Blind (+18) (Completo)

Autor: VictoriaMarie
Género: + 18
Fecha Creación: 20/01/2010
Fecha Actualización: 26/07/2010
Finalizado: SI
Votos: 59
Comentarios: 58
Visitas: 357942
Capítulos: 49

 Minusvalía no significa que no seas capaz. Edward puede superar su discapacidad y encontrar la felicidad con alguien que se preocupe intensamente por él. ¿Hará cualquier cosa para convertirse en todo para ella?



Esta historia pertenece a Jayeliwood,  su traducción esta hecha por Isu (http://www.fanfiction.net/s/4667969/1/Blind) yo solo soy una mera intermediaria para que conozcais esta fantastica historia sobre Edward y Bella, y la  superación de cualquier obstáculo.

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Capítulo 29: Capitulo 29

Edward Cullen

"Bien, vosotros dos, pasad un buen año nuevo, y ya nos veremos más tarde."Dijo mi padre. Prácticamente podía escuchar la sonrisa en su voz.

"Lo haremos."Dije mientras mi madre me daba un fuerte abrazo.

Sabía que Bella no escaparía sin antes abrazar a mi madre."Oh, tengo algo para vosotros en la nevera."Oí como le daba un abrazo a Bella. No creo que fuese a sobrellevar demasiado bien nuestra marcha en un par de días. Sinceramente, no me sorprendería que Bella y yo acabásemos llorando. He disfrutado mucho de nuestras cortas vacaciones, a pesar de los altibajos.

Tan pronto como se cerró la puerta, tiré de Bella para darle un profundo beso. Se derritió entre mis brazos, sonriendo. Con las manos froté la camiseta de su pijama de seda. El pijama que yo le había comprado para navidad."Mm, me preguntaba si ibas a ponértelo."

"¿Te gusta?"Preguntó inclinando la cabeza contra mi hombro.

"Se siente muy bien. No es nada en comparación con tu piel desnuda…"Sonreí burlonamente y bajé mi boca a la suya."Pero, bastará, por ahora."La besé con suavidad.

"Edward ¿Estas tratando de seducirme?"Bromeó.

"Siempre."Le seguí el juego mientras le hacía cosquillas. Se rió tontamente y se meneó en mis brazos.

"Vamos, vayamos a comer."Dijo llevándome a la cocina, tratando de distraerme de mi divertido asalto."¿Qué quieres que haga?"Preguntó dulcemente.

"No tienes por qué cocinar, podemos encargar algo."Todavía era temprano, sobre las seis. Quizás tardásemos en conseguir algo de comida pero no me importaba demasiado.

"¡No! Me mimas mucho. A demás, pensaba que te gustaba mi forma de cocinar."

"Por supuesto que sí."Reí entre dientes. Yo la había llevado a cenar fuera los dos días anteriores. No creo que le gustase mucho que me gastase mi dinero en ella. Pero ella tenía su propia forma de mimarme, lo aceptaba. Me encantaba como cocinaba.

Abrió la puerta de la nevera con un suave pum. La oí coger un par de cosas y ponerlas sobre la encimera."Hm, tenemos todo lo necesario para hacer espaguetis y albóndigas. ¿Qué tal te suena?"

Envolví su cintura con mis brazos."Me encantará cualquier cosa que prepares pero eso suena fantástico."

Me senté sobre la isla de la cocina mientras ella comenzaba a trabajar. Me centré en cada pequeño sonido. El sonido de su ropa mientras caminaba, el sonido del agua en la olla, incluso el sonido que hacia cuando rompía un huevo. Quería tratar de averiguar lo que estaba haciendo sin preguntar. Era más fácil decirlo que hacerlo, pero tenía algo de práctica de cuando era pequeño. Hacia compañía a mi madre y trataba de adivinar lo que estaba haciendo. En cierto modo Bella me recordaba a mi madre, en todas las cosas buenas.

"Ugh, oye chico, necesito tu fuerza masculina."Dijo después de gruñir. Noté que un frasco de vidrio caía en mis manos. Reí levente entre dientes cuando quité la tapa. Pasé un dedo por ella y me lo llevé a la boca.

"Mmm, salsa de espaguetis."Limpié el resto de la salsa de mi dedo. Oí a Bella gemir y murmura algo por lo bajo.

"Bueno en todo…"

"Creo que no eres parcial."Le informé con una sonrisa un poco presumida. Me recosté sobre la encimera apoyándome sobre las palmas de las manos.

"No, no soy parcial. Te conozco. Quiero decir, eres guapo, listo, fuerte, atractivo y podrías, con tu encantos, convencer a cualquier mujer de cualquier cosa."Se burló de mí.

"Primero que nada, tu eres la única que piensa esas cosas."Hice una pausa para menear la cabeza."En segundo lugar, no quiero convencer a cualquier chica."

"Es bueno saberlo."Rió antes de acercarse para darme un rápido beso.

"Entonces ¿así es como va a ser cuando vivamos juntos?"Pregunté en tono casual.

"¿Vivir juntos? ¿Qué quieres decir?"Preguntó deteniendo lo que estaba haciendo, revolviendo el contenido de alguna olla probablemente.

"¿No has pensado nunca en ello? Tener una casa completamente nuestra. ¿Tal vez en verano?"

"No tengo suficiente dinero para ello. Y no quiero que tú me lo pagues. Entonces no sería nuestra casa, sino la tuya. No sé si me sentiría cómoda de esa manera."Dijo con un fuerte suspiró.

"Bella, lo que es mío es tuyo. Ya deberías de saberlo. Además me aseguraré de que nuestros nombres aparezcan en la escritura, de esa manera seria nuestra."La tranquilicé.

"Solo porque mi nombre esté escrito o significa que sea mío."Contrarrestó.

"Eso es exactamente lo que significa. Además, Bella, si estoy en algún sitio y tú no te encuentras allí conmigo, ya no sería un hogar, solo una casa con una cama."Sujeté su brazo y tiré de ella hasta ponerla entre mis piernas. Acaricié con la nariz la parte superior de su cabeza después de haberle dado un suave beso."Bella, sé que quieres que vayamos más despacio. No estoy diciendo que nos mudemos mañana. Simplemente creo que es algo que debemos discutir en el futuro. Y, Bella, mi futuro está contigo, no importa dónde. ¿Lo sabes, verdad?"

"Me siento igual. Vale, hablaremos de ello, después de año nuevo."Besó la base de mi cuello ligeramente.

"Bella…"Hice una pausa, reflexionando sobre lo que quería decir. No quería ofenderla."¿Es tan horrible que quiera cuidar de ti de ese modo? ¿Qué te de cosas y eso? No siento como si pudiese hacer mucho mas."

"Es lo que me das, las cosas que no compras, lo que valen mucho mas."Su mano acarició mi mejilla mientras se separaba de mí.

Lo que sea que estuviese haciendo emitía sonidos raros como de chapoteo. Arrugué la nariz."¿Qué estás haciendo?"

"Las albóndigas. Ya sabes, redondeándolas."Me contestó.

Después de eso la dejé trabajar. Se movía por la cocina, sus pies descalzos golpeaban contra el suelo de baldosas. El silencio era cómodo y estaba disfrutando de él.

Oí un sonido metálico y un suave pop.

"Ay, ay, ay, ay, ay, maldita sea, ay…"Bella comenzó a llorar.

Bella Swan

Algo de comida italiana sonaba bien en aquel momento. Era relajante trabajar en la cocina con Edward ¨mirando¨ a su manera. Me gustaba la pequeña sonrisa que había en sus perfectos labios. Me gustaba aun más que no llevase sus gafas puestas.

Me sorprendió un poco cuando comenzó a hablar sobre vivir juntos. Había pensado en ello, sinceramente. Pero, no quería aprovecharme de él y de su dinero, no importaba lo mucho que quisiese pasar cada segundo con él. Hablaríamos más de ello cuando nos marchásemos. Solo era otra cosa que añadir a la lista. Tal vez podría conseguir un trabajo e igualar un poco las cosas.

Quité la tapa de la salsa caliente de los espaguetis y comencé a echar las albóndigas para que se cociesen. Estaba echando la última cuando la salsa hirvió demasiado y saltó, cayéndome en la piel.

"Ay, ay, ay, ay, ay, maldita sea, ay…"No podía detener las lagrimas que manaban de mis ojos.

Edward saltó de la encimera con rapidez y llegó a mi lado."¿Qué va mal?"

"Yo…yo…me he quemado…"Tartamudeé a través de mis lagrimas. Estas caían por mis mejillas.

"Muy bien, Isabella, quiero que me escuches. Necesito que me describas donde está la quemadura y como es de grande."Se acercó al fregadero y abrió el grifo del agua fría.

Respiré profundamente, dejando que él me diese las instrucciones de lo que tenía que hacer. Pensaba con dificultad a causa de la quemadura."Um, está en mi muñeca derecha, en el brazo derecho, donde se une el brazo con la mano, en la zona interior. Justo debajo del pulgar. De tamaño mediano, supongo."

"Muy bien, buena chica, ven aquí."Teniendo cuidado de no tocar mi brazo, me levantó la manga de mi camisa. Cogió mi mano y la metió debajo del agua. La sostuvo allí durante mucho tiempo. Resollaba como un bebé, mordiéndome los labios para no llorar. Me lavó la mano completamente, como mucho cuidado. Por último la apartó del agua y apagó el grifo. Me secó tiernamente la mano, asegurándose de limpiar todo el agua sin ejercer demasiada presión."¿Todavía te arde?"

"Un poco. Sí."Murmuré.

Acercó la muñeca a su boca. Comenzó a soplar suavemente sobre la zona afectada, calmando la quemadura con su aliento fresco."¿Está mejor?"

"Sí…"

"Muy bien, aquí…"Me cogió por la cintura y me dejó sobre la isla donde antes había estado él sentado. Fue hasta el armario y sacó un rollo de esparadrapo, una gasa y un tubo pequeño de algo. Pasó el dedo por él, sobre la etiqueta en braille que tenia. Volvió a mí de nuevo."Bien, déjame tu muñeca."

Puso la palma de mi mano hacia arriba. Quitó el tapón del tubo con sus dientes y entonces con la otra mano apretó para aplicarme cuidadosamente un poco sobre la quemadura. Siseé pero él me calló quedamente. Y con la acción más cariñosa extendió la pomada. Entonces lo cubrió con la gasa, utilizando el esparadrapo para mantenerla en su lugar.

Le admiraba completamente. Se había hecho cargo de la situación, hacia que me sintiese muy segura."¿Cómo lo hiciste?"Pregunté suavemente.

"¿Hacer qué?"Preguntó lavándose las manos.

"Esto…"Meneé la mano frente a mi hasta que me di cuenta de que estaba haciendo una estupidez. No podía verme ni a mí ni a mi expresión."Quiero decir, tratar con lo de la quemadura."

"Bueno, Bella, mi padre es médico. Hice alguna que otra cosa. Además, cuando aprendí a cocinar las dos cosas que puedo hacer, yo también me quemé bastante. Tengo algo de práctica."Dijo con una pequeña sonrisa. Se acercó para ponerse entre mis piernas.

"Estas equivocado."Dejé escapar antes de que pudiese pararme.

"¿Sobre qué?"Inclinó la cabeza hacia un lado, su expresión era confusa.

"Dijiste que no podías cuidar de mi. Edward, estas equivocado."

"Bella yo-"

Le corté con mis labios antes de que pudiese decir nada más. Tenía razón y él lo sabía. Solo estaba siendo terco, pero yo no se lo permitiría. No sobre eso, ya no."Edward cuidas de mi de formas que jamás sabrás."

Edward Cullen

Yo estaba entre sus piernas totalmente asombrado por lo que acababa de hacer y lo que ella decía. Supongo que en cierto modo tenía razón, pero yo no podía hacerme cargo de todo. Sin embargo, me gustaría. Aunque lo que acababa de pasar me hacía sentir bien.

Me alegró de que no sucediese nada más durante la cena. Bella siempre conseguía sorprenderme con sus deliciosas comidas. El olor ya era suficiente para hacerme la boca agua.

"Entonces ¿Viste lo que mi madre nos ha dejado?"Pregunté cuando terminamos de cenar.

"No. ¿Por qué?"Preguntó confundida.

Sonreí y fui a la nevera. Sabía perfectamente lo que nos había dejado. Ella quería que esta noche fuese especial para nosotros y ya que no íbamos a salir no tenía inconveniente en que bebiésemos en casa. Lo había comprado especialmente para nosotros.

"¡Oh dios mío! ¿Dom Perignon? ¿Sabes lo caro que es?"Soltó y oí como se tapaba la boca con la mano provocando un débil pop.

Reí entre dientes."Bella… sinceramente querida, relájate. Es una ocasión especial, y yo también bebería. Y no te preocupes por el precio. Entonces ¿te gustaría beber un poco ahora o prefieres que lo dejemos hasta la media noche?"

"Déjalo hasta medianoche. Creo que ya sé lo que me gustaría hacer. Si te parece bien."Parecía un poco tímida respecto a su petición. Volví a meter la botella en hielo y me acerqué a ella.

"Cualquier cosa será perfecta."

"¿Puedo tocar contigo? Quiero decir, en el piano. He oído que tocas algo, pero la mayoría son cosas de navidad, me parece."

La cogí de la mano sin decir palabra y la llevé a la sala donde estaba mi piano. Me senté a su lado en el banco que había frente a mí.

"¿Qué te gustaría que tocásemos?"Le pregunté sonriendo un poco.

"No sé…"Se inclinó hacia mi mientras pensaba.

Decidí tocar algo que estaba seguro que la haría reaccionar. Comencé con The Entertainer de Scott Joplin. Bella soltó una risita y se incline más hacia mí. Para mí era bastante sencillo y me la sabia de memoria. No sé por qué me sentía conectado con esa música.

"Esto no es lo que quise decir."Volvió a reir.

"Oh, bien ¿Qué quieres entonces?"Pregunté mientras seguía tocando.

"Quiero escuchar algo tuyo. Algo que tu hayas compuesto."

"Entonces ¿por qué no lo dijiste desde el principio?"Dejé a medias la canción y pasé a algo que había escrito para Bella cuando tuvimos nuestra primera cita. Ella ya había escuchado parte, pero no toda.

Dejé que mis dedos acariciasen las teclas de marfil. Bella apoyó la cabeza en mi hombro mientras yo intentaba tocar perfectamente para ella. No era algo en lo que yo solía pensar pero quería que le gustase."Escribí esto para ti, cuando quedamos por primera vez."

"Lo recuerdo."Habló suavemente como si no pudiese decirlo más alto porque lloraría. Volví el rostro hacia ella y la besé levemente a la vez que seguía tocando.

Cuando la última nota se perdió en el aire dejé que mis manos descansasen a mis costados. Bella enmarcó mi rostro con sus manos y me besó. Fue un beso suave pero apasionado. No había lujuria, solo amor. Acaricié su rostro mientras pasaba los pulgares por sus sienes.

La cogí en brazos y la llevé a mi habitación. No había nada sexual en mis actos. Solo quería que estuviese más cómoda. La tumbé en la cama y me eché a su lado, besándola en los labios.

Pasamos el resto de la noche en ese mismo lugar besándonos y tumbados el uno en el otro. Nunca antes me había sentado tan contento. Sus dedos encontraron mi cabello y masajearon la parte de atrás de mi cuello cuando nuestros labios se rozaron. Ella era mi felicidad y con ella en cada caricia me llenaba por completo.

"Casi es medianoche."Susurró.

"¿Por qué no enciendes la radio y escuchamos la cuenta atrás? Iré a por el champán."Le di un pequeño beso en la frene antes de saltar de la cama.

Bella Swan

Examiné el estéreo, tratando de averiguar qué botón apretar. Me sentía estúpida por no saberlo. Finalmente me imaginé que era de las que estaban fijas y cambié a otra emisora. Todavía me quedaban cinco minutos cuando la música comenzó a sonar. Era una emisora de rock clásico. Una canción que no reconocí. Edward entró en la habitación llevando consigo dos copas y la botella de champán abierta. Sonrió."Me encanta esta canción."

"¿Cuál es?"

"Golden years de David Bowie."Dejó las copas y la botella sobre una mesa, entonces me cogió entre sus brazos.

Bailó pegado a mí, moviéndose al ritmo de la música. Me reí tontamente al verle tan feliz cuando dejé que mis caderas rozasen las suyas. Subió las manos por mi espalda."Sabes, esto no es exactamente lo que tenía planeado hacer."

"Me encantará cualquier cosa que hagamos. Mientras esté contigo."Dije cuando él me echó hacia atrás. Me reí, rodeando con fuerza su cuello.

Comenzó a cantar la letra, sin que se borrase la sonrisa de su rostro ni una sola vez."Me quedaré contigo nena durante mil años, nada te tocará en esos años de oro…"

Nunca bailaría esto con nadie que no fuese él. Pero, aquí a solas, bailaba voluntariamente para ver el ligero sonrojo de su cara mientras me movía contra él. Se mordió el labio inferior y cerró los ojos a la vez que bailábamos."¿Estás disfrutando?"

"Sí…"Gimió."Pero si quieres escuchar la cuenta atrás, será mejor que paremos."

Reí tontamente al ver el rubor de sus mejillas y me incliné para besarle en la punta de la nariz."Voy a servirnos un poco de champan."Él asintió lentamente y yo no le podía ayudar pero podía sonreír. Me gustaba poder provocarle ese tipo de reacciones.

Vertí el líquido lentamente, tratando de no tirarlo por todas partes. La espuma llegó hasta arriba pero no se derramó. Entregué una de las copas a Edward cuando el locutor de la radio comenzaba la cuenta atrás.

"Bella, no hay nadie más con quien quisiese estar pasando esta noche."Dijo suavemente.

"No hay nadie más con quien quisiese pasar cada noche.

Tintineé mi copa contra la suya antes de dar un pequeño sorbo. Me hizo cosquillas en la garganta y en la nariz cuando me lo tragué. No estaba tan malo. Edward se lo bebió todo y luego me quitó el vaso de la mano. Dejándolos sobre la mesa otra vez.

Sujetó mis manos y se inclinó lentamente.

3...2…1

"Feliz año nuevo."Susurró antes de presionar sus labios contra los míos. Llevó mis brazos para que rodeasen su cuello y los suyos capturaron mi cintura. Me levantó del suelo sin cortar el beso. Nos hizo girar cuando lo rompió, provocando que me riese tontamente por, lo que parecía ser, la centésima vez esta noche.

"¿Qué tal está tu muñeca?"Preguntó besándome el cuello.

"No me duele ¿Por qué?"Le miré a la cara, confundida por su pregunta en este momento.

"Bueno, ya sabes, en California aun no es media noche. Si quieres, podemos llegar al año nuevo de la forma en que tu comentaste el otro día…"Dijo suavemente.

"Bien, tenemos dos horas ¿Se te ocurre algo que nos mantenga entretenidos hasta entonces?"Le pregunté en broma.

"Oh, tengo algunas ideas…"Sonrió burlón cuando él prácticamente me tiró a la cama. Me reí con fuerza mientras se ponía encima de mí."¿Te importaría que te las enseñase?"

Capítulo 28: Capitulo 28 Capítulo 30: Capitulo 30

 
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