lo que hacemos, verdad?"Tocó mi hombro cuidadosamente y me sonrió.
"Así es."Sonreí un poco, mis lágrimas se habían detenido completamente. Me incliné hacia delante y le di un abrazo."Gracias. Eres un buen amigo."
"¿¿Bella??"Oí la voz de terciopelo de Edward llamarme desde la sala. Jasper se separó y acarició mi hombro.
"Está aquí, Edward."Dijo antes de salir de mi habitación.
Edward entró en mi cuarto, parecía bastante asustado. Me apresuré a llegar hasta él y le abracé con fuerza, necesitaba sentir su calor y consuelo."¿Estás bien? ¿Te ha pasado algo? Esta mañana me desperté y no estabas allí. Después, el teléfono no funcionaba. ¿Estás bien?"Dijo muy rápido.
Simplemente asentí y lo abracé más fuerte, enterrando mi cara en su cuello. Respiré su dulce aroma."Lo siento. No quería asustarte."
"Está bien."Me acarició la mejilla."Has estado llorando."No era una pregunta, era una afirmación.
"Ahora estoy bien. No te preocupes."Le besé la frente.
"¿Estás segura? ¿Hay algo que pueda hacer?"Dijo devolviéndome el beso en la frente. Dejó sus cálidos labios allí, haciendo que mi piel hormiguease con la electricidad que siempre fluía entre nosotros.
"Simplemente abrázame.
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