Amor Oculto +18 (Terminada)

Autor: CatRussell
Género: Drama
Fecha Creación: 11/12/2010
Fecha Actualización: 08/03/2011
Finalizado: SI
Votos: 12
Comentarios: 40
Visitas: 118757
Capítulos: 32

Bella y Edward han sido los mejores amigos desde que ambos tienen memoria. Cuando ambos regresan de Vacaciones creen que será el año perfecto pero eso no será posible cuando seis chicos entran a la cafetería y uno de ellos cautiva el corazón de Bella, ¿Que pasara cuando por fin Edward se dé cuenta de que está enamorado de su mejor amiga? o ¿Que harán cuando todos se enteren de que Bella es maltratada por su novio? -Seré tu ángel guardián por siempre, te amo.

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Capítulo 29: ¡¡¡De Viaje!!!

Bella


Esa mañana me desperté de nuevo en los brazos de Edward, como le había dicho a mis padres que iría a dormir en casa de Alice no había problema de que ahora me pasara al otro lado de la casa aun que en esta ocasión era distinto ya que dormía en la casa de Rosalie y Jasper. Esa tarde habíamos planeado todo, y nos iríamos pronto.

-Buenos días-dijo Rosalie quien preparaba el desayuno.

A pesar de que ellos tenían toneladas de personas atendiéndolos, ellos nunca olvidaban que eran personas al igual que los demás y que a pesar de que ellos mismos les pagan para realizar algo ellos siempre cooperaban.

-Hola Rose-dije y tome un vaso con agua.

-¿Quieres desayunar?

-Esperamos a los demás, ¿No te parece?

-Si está bien.

Rosalie se sentó en la silla mientras ojeaba una revista de modas, ahora bien entendía porque Alice y ella se llevaban muy bien, ambas eran igualitas. Cuando todos bajaron a desayunar, Emmett y Jasper se fueron a la sala a jugar los nuevos video juegos de él para poder ganarle ahora si a Emmett.  Alice y Rosalie habían salido al jardín a desayunar mientras Edward y yo estábamos en la cocina, yo le aventaba cereal y la tenia que cacharlos con la boca, era realmente divertido.

-¿Qué haremos ahora?-pregunto Emmett dejando su plato con helado vacio en la mesa.

-¡¡Compras!!-gritaron Alice y Rosalie desde la puerta y las mire con horror.

-Chicas pero si ayer compraron cosas-dijo Jasper.

-Claro que compramos cosas, pero no para la playa, en cuanto terminemos podremos irnos al aeropuerto-Alice sonrió.

-Yo no iré, vayan ustedes chicas.

Cinco pares de ojos me vieron, dos con odio y tres con miedo.

-Rosalie suéltame no iré ya dije.

Estaban completamente locas las dos. Rosalie agarraba mis piernas mientras yo me sostenía del marco de la puerta, llevábamos así quince minutos desde que los chicos se habían ido y ya estaba comenzando a hartarme. Sin que lo notara Alice llego atrás de mi y cuando la mire sonrió con malicia moviendo sus delicados dedos hacia mis axilas y comenzó a hacerme cosquillas, no lo soporte y mis bracitos se soltaron, lo bueno es que Alice me sostuvo y no me dejo caer.

Minutos después íbamos en el carro hacia el centro de tortura, digo centro comercial, que si Alice se enteraba como llamaba a su magnífico templo de relajación. Cruce los brazos sobre mi pecho y bufe enojada, yo quería quedarme con Edward en la casa de Rosalie o en mi casa acomodando lo que llevaría al viaje, pero no, tenía que estar aquí con Alice y Rosalie directo a mi perdición.

-Vamos Bella, sonríe esto no es tan malo.

-Para ti, chicas de verdad mejor me regreso a casa y le digo a Edward que pase por mí.

-¡No!-grito la duende que me miro furiosa-Bella haber ponte a pensar, ¿Ya tienes lo que te pondrás en Cancún?-pregunto y asentí.

Claro que ya había pensado en eso, era obvio, no llevaría suéteres o camisas de cuello largo, no claro que no de hecho tenia un viejo traje de baño que tenía que estar por ahí a no ser que las polillas ya hayan terminado con él o también esas blusas sin manga que tenía también guardadas… ¡Dios, no tenía que ponerme!

-¡Rose da vuelta, da vuelta!-grite y mis amigas se asustaron provocando que Rose parara el carro de golpe.

-¿Qué pasa Bella?

-Da vuelta-volví a repetir-tenemos que ir a mi casa, ándale, da vuelta.

-¿para qué?-pregunto Alice.

-Acabo de darme cuenta de que no tengo que ponerme y tengo que ir por mis ahorros-dije y baje la cabeza.

-Bella-Alice bufo-Edward nos dio una tarjeta de crédito, la cual por cierto tienes que firmar, toma-Alice me entrego una tarjeta dorada y la mire.

La tarjeta tenía mi nombre, eso me hizo enojar ¿Cuándo tenía pensado Edward decirme algo de esto? Tome mi teléfono celular mientras Rosalie y Alice sonreían y ponían el carro en marcha, al tercer timbrazo su maravillosa voz contesto.

-Amor-dijo-¿Qué sucede?

-¿Por qué no me dijiste que le habías dado una tarjeta a Alice que decía mi nombre?

-Es un regalo, Bella, pensé que si vamos a estar todo el tiempo juntos es justo que tengas algo que es mío, hable con Carlisle la otra mañana para eso y llamo al banco para tramitar todo el papeleo ayer en la tarde me la dieron.

-Edward Anthony Cullen esto no se queda así, así que ve pensando que harás porque juro por Dios que hare que pagues.

-Si está bien, ahora disfruta de la tarjeta, gástatela toda en lo que quieras, te amo, adiós amor-y colgó sin dejarme decir nada.

Dos horas y veintitrés tiendas después…

-Alice los brazos me están matando-suspire cansada.

-Vamos Bella, no seas aguafiestas además piénsalo bien-Alice sonrió y alzo el brazo con todo y las bolsas-Así haces ejercicio no por algo tengo así los brazos.

-Estás loca-rodé los ojos y seguí caminando.

Habíamos comprado de todo y apenas y había tocado la tarjeta que Edward me había dado, de hecho tenía miedo a usarla así que cuando Alice la saco de mi bolsa trasera y se la entrego a la cajera, casi me hago pipi cuando vi la cuenta, ¡Era más de lo que podía gastar en mi vida! Tenía que hablar con Edward sobre esto, no podía comprarme todo lo que yo quisiera y malgastar su dinero. En mis manos llevaba siete bolsas cargando las cuales contenían: zapatos cómodos para playa, trajes de baño (Tres para ser exactas), faldas y pantalones cortos, según esto para que no ensuciara mis pantalones comunes con la arena, ósea no le veía el chiste. En mi otra mano llevaba: cremas, shampoo, jabones, más cremas y bolsos que según Alice también necesitaría.

Cuando llegamos a casa de Alice, los chicos ya se encontraban ahí empacando los video juegos, juegos de mesa (Los cuales Emmett cuidaba como si vida) y además ya habían hecho sus maletas que constaban de cinco, no quería saber de quienes eran.  Edward se acerco a mí con miedo y me mordí la mejilla para no reírme de la cara de arrepentido de Edward, sonreí cayendo por completo y golpee su pecho mientras me acercaba lentamente a él, entonces pasaron tres cosas a la vez: todo se puso nublado y borroso, escuche los gritos de mis amigas y a Edward hablándome a la vez, después un golpe en la cabeza y los brazos de alguien abrigándome.

-Bella amor, despierta.

La voz de Edward provoco que me cayera de mi nube donde estaba tan cómoda y lentamente abrí los ojos, ahí estaba con cara de preocupación ¿Qué había pasado? Trate de levantarme pero el mundo dio vueltas y una punzada en la nuca saco un gemido de mi parte.

-Quédate acostada, no te levantes-Edward acomodo otra almohada debajo de mi cabeza y me beso la frente-ahora vuelvo Carlisle acaba de llegar.

Quería decirle que si pero no pude más que sonreí sin ganas, no sabía lo que había pasado pero el cuerpo me dolía y tenía muchas ganas de… me levante rápidamente y corrí al baño, no me importo de nuevo que todo se moviera y mi caminar tan tonto lo que quería era llegar al inodoro, en cuanto estuve cerca vomite todo lo que pude y sentí unas manos en mi espalda tratando de calmarme con cada arcada pero era imposible, hasta que no sentí que mi estomago estaba vacío, me levante del suelo y me lave los dientes. Edward me abrazo y me cargo para llevarme a la cama, entonces apareció Carlisle.

-Hola Bella, ¿Cómo te sientes?

-Creo que acabo de perder la mitad de mi cuerpo ahí a dentro-con un movimiento de cabeza señale el baño. Edward y Carlisle rieron.

Era imposible y maravilloso ver que tanto se parecían tanto padre como hijo, ambos cuando sonreían parecían más chicos, mas niños, Dios Edward era guapísimo… suspire para mis adentros y sonreí.

-Tal vez algo que comió y le cayó mal, ¿No crees Carlisle?

-Puede ser pero sugiero que le hagan unos exámenes de sangre tal vez este anémica ya que esos desmayos y el vomito no me da buena espina.

Carlisle y Edward salieron y me dejaron ahí, tiempo después Alice entro con algo de comida y me dio de comer en la boca porque según ella, esta malita y tenía que consentirme, amaba a mis amigos. El transcurso del día paso y decidimos que lo mejor era que nos fuéramos mañana en la tarde así podríamos ver que tan bien me cayó el medicamento y sentirme mejor, la noche la pase en casa de Alice, le había dicho a mi padre que me había puesto mal y mi madre insistió en que fuera a la casa pero sabían que me iría de viaje así que me dejaron con mis amigos, no debería de ser fácil ser padres.

Recosté la cabeza sobre el pecho desnudo de Edward y este acaricio mi cabello con ternura, estas eran unas de las cosas que más amaba tener, tenerlo a él a mi lado y amándolo y sabiendo que él me amaba, era lo mejor. Suspire y Edward me miro divertido, pregunto qué, que era lo que tenia y le dije que estaba contenta de tenerlo a mi lado, el dijo lo mismo y nos besamos como si nunca lo hubiéramos hecho, era grandioso, tiempo después nos quedamos dormidos.

A la mañana siguiente Edward se levanto y se metió a bañar mientras yo desayunaba en la cama y veía Legalmente Rubia, que pasaban en cable, cuando salió de bañarse me metí yo y me puse lo mas cómoda que podía para poder salir de viaje. Bajamos juntos las escaleras Alice y Rosalie estaban preparándose y Emmett y Jasper comían y escuchaban música.

-¿Crees que puedas salir de viaje, Bella? Porque si es así mejor nos quedamos.

-Solo fue algo que comí en mal estado, estaré bien-sonreí aun que no sabía si estaba en lo cierto, esperaba que no me diera córrele porque te alcanzo en el avión.

Salimos de la casa de Alice en tres taxis, uno donde iba Alice y Jasper con todas las maletas de ellos dos, otro donde Rosalie y Emmett llevaban lo suyo y otro donde íbamos mas cómodos Edward y yo, ya que nuestras únicas maletas eran a lo máximo cuatro y no siete como las de Alice, no sé que tanto cargaba la duende ahí. Al llegar al aeropuerto esperamos durante media hora ya que aun no salía nuestro avión, por un momento perdí a Edward y me quede con Emmett comiendo galletas o más bien él comía galletas y me antojaba, maldito Emmett hare que pague. Busque a Edward con la mirada y al ver que no lo encontraba me desespere y fui a buscarlo.

-Te vas de viaje-escuche la voz de Tanya y la risa de Edward.

-Si iré con mis amigos a México.

-O vaya bueno yo no conozco México pero dicen que es muy bonito.

-¡Edward!-grite y me acerque a él-Dios te estaba buscando-lo bese y sonrió en mis labios.

-Bueno me encontraste amor-volvió a sonreírme y mire a Tanya.

-Ah Tanya no sabía que estabas aquí, lo siento ¿Cómo estás?

-Bella me has tomado por sorpresa, ¿Ustedes están juntos?-pregunto y Edward sonrió y me abrazo por detrás.

-Si lo estamos-me beso la cien-Ahora si no te molesta tenemos que irnos y tomar un avión, adiós Tanya.

Dimos la vuelta y nos fuimos, Edward sonrió o más bien iba súper contento mientras nos acercábamos a Emmett y Rosalie, me preguntaba qué era lo gracioso pero preferí no preguntar ya que Edward me abrazo, me hizo girar para plantarme un beso, nos besamos y escuche como Emmett nos hacia broma, luego un “Auch” y de Emmett, sonreí y Edward se separo de mi.

-Amo cuando esta celosa-me dio un último beso antes de que la voz del micrófono nos anunciara que podíamos abordar a nuestro vuelo.

Me senté con Edward en el avión, Alice y Jasper iban delante de nosotros y Rosalie y Emmett atrás, nosotros íbamos en medio, a los pocos minutos me quede dormida, tomaríamos dos aviones, uno hasta Nueva York y de ahí otro hasta México. Era un viaje lejos y cansado, Edward iba dormido y pude observarlo pero las risas de Emmett viendo películas de niños lo molestaban y se despertaba algo furioso pero se le bajaba el mal trago, pedimos comida y almohadas hasta que llegamos a Nueva York, bajamos del avión e inmediatamente pedimos otros boletos los cuales estaban reservados desde antes por Alice, corrimos hasta el próximo avión y abordamos, ahora quienes iban en medio eran Alice y Jasper, por suerte Emmett se quedo dormido durante casi todo el viaje y todos pudimos descansar, dormimos casi todo el tiempo excepto cuando nos daba hambre o teníamos que ir al baño pero la verdad es que estábamos muy cansados.

Al llegar a México, bajamos del avión y Edward pidió un taxi el único aquí que sabía hablar perfectamente castellano era Jasper así que le dio la dirección. Mientras íbamos en el taxi el calor era acogedor y me permití disfrutarlo, era rarísimo que en Forks hubiera un sol de esta magnitud, todo el panorama era perfecto, palmeras, la playa a lo lejos y el sonido de las olas, habían docenas de puestos donde vendían ropa y cosas tradicionales, empezaba a tener hambre y por suerte ya no estaba enferma, nos habíamos tardado un día y medio en llegar pero había balido la pena. El taxi paro y caminamos con todas las maletas y entonces alcance a ver en un área un poco reservada dos casas, una estaba cerca de la entrada y otra un poco más alejada pero eran metros lo que las separaba.

-Nos veremos aquí en la noche para cenar en la playa-dijo Alice- que descansen.

Edward me tomo de la mano y caminamos hasta la otra casa, no era muy grande y tampoco tan elegante pero era perfecta, blanca, de madera y tenia palmeras alrededor, Edward abrió la puerta y al entrar quede perpleja, era exactamente como me lo imagine. Estaba bien amueblada con muebles blancos y algunos de madera, camine hacia la cocina y ahí habían más cosas, una estufa, un microondas, lava platos, subí las escaleras y tenía dos habitaciones, dos baños y una parte donde podías contemplar el mar, todo era maravilloso y hasta podías vivir ahí.

-¿Qué te parece?-pregunto Edward y sonreí aventándome a sus brazos.

-Esto es maravilloso ya no sé si quiero regresar a Forks.

-Si eso me paso cuando vine.

-¿Cuándo fue eso?-pregunte.

-Cuando fue el quinto aniversario de la muerte de mi madre, mi tío Aro me trajo para que me distrajera, él compro todo y me lo regalo-asentí con la cabeza y lo abrace más, no quería que se pusiera triste.

-Tenemos que traer comida porque el refrigerador esta vacio.

-Si bueno al rato pido que traigan algo, ¿Qué quieres hacer ahora? ¿Quieres dormir?

-No-me mordí el labio y sonreí levantando su camisa.

Edward pareció comprender y me levanto provocando que levantara las piernas y le rodeara la cintura, me estampo contra la pared y nos besamos desesperadamente mientras me acariciaba por encima de mi ropa, volvió a moverse y se sentó en el sofá y conmigo encima de él, moví las caderas para excitarlo y Edward me quito la playera, movió las manos hasta mi espalda y me quito desesperadamente el sostén, me beso y acaricie su cabello mientras me permitía sentir aquella deliciosa sensación que provocaba con cada mordisco y lengüetazo, inmediatamente una ola de calor paso por todo mi cuerpo y Edward pareció notarla porque me recostó sobre el sofá y ambos caímos, reímos y seguimos en lo nuestro pero en ese momento cuando Edward me quitaba los pantalones alguien toco la puerta.

-Eddie abre queremos ir a la plaza, vamos-Emmett interrumpió nuestro momento y maldije por eso.

Como pudimos nos volvimos a vestir y abrió la puerta mientras me sentaba en el sillón.

-No queremos vayan ustedes.

-¿Interrumpía algo?-pregunto Emmett divertido.

-Sí y adiós Emmett.

-Pero tenemos que ir para que Bella conozca por acá.

Y ahora que lo pensaba me parecía muy buena idea eso, camine hacia la puerta, tome unos lentes y salí, mire a Edward y asintió con una sonrisa. Caminamos detrás de Emmett para reunirnos con los demás y Edward dijo algo que me hizo sonreír.

-Te salvaste de esta, pero para la próxima créeme que no habrá quien te salve.

Capítulo 28: Después de la Tormenta vienen los Planes. Capítulo 30: Una Grandiosa Noticia

 
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