Bella!- oí gritar mi nombre en dos voces distintas, una era de Jake y la otra… la que tanto esperaba.
El viento helado que había enfriado mi cuerpo fue cediendo y un calor que empezó en mi corazón me llenó por completo.
Edward, busqué de inmediato su rostro, tenía que verlo para estar segura que era él ya que constantemente oía su voz en mi mente.
Bajó de un auto que nunca había visto antes, parecía asustado y cansado pero como siempre era la visión plena de perfección. No me miraba tenía los ojos clavados en James. Detrás de mi oír a Jake.
-No den un paso más o la pequeña Bellita muere- dijo James al ver a los recién llegados sacando un arma y apuntándole a mi prima en la cabeza.
- Suelta a Nessie- la voz de Jake se oía suplicante muy diferente al tono que usualmente usaba.
- Nessie, este mostrito hace honor a su nombre, he tenido que dormirla dos veces, es más fuerte que tu Eddie- miraba a Edward con odio marcado. –No te ofendas pequeña niña eres linda pero prefiero a la origina-le decía a su rehén mientras acaricia sus cabellos, ella aún parecía medio dormida y mareada, abría y cerraba los ojos y movía la cabeza en varias direcciones. –Avanza hacia mí Bella y con gusto dejaré ir a Nessie- dijo mirándome.
-Quédate donde estás Bella- ordenó Edward, me detuve después de haber dado un paso hacia delante.
- Ven a mi preciosa, todo lo que quiero es que vengas- James tenía una mirada penetrante y envolvente. Traté de moverme, no quería que le disparara a Ness.
- Bella por favor… él no la dejará ir, no te acerques mi amor- la voz dulce y suplicante de Edward eran caricias en li oído, quería correr y lanzarme a sus brazos, llenarlo de besos y decirle cuanto lo amaba.
- Si no vienes la mataré- amenazó el demente.
Miré a Edward con dolor él me devolvió la mirada desesperado. Con pasos cortos llegué al lado de James.
- Te tengo- dijo él tomándome de un brazo y soltó de su agarre a Nessie que cayó al suelo, lo miré a los ojos su desagradable rostro me atrajo hacia él, sus manos eran firmes me abrazó con la que tenía suelta. –Ahora si eres mía.
De pronto James gritó de dolor, me soltó y se volteó levantando a Nessie del suelo.
- En verdad eres un monstruo pequeña idiota- le dijo apuntándole, ella se soltó de él y retrocedió dos pasos.
- Por favor no- supliqué, él se volvió para mirarme, de reojo vi que alguien se abalanzaba sobre nosotros James se movió rápido, sentí que alguien tiraba de mí hacia atrás y me abrazaba. Los fuertes y suaves brazos de Edward me envolvían pero yo no podía voltear a verle mis ojos estaban fijos en lo que acontecía delante de mi. Jake y James forcejeaban con el arma en la mano.
- Maldito loco enfermo como te atreviste a tocarla- Jake parecía poseído por no sé que extraña fuerza.
- Te mataré maldito indio, Bella es mía.
- Nunca volverás a acercarte a Ness….
El fuerte ruido de un arma me dejó paralizada. Los dos cayeron al piso. Pero en una maniobra muy rápida e inesperada y en menos de un respiro James se puso de pie sin arma y con la cara retorcida de furia. Sentí que los brazos protectores me ponían detrás, me empujaban suavemente a seguir retrocediendo.
- Ahora si acabará contigo pequeño Eddie como debí haber hecho en el avión.
Jake yacía en el suelo, Nessie corrió a su lado sus manos lo tocaban buscando heridas, el salado de la sangre me llegó de inmediato, él estaba herido quise correr a su lado también pero entre mi y ellos estaban Edward y James a punto de lanzarse el uno contra el otro.
- Eres un cobarde, sino es con un arma no te atreves a enfrentarte-le increpó mi esposo.
- Eso lo veremos ahora, quiero a esa mujer y la tendré. Pero creo que primero debo dejarla viuda de verdad- amenazó el malhechor
Jame se lanzó contra Edward que con un rápido movimiento lo evitó y utilizó su fuerza para lanzarlo contra el piso. Ya lo había visto hacerle eso a Jake cuando se pelearon en La Push pero no había sido tan agresivo aquella vez.
James se levantó ágilmente y lo empujó contra la camioneta, oí el ruido sordo del golpe pero Edward se soltó y le dio dos puñetes en el rostro uno tras de otro y luego un increíble puntapié que sólo había visto en películas, de esos que requieren que el peleador dé una vuelta completa de 360 grados. James cayó al piso otra vez.
- Ella es mi vida maldito imbécil, no dejaré que vuelvas a ponerla en peligro.
Pero James que parecía ponerse de pie hizo un rápido movimiento y le barrió los pies a Edward que cayó sobre su espalda. Maldito psicópata traidor, aprovechó que Edward no lo atacaría mientras se levantaba porque era un caballero.
- No me importa que ella tenga algo tuyo dentro estúpido niño, me la voy a llevar igual.
La mirada de Edward rápidamente se posó en mi rostro y después en mi vientre, se veía confundido. James aprovecho ese segundo de descuido para patearle las costillas, vi el rostro contraído de mi amor, parecía haberle hecho mucho daño. No pude evitar seguir siendo espectadora, me lancé a la espalda del maldito y le hundí mis uñas en su rostro y en todos los lugares que encontrara descubiertos. Él de deshizo de mi y caí al piso.
- Pequeña fiera, pagarás por esto- me amenazó y se giró para tomarme, su rostro y cuello sangraban. No llegó hasta mí fue derribado hacia un lado, ambos cayeron al piso enfrascados en una pelea tan que no podía ver bien quien golpeaba a quien. Me levanté y corrí hacia donde Jake y Nessie estaban. Ella parecía no tener ni idea de toso lo que ocurría.
- Resiste mi amor, no te mueras por favor Jake- susurraba, se había quitado el suéter y lo había amarrado alrededor del hombro de Jake. A lo lejos oí sirenas, policía o ambulancia, miré al rededor, los vecinos también habían salido de sus casas y nos miraban horrorizados.
Me giré a ver a Edward quien estaba golpeando a James y lo tendía en el piso, parecía querer seguir golpeándolo y temí que lo matara y tuviera que ir a la cárcel. No quería que lo separaran de mi otra vez. Corrí hacia él y lo abracé por la cintura. Se calmó y me abrazó aun así estando a su espalda podía sentir sus manos recorriendo mis brazos.
Una ambulancia llegó de inmediato, seguida de un carro de la policía, los mismos que habían estado en casa y se habían marchado una hora antes.
Llegaron rápido y levantaron a James.
- Lo llevaremos al hospital para que lo revisen pero no lo descuidaremos ni un segundo- me dijo uno de ellos mientras el otro le ponía las esposas y lo levantaba.
Recién entonces Edward se volteó hacia mí y me abrazó, sentí que mis pies ya no tocaban el piso. Era tan cálido sentirlo nuevamente. Me puso en el suelo y mi miró profundamente.
- Que trataba de decirme… algo mío… dentro de…-su ojos se veían asustados y expectantes. Le sonreí ampliamente a pesar de todo lo ocurrido no podía evitar sentir esta alegría que me embargaba, por fin iba a decírselo.
- Estoy embarazada Edward. Vamos a tener un bebé.
Sus ojos se abrieron más de lo debido, pestañeó un par de veces y de pronto una gran sonrisa torcida marcó su rostro. Mi miró con mucha ternura. Y me besó con suavidad. No tenía idea lo mucho que había extrañado sus besos, eran como un bálsamo para todas mis penas, como agua fresca para alguien muriendo de sed. Nos separamos cuando oímos el ruido metálico de la puerta del carro de la policía al cerrarse.
- Jake- dije. Él pareció recordarlo, me tomó de una mano y me llevó hacia la ambulancia.
- No llore señorita, él estará bien, lo llevaremos para intervenirlo y retirarle la bala, la herida es en el hombro no morirá, hizo un buen trabajo evitándole la hemorragia. ¿Quiere subir y acompañarnos?- preguntaba un paramédico a Nessie, ella asintió y subió rápidamente al lado de Jake.
- Está bien- susurró Edward. –No me habría perdonado si hubiera sido algo peor, no por salvarte una vez más.
- Pero él venía a salvar a Nessie.
-¿Ah sí? Pensé que era a ti.- Me miró confundido.
- No, lo oí bien, estaba más cerca de mí. Él no quería que James volviera a acercarse a Nessie, no pudo decir su nombre por completo porque James le disparó,
- Bella- mi mamá llegó hasta mí. –Estás bien cariño, debemos llevarte al hospital, el médico dijo que no podías hacer movimientos bruscos, te caíste mi amor.
Edward me miró asustado. Me levantó en brazos.
- Amor te caíste, debemos llevarte al médico.
- Edward estoy bien, tengo tanto que decirte y quiero que me digas tantas cosas.
- Después de que te revise un buen médico, no quiero correr riesgos. Debemos estar seguros, no podemos arriesgar a nuestro hijo.
Se oía tan bien esas palabras en sus labios, nuestro hijo.
Me subió en el auto y manejó hacia el hospital, parecía moverse con dificultad.
- Edward tu tampoco estás muy bien, quiero que tu también veas al médico.
- Si amor, no hay problema, creo que necesito otras placas. Tenía dos costillas fracturadas, todavía estoy usando vendajes y me he llevado un buen golpe. No creo que sea tan grave pero pediré que me revisen.
- ¿Mi papá y Carlisle?- pregunté.
- Se quedaron en el camino. Tuvimos problemas para regresar cuando me encontraron, una tormenta cayó y no pudieron avisar al helicóptero de rescate. Casi nos congelamos. Llegamos al hospital de Port Ángeles hace dos días, nos atendieron de emergencia yo estaba malherido y hecho un témpano pero los cuidados de Charlie y Carlisle evitaron que fuera peor. Hoy nos dieron de alta al medio día, estaba al lado de tu padre cuando te llamo veníamos en un auto rentado pero la carretera estaba cerrada en un tramo. La verdad creo que tengo que ir a la policía después del hospital. Robé un auto.
- ¿Qué?- grité sobresaltada.
- Amor, casi me vuelvo loco, pensé que James te había secuestrado, como intentó la vez anterior, a decir verdad era lo único en lo que pensaba, antes de saltar del avión James dijo que vendría por ti. Cuando escuché a tu madre al teléfono salí del auto y corrí a través de la nieve, pasé la zona que estaba en mantenimiento y llegué al otro lado, donde alguien que iba en sentido contrario había dejado su auto con las llaves puestas. Sin pensar tomé su coche era muy rápido. Creo que llegué a 200 kilómetros por hora, que sensación mas fuerte- sonrió.
- Ahora eres un ladrón de autos, que ejemplo para nuestro bebé- dije quejándome, aunque no lo sentía lo más mínimo, me hacía feliz que haya hecho eso por estar conmigo.
- Y tu eras una gata fiera, espero no tener que enfrentar tu ira nunca, James va a tener la cara desfigurada para siempre- soltó una carcajada.
Llegamos al hospital, tendría que esperar un tiempo más para saber toda la historia con detalle. Mientras él y yo estuviéramos juntos podría esperar una vida entera.
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