te voy a dar calabazas

Autor: princcesaaa
Género: Romance
Fecha Creación: 14/04/2010
Fecha Actualización: 01/05/2010
Finalizado: SI
Votos: 12
Comentarios: 12
Visitas: 112308
Capítulos: 32

Nueva historia.....nueva autora. A todos nuestros visitantes les quiero presentar a Patricia o como la conocen por ahí Patty Massen, ella es de Perú y es la autora de varios fanfic's, su redacción es genial y las tramas de sus historias buenisimas.yo solo la estoy bajando.  k  kede todo claro.
La primera de las historias que disfrutaremos de ella es distinta a varias que conocemos......Bella y Edward se ven obligados a casarse para poder acceder a una herencia pero deben convivir un año entero. Que pasará con ellos, ambos son muy obstinados y parecen odiarse. ¿Podrá surgir el amor en pleno campo de batalla?
Dificil la verdad.....vamos a ver que pasa  en esta divertida historia con mucho humor y romance.
Link de la autora:

 

 

 http://www.fanfiction.net/u/1802610/PATTYMASSEN

 

 

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Capítulo 29: Psicópata suelto

Alice no te parece que estás exagerando?- le pregunté a mi amiga cuando empecé a notar que mi sala estaba muy verde y brillaba por todos lados.

- Y espera a ver el árbol que traerá Jacob. Ya debería estar aquí.

- No tengo ánimos de adornar el árbol Alice.

- Bella es tu primera navidad en tu casita. No estés triste, sé que pronto volverá, estoy segura.

- Quisiera tener tanta confianza como tu. El tiempo sigue pasando, en dos días será navidad y no se nada de Edward o de mi padre o Carlisle.

- Ya sabes que la mayoría de las carreteras están bloqueadas y los vuelos suspendidos, hay muchas tormentas en el norte. Pero volverán pronto Bella ten fe.

- ¿Y Jasper?

- Fue al funeral de Tanya. Yo no he querido aparecerme por allí, ella nunca fue amiga mía, sería hipócrita ir a llorarla cuando sabemos como era.

- No es bueno guardar rencor y menos a los muertos Alice.

- Si pero ella aún muerta sigue intrigando.

De pronto la puerta se abrió y me sobresalté.

- ¿Hola Bella, te asusté?- era Nessie

- Hola Ness, sólo estoy un poco nerviosa.

- Pero que lindos adornos y que bonitas luces, creo que son demasiadas- dijo observando como Alice había puesto una red de luces en toda la ventana y en toda la puerta.

- No son demasiadas cuando sobra espíritu navideño- se defendió mi amiga.

Jacob entró en la casa con un árbol mediano muy frondoso y verde.

- ¿Como está la mamita? Mira Bells les he traído un árbol que yo mismo planté.

- Gracias Jake es precioso, no debiste molestarte- el contesté.

- Pensé que no querías adornar tu casa por eso no lo había traído antes, aunque las cosas no marchen bien debes sonreír Bella, verás que pronto todo mejorará.

Nessie se había quedado mirando a Jake, tenía el semblante triste.

- Hola Ness, ¿que prepararás para cenar la noche buena? Oí decir a Emmet que cocinarías la cena de navidad.

- Haré pavo relleno, ¿vendrás a cenar con nosotros?

- No lo creo, tengo que cenar con mi papá pero vendré el 25 por la mañana, me puedes guardar algo.

- Claro que si, te esperaré.

- ¿Bella cenarás en casa de tus padres?

- Si pero sólo un rato, luego vendré a aquí ¿por qué?

- No puedes estar aquí sola, menos con ese hombre rondando por Forks. Si vas a estar aquí, vendré a cuidarte- dijo Jake muy seguro de si.

- Creí que no vendrías la noche buena- dijo Ness dolida.

- Sólo si Bella va a estar sola, no la podemos dejar…- pero Jake siguió hablando sin notar que Nessie se había ido.

- Tú si que eres tonto lobito- dijo Alice.

- ¿Yo? ¿Por qué?- se defendió él.

- Tonto y desubicado. No te das cuenta de que Nessie quería que vinieras a verla y tu estas más preocupado por Bella.

- Pero es que a Nessie no la ronda un loco. Bella es prioridad.

- Te patearía por estúpido sino fuera porque traigo zapatos de marca- dijo mi amiga siguiendo con su decoración.

***

Al día siguiente a medio día Nessie y yo fuimos al supermercado, la llevé en el volvo que hacía dos días que Jasper había traído de Port Ángeles. Edward lo había dejado allí la última vez que viajó a Seattle. Era la primera vez que lo manejaba sin él. Su aroma todavía estaba en el auto. Eso sólo hizo que me sintiera más triste. No quise bajar del auto mientras Nessie compraba los últimos ingredientes que necesitaba, tenía miedo de resbalar y no me apetecía encontrarme con nadie y menos alguien que estuviera más interesado en el chisme que en saber de Edward.

De pronto sentí que un auto paraba a mi lado.

- Veo que recuperaste el auto Bella- otra vez la despreciable voz de James.

- Pero qué haces aquí descarado- le reclamé.

- ¿Sigues así de resentida conmigo? Y yo que te traía algo. No pude llegar ayer porque las carreteras estaban cerradas.

- ¿No pudiste llegar al funeral de tu amante?

- No lo creí prudente. Victoria está aquí y como estamos separados hace tiempo.

- Mentiroso, tan sólo el mes pasado ella vino a reclamarme a la escuela. Que ridículas mentiras le contarías pero eso no funciona conmigo. Ya no. Vete- le grité, estaba enfurecida, Tanya había muerto esperando un hijo suyo y él se las daba de hombre separado.

- Pensé que te gustaría lo que te he traído preciosa- dijo sensualmente.

- No quiero nada de lo que tengas- le reproché.

- Igual pienso dártelo ya que era de tu marido- me dijo alejándose un poco para que pudiera verlo. En sus manos tenía el maletín con la laptop de Edward, la que siempre llevaba a sus viajes y prácticamente a todos lados desde que lo conocía. Bajé del auto lentamente, asombrada. Cómo él podía tener algo que Edward debió haber llevado el día que cayó el avión.

- ¿Sorprendida? Lo encontré en el departamento que alquilé para Tanya en Seattle. Parece que la noche anterior ellos la pasaron muy bien. Mientras yo la esperaba en Port Ángeles y tú en Forks ellos hacían de las suyas. Malditos- dijo poniendo cara de ofendido.

- Dámelo- le dije acercándome más.

- Tenlo yo no lo quiero, revisé su correspondencia. Él y Tanya parecían mantenerse en contacto- me dijo mientras me entregaba el maletín –Espero que ahora si creas que ellos nos veían la cara. Nosotros fuimos los engañados Bella. Ellos pensaban huir a Vancouver, se escribían a diario.

- Yo no puedo creer eso- dije totalmente desarmada ¿y si era cierto? ¿Podría James haber creado estas cartas? ¿Podría ser tan miserable para inventar todo eso? Algo me decía que si. James era capaz de cualquier cosa.

- Pues creerlo bonita. Ellos nos engañaron. Nosotros debemos continuar, tu debes rehacer tu vida eres tan joven no deberías sufrir por un tipo como Eddie- se acercó un poco a mi, levantó su mano para acariciar mi rostro pero me alejé.

- ¿Y también debo creer que el hijo que esperaba Tanya era de Edward? ¿O era tuyo James?- le reclamé. Su mirada se turbó y por un momento pareció dudar.

- ¿Hijo? ¿Tanya esperaba un hijo?- preguntó sorprendido.

- Si tenía 6 semanas de embarazo cuando murió. Lo descubrieron cuando le hicieron la autopsia. Y también tienen el ADN del bebé, lo van a comparar con el de Edward y por petición mía con el tuyo.

- Claro que debió ser de Edward- se defendió- pero no podría asegurarlo, ya sabes que Tanya me engañaba. Podría ser de cualquiera.

- Pues lo sabremos, Heidi me prometió los resultados para mañana. Muero de impaciencia James. Y Heidi y Victoria también- lo amenacé.

El se alejó pensativo. Subió a su auto y continuó sin despedirse. Al parecer había logrado dar en el blanco.

Abracé el maletín y subí al asiento trasero de mi auto para revisar el contenido.

Estaba su laptop, sus documentos personales y un par de cheques a nombre de Billy Black, uno jefe de la reserva Quilate y otro a nombre de Didyme Cullen.

Tal y como me había dicho James habían correos que al parecer Edward había mantenido con Tanya. En el último él le recordaba que irían a Vancouver el lunes. Me lo habría creído de no ser porque la forma de expresarse de Edward no era esa. Edward era más caballeroso para hablar, más sutil y elegante Una fineza que James no tenía, ni siquiera para imitarlo.

- ¿Quien era ese tipo?- preguntó Nessie hablándome por la ventana.

- Era James- le contesté si prestarle mucha atención.

- Lo supuse. Llamé a Jake para que viniera, tenía miedo que ese hombre te hiciera algo.

- No creo que se atreva a plena luz del día. No lo creo tan valiente. No debiste llamar a Jake, ahora no nos lo vamos a quitar de encima y no quiero que maneje mi auto.

- Bella es por tu bien, Jake dijo que no tardaría.

- Nessie no sientes frío- estaba apenas con un suéter delgado.

- Un poco pero no traje nada más.

- Ponte esto- me quité mi abrigo y se lo pasé, yo tenía un suéter mas grueso que el de ella y no me iba a bajar del auto.

- Gracias Bells, voy por las demás cosas y las subo a la maletera.

- Está bien- estaba aun entretenida con las cosas e Edward.

Pasaron cinco minutos más y sentí que la maletera se abría. De pronto el sonido de un auto frenando me sobresaltó, me incorporé un poco para ver pero la maletera estaba abierta y no pude ver nada. Oí un grito y nuevamente un auto alejándose a toda velocidad. Rápidamente bajé del auto, algunas cosas estaban tiradas en el piso, el frasco de salsa de manzana estaba roto. Y Nessie no estaba. Vi a lo lejos el auto negro con lunas oscuras de James alejándose. Oh Dios mío, James se había llevado a Nessie, yo tenía la culpa, le di a ella mi abrigo, debió habernos confundido.

- ¡Bella!- gritó Jake -¿Estás bien que ha sido eso?

- Jake- le dije con lágrimas en los ojos –Se la ha llevado. Se llevó a Nessie, pronto súbete al auto vamos detrás de ellos.

- Yo manejo- dijo Jake. No puse objeción. Él manejó muy rápido, casi como un loco pero cuando llegamos a una bifurcación en la afueras del pueblo nos detuvimos, no sabíamos por dónde ir.

- Maldito loco- gritó mi amigo. – ¿Qué pasó porque se la llevó?

- Es mi culpa Jake. Él llegó a darme esto y le hablé del hijo de Tanya y que pedí el ADN. Luego le dí a Nessie mi abrigo porque tenía frío y seguro él pensó que era yo.

- ¿Porqué quería secuestrarte?

- Seguro ha sido descubierto. Si saben que él es el padre del hijo de Tanya su familia debe estar como loca. Victoria y Heidi son peligrosas.

- Eso tiene sentido. ¿Qué hacemos? ¿A dónde ir? Tomaré este camino.

Jake se oía desesperado manejó por la carretera hacia Port Ángeles. Llegamos casi en una hora y no vimos nada, dimos vueltas en la ciudad y nada. Regresamos a casa y dimos parte a la policía, para entonces ya eran las cinco de la tarde.

- Tengo miedo Jake, cuando él se de cuanta de que no soy yo…

- Tranquila Bells. Tardará en darse cuenta, Nessie ha perdido su bronceado. Me siento tan impotente, cuando le ponga las manos encima a ese miserable le retorceré el pescuezo.

- Llévame a casa, tal vez James llame.

- Diga lo que diga no se te ocurra ir a buscarlo me oíste. Vamos a encontrarlo. Iré con la policía a buscar en las carreteras, los otros se quedarán contigo. Le hablaré a la pandilla.

- Está bien, estaré en casa, me llamas si hay alguna novedad. Llévate el auto.

Me quedé en casa. Fui a avisar a mi madre, de regreso dos policías me esperaban en la puerta.

- Sra. Cullen debemos quedarnos en su casa y colocar este equipo rastreador por si el sospechoso se comunica con usted.

Los dejé pasar, mamá venía conmigo. Después de contarle todo pareció muy contrariada.

- Bella, no se que pensar, yo creí que Edward había planeado huir con Tanya, tu padre y yo discutimos cuando se fue a buscarlo. Estoy tan confundida. Me preocupa que le puedan hacer daño a Nessie, ese hombre estuvo implicado en la muerte de Heidi y de Edward.

- Edward no ha muerto mamá, lo sé.

- Quisiera creer eso Bella, de verdad hija. No quisiera que te quedaras sola. Te veías tan feliz.

El teléfono sonó y los policías le indicaron a mi madre que contestara para que pudiera hacer tiempo mientras rastreaban la llamada. Prendieron el altavoz.

- ¿Bells, por Dios niña es que no hay nadie en Forks? He estado llamando desde temprano, esos bichos móviles no sirven.

- ¿Charlie?- gritó mi mamá.

- ¿René? ¿Qué haces allí y Bella?

- Charlie ha ocurrido algo espantoso, ese hombre se llevó…

- No te oigo bien, ¿a quien se llevaron, cuando, que ha pasado René?

Se oyó un fuerte zumbido y la voz de mi padre se perdió.

Yo estaba congelada, mi papá llamó, no alcanzó a decirme si Edward estaba con él, su voz no se oía triste ni nada parecido pero a lo mejor era impresión mía. No había dicho nada en concreto. De dónde estaría llamando, esperaba que fuera de muy cerca.
De pronto mi celular vibró. Contesté rápido esperando oír la voz de mi padre y saber donde estaba.

- ¿Papá?

- Hola preciosa, no soy tu padre aunque por estar contigo me agradaría serlo- mi cuerpo se tensó, todos voltearon a verme.

- Sé que la policía está allí, estoy mirando la patrulla desde aquí. Así que finge que hablas con alguna amiguita sino tu hermanita se muere.

- Alice, estoy bien no te preocupes- dije lo mas natural que pude. Mi mamá se relajó y se fue hacia la cocina. Los policías se enfrascaron en su conversación.

- Así me gusta linda. No sabías que tenías una hermanita tan parecida a ti. Estuve a punto de confundirte, pero tú no hueles así. Tranquila, sigue pareciendo normal, tu hermanita está desmayada, no le he hecho nada. Sólo la dormí igual que al tonto de tu marido la última vez que lo vi. Sigue fingiendo...

- Claro que me gustaría salir contigo pero ahora tengo un problema y no puedo- dije haciendo mucho esfuerzo por no llorar. Sabía que el maldito tenía algo que ver en el accidente.

- Eso cariño, finges bien. Este es el trato. Tu hermanita por ti. Me la quedaría pero sería un premio de consuelo y yo siempre apuesto a ganador. Tú eres el premio mayor y te quiero a ti.

- Podría ser Alice, dime tu plan- seguí tratando de que mi voz no se quebrara.

- Inventa algo, pero sal a donde pueda verte, aléjate unos 100 metros de tu casa hacia la derecha. Te recogeré allí.

- Ahora no puedo Alice ya te dije que tengo un problema- los policías no parecían interesados en nuestra conversación.

- Pues debes hacerlo antes de que tu hermanita despierte o tendré que lastimarla para que se calle. Tú decides, no creo que tenga más de media hora.

- Ok, está bien. Dame unos minutos, saldré.

- Eso me gusta, te ayudaré un poco- y colgó.

No sabía que hacer, ni desde donde podría estar viendo mi casa. Tendría que decidir ahora. No quería que lastimaran a Nessie pero sabía que James era capaz de cualquier cosa. De pronto el teléfono de casa sonó. Me acerqué a contestar los policías estaban alerta.

- ¿Si?- contesté

- ¿Hola querida Bella me extrañaste?- la voz lacerante de James no dejaba de helarme el cuerpo.

- James, por favor no el hagas daño a Nessie- rogué.

- Claro que no querida mía. Sólo ven por ella. Estoy a 10 kilómetros en la salida hacia Port Ángeles. Te espero.

De inmediato los policías salieron disparados hacia el lugar donde James me había citado. Y supe entonces la “ayuda” que me había dado. Alejarlos de mí.

René salió de la cocina.

-¿A dónde fueron?- preguntó.

- James llamó está cerca, salieron al lugar donde me citó.

- Ojala lo atrapen pronto y traigan a Nessie de vuelta.

Salí de casa sin decirle nada a mi madre que regresó a la cocina. Estaba empezando a anochecer. Mientras caminaba al lugar donde me había dicho James miraba hacia las ventanas de las demás personas. Todos preparaban su cena de noche buena, todos felices esperando con impaciencia la navidad. Nunca me había sentido mas frágil y desprotegida. Edward ¿Dónde estas? Porqué no has llegado, te necesito tanto. Perdóname, tal vez James si pudo acabar contigo y espero que acabe también conmigo para poder estar juntos. Sin ti ya no puedo seguir. No quiero que nadie más sufra por mi culpa.

Me alejé de casa unos 50 metros, no veía ningún auto en movimiento, todos estaban estacionados frente a sus casas, todos los padres estaban con sus hijos, todos los esposos con sus esposas. Todas las familias reunidas y en paz. Sólo yo caminaba por aquella avenida y no sabía si regresaría a casa. Mi bebé, mi pequeño Edward. ¿Me dejaría vencer sin luchar? ¿Pero si no tenía el valor de enfrentarlo podría vivir si él le hacía daño a Nessie?

Caminé otros 50 metros más, las luces de las ventanas y de algunos tejados se veían muy bonitas. Un auto salió de la nada y venía hacia mi, muy despacio, parecía deslizarse. Una camioneta gris grande. Las lunas eran oscuras. Se detuvo a unos metros de mí. La puerta lateral se abrió, dentro pude ver a Nessie James la abrazaba por detrás, ella se veía mareada y confusa.

Él me hizo una señal para que me acercara. Dí un paso y escuche el ruido de un para de autos llegar uno detrás de mi y otro desde el lado opuesto. El rostro de James se contorsionó.

- ¡Bella!- oí gritar mi nombre en dos voces distintas, una era de Jake y la otra… la que tanto esperaba.

Capítulo 28: No quiero dudar Capítulo 30: Mi heroe

 
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