te voy a dar calabazas

Autor: princcesaaa
Género: Romance
Fecha Creación: 14/04/2010
Fecha Actualización: 01/05/2010
Finalizado: SI
Votos: 12
Comentarios: 12
Visitas: 112297
Capítulos: 32

Nueva historia.....nueva autora. A todos nuestros visitantes les quiero presentar a Patricia o como la conocen por ahí Patty Massen, ella es de Perú y es la autora de varios fanfic's, su redacción es genial y las tramas de sus historias buenisimas.yo solo la estoy bajando.  k  kede todo claro.
La primera de las historias que disfrutaremos de ella es distinta a varias que conocemos......Bella y Edward se ven obligados a casarse para poder acceder a una herencia pero deben convivir un año entero. Que pasará con ellos, ambos son muy obstinados y parecen odiarse. ¿Podrá surgir el amor en pleno campo de batalla?
Dificil la verdad.....vamos a ver que pasa  en esta divertida historia con mucho humor y romance.
Link de la autora:

 

 

 http://www.fanfiction.net/u/1802610/PATTYMASSEN

 

 

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Capítulo 4: Esta bien, acepto

Hola bruja, ¿es cierto lo que he oído y algún pobre hombre se quiere casar contigo? Me preguntó una mañana mi dulce y amoroso hermano Emmet. ¿Por qué mis amigas tenían hermanos protectores y a mi me había tocado esto? Él apostaba cuando era pequeña cuando peleaba. Es más apostaba contra mi.

- Es cierto grandulón, voy a casarme en un mes, pero aún no conozco al pobre hombre.

- ¿Matrimonio a ciegas? Estás segura Bella- dijo por primera vez preocupado.

- Si boda forzada- dije divertida

- ¿En serio? ¿Te están obligando? No lo creo. Me parece imposible y como es que te lo tomas así. Tú eres la chica más testaruda que conozco.

- No me están obligando. Es como una inversión sabes. Si no me caso no voy a la universidad. Así de simple.

- Pero como vas a vivir con alguien a quien no conoces. Bella el matrimonio es algo importante, se necesita amor para eso.

- Emmet es amor por mi carrera. Me casaré con el hijo de nuestros tíos Carlisle y Esme, heredará una fortuna que nos sacará de la ruina, así no tendremos que vender tu playstation, ni tu Ipod y podrás tener una gran auto el próximo año- le dije.

- Bella esto es serio, no deberías- vaya en 17 años no se había preocupado por mi bienestar y ahora era el perfecto hermano.

- Emmet no te preocupes, nuestro primo es gay.

- ¿Gay, te vas a casar con un gay? Y luego irás a esas marchas coloridas. No por Dios, ¿tendré un cuñado rosa que tal vez se enamore de mí?

- No hagas teatro, no vamos a vivir aquí de todos modos.

- Y donde van a vivir, no me digas que vivirán juntos.

- Por un año debemos vivir como una pareja feliz. Después de eso ya veremos, yo me iré a la universidad y él podrá hacer lo que quiera.

- ¿Bella haces esto por todos verdad?- su cara era para foto.

- ¿Es tu forma de decir que soy buena?

- No bromeo Bells, me preocupas.

- ¿Qué te preocupa grandote?

- Que termines siendo una lesbiana- dijo riéndose y le aventé uno de mis zapatos. Otro que me llamaba así.

Al siguiente día mis tíos vinieron a buscarme para almorzar. Estaba nerviosa, conocería a mi primo. Me habían dicho que era temperamental y caprichoso pero esperaba hacerle comprender que era por nuestro mutuo bien y que como conocía su secreto y lo aceptaba todo podría irnos bien.

Llegamos a su casa, Carlisle manejaba el auto, se estacionó y me miro.

- Bella hemos hablado con Edward y sigue sin aceptar esto. Dice que sólo se casará cuando esté enamorado. No se que pensar. Solo te pido que diga lo que diga no te ofenda. A veces es un muchacho maravilloso y otras es muy cerrado- dijo tratando de hacerme sentir bien.

- Descuida- le dije. –Espero poder conversar al menos un buen rato con él y poderle hablar de nuestra situación. Seguro que entenderá.

Bajamos del auto y entramos en la casa. Esme estaba en el comedor sirviendo el almuerzo.

- Bella bienvenida- dijo dándome un beso en la mejilla.

Sentí que la puerta se abría, alguien entraba haciendo mucho ruido. No quería voltear a ver. Esperaba que esté cerca para girarme.

- Edward que traes allí hijo- preguntó Carlisle

- Son ramas de romero, voy a ponerlas en agua con unos alfileres junto a la puerta-dijo. Su voz se me hizo conocida

- ¿Para que?- preguntó su madre

- Es para ahuyentar visitas no gratas, acabo de leerlo en Internet- dijo, al parecer aun no me había visto y quería espantarme. Me preguntaba si hacía esto por mí.

Me giré a verlo, tenía en sus manos un arbusto pequeño que le tapaba el rostro. Lo dejó en el suelo y me miró.

- Bueno creo que ya no necesito esto después de todo- dijo mirándome. Era el mismo chico que había conocido en la librería.

- Edward- dijo Carlisle –Déjame presentarte a tu prima Bella.

Él sólo me miró y sonrió, al parecer me había recordado.

- Vaya, la lesbiana en negación- dijo levantando la voz.

Esme y Carlisle me miraron sorprendidos. Yo empezaba a sentir el calor en mi rostro, el mismo que me había llenado cuando le grité en la librería.

- Sólo compraba libros para poder entender tu problemita primo- Le dije en tono desafiante.

- ¿Ya se conocían? Preguntó Esme.

- ¿Qué problemita se supone que tengo?- preguntó él haciendo caso omiso de sus padres. Y avanzó un paso hacia mí.

- Bueno tus padres me comentaron algo acerca de tus tendencias- le dije sonriendo –Créeme no te voy a juzgar, tus inclinaciones sexuales son lo que menos me importan- le dije sonriendo.

- ¿Mis tendencias sexuales? Si la desviada eres tú- me dijo

- Yo soy una mujer- le grité

- Chicos cálmense por favor- dijo Esme preocupada

- Edward compórtate- dijo Carlisle.

Nos miramos con rabia. Al parecer no era un buen comienzo. Como querían que lo tratara bien, no tenía dos segundos en su casa y ya estaba haciendo brujería para que me marchara. Poniendo plantas para ahuyentarme. No necesitaba eso. Con gusto me iría sola por donde vine.

- Siéntense a la mesa y luego hablaremos- Dijo Esme

La seguí, me senté con Edward frente a mí. Este sería un almuerzo para recordar.

Casi no hablamos durante la comida, al menos él solo decía monosílabos. Yo debía responder cuando se me preguntaba.

- Bella ¿Qué piensas estudiar?- dijo Carlisle

- Quisiera estudiar literatura, aunque también algo de Ecología- le respondí.

- Debe gustarte leer mucho- dijo Esme – Tenemos una gran biblioteca, puedes venir a leer cuando gustes o llevarte algo para leer en tu casa.

- Gracias- dije en ese momento pude ver un gesto de asco en la cara de Edward. Acaso era por mí. No iba a dejar que este niño me arruine mi almuerzo. Así que decidí ignorarlo.

- Y mi primo- dije poniendo énfasis en la última palabra –?Que es lo que piensa seguir?

- Edward- dijo Carlisle.

- Sexología- dijo sin titubear y sonriendo burlonamente.

- Claro era lógico- dije sonriendo también.

Su risa se esfumó y me miraba molesto.

Cuando terminamos de almorzar. Pasamos al saloncito donde días atrás conversé con Esme.

- Edward, Bella ya hemos hablado con cada uno por separado. Ahora nos gustaría que ustedes pudieran hablar sobre el problema que tenemos. Edward procura ser maduro por favor- Dijo Carlisle endureciendo la mirada hacia su hijo.

Y ambos se marcharon. El silencio se hizo presente, por algunos minutos nadie dijo nada, estaba segura que podría haber oído a una mosca si hubiera una por allí. Decidí de dejar de ser infantil e iniciar la conversación.

- Yo tampoco estoy contenta con esto, que te quede bien claro- dije –Pero de verdad quiero ir a la universidad y no quiero perder mi casa ni a mi familia-

- Nos están obligando, debería haber otra opción- Dijo sin mirarme.

- Entonces escucho tus propuestas- le dije cruzándome de brazos.

- No tengo propuestas para tus problemas- me dijo serenamente –Pero he pensado en mis padres, tenemos algunas cosas de valor y yo podría trabajar.

- Mis problemas ahora son tus problemas- le dije –Mi padre perdió casi todo su dinero para invertirlo con el tuyo y por eso yo no podré estudiar. Deja de ser niño y pensar sólo en ti.

- ¿Tan desesperada estas que no te importaría casarte con un extraño?-dijo

- Podría ser peor, además tus padres me dijeron que eras gay, o que al menos lo sospechaban.

- Pues no lo soy, si lo fuera no lo negaría. Y que es lo peor que podrías hacer ¿Tal vez Trabajar? ¿Eso sería mucho para ti?- me dijo duramente.

- No le temo a trabajar, puedo hacerlo. Pero no quiero perder mi casa. Allí nací y crecí. Mi hermano también va a ir a la universidad, porque no puedes entender.

- Pues yo ya perdí mi casa y mi piano que era muy valioso para mí. ¿Y acaso estoy lamentándome?-dijo.

- No tiene caso hablar contigo, eres tan egoísta y no quiero seguir hablando con un orgulloso niño mimado. Tus padres querían enviarte a Juilliard pero en vez de eso prefieres un trabajo teniendo la oportunidad de seguir tus sueños. Claro seguramente te llenará de orgullo ser mesero en el star Buck o en el mcdonalls. Suerte primo.

Me levanté y salí de la casa sin voltear o mirar por si estaban allí Esme o Carlisle. No tenía auto así que caminaría, no tardaría más de una hora en llegar a casa.

Cuando estaba a unas cuadras, sentí a alguien correr detrás de mi.

- Bella- dijo. Me giré para verle.

- ¿Que quieres?- pregunté.

- ¿Segura que no es el dinero lo que buscas?- me preguntó

- Vete al diablo Edward- le dije y seguí caminando.

- Está bien. Acepto- dijo con una voz de resignación.

- Bien. Te veré luego- le respondí sin voltear.

Jamás había sabido de una situación así. No había pensado en casarme pero alguna que otra vez había imaginado lo que sería una propuesta de matrimonio. Era la chica la que aceptaba, después de que él se arrodillaba para pedírselo. ¿Acaso yo le pedí matrimonio? Que sensación mas horrible, me había aceptado. Como si yo se lo hubiera pedido.

Capítulo 3: Enemigo mio Capítulo 5: Preparando el bodorrio

 
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